Hoy voy a narrar la vida de un
personaje, que tuvo una biografía casi increíble, pero cierta. Así que os animo
a leerla hasta el final.
Esa buena posición económica le
permitió realizar sus estudios en el colegio de los jesuitas en Tudela
(Navarra) y luego realizar la carrera de Derecho en la antigua Universidad
Central, en Madrid.
Por lo visto, ahí fue dónde
empezó a interesarse por la ideología marxista y fue entonces cuando ingresó en
el PCE.
De hecho, cuando regresó a su
tierra, fundó la agrupación navarra del PCE, que, supongo que no tendría muchos
afiliados, porque siempre ha sido una región bastante conservadora.
También es cierto que, a partir de 1920, se empiezan a fundar fábricas en Navarra y eso da lugar a que emigrasen muchos obreros hacia esa región, provocando que ya no fuera tan conservadora. No obstante, la Iglesia siempre ha tenido mucho poder en Navarra.
Así que, cuando regresó a
Pamplona, una vez acabados sus estudios universitarios, se le veía como una
especie de bicho raro, ya que era una persona perteneciente a una familia muy
conservadora y de misa diaria y, sin embargo, había optado por el comunismo.
No por ello, dejó de tener y
cultivar amistades en todos los ambientes. Tanto de derechas como de
izquierdas. Algo que le fue muy útil a lo largo de su vida.
En febrero de 1936, se casó con otra joven navarra, militante de Izquierda Republicana. Su nombre era Aurora Gómez Urrutia. Una persona, que siempre fue muy importante en su vida, como comprobaremos más adelante.
Parece ser que esa boda llamó
mucho la atención, pues ellos fueron las primeras personas, que se casaron por
lo civil en Pamplona. Seguro que muchos de sus conciudadanos se echaron las
manos a la cabeza.
En marzo de 1936 a Monzón no se
le ocurrió otra cosa que, junto con otros militantes de izquierdas, asaltar la
sede de la Diputación Foral de Navarra, con el fin de sustituir a los diputados
de ese organismo por otros de partidos del Frente Popular. Fracasaron, pero eso
le dio cierta popularidad. Curiosamente, él ya era funcionario de esa Diputación.
Poco después, quiso avisar al
Gobierno de que los carlistas se estaban armando para intentar dar un golpe de
estado. Sin embargo, le recibió el inoperante de Casares Quiroga, el cual le
dijo que exageraba y no le hizo caso.
Como ya he mencionado en otros de
mis artículos, Casares y Azaña sabían perfectamente lo que iba a ocurrir, pero
no quisieron hacer nada para impedirlo.
Lógicamente, el golpe de estado
del 18/07/1936 triunfó sin ningún problema en Navarra. Así que Monzón tenía que
huir de allí como fuera, porque su vida estaba en peligro.
Parece ser que algunos lo vieron, pero no lo denunciaron. Sin embargo, otros, de ideología carlista, como Francisco Lizarza, incluso, le escondió en su casa y consiguió que huyera a Francia, disfrazado de fraile. Esto dio lugar a que Lizarza fuera fusilado unos meses después.
Por otra parte, Monzón decidió
trasladarse al territorio republicano. Las autoridades vascas le nombraron
fiscal en Bilbao.
Sin embargo, Aurora seguía
viviendo en Pamplona, pero él consiguió que la canjearan por otros presos y se
la llevó a Bilbao. Allí fue donde nació su hijo Sergio.
Tras la caída del País Vasco en
manos nacionales, se trasladaron a Levante, siendo nombrado gobernador civil de
Alicante y luego de Cuenca.
Parece ser que, en los últimos días de la guerra, el Gobierno le nombró secretario general del Ministerio de Defensa. Sin embargo, el golpe de estado del coronel Segismundo Casado, le impidió ocupar ese importante cargo público.
Así que no les quedaba otra que
huir cuanto antes de allí. Como ya era un alto cargo del PCE, le permitieron
tomar el mismo vuelo que la Pasionaria, rumbo a la Argelia francesa. La
aeronave partió del antiguo aeródromo de Monóvar (Alicante). Una localidad
cercana al cuartel general republicano, llamado Posición Yuste, que estaba situado
en una finca entre Petrer y Elda.
Curiosamente, ese avión también
fue un Dragón Rapide, igual que el que utilizó Franco para viajar desde
Canarias al continente africano a fin de ponerse al frente de las tropas
destinadas allí.
Casualmente, Alberti y su mujer, María Teresa León, que estaba embarazada, también volaron en otro avión del mismo modelo. Dicen que, cuando la aeronave sobrevolaba la sierra valenciana de Aitana, decidieron ponerle ese nombre a su hija.
Como es normal, los gerifaltes
del PCE fueron los primeros en largarse y dejaron aquí tirados a miles de sus
seguidores, que no pudieron escapar de España.
Cuando comenzó la II Guerra
Mundial, Monzón, su mujer y su hijo se hallaban exiliados en Francia. No sé por
qué lo hizo, lo cierto es que envió a su pequeño a la URSS. Parece ser que,
durante el viaje, hubo un brote de escarlatina, que causó la muerte de varios
niños y, entre ellos, el suyo. Parece ser que nunca quisieron aceptar que esa
historia fuera cierta, pero no pudieron hacer nada.
Eso provocó que el matrimonio se divorciase. Aurora decidió exiliarse en México, mientras que Monzón, que ahora tenía como pareja a la militante comunista Carmen de Pedro, decidió permanecer en Francia.
A pesar de que el PCE, dirigido desde Moscú, había dado la orden de no oponerse a los invasores alemanes en Francia, Monzón no pierde el tiempo. Reúne a todos los exiliados republicanos con ganas de luchar y los entrena en el sur de Francia, para combatir contra los alemanes. Tiene claro que así podría hacer desaparecer uno de los mejores apoyos del franquismo.Otra de sus ideas fue crear la
Unión Nacional, donde pretendía reunir a todos los que estuvieran exiliados o,
aunque vivieran en España, estuvieran descontentos con el franquismo. Sólo
dejaron fuera a los falangistas.
Como ya he mencionado, desde el
principio de la invasión de Francia, Monzón y sus guerrilleros, estuvieron
luchando contra los alemanes.
No fue hasta que se produjo la invasión de la URSS, cuando la dirección del PCE dio autorización a sus militantes para que ingresaran en la Resistencia francesa. Hasta entonces, soviéticos y alemanes habían sido aliados.
En 1943, regresó a España con una
identidad falsa. Por una parte, quería reconstruir el PCE y, por otra, se
estuvo reuniendo con miembros de otros partidos y sindicatos, como la CNT o
ERC. Incluso se entrevistó con Juan March, que era aliadófilo y no le gustaba
nada que Franco se aliara con el Eje. Éste le prometió muchos fondos.
El 18/10/1944 varios miles de
guerrilleros republicanos españoles invadieron el Valle de Arán para intentar
la reconquista de España.
Realmente, sólo eran unos 10.000
guerrilleros, pero con ello quisieron llamar la atención de los aliados para
que se pusieran de su parte a fin de derrocar a Franco.
Sin embargo, Santiago Carrillo aprovecha la ausencia de Monzón para condenar esa invasión, calificándola como “una aventura” o una quimera.
Curiosamente, fue lo mismo que
opinaron, aparte de la dirección del PCE, el alto mando aliado, Franco y
Stalin.
Por si acaso, Franco dio la orden
de que se trasladasen unos 100.000 efectivos a la frontera con Francia para
repeler esta invasión.
Una vez fracasada esa operación cada uno huyó como pudo. En el caso de Monzón, se fue, junto con Gabriel León Trilla, a Barcelona. Allí recibieron un mensaje del comité central del PCE para que fueran a Toulouse a fin de rendir cuentas de lo sucedido.
Como veteranos militantes
comunistas sabían que en su partido existía una disciplina férrea. Incluso, más
dura que la de los militares. Así que eso de realizar una operación de ese tipo
sin la previa aprobación del comité les iba a suponer la muerte.
Casualmente, un día hicieron en
Barcelona una redada para atrapar comunistas y lo detuvieron en casa de uno de
ellos. Como poseía una documentación falsa, muy pronto, lo pusieron en
libertad. Sin embargo, al salir, se cruzó con un comisario especializado en perseguir
comunistas. Lo reconoció y lo volvieron a detener.
En cambio, Gabriel León Trilla,
que decidió ir a Madrid, fue localizado por miembros del PCE y, como el comité
había decretado su muerte, dos comunistas lo llevaron hasta un solar, donde
había habido un antiguo cementerio, en la actual calle José Abascal, y allí lo
mataron por apuñalamiento.
A partir de ahí, le acusan de
todo lo imaginable. ¡Hasta llegan a decir que es un homosexual y un agente
franquista! Como era de esperar, lo expulsan del PCE.
Curiosamente, aunque Monzón y
Aurora se habían divorciado y ella se había vuelto a casar, se entera de la
situación de Monzón y empiezan a cartearse.
Esto da lugar a que Aurora se
divorcie de su marido e intente retomar su relación con Monzón.
Consigue salir en libertad en
enero de 1959 y, unos meses después, se vuelve a casar por poderes con Aurora,
que seguía residiendo en México. Un poco más tarde, él también emigrará a
México, donde trabajará como directivo de una gran empresa.
En 1967, el Opus Dei fundó un Instituto de empresas en México y lo contrataron como profesor de marketing.
Curiosamente, sus ideas fueron muy copiadas en las escuelas de negocio en USA. También fue muy respetado por los empresarios. No conozco otro caso donde un comunista fuera tan respetado por los empresarios.A finales de los años 60, quiso
regresar a España para negociar con los directivos del IESE a fin de fundar una
sucursal de su instituto en Madrid.
Parece ser que tuvo algún
problema para entrar en España. Sin embargo, una oportuna llamada a alguno de
los miembros de su pandilla resolvió el problema. No obstante, le siguieron
poniendo trabas en sus posteriores visitas a España.
Desgraciadamente, murió en 1973 a
causa de un cáncer. Aurora murió 2 años después.
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