ESCRIBANO MONACAL

ESCRIBANO MONACAL
UNA GRAN OBRA MAESTRA REALIZADA EN MARFIL

domingo, 2 de diciembre de 2012

UNA PERFECTA DESCONOCIDA: TADEA MIRSLAC


Hoy traigo al blog un nombre que, seguro, dejará indiferente a más de uno. Su nombre fue Tadea Mirslac.

            Nació en 1860 hija de una gitana de gran belleza, llamada Lucinda, ya famosa como bailarina. No se supo nunca quién fue su padre.

            De pequeña nunca gozó de buena salud. Nació con siete meses y tardó mucho en salirle el pelo. Con el estado de la Medicina en ese momento, no pensaron que fuera a durar mucho.

            Fue muy mimada por su madre, lo cual le valió para que ganara en salud. También le vino muy bien que, cuando tenía apenas 4 años, su madre se casó con un conde húngaro.

            Su padrastro le proporcionó una esmerada educación para que en el futuro se convirtiera en una dama de la alta sociedad.

            No tuvo mucha suerte, pues le duró muy poco el matrimonio que le habían preparado con un oficial de caballería. En ese momento empezó su carrera como bailarina.

            A su padrastro no le hizo mucha gracia, pero pronto se le pasó al ver que ella triunfaba y obtenía buenas ganancias.

            Ni siquiera se preocupó de divorciarse de su marido y se dedicó a coleccionar amantes de todo tipo, los cuales se peleaban por obtener sus favores. Quizás, porque se decía que nunca llevaba ropa interior.

            Se dice que adquirió una finca en Budapest, donde se bañaba desnuda frente a varios criados eunucos.

            Hasta el mismísimo emperador Francisco José I, el marido de la archifamosa Sissi, se hizo su amante y se cuenta que, cuando ésta se enteró, no dejó de darle la lata para que se la presentara, pues era una de sus artistas favoritas.

            Así que Tadea fue a visitarla al palacio y allí parece ser que se lo pasaron muy bien las dos juntas, pues Tadea le contó a la emperatriz las múltiples anécdotas que le habían ocurrido durante su carrera artística.

            Se dice que, en otra ocasión, también sedujo al príncipe Rodolfo, heredero a la corona austriaca e hijo de Francisco José I y Sissi.

            También se dice que Tadea lloró mucho la muerte de Rodolfo, porque, a pesar de ser mayor que ella, le había tomado mucho cariño, como si fuera un niño.

            Dicen que entre sus amantes estaban nada menos que Napoleón III, Víctor Hugo y Rubén Darío.

            Se cuenta que tuvieron una buena trifulca ella y la hoy día  casi olvidada Victoria Woodhull, en el conocido restaurante Delmónico, de Nueva York, por un motivo no totalmente esclarecido, pero seguramente relacionado con un amante de ambas.

            En 1890 se casó con Damián Celibidache, pariente del famoso director de orquesta y, según dicen algunos, también emparentado con el famoso Drácula. De ese matrimonio nacieron dos mellizos.

            Durante la I GM quedó viuda y ya nunca quiso volver a casarse. Su situación económica era francamente buena y se dedicó a escribir unas memorias que escandalizaron en el París de la posguerra.

            La verdad es que vendió montones de ejemplares de esa obra. En ella contaba todo tipo de detalles de personajes muy conocidos.

            Algunos, como los herederos de Bismarck, la demandaron por lo que afirmaba allí sobre el “Canciller de hierro”. La demanda no prosperó, porque muchos intelectuales se solidarizaron con ella y unos 40 juristas franceses le ofrecieron sus servicios gratuitamente.

            Dedicó parte de su fortuna al mantenimiento de  2 orfelinatos, en el período de entreguerras.

            Era muy aficionada a los valses de Strauss y decía que su gata persa Mota, cuando los oía, se ponía a dar vueltas y vueltas, como si estuviera bailando.

            Durante la II GM rebrotó su inquietud y se solidarizó con la Resistencia. Se dedicó a hacer de correo, pero pronto fue capturada por los nazis y enviada a un campo de concentración.

            Allí, en 1941, fue maltratada por su condición de gitana y, sin ningún miramiento, asesinada y enviada a los hornos crematorios.

           

3 comentarios:

  1. Una vida tanto o más interesante que la de Mata-Hari. Es curioso, que en el caso de ambas ocurriera lo mismo: el fracaso en el matrimonio como paso a la libertad. En cuanto a Sissi, siempre dando la nota.

    ResponderEliminar
  2. Creo que eso es normal que ocurriera porque los matrimonios estaban organizados por los padres. También a veces se hacían para tapar un escándalo.
    Mata Hari no se dio cuenta de que ese tiempo había pasado. Ya era algo mayor para ejercer esa actividad y los que podían haberle echado una mano seguro que no podían ir aireando que eran sus amantes, porque posiblemente les pondrían en evidencia ante la sociedad y perderían ese respeto que había entonces hacia la clase dirigente.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Aquí menciono que los nazis no sólo mataron a los judíos, sino a otra mucha gente que no se menciona nunca. Saludos.

    ResponderEliminar