Es posible que a más de uno le
llamase la atención aquella frase del ex presidente Trump, cuando reconoció que
el Sáhara occidental le pertenecía a Marruecos, donde dijo que ese país fue uno
de los primeros en reconocer a los Estados Unidos.
Posteriormente, en 1787, firmaron
su primer tratado de amistad y cooperación, que sigue vigente al día de hoy.
Como ya sabemos que los
anglosajones son muy amantes del comercio, y en USA no iban a ser menos, muy
pronto, sus navíos mercantes empezaron a navegar por el Mediterráneo.
Rápidamente, se dieron cuenta de
que esto era un nido de piratas berberiscos, asentados en todo el norte de
África.
Curiosamente, el primer barco mercante USA, que sufrió un asalto, fue víctima de unos piratas marroquíes. Precisamente, el Gobierno del rey español Carlos III fue el que medió para que liberasen al barco y a sus tripulantes.
De hecho, ya en 1785, fueron
capturados dos barcos civiles USA por los piratas berberiscos y tuvieron
encarcelados a la tripulación y al pasaje durante 10 años.
El importe del rescate se
llevaría casi una sexta parte del presupuesto federal. Esa fue la razón por la
que, en 1794, se aprobó la creación de la Armada USA.
Así que no les quedó otra que
hacer lo que solían hacer otros países, o sea, pagar para que les dejasen
navegar en paz.
No hará falta decir que una buena
parte de lo recaudado por esas tasas que exigían para navegar por el
Mediterráneo acababa en las arcas del sultán en Constantinopla. Ya que esos
territorios formaban parte de su imperio, aunque se les permitiese ir por libre.
De ese modo, el Gobierno USA firmó
tratados con varios gobernadores o líderes de esa zona. Sin embargo, en Trípoli
dieron con un gobernante muy ambicioso, que, en 1801, les exigió pagar mucho
más, a lo que ellos se negaron.
Después, se atrevieron a romper
la bandera USA, que colgaba en el balcón de su consulado en Trípoli.
La cosa no quedó ahí, porque el
propio bajá de Trípoli declaró la guerra a USA e, incluso, incautaron varios
barcos de bandera USA, que estaban en su puerto. Sin embargo, el belicoso
Jefferson acaba de acceder a la presidencia y no se iba a dejar amedrentar por
un jefe tribal.
Lógicamente, eso no lo iban a
pasar por alto en Washington. Así que enviaron una flota de su Armada con la
orden de bloquear el puerto de Trípoli.
Sin embargo, la Armada USA, que había en ese momento, no tenía nada que ver con la actual y fracasaron estrepitosamente.
Incluso, los piratas se
permitieron capturar un barco mercante USA, que iba a hacer su entrada en el
puerto de Marsella, y se lo llevaron a Trípoli.
En 1803, el Gobierno USA envió
otra flota. Sin embargo, la más moderna de sus fragatas, quedó encallada frente
a Trípoli y sus 307 tripulantes fueron apresados por los piratas. Incluso,
estos utilizaron los cañones de esa fragata para hacer fuego contra la flota de
la Armada USA.
En febrero del siguiente año, un barco de la Armada USA zarpó de un puerto de ese país rumbo a Trípoli. En su interior iban 70 soldados y 6 marineros al mando del teniente Stephen Decatur. Todos ellos disfrazados de musulmanes. Su misión era recuperar esa fragata.
Cosa que no pudieron conseguir y tuvieron que incendiarla.
Así que no les quedó más remedio
que retirarse, pero, al menos, tuvieron menos bajas que los piratas.
En agosto del mismo año optaron
por la infame táctica de las cañoneras. La orden era bombardear Trípoli hasta
que se rindiera. Sin embargo, los marinos USA salieron trasquilados. Con muchas
pérdidas humanas y materiales, porque la artillería de costa era tan buena o
mejor que la suya.
Así que esta vez escucharon a un
antiguo cónsul USA en Trípoli y cambiaron de estrategia. Aprovecharon que en
Trípoli había muchas luchas internas y se aliaron con Ahmed Karamanli, un
hermano del bajá, al que éste había expulsado de la ciudad.
Las tropas USA, al mando del teniente William Eaton, desembarcaron en Alejandría y se unieron a unos mamelucos. En total, se calcula que serían unos 1.200 hombres.
Por lo visto, en todo ese grupo, sólo había 9 marines USA.
Atravesaron el desierto y
consiguieron conquistar la ciudad de Derna. Desde allí, el hermano del bajá
confiaba conseguir un levantamiento general contra su hermano, el gobernante.
Sin embargo, el coronel USA Tobías
Lear, consiguió negociar un tratado de paz con el bajá, Yusuf Karamanli, lo que
supuso el fin de las hostilidades. Además del rescate de los prisioneros USA,
previo pago de una fuerte indemnización. Así que Ahmed regresó a Egipto.
Parece ser que los dos bandos
estuvieron muy dispuestos a firmar esa paz. USA, porque ya le quedaban muy
pocos barcos para luchar en esa guerra y Trípoli, porque, mientras durase la
guerra, las demás potencias no pagarían por navegar por esas aguas y se estaba
quedando sin dinero.
Por lo visto, los gobernantes de
los territorios vecinos, incluido Marruecos, apoyaron a Trípoli, porque allí
era donde compraban los esclavos negros, que habían sido capturados en el
centro de África.
Incluso, los gobiernos de Venecia
y Nápoles se negaron a ayudar a la Armada USA, en su lucha contra Trípoli.
La paz no duraría mucho tiempo.
En 1812, volvieron los ataques de los piratas y corsarios a los barcos
mercantes con bandera USA y al dey de Argel no se le ocurrió otra cosa que
declarar la guerra a USA.
Como ya sabemos, pocos años más
tarde, Francia puso sus ojos imperialistas en el norte de África y creó allí su
imperio colonial.
Curiosamente, el Gobierno USA
fijó claramente en los tratados firmados con esos territorios, antes de que
estallasen estas guerras, que ellos no tenían ningún prejuicio religioso hacia
los musulmanes, ya que en USA había todo tipo de religiones. Por el contrario,
los musulmanes sí que se unieron contra ellos.
Hoy en día, los militares USA,
todavía recuerdan esta campaña. Precisamente, en el himno oficial de los
marines se citan sus luchas en Trípoli.
Además, si nos fijamos en la espada que usan los marines, veremos que no es como las de los demás militares USA. Las de estos son rectas, mientras que las de los marines son curvadas al estilo turco.
Esto se debe a que el hermano del
bajá, que iba con las tropas USA, cuando conquistaron Derna, le obsequió con su
espada al jefe de las tropas USA.
Los marines siempre han visto
como un gran logro su desembarco en la playa para conquistar la ciudad de
Derna. Además, se trataba de la primera intervención de este cuerpo, que había
sido fundado en 1775, fuera del continente americano.
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