Hoy voy a narrar la vida de un
personaje al que la Humanidad y, sobre todo, los europeos, le debemos mucho,
pero que parece que nunca se le ha reconocido.
Supongo que eso le daría una
buena formación, porque parece ser que su vida sacerdotal la dedicó a la
diplomacia vaticana. Incluso, prestó algunos servicios diplomáticos para el
propio emperador romano.
En el 440 d. de C., a la muerte
del Papa Sixto III, el pueblo romano lo eligió como nuevo Papa. Entonces no se
utilizaba el actual sistema de los cónclaves cardenalicios.
Por otro lado, organizó la lucha
contra las frecuentes hambrunas y enfermedades que había en esa época.
No sé si sería por ello que fue
durante su Papado, cuando se denominó Papa, exclusivamente, al obispo de Roma.
Antes de ello, se le podía llamar así a cualquier obispo. También fue entonces
cuando se empezó a llamar a los Papas patriarcas de Occidente. Un título que
dejaron de usar en 2006.
También buscó la alianza con el
emperador para afianzar su poder frente a algunos obispos, que se negaban a
respetar la autoridad del Papa. “El cuidado de la Iglesia Universal debe
converger hacia el único asiento de Pedro y nada en ninguna parte debe
separarse de su Cabeza”. Ahí se ve que su obsesión fue siempre mantener unida a
la Iglesia cristiana en torno a Roma.
Voy a hablar de un caudillo del
pueblo huno, llamado Atila. Los expertos no se ponen de acuerdo sobre su año de
nacimiento. Hay opiniones para todos los gustos, desde el 390 hasta el 406 d.
de C. Su familia era noble y se sabe que un tío suyo fue rey de los hunos.
Ese pueblo se venía desplazando
por lo que hoy es Rusia hacia Occidente. Se cree que cruzaron el Volga sobre el
370 d. de C. y fueron atacando a todos los pueblos que se iban encontrando a su
paso, como a los alanos y a los godos.
En el 376 lograron cruzar el
Danubio y atemorizar a los pueblos que habitaban en esa zona. Incluso,
combatieron al emperador romano Valente y lo mataron en 378 d. de C., en la
batalla de Adrianópolis.
Esto provocó la huida de varios
pueblos, como los vándalos, suevos, alanos, etc, que cruzaron el río Rin y
penetraron en la Galia en el 406. Algo parecido a lo que está ocurriendo ahora
en Ucrania.
En el 435, hunos y romanos
firmaron un tratado por el que los primeros abandonaban el territorio del Imperio
Romano a cambio de una fuerte cantidad de oro.
Ciertamente, se fueron a combatir
al Imperio Persa, pero fueron derrotados y no se les ocurrió otra cosa que
volver para seguir chantajeando a los débiles romanos.
Hasta el 445 estuvieron desolando
la zona de los Balcanes. Luego llegaron a Constantinopla, en la que, a pesar de
que no pudieron conquistarla, el emperador romano se avino a pagar una fuerte
suma en oro para que se fueran de allí. Fue entonces cuando Atila se proclamó
único rey de los hunos.
En el 450, Atila se desplazó con sus tropas hacia la Galia para atacar a los visigodos, cuya capital estaba en la actual Toulouse, por haberse aliado con los romanos.
Ahora entra en escena el tercer y
último personaje de esta narración. Se trata de Honoria, hija de Gala Placidia
y hermana del emperador Valentiniano III.
Parece ser que su hermano la
quería casar con un senador romano, pero esa idea no le hizo ninguna gracia,
porque era mucho mayor que ella. Así que se le ocurrió algo que parece más
propio de una adolescente caprichosa que de una mujer de 30 años.
Por lo visto, escribió una carta
a Atila, donde le decía que quería casarse con él y le adjuntaba su anillo de
compromiso. No sabemos si lo hizo en serio, pero sí que Atila se lo tomó muy en
serio.
Posteriormente, el emperador,
escribió a Atila, para anular esa propuesta de matrimonio, por considerarla
ilegítima. Sin embargo, Atila le contestó que la consideraba legítima y que
quería casarse con Honoria y, además, exigía, como dote, la mitad del Imperio
Romano.
En el 451, Atila se desplazó con sus tropas hacia Bélgica, donde fueron arrasando diferentes poblaciones. Mientras tanto, se fue organizando una coalición para enfrentarse a los hunos, compuesta por francos, borgoñones, celtas, godos, etc.
Ambos ejércitos se encontraron en
un lugar llamado Campos Cataláunicos, donde, actualmente, se halla la ciudad francesa de
Châlons-en Champagne.
El resultado de la misma es que
las tropas aliadas consiguieron que las de Atila se retiraran con muchas bajas,
mientras que el rey godo Teodorico murió en la misma.
En el 452, Atila volvió a la
Península Itálica para intentar casarse con Honoria. Obviamente, asolaron todas
las ciudades que encontraron a su paso. Incluso, fue entonces cuando se
construyó Venecia. Un lugar donde se refugiaron miles de personas huyendo de
ellos. Como ya dije en otro de mis artículos.
Atila llegó con sus tropas hasta
el río Po y allí se detuvieron a fin de tomar fuerzas para seguir con su
campaña.
Sin embargo, después fue hacia
allí nuestro primer personaje, el Papa León I. Ambos se reunieron en una
pequeña localidad cercana a Mantua.
Nadie sabe lo que hablaron. Hay
muchas teorías al respecto, pero lo único cierto es que Atila ordenó la
retirada de sus tropas y no pararon hasta cruzar el Danubio.
En el 453, cuando Atila se
acababa de casar y estaba pensando conquistar Constantinopla, murió
súbitamente.
Desgraciadamente, León I murió en
el 461 y su cadáver fue sepultado en el pórtico de la antigua iglesia de San
Pedro.
En el 688, sus restos fueron
exhumados por orden del Papa Sergio I y enterrados en el crucero, dentro de la
basílica.
En 1715, volvieron a exhumar sus
restos para enterrarlos bajo un altar de la misma basílica, que conmemora su
hazaña frente a Atila.
En 1754 fue proclamado doctor de
la Iglesia y canonizado por el Papa Benedicto XIV y su festividad se celebra el
10 de noviembre. Junto con San Gregorio Magno son los dos únicos Papas que
fueron nombrados doctores de la Iglesia.
En resumen, en ciertos momentos
graves, creo que lo que tienen que hacer las personalidades mundiales es salir
de sus despachos y pisar la calle.
Como se suele decir, para solventar
los problemas graves “hay que coger el toro por los cuernos”.
No creo que el infame Putin se
atreviera a ordenar que bombardearan esa ciudad con esas personalidades dentro.
Hasta la misma Iglesia Ortodoxa de Rusia se opondría a ello.
En fin, espero que os haya
gustado y que Ucrania consiga vencer y expulsar de su territorio a los
invasores rusos. También me gustaría que aumentara el número de mis seguidores.
Os lo agradecería mucho.
TODAS LAS IMÁGENES PROCEDEN
DE WWW.GOOGLE.ES
Me ha gustado mucho, segué escribiendo. Raquel Moreno.
ResponderEliminarMuchas gracias. Saludos.
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