Esta vez voy a hablar sobre un
personaje que nunca ha tenido buena fama. Lógicamente, todo eso se debe a que, para
llegar a ser rey, tuvo que matar a su hermanastro y eso parece que nunca se lo
han perdonado.
El futuro Enrique II de Castilla
nació en Sevilla en enero de 1332. Fue fruto de la relación extramatrimonial
entre su padre, el rey Alfonso XI de Castilla, y su madre, Leonor de Guzmán y
Ponce de León, señora de Medina Sidonia y emparentada con Alfonso IX, rey de León.
Hay que decir que de esta relación nacieron nada menos que 10 hijos.
Enrique fue el primero de los que
sobrevivieron. Junto con él, también nació un hermano gemelo, llamado Fadrique
Alonso de Castilla, que llegó a ser maestre de la Orden de Santiago, entre
otros títulos.
Durante el reinado de su padre,
tanto Leonor como sus hijos, vivieron una vida muy confortable, siendo tratados
como si fueran la familia legítima del rey.
Sin embargo, el futuro rey Pedro
I, también hijo de Alfonso XI, y su madre vivieron absolutamente apartados de
la Corte.
En el caso de Enrique, su padre
encargó su educación al conde de Trastámara, Rodrigo Álvarez de las Asturias. A
la muerte de éste, como el conde no tuvo descendencia, entre otras cosas, le pidió
al rey que le diera el título de conde de Trastámara a Enrique. Precisamente de
ahí vino el nombre de la nueva dinastía.
Este era un título propio de
Galicia, pero que nunca había sido hereditario. Lo otorgaba el rey a una
persona y a su muerte, retornaba al monarca. Así que Alfonso XI le otorgó ese
título a su hijo, Enrique.
La temprana muerte del monarca
dio lugar a un cambio radical en la situación. Los nobles del reino dejaron de
hacerle la pelota a Leonor y proclamaron a Pedro como nuevo rey de Castilla.
A partir de ahí, no hubo paz en
el reino. Su madre, María de Portugal, no tuvo ninguna piedad con Leonor. Mandó
que fuera arrestada y, tras pasar por las mazmorras de varios lugares de
Castilla, en 1351, ordenó que fuera
asesinada en Talavera de la reina.
Es posible que Enrique quisiera “blindarse”
contra ese cambio de poderes, al casarse con Juana Manuel, hija del famoso
infante y poeta Don Juan Manuel, uno de los hombres más poderosos de Castilla.
Mientras tanto, Pedro, no hizo
más que buscarse enemigos. Primero se casó con la francesa Blanca de Borbón,
pero, como no aportó la dote prometida, se casó con ella y luego la abandonó.
Lo que provocó la indignación del rey de Francia. Eso fue aprovechado por
Enrique para poner a Francia de su parte. Aún más, cuando se supo que Pedro
ordenó la muerte de Blanca. Así, ya en 1352, surgieron las primeras
sublevaciones, lideradas por Enrique contra Pedro I.
Pedro aprovechó para aliarse con
los ingleses. Sin embargo, el rey de Aragón, Pedro IV el Ceremonioso,
increíblemente, se alió con sus habituales enemigos, los franceses.
Realmente, al rey de Aragón, le
importaba muy poco la guerra civil en Castilla. Sin embargo, le convenía que se
sentara en el trono castellano un rey afín a sus intereses, para que la flota
castellana no continuara aliándose con sus habituales oponentes en el mar, la
flota de Génova.
También ocurrió lo mismo cuando,
en 1354, Pedro I se casó con Juana de Castro, viuda de Diego de Haro. Tras la
boda, el rey la repudió al día siguiente de la ceremonia. Así que la familia
Castro se unió al nutrido grupo de oposición al monarca.
Tampoco hay que olvidar que, en
aquella época, Francia e Inglaterra, estaban enzarzadas en la Guerra de los
Cien Años. Así que la guerra civil en Castilla, a la que se unieron Portugal y
Aragón, fue una especie de prolongación de esa guerra europea en otros frentes.
De hecho, muchos caballeros y arqueros europeos lucharon en la Península
Ibérica, apoyando a uno u otro bando.
En 1356, Pedro I, empezó a luchar
contra todos sus oponentes. Mostrando ya toda su crueldad con los vencidos. Así
que Enrique y sus hermanos tuvieron que salir huyendo. Esta vez no les pudo
pillar. Sin embargo, unos años más tarde, les capturó y ordenó su muerte.
A partir de esa fecha, se dedicó
a luchar en todos los frentes. Se enfrentó a Pedro IV de Aragón y, tras una
tregua conseguida por un legado del Papa, fue a sofocar una sublevación en Andalucía.
Allí capturó a Fadrique, el hermano gemelo de Enrique, y lo mató de una forma
atroz.
En 1358, volvieron a enfrentarse
Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón. Esta vez, Enrique, luchó en el bando
aragonés con la condición de que ese monarca le ayudara a deponer a su
hermanastro y poder conseguir el trono.
No le sirvió de mucho, pues, en
1360, las tropas de ambos bandos se enfrentaron en la primera batalla de
Nájera, consiguiendo la victoria el rey castellano. Posteriormente, ambos
bandos firmaron una tregua.
En 1362, Pedro I, atacó Aragón
con la complicidad de Carlos II el Malo, rey de Navarra. Avanzó de una manera
muy rápida por Aragón, pero esta vez fue parado en seco por una fuerza
integrada por aragoneses, franceses y las tropas de Enrique. Así que al monarca
castellano no le quedó
otra que retirarse.
En 1366, los partidarios de
Enrique lo proclamaron nuevo rey de Castilla en Calahorra. A partir de entonces
le llamaron “el de las mercedes”, por la cantidad de dinero y títulos que tuvo
que repartir para que no se le fueran sus partidarios.
Al año siguiente, Pedro I,
consiguió que los ingleses se unieran a su bando. Un gran contingente de tropas
de esa nacionalidad, al mando del Príncipe Negro, invadió Castilla, desde los
dominios ingleses del sur de Francia.
En 1367, ambos bandos se
volvieron a encontrar en la segunda batalla de Nájera. Allí, por segunda vez,
volvió a vencer Pedro I y Enrique tuvo que huir a Francia.
Sin embargo, el año anterior, Pedro I, había
firmado con sus aliados el acuerdo de Libourne. Mediante el cual, al Príncipe Negro,
que también era el Príncipe de Gales, le prometió una fuerte suma de dinero y el
señorío de Vizcaya. Mientras que a Carlos II el Malo de Navarra, le prometió
Álava y Guipúzcoa, por permitir que atravesaran su reino.
No obstante, Pedro I, no pudo cumplir
su parte del trato, a pesar de llevar con él el tesoro real, y los ingleses lo dejaron abandonado.
Parece ser que Enrique se enteró
de ello, por eso, reorganizó sus tropas y volvió a combatir contra su
hermanastro.
Así, los reyes de Portugal, Inglaterra, Navarra y Aragón combatieron contra él en alguno de los momentos de su reinado, pues todos tenían cierto parentesco con el monarca asesinado.
Esta vez organizó mejor sus
tropas y vencieron a Pedro I en la batalla de Montiel. Posteriormente, cuando
el monarca castellano fue a visitar la tienda de Du Guesclin, el jefe de los
mercenarios franceses, se encontraron allí los dos hermanastros. Se enfrentaron
entre ellos y, en esa pelea, Enrique
mató a Pedro. De esa manera tan triste fue como consiguió el trono de Castilla.
Dado que Enrique les había
prometido a sus partidarios todo tipo de riquezas y de títulos, no tuvo más
remedio que repartirlos durante todo su reinado.
De todas formas, la esencia de la
victoria de Enrique sobre Pedro fue el triunfo de los nobles holgazanes sobre
la incipiente burguesía del reino. Eso convirtió a Castilla en uno de los
reinos más atrasados de la Europa Medieval. Desde el principio de su reinado,
como había llegado al trono de una forma muy poco ortodoxa, sus derechos al
mismo fueron discutidos por muchos personajes de la época.Así, los reyes de Portugal, Inglaterra, Navarra y Aragón combatieron contra él en alguno de los momentos de su reinado, pues todos tenían cierto parentesco con el monarca asesinado.
Las guerras contra estos
pretendientes duraron hasta 1375. Por otra parte, la crisis económica se abatió
sobre Castilla, pues a Enrique le costó mucho poder pagar a todos sus
acreedores y mercenarios y no se le ocurrió otra cosa que devaluar varias veces
la moneda, provocando un alza brutal de los precios y la llegada del hambre a
Castilla.
Algo que da una idea de la situación desesperada de Castilla, en materia económica, es que Enrique II, cuando era pretendiente al trono siempre fue enemigo de los judíos. Sin embargo, tras la llegada al poder se hizo muy amigo de ellos, para conseguir financiación. Según parece, esto hizo brotar una ola de fuerte antisemitismo en todo el reino, que tuvo unas consecuencias dramáticas durante el siguiente reinado.
Algo que da una idea de la situación desesperada de Castilla, en materia económica, es que Enrique II, cuando era pretendiente al trono siempre fue enemigo de los judíos. Sin embargo, tras la llegada al poder se hizo muy amigo de ellos, para conseguir financiación. Según parece, esto hizo brotar una ola de fuerte antisemitismo en todo el reino, que tuvo unas consecuencias dramáticas durante el siguiente reinado.
Otra señal inequívoca de la mala situación
económica de Castilla es que, durante su reinado, el monarca convocó a las
Cortes con mucha frecuencia. Lógicamente, para que le aprobaran nuevos
impuestos a fin de que pudiera pagar a sus acreedores.
Este debilitamiento económico provocó la ruina del reino, mientras que aumentó considerablemente la riqueza de los grandes señores, que se dedicaron a competir por el poder con el monarca. Como ya había ocurrido en reinados anteriores. No obstante, hay que decir en su favor que logró asentar las bases de la nueva dinastía de los Trastámara.
Empezó por enfrentarse a Fernando I de Portugal, que invadió Galicia. Le venció a base de un ataque combinado del Ejército y la Flota castellanos contra el territorio portugués.
Este debilitamiento económico provocó la ruina del reino, mientras que aumentó considerablemente la riqueza de los grandes señores, que se dedicaron a competir por el poder con el monarca. Como ya había ocurrido en reinados anteriores. No obstante, hay que decir en su favor que logró asentar las bases de la nueva dinastía de los Trastámara.
Empezó por enfrentarse a Fernando I de Portugal, que invadió Galicia. Le venció a base de un ataque combinado del Ejército y la Flota castellanos contra el territorio portugués.
Posteriormente, hubo de
enfrentarse a una coalición formada por Aragón, Navarra, Portugal y hasta
Granada. Esta guerra duró hasta la firma de los tratados de paz en 1371. En el
caso de Aragón, luchó contra él, porque Enrique no quiso cederle los
territorios que le había prometido.
Tampoco quiso respetar el trato
que había hecho con el maestre de Calatrava. Éste se comprometió a entregarle la plaza
de Carmona a cambio de que no hiciera daño a dos hijos de Pedro I, habidos con
su relación con Isabel de Sandoval y que los tenía bajo su custodia.
Sin embargo, tras tomar posesión de esa ciudad, ordenó el traslado de los niños a diferentes prisiones. Sancho de Castilla, que tenía sólo 6 años, fue enviado al castillo de Toro, donde fue encerrado y murió al año siguiente. Tras una investigación realizada sobre su momia en 2006, no se pudo demostrar que hubiera sido envenenado, como se sospechaba.
Sin embargo, tras tomar posesión de esa ciudad, ordenó el traslado de los niños a diferentes prisiones. Sancho de Castilla, que tenía sólo 6 años, fue enviado al castillo de Toro, donde fue encerrado y murió al año siguiente. Tras una investigación realizada sobre su momia en 2006, no se pudo demostrar que hubiera sido envenenado, como se sospechaba.
En el caso de su hermano Sancho,
que era un bebé de 1 año, fue llevado al castillo de Curiel. Allí permaneció,
cruelmente, encerrado durante nada menos que 55 años. Incluso, llegó a tener
descendencia con la hija del alcaide de esa fortaleza y una de sus hijas fue la que
consiguió que el rey Juan II le pusiera en libertad, muriendo unos años
después.
Me permito recordaros que al que le han llamado siempre “el cruel” ha sido a Pedro I, no a Enrique II.
Me permito recordaros que al que le han llamado siempre “el cruel” ha sido a Pedro I, no a Enrique II.
En Inglaterra, Juan de Gante,
duque de Lancaster, casó con Constanza, hija de Pedro I y pretendió tener
derechos sobre la corona de Castilla.
Antes de que los ingleses se
acercaran a nuestra costa, Enrique II de Castilla, accedió a las pretensiones
de los franceses y les envió la flota castellana para apoyar el asedio al
importante puerto de La Rochelle. Allí acudió también la flota inglesa y sufrió
una de las mayores derrotas de su historia. Aunque parezca mentira, se podría
decir que Castilla ya era la primera potencia naval de esa época. Sobre ese
tema ya hablaré en un próximo artículo.
Realmente, a Castilla también le interesaba que se pudiera navegar libremente a través del canal de la Mancha, pues por ahí se exportaba la lana de las ovejas castellanas con destino a los talleres textiles de Flandes.
Realmente, a Castilla también le interesaba que se pudiera navegar libremente a través del canal de la Mancha, pues por ahí se exportaba la lana de las ovejas castellanas con destino a los talleres textiles de Flandes.
No obstante, Inglaterra lo volvió
a intentar de nuevo, en 1372. Esta vez, se había aliado con Portugal y Aragón.
Enrique II fue primero hacia Portugal y, tras vencer a su monarca, pactaron la
boda de un hermano del rey castellano con una hermana del rey portugués.
Posteriormente, fue hacia Navarra y allí pactó la entrada de sus tropas, para bloquear la llegada de los ingleses. Ambos concertaron la boda del heredero de Navarra con una hija de Enrique II.
Posteriormente, fue hacia Navarra y allí pactó la entrada de sus tropas, para bloquear la llegada de los ingleses. Ambos concertaron la boda del heredero de Navarra con una hija de Enrique II.
Las tropas inglesas no consiguieron
llegar a la frontera de Castilla, pues, durante su marcha, se tuvieron que enfrentar, constantemente, a
los franceses. Así que dieron media vuelta, ya que sus fuerzas habían quedado
muy mermadas.
En 1375, cuando Pedro IV se vio solo ante las tropas de Castilla, no le quedó más remedio que firmar la paz de Almazán. No obstante, concertaron el matrimonio del heredero de Castilla con Leonor, hija del monarca aragonés.
En 1375, cuando Pedro IV se vio solo ante las tropas de Castilla, no le quedó más remedio que firmar la paz de Almazán. No obstante, concertaron el matrimonio del heredero de Castilla con Leonor, hija del monarca aragonés.
Sin embargo, a Enrique II, no le salieron bien
los cálculos cuando, en ese mismo año, se reunieron ingleses y franceses, para firmar
la llamada Tregua de Brujas. No se molestaron en invitar a los castellanos. Lo único
que hicieron fue llevarle el documento para que lo firmara. Evidentemente, ese
documento era muy favorable a Francia, que era quien lo había auspiciado. Lo único
positivo es que, después de muchos años, Castilla volvió a vivir en paz.
Sin embargo, en 1377, murió Enrique III de Inglaterra y su sucesor, Ricardo II, firmó un acuerdo con Navarra por el que le permitiría el paso de sus tropas para intentar la conquista de Castilla.
Sin embargo, en 1377, murió Enrique III de Inglaterra y su sucesor, Ricardo II, firmó un acuerdo con Navarra por el que le permitiría el paso de sus tropas para intentar la conquista de Castilla.
En Inglaterra, seguían pensando
que los miembros de la casa de York y los de Lancaster eran legítimos herederos
al trono de Castilla. No hay que olvidar que dos hijas de Pedro I el Cruel y María
de Padilla estaban casadas con Juan de Gante, duque de Lancaster, y con Edmond,
duque de York, respectivamente.
Parece ser que el monarca
castellano debía tener muy buenas fuentes de información, porque se enteró de
ese pacto antes de que las huestes inglesas pusieran su pie en la Península
Ibérica.
Para empezar, lo primero que hizo
fue invadir el pequeño reino de Navarra, tomar varias plazas como rehenes y
obligar a su rey a firmar un documento, donde le obligaba a aliarse con Castilla.
Una vez firmado ese documento en Santo
Domingo de la Calzada, Castilla devolvió esas ciudades a Navarra.
Misteriosamente, poco después de
haberse firmado ese documento, el monarca castellano cayó enfermo y falleció al
día siguiente en esa misma localidad.
En su momento, se rumoreó que su
muerte podría haber sido debida a un envenenamiento o tal vez a un ataque de
gota, enfermedad que venía padeciendo. Sólo tenía 46 años.
Está sepultado encima de la
sillería del coro en la Capilla de los Reyes Nuevos de la catedral de Toledo.
Perdón pero me podría decir por qué a Enrique II de Trastámara le llaman Enrique el de las Mercedes. Muchas gracias
ResponderEliminarSe llamaban mercedes a los regalos o donaciones. Dado que este rey llegó al trono por una vía ilegítima, se pasó todo su reinado haciendo regalos a los nobles para conseguir que fueran partidarios suyos.
EliminarMuchas gracias por su comentario y saludos.