Después de las
vacaciones veraniegas, retomo el blog y os prometo unas entradas de lo más
interesantes.
En primer
lugar, quisiera hablaros de algunos personajes de la Guerra Civil que no son
excesivamente conocidos. Hoy traigo aquí a un militar que fue conocido en esa
contienda como el comandante Bayo, alguien que quizás os haya llamado la
atención, pues se puede ver en muchas fotos curiosamente vestido de militar de
Aviación, dirigiendo un desembarco naval.
Había nacido
en Cuba, en 1892, unos años antes de la independencia de esa isla. Estudió unos
años en USA, pero luego se decidió por formar parte del Ejército español.
Estudió en la
academia de Toledo, pero en 1916 ya consiguió sus “alas” como piloto. Hay que
aclarar que, en esos años, no existía aún el Ejército del Aire y la Aviación
era una parte del Ejército de Tierra.
Lástima que,
en 1924, tras haber participado en un duelo, fuera expulsado del Cuerpo y
trasladado forzoso a la Legión española. Es posible que ese duelo influyera
negativamente en su vida militar, porque su contrincante fue el capitán
González Gallarza, por entonces profesor de vuelo en Cuatro Vientos y héroe de
la Aviación española por haber sido pionero en varios vuelos transatlánticos.
Un destino muy
diferente el de estos dos personajes, pues el citado héroe siempre gozó del
favor del Gobierno de turno. Laureada de San Fernando en 1925. Posteriormente,
fue nombrado ayudante del rey e, incluso, acompañó al monarca en su viaje al
exilio, y, una vez acabada la guerra, fue ministro del Aire con Franco.
Volviendo a
nuestro personaje, se sabe que en 1925 fue herido gravemente en un combate de
la Guerra de África, donde estuvo combatiendo a las órdenes del teniente
coronel Francisco Franco y del general Queipo de Llano, y tardó mucho tiempo en recuperarse.
Posteriormente,
tras ser condecorado en varias ocasiones, volvió a Marruecos, donde fue asignado
a las tropas del teniente coronel Capaz, el mismo que, en 1934, ocupó el
territorio de Ifni, que había sido asignado por las potencias coloniales a
España.
No puedo
olvidar mencionar otras importantes actividades de este personaje, como fueron
la creación, en 1920, de una academia para pilotos civiles en Madrid y la
colaboración en varios diarios con el seudónimo de “coronel Bayoneta”.
Estas
actividades también le trajeron problemas, pues intentó crear otra academia
para pilotos civiles en Sevilla y fue procesado por dar clases sin haber
logrado aún la pertinente autorización. Afortunadamente, salió absuelto.
Una vez
llegada la II República, consiguió su reingreso en la Aviación, pero le
tuvieron apartado del servicio, destinado exclusivamente a puestos burocráticos
y en una base de segunda categoría, como era la del Prat de Llobregat
(Barcelona).
Al comienzo de
la Guerra Civil lucha en Barcelona a favor de la República al mando de diversas
tropas y participa en el asedio al cuartel de las Atarazanas.
Es entonces
cuando brilla su estrella por vez primera, pues convence a su antiguo jefe, el
teniente coronel Díaz Sandino, que ahora es el consejero de Defensa de la
Generalitat, de la importancia estratégica de conquistar las Baleares, para que
no las utilice el enemigo como base para sus ataques a Cataluña. Así que se le
nombra jefe de las tropas que ocuparon Ibiza y Formentera, pero,
desgraciadamente, fracasó en el intento de ocupar Mallorca el 16/08/1936, hasta
el punto que tuvieron que reembarcar hacia la Península.
Este hecho fue
muy conocido y discutido en su época y sus antiguos enemigos nunca se lo
perdonaron. Así que fue procesado por ello, pero consiguió salir absuelto. Es
preciso decir que para esta ofensiva consiguió la aprobación del presidente
Giral y del ministro Castelló, pero estos en la práctica no quisieron apoyarle.
La verdad es
que la expedición nunca tuvo mucho futuro, pues la mayoría de sus tropas
obedecían más al Comité de Milicias que a Bayo. Aparte de ello, la prensa
republicana había aireado unos días
antes la posibilidad de ocupar las islas. Además, casi la mitad de los soldados
había embarcado sin fusil, con la promesa de que tendrían suficientes armas con
las que confiscaran en las islas.
No obstante, a
fin de hacerle fracasar, le dieron la orden de acelerar el desembarco en
Mallorca, aunque le siguieron negando el armamento necesario. Aparte de ello,
algunas tropas, con sus mandos, procedentes de Valencia, se volvieron allí tras
agrias discusiones con Bayo. Es preciso mencionar que Bayo simpatizaba con los
comunistas del PSUC, sin embargo, el Comité de Milicias estaba dominado por sus
enemigos de la CNT
El bando
nacional apostó por estas islas y les enviaron refuerzos. Incluso, barcos
italianos con tropas y aviones para bombardear a las tropas de Bayo. No olvidemos
que éste ni siquiera disponía de artillería para repeler estos ataques.
De todas
formas, acertó de lleno en su planteamiento estratégico, pues los nacionales e,
incluso, los italianos, utilizaron durante toda la guerra estas islas como una
gran base para atacar todo el Levante peninsular.
En septiembre
del 36 promovió la guerra de guerrillas a fin de parar el avance del ejército
nacional en la zona de Talavera de la Reina y la sierra de Gredos. Esta idea le
pareció muy interesante al Alto Mando, pues los militares republicanos sabían
muy bien que no podían hacer frente en las mismas condiciones a las tropas de
Franco. Así que se crearon grupos de guerrilleros, incluso aéreos, para ir
minando la retaguardia enemiga y conseguir información a base de capturar
prisioneros.
El problema es
que Prieto conoció que Bayo era comunista y, posiblemente, por ello, dio
contraorden y no se volvieron a utilizar esas unidades en la guerra.
Posteriormente,
estuvo en varios destinos poco importantes hasta que terminó la Guerra Civil,
donde perdió un ojo, y luego consiguió exiliarse en México. Allí fue profesor
de vuelo en una escuela de aviación y escribió la obra “Mi desembarco en
Mallorca”, donde expuso las razones por las que fracasó el citado desembarco.
Todo esto es
más o menos sabido por los aficionados a la Historia, pero seguramente no
sabrán que fue contratado en 1955, por los guerrilleros encabezados por Fidel
Castro y Che Guevara para entrenarlos a fin de tomar el poder en Cuba.
Ellos le
contrataron, porque, seguramente, se habían enterado de que Bayo había
sido anteriormente instructor de
guerrilleros en Nicaragua y Guatemala.
Incluso, se
dice que en 1958 estuvo entrenando guerrilleros republicanos por si pudiera
darse en algún momento la posibilidad de reconquistar España.
Fue asesor de
este movimiento durante todo el período revolucionario y le premiaron con el
rango de general del Ejército Cubano.
Murió en Cuba
en 1968, llevando siempre consigo las insignias de piloto de la II República
Española.
siempre he valorado sus ponderadas intervenciones en las tertulias del señor Rivera Chamorro , y este articulo no me ha defraudado en absoluto , gracias por compartir sus conocimientos
ResponderEliminarMuchas gracias por su amable comentario. Le animo a leer otros artículos de mi blog. Seguro que también le gustarán.
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