ESCRIBANO MONACAL

ESCRIBANO MONACAL
UNA GRAN OBRA MAESTRA REALIZADA EN MARFIL

jueves, 6 de diciembre de 2012

LA UNIDAD MÁS CONDECORADA DEL EJÉRCITO USA.


Si alguien nos hiciera en este momento esa pregunta, lo más normal es que pensáramos en cualquier unidad de Marines compuesta, con toda seguridad, por jóvenes del Medio Oeste de USA. Pues no habríamos acertado, porque se trata del 442 regimiento de Infantería, compuesto completamente por soldados americanos de origen japonés.

            Tras el ataque japonés a Pearl Harbor hubo una ola de racismo por parte de los ciudadanos USA de Hawai contra los de origen japonés, que llevaban algunas generaciones viviendo en esa isla. Así, a los pocos días, quizás para lavar esa imagen, unos 12.500 de ellos se presentaron voluntarios en las oficinas de alistamiento. Incluso, muchos de ellos ya formaban parte de la Guardia Nacional.

            Ellos deseaban ser encuadrados en unidades para luchar contra Japón, pero el Alto Mando se lo pensó mejor y creó con ellos una unidad que sirviera en la retaguardia de las fuerzas USA que actuaban en Europa.

            El 05/06/1942 se creó el primer Batallón Provisional Hawaiano, formado exclusivamente por soldados USA de origen japonés. Se dio prioridad a los que habían pertenecido a la Guardia Nacional, porque tenían experiencia con armas.

            Fueron embarcados hacia San Diego (California) donde se reunieron con otro grupo de japoneses que vivían en ese Estado, cambiando su nombre por el de 100 Batallón de Infantería.

            Tras un largo período de instrucción, donde observaron muy de cerca cualquier atisbo de deslealtad hacia los USA, el 01/02/1943 el batallón fue activado bajo el mando de un coronel USA de origen europeo, pero con los demás oficiales de origen japonés.

            A estos 1.432 soldados, poco a poco se les fueron uniendo otros grupos, también de origen japonés, que habían sido entrenados para luchar en Artillería o en Ingenieros. El lema de este regimiento fue “Go for broke” (a por todas).

            En principio fueron enviados a Argelia para realizar tareas simples en territorios ya conquistados. Sin embargo, su coronel tenía otros planes e hizo múltiples gestiones hasta que consiguió que los llevaran a Europa para combatir en primera línea.

            Así, el 26/09/1943, desembarcaron en Salerno (Italia) y fueron agregados a la 34 División de Infantería (Red Bull), entrando al día siguiente en contacto con el enemigo.

            Participaron, con gran heroísmo, en los diversos cruces del río Volturno y en el ataque a Montecassino, donde tuvieron muchas bajas y tuvieron que recibir refuerzos para seguir en el frente.

            Entre los meses de marzo y mayo lucharon en las playas de Anzio, hasta la evacuación alemana.

            Tras varios combates más, se les abrió el camino hacia Roma, aunque, de repente, les ordenaron parar.

            De manera injusta, a los miembros de esa División no les dejaron participar en el desfile triunfal por las calles de la Ciudad Eterna. Sin embargo, pudieron verla a bordo de unos camiones, donde les montaron de noche para trasladarlos al puerto de Civitavecchia.

            Se ha dicho que el general Clark, que estaba al mando del ejército USA en Italia, quería gozar de su momento de gloria y no quería ver en el desfile a una serie de soldados bajitos y de origen japonés enarbolando unas banderas USA.

            A mediados de junio el 100 Batallón de Infantería abandonó la 34 División para incorporarse al resto de las unidades de japoneses y formar el 442 regimiento, con unidades de Infantería, Artillería e Ingenieros.

            En la campaña de Italia obtuvieron diversas condecoraciones y citaciones presidenciales. Posteriormente, pasaron a Francia, donde lucharon en la zona de los Vosgos.

            Su participación más conocida en la guerra se dio con el rescate del primer Batallón del 141 regimiento de Infantería (antiguamente, Guardia Nacional de Texas), que había quedado rodeado en una zona muy boscosa.

            Los intentos de otras unidades por levantar el asedio fueron continuos fracasos. Dicen algunos que el propio Hitler se había interesado por este asunto y, para ganar publicidad, había dado órdenes expresas de que se impidieran esos intentos por cualquier medio.

            A finales de octubre le dieron esa misión al 442. El avance no pudo ser muy rápido, porque el terreno era muy boscoso y estaba lleno de francotiradores.

             A los dos días llegaron a una posición alemana muy bien fortificada en lo alto de una meseta, que no dejaba acceder al valle donde estaban las otras tropas USA, cuya situación era cada vez más desesperada.

            No había tiempo de traer la Artillería ni los tanques, así que se tomó la decisión de calar la bayoneta y atacar esa posición a la antigua usanza.

            Las bajas de los atacantes fueron enormes, pero el ánimo nunca decayó, así que los alemanes, cuando se vieron derrotados, no les quedó otra que salir huyendo.

            Tristemente, esta operación de rescate tuvo un costo de vidas muy alto. Para salvar a 221 soldados, el 442 regimiento soportó más de 800 bajas de valerosos soldados japoneses.

            Después de esta acción, fueron destinados de nuevo a Italia, donde ya no participaron en otros combates de importancia.

            Estadísticamente, podemos comprobar que su tasa de bajas fue espeluznante, un 314%.

            En el apartado de condecoraciones, sus miembros recibieron unas 18.000 a nivel individual, además de 8 citaciones presidenciales recibidas por la unidad. Se puede decir que ha sido la unidad más condecorada en la historia del ejército USA.

            Como muestra, los miembros de uno de sus batallones recibieron una Medalla de Honor del Congreso, 52 cruces por servicios distinguidos, 560 estrellas de plata, 4.000 estrellas de bronce y 9.486 corazones púrpura.

            A pesar de su heroicidad dentro del Ejército USA, muchos, al regresar a sus casas, se encontraron con tiendas donde no se atendía a los japoneses, parientes encerrados en campos de concentración e, incluso, algunos hallaron sus casas saqueadas y, en algunos casos, hasta quemadas.

            A pesar de que en 1946, el propio presidente Truman en un acto público colocó una banda sobre la divisa de este regimiento, el clima hostil de los americanos hacia los japoneses tardó décadas en desaparecer y casi nadie quiso recordar las hazañas de este grupo de japoneses encuadrados en el ejército de su país, los USA.




No hay comentarios:

Publicar un comentario