Como, últimamente, hay una gran
cantidad de conflictos en el mundo y tras la Semana Santa, me apetece hablar de
un personaje que dedicó toda su vida a luchar a favor de la paz. A lo mejor, por
eso, en el mundo actual, donde en todos los medios de comunicación parece que
se le rinde culto a la violencia, pues no aparece este tipo de gente ni por
asomo.
Este hombre tan barbudo, que podemos
ver en las fotos, fue Frédérick Passy, el cual nació en París, un día de mayo
de 1822.
De su padre sólo se dice que
había luchado en la famosa batalla de Waterloo. Sin embargo, uno de sus tíos,
Hipolytte, fue ministro de Finanzas de Francia
tanto durante el mandato de Luis Felipe como en el de Luis Napoleón, luego
emperador Napoleón III.
Nuestro hombre empezó estudiando
Derecho, pero, como por lo visto, tras haber terminado la carrera, no tuvo mucho éxito, pues se puso a trabajar
como contable en el Consejo de Estado.
Su tío, el ministro, le animó a estudiar
Economía, cosa que hizo, retirándose de su puesto en el Consejo, tras haber
trabajado allí durante 3 años.
Como siempre tuvo un ferviente
espíritu republicano, tras la llegada del Segundo Imperio, en 1851, de la mano
de Napoleón III, se negó a prestarle obediencia y se retiró de toda actividad
política. Con ello quedó marcado por el nuevo régimen y se convirtió en
periodista.
En ese período tuvo que
sobrevivir dando clases y conferencias en las universidades, así como
escribiendo libros. Esto último empezó a darle cierta popularidad en su país.
Ya por entonces, entre sus
colegas de profesión, se le consideraba uno de los mejores teóricos de la
Economía.
Algunas de sus conferencias, que
luego fueron recogidas en dos volúmenes, llamaron mucho la atención del público
y de sus colegas.
Se podrían mencionar “Las
máquinas y su influencia en el desarrollo de la Humanidad” (1866), Malthus y su
doctrina” (1868), “Historia del trabajo” (1873). Su interés por la educación se
pudo comprobar en “De la propiedad intelectual” (1859) y “La Democracia y la Educación”
(1864).
En 1857 escribió su primera obra
“Melanges economiques”, donde
se definió como seguidor del librecambismo.
Precisamente, porque, para él, el libre intercambio de mercancías daría lugar a
un libre intercambio de ideas entre los ciudadanos de los países y eso promovería
la paz en el mundo.
Otras de sus obras más famosas
fueron “La guerra y la paz”, de 1867 y la “Historia del movimiento de la paz”,
de 1905. A partir de esta última se
origina el Derecho Humanitario.
Durante el II Imperio fue
partidario de hacer una reforma educativa y de oponerse, en 1867, a la guerra con Prusia, sobre la cuestión de
Luxemburgo, para lo cual lanzó toda una campaña en la prensa. También se opuso
a la guerra de Crimea.
Al mismo tiempo, siendo diputado
republicano, independiente y de izquierdas, siempre se opuso en la Cámara a la política
colonial francesa, por ser contraria al librecambismo que él propugnaba.
En 1868 fundó la Liga internacional
y permanente de la paz, para intentar evitar todo tipo de conflictos bélicos. Con la llegada de la guerra franco-prusiana esta organización fue disuelta. Así que creó, en su lugar, la Sociedad francesa de amigos de la paz, que llegó a hacer un congreso en París, coincidiendo con la Exposición Universal de 1878. En 1889 pasó a ser la Sociedad de arbitraje entre las naciones.
Tras la caída del II Imperio se
le empezaron a reconocer sus méritos, nombrándole, en 1877, miembro de la
Academia de Ciencias Morales y Políticas de Francia y otorgándole,
posteriormente, la Legión de Honor.
En 1881 fue elegido diputado y
así pudo defender sus ideas sobre unas reformas en la política exterior, en la
política educativa y en la normativa laboral, incidiendo en una mayor cobertura
en los seguros para los afectados por accidentes de trabajo. Incluso, presentó
varias mociones para prohibir las guerras para siempre, promoviendo el desarme internacional
y el arbitraje para resolver los asuntos entre naciones.
A lo mejor, esto creó un
precedente, pues ya en la Constitución de la II República española, se puede
leer en su artículo 6º: “España renuncia a la guerra como instrumento de
política nacional”.
Aunque perdió ese escaño en 1889,
continuó intentando organizar un sistema de arbitraje para solucionar de forma
pacífica los conflictos entre naciones. De esa manera, consiguió, en 1888, que
se reunieran en París 24 parlamentarios franceses y 8 británicos a fin de solucionar
un problema común. Los británicos estuvieron liderados por el parlamentario liberal
Randall Cremer, el cual ya había conseguido que se aprobara algo parecido en su
parlamento, para resolver los conflictos entre el Reino Unido y USA, que no
pudieran resolverse de una manera diplomática.
Así, promovieron que otros
parlamentarios propusieran en sus distintos parlamentos, una serie de medidas
para que los conflictos internacionales pudieran resolverse mediante arbitraje
y no de una forma bélica.
Siendo el objetivo general la paz
internacional, el medio para lograrla sería el arbitraje. Los promotores serían
los parlamentos y la representación popular sería la que le daría fuerza a
estos acuerdos.
En 1889 se creó la Unión
Interparlamentaria (UIP), siendo Passy su primer presidente, al mismo tiempo
que participó en la Oficina Internacional de la Paz, que estaba radicada en
Suiza.
Conviene no olvidar que la UIP presenta
habitualmente sus resoluciones a la Asamblea General de la ONU y, por ello, le
dieron en 2002 el estatus de observador permanente.
Todavía, hoy en día, se intenta
crear una Asamblea Parlamentaria internacional en la ONU, para resolver ciertos
problemas globales, pero aún no se ha conseguido.
Nuestro personaje, por sus
desvelos a fin de conseguir una paz duradera a nivel mundial, fue premiado en
1901 con el Premio Nobel de la Paz. Como anécdota, me gustaría indicar que fue
la primera persona a la que le dieron este premio, aunque fuera compartido con
Henri Dunant, fundador de la Cruz Roja.
No sé si sabréis que este es el único
Premio Nobel que no se otorga en Suecia, sino que lo concede el parlamento de
Noruega.
Nobel, que falleció en 1896, dispuso, entre otras cosas, en su testamento, que, en quinto lugar debería
de concederse un premio a “la personalidad que habría contribuido más o mejor a
la unión de los pueblos, a la supresión o a la reducción de los ejércitos permanentes,
a la reunión y a la propagación de congresos para la paz”. Así se organizó el
Premio Nobel de la paz.
Este testamento fue muy bien
acogido por las organizaciones pacifistas, así que en “El almanaque para la
paz”, editado por la Asociación de la Paz para el Derecho se propuso a Passy
como primer candidato a este noble premio.
Aunque tengamos una idea de que
el final del XIX y comienzos del XX fue una etapa bastante belicista, fueron
muchos los que lucharon por la paz en el mundo.
Al respecto, se pueden mencionar
una serie de nombres que hoy en día igual no nos dicen nada, pero que en su
momento, tuvieron cierta popularidad por sus esfuerzos a fin de lograr una
ansiada paz en el mundo. Por ejemplo, podemos destacar a Élie Ducommun, Evans
Darby, Hogdon Pratt, la baronesa von Suttner, Gustave Moynier, etc.
Es posible que le dieran el Nobel a Passy, porque
en su época se le consideraba el decano, o sea, el más antiguo defensor de los movimientos
pacifistas. No en vano, se le llamó el “Apóstol de la paz”.
Es curioso, porque hoy en día nos
parecería que la Cruz Roja tendría méritos más que suficientes para llevarse
ese premio. De hecho, se los llevó más adelante. Sin embargo, en aquella época,
les parecía que era una entidad recién llegada a la lucha del pacifismo y que
había otras personas que llevaban más tiempo en esa “trinchera” que ella.
Parece ser que la propia baronesa
von Suttner fue una de las personas que influyó sobre Nobel para que creara este
premio Nobel de la Paz. Se conocieron cuando ella fue, durante un breve plazo,
su secretaria personal.
La baronesa fue una de las
personas que más apoyó la candidatura de Passy, aunque también abogó para que
se lo dieran, conjuntamente, a Dunant.Cuando se va a dar un premio tan importante como éste, es normal que haya muchas candidaturas. Siempre se ha dicho que por cada premio Nobel “hay un galardonado y 20 descontentos”. Además, en aquella época no se daban tantos premios como ahora.
Lo curioso es que alguno de los compañeros
de Dunant en la Cruz Roja, en principio, no estuvieron muy de acuerdo con su candidatura,
argumentando que la fundación de esta Entidad no fue obra de un solo hombre,
sino de la Sociedad Ginebrina de Utilidad Pública y el Comité Internacional de
Socorro a los Militares Heridos, creado en Ginebra en 1863.
Volviendo a nuestro personaje del
día, Frédéric Passy, conviene no olvidar que, todavía en 1905, a pesar de su
avanzada edad, hizo unas oportunas gestiones en el conflicto que, por entonces,
enfrentaba a los gobiernos de Suecia y
Noruega y dijo que, si se llegaba a una solución pacífica le llenaría más de
satisfacción que haber recibido el Nobel.
Todavía en 1909 publicó su obra “Por
la paz”, donde contaba su peripecia vital para intentar lograr una paz duradera
en el mundo.
Desgraciadamente, murió en 1912. Podemos
decir que, a pesar de que, en vida, no tuvo mucha suerte para lograr la paz mundial,
su semilla germinó y todavía existen algunas organizaciones creadas por él,
como la UIP.
Las naciones ya no abusan tanto de la
violencia, para resolver sus conflictos internacionales, como ocurría en su
época.
No obstante, esperemos que tomen
ejemplo y se decidan por resolver los conflictos actuales por la vía diplomática o
por el arbitraje, antes de hacerlo por medio de guerras, que no conducen a
ningún sitio. Algo que hemos aprendido en Europa a costa de millones de muertos,
desgraciadamente.
Espero que os haya gustado y que
no consideréis a este personaje demasiado rebuscado, por mi parte.
Muy buen blog compañero, voy a empezar a seguirlo y recomendarlo desde mi blog
ResponderEliminarMuy buen blog compañero, voy a empezar a seguirlo y recomendarlo desde mi blog
ResponderEliminarMe alegra que le haya gustado. Su amable comentario es muy de agradecer, porque me anima a seguir adelante.
EliminarPor cierto, no me ha dicho cómo se llama su blog, para poder visitarlo.
Muchas gracias y saludos.
Professor Prem raj Pushpakaran writes -- 2022 marks the birth bicentenary year of Frédéric Passy!!!
ResponderEliminarhttps://www.youth4work.com/y/profpremrajpushpakaran/Prof-Prem-Raj-Pushpakaran-popularity