Aunque es cierto que la Guerra
Civil afectó a todo el mundo, me gustaría recoger en este blog cómo afectó a
una serie de personalidades que, en su momento, fueron bastante conocidas y hoy
prácticamente nadie las recuerda.
El
primero de mi lista se llamaba Luis Lucia Lucia. No es que sea más importante
que los demás. Simplemente, me he decidido por ponerlo en primer lugar por mero
capricho.
Nació
en un pequeño pueblo de Castellón en 1888, situado en la comarca del Maestrazgo.
Su
familia era de origen aragonés y le envió a estudiar al colegio de los jesuitas de Valencia. Más tarde, estudió
Derecho en la misma ciudad.
Durante
su juventud militó en las filas del Carlismo y llegó a dirigir un semanario de esta
ideología, que luego se transformó en el Diario de Valencia.
Fue
fundador y presidente de la Derecha Regional Valenciana y diputado a Cortes por
Valencia en 1933 y 1936.
Evolucionó
desde una forma de pensar donde toleraba cierta participación ciudadana en la
política, hasta ser un firmen defensor de la II República española.
Fundó la CEDA,
con Gil-Robles, llegando a ser vicepresidente de la misma. También fue ministro
de Obras Públicas y Comunicaciones en 2 ocasiones durante 1935.
Se dice que siempre
aconsejó a Gil-Robles tener buenas relaciones con los republicanos
conservadores de Maura.
Tras el
asesinato de Calvo Sotelo huyó a Francia, pero volvió el 17 de julio. Tras
proclamarse la Guerra Civil, se posicionó a favor de la II República, a pesar
de pertenecer a un partido de derechas.
A pesar de
haber expresado su adhesión republicana mediante un telegrama al ministro de
Gobernación, no tardó en ser detenido y encarcelado primero en Valencia y luego
en Barcelona.
En 1939, justo
antes de la caída de Barcelona, fue liberado, junto con otros presos y se
escondió a la espera de la llegada de las tropas franquistas.
A pesar de
haberse pasado casi toda la guerra encarcelado por los republicanos, los
nacionales volvieron a encerrarlo, por no haber apoyado la sublevación militar.
Posteriormente, fue juzgado y condenado a muerte por este hecho. Su telegrama
de adhesión republicana fue considerado como una prueba de cargo contra él.
Afortunadamente,
las nuevas autoridades tuvieron en cuenta las peticiones de clemencia de varias
personalidades religiosas y su pena fue conmutada, primero pr una de cárcel y
luego por una de confinamiento en Mallorca, donde murió en 1943.
Escribió gran
cantidad de artículos y varios libros. Entre ellos podemos destacar “En estas
horas de transición”, de 1930; “Qué me dice VD. de los presos”, de 1942; “El salterio
de mis horas”, publicado en 1956. Aparte de multitud de poemas que aún
permanecen inéditos.
Fue el padre
del conocido cineasta Luis Lucia
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