ESCRIBANO MONACAL

ESCRIBANO MONACAL
UNA GRAN OBRA MAESTRA REALIZADA EN MARFIL

sábado, 1 de diciembre de 2012

LA DESDICHADA MATA-HARI


Hoy voy a cambiar de tercio y me propongo escribir sobre una de las espías más conocidas a nivel popular, aunque no tanto como la gente cree.

            Su nombre verdadero fue Margaretha Geertruida Zelle y nació en agosto de 1876 en la localidad holandesa de Leeuwarden.

            Parece ser que su padre era comerciante y algunos autores dicen que su madre era de ascendencia de la colonia holandesa de Java.

            A los 14 años murió su madre y su padre la envió interna a un colegio de monjas donde, más o menos, les daba a las chicas la educación suficiente para hicieran en el futuro una buena boda.

            Como a ella no le gustaba este tipo de vida, a los 18 años se casó con Campbell MacLeod, un oficial perteneciente al ejército holandés, pero originario de Escocia.

            Tuvieron 2 hijos y, al poco tiempo, tuvieron que mudarse, pues su marido había sido destinado como jefe de una unidad militar en Java.

            No tuvo mucha suerte con su marido, pues, según decía ella, era muy borrachín, mujeriego y la maltrató en diversas ocasiones. Incluso, se comentaba en la colonia que una vez la encañonó con su pistola.

            Parece ser que su hijo varón murió allí y se sospechó que había sido envenenado por uno de sus sirvientes, como venganza por el trato recibido de su marido.

            En 1902, la familia volvió a Holanda y, poco después, la pareja se separó, aunque tardaron 4 años en conseguir el divorcio.

            Como ella ansiaba gozar de una completa libertad, dejó a su hija al cuidado de unos parientes y marchó a buscarse la vida a París.

            En 1905 se “fabricó” una nueva identidad, diciendo que era hija de una bailarina hindú, la cual había muerto cuando ella nació. Por ello, había sido consagrada al dios Siva e iniciada en los secretos de las artes eróticas de Oriente.

            Como era alta y esbelta y tenía el pelo muy negro podía simular cierto parecido con las mujeres de la India. Incluso, se hizo llamar Mata Hari, que significa “ojo del alba”.

            Triunfó como bailarina exótica en París y de ahí fue a otras ciudades, como Montecarlo, Berlín, Viena, Milán, Madrid, etc. Triunfó en todas ellas, pues el público, en su mayoría varones, iba a verla bailar prácticamente desnuda. De esta forma consiguió una legión de admiradores.

            Cuando se declaró la I GM ella se hallaba en Alemania, donde contaba con muchos admiradores entre los altos cargos del Gobierno. De hecho, un día se la vio paseando del brazo del jefe de la policía de Berlín.

            En 1915 volvió a París, aunque no se sabe a ciencia cierta a qué fue allí. Hay diferentes versiones al respecto. Unos dicen que fue para rescatar las cosas que había dejado en una de sus casas cercana a esta metrópoli.

            Otros dicen que fue a cuidar a un amante ruso, que estaba ingresado allí en un hospital, por haber sido herido en el frente.

            Por último, otros dicen que pudiera ser un asunto de espionaje. Por ello, el contraespionaje italiano advirtió al francés de su visita y de sus relaciones con los alemanes, idioma que, últimamente, hablaba muy bien.

            Fue detenida por los franceses, pero ella negó rotundamente ser espía alemana. Sin embargo, se ofreció para trabajar como espía para Francia. A consecuencia de esto, la enviaron a Bélgica, que ya había sido ocupada por los alemanes, con una lista de espías franceses. Posteriormente, uno de ellos fue capturado y fusilado por los alemanes, según algunos, a causa de la delación de una mujer.

            Posteriormente, los franceses la enviaron a España, por barco, vía Holanda. Pero ese barco fue detenido por los británicos y ella fue apresada, pensando éstos que se trataba de otra espía que estaban buscando.

            Consiguió convencerles de que trabajaba para los franceses y la pusieron en libertad.

            En Madrid, se relacionó con varios militares de la embajada alemana, pero no sabemos si trabajó para ellos.

            A finales de 1916, los ingleses interceptaron un mensaje de Berlín a la embajada alemana en Madrid, donde decía que estaban pagando demasiado por los informes de la agente H-21. Les ordenaron enviarla a París con un cheque de 5.000 francos franceses, pagadero en Francia.

            En febrero de 1917, Mata Hari llegó a París y se alojó en un hotel de lujo llamado Plaza-Athénée. Al día siguiente fue arrestada allí mismo y acusada de ser una doble agente alemana.

Se dice que se mostró desnuda a sus captores y les ofreció bombones en un casco prusiano que le había obsequiado uno de sus amantes alemanes.

La principal prueba inculpatoria fue el citado cheque y un tubo con tinta invisible, ambos objetos habían sido hallados en su habitación del hotel.

            Para defenderse, dijo que la tinta invisible era realmente un compuesto desinfectante que ella solían utilizar como contraceptivo y que el cheque era el pago de sus favores sexuales a los oficiales alemanes en Madrid. Su declaración no fue muy convincente y fue encerrada en la celda 12 de la prisión de Saint Lazare. Esa misma celda había sido ocupada anteriormente por otras asesinas y acusadas de espionaje.

            Tras varios meses de interrogatorios, el 24/07/1917 comenzó su juicio. Parece ser que el presidente y varios miembros del tribunal nunca fueron imparciales y dieron por supuesto, desde antes del juicio, que ella era culpable. Sin embargo, en la calle se opinaba mayoritariamente que era inocente y casi todo el mundo esperaba que fuera absuelta.

            Dijo que conocía las tropas de varios países, porque, frecuentemente, la habían invitado sus amantes a presenciar maniobras militares.

            Ella confiaba en que sus amigos de las altas esferas del poder la pondrían muy pronto en libertad. No se había dando cuenta de que las relaciones habían cambiado a causa de la guerra, pues en París apenas se podían percibir sus consecuencias.

            También comentó: “No soy francesa y tengo derecho a tener amigos en otros países, incluso en aquellos que están en guerra con Francia. Yo soy neutral. Confío en la bondad de ustedes, los oficiales franceses”.

            Cuando se le preguntó sobre unos 30.000 marcos que le había pagado el canciller alemán, argumentó que era su precio habitual por sus favores sexuales.

            También la acusaron de utilizar el correo diplomático de la embajada holandesa en París y ella contestó que era para mandar cartas a su hija. No olvidemos que Holanda fue neutral en la I GM y ella era de nacionalidad holandesa.

            La sentencia era previsible, pues el Alto Mando francés necesitaba a alguien para echarle la culpa de sus fracasos, que habían llevado a miles de jóvenes a la muerte, en los 3 años que llevaban de guerra.

            Fue condenada a la pena de muerte, pero la sentencia no se llevó a cabo inmediatamente, sino que dejaron transcurrir varios meses.

            Parece ser que las únicas noches que dormía bien eran las de los sábados, pues, por costumbre y creencias religiosas, los domingos nunca se ejecuta una pena de muerte.

            Su abogado intentó ganar tiempo alegando que estaba embarazada, pero ella prefirió pedir clemencia al presidente de la República francesa.

            Como su petición fue denegada, fue despertada antes del amanecer del lunes 15 de octubre y su abogado le comunicó, casi sin voz, que esa mañana se ejecutaría la sentencia.

            Ella se vistió de la manera más elegante posible y fue llevada al Chatêau Vincennes, por entonces, un campamento militar y un lugar donde se realizaban habitualmente estas ejecuciones. 

            Allí les esperaban 12 hombres armados. Aceptó el vaso de ron que le solían ofrecer a todos los condenados, pero no quiso que le taparan los ojos ni la ataran a un árbol.

            Antes de morir, la atendieron un cura y unas monjas y, al retirarse éstos, se dio la orden de disparar. Su cuerpo cayó al suelo abatido por las balas.

            Hay una leyenda que dice que un admirador llamado Pierre de Morrisac había sobornado al pelotón de fusilamiento para que cargaran sus armas con balas de fogueo. Sin embargo, lo cierto es que estaban cargadas con balas de verdad y ella murió en el acto.

            También circuló la leyenda de que, ante el pelotón de fusilamiento, abrió su traje para mostrarles su desnudez.

            Hoy en día se piensa que sólo fue una cortesana y que nunca se tomó muy en serio lo que hacía. No se dio cuenta de que estaba en medio de una guerra y su mundo había cambiado sustancialmente.

            Una teoría muy conocida indica que los alemanes quisieron quitársela de encima, porque podía contar algunos de sus secretos militares a los franceses. Así, le tendieron una trampa en la que cayó también el contraespionaje francés, enviando un mensaje cifrado, sabiendo que los franceses lo podrían descifrar sin problemas

            Parece ser que su cuerpo nunca fue enterrado, pues era costumbre ceder los cuerpos de los ajusticiados a las facultades de Medicina, para que los alumnos realizaran sus prácticas. Su cabeza fue embalsamada y conservada en un museo hasta que fue robada.

            En fin, sobre esta hermosa mujer siempre circularon muchas leyendas, pues gozó de una gran popularidad en su época.

           

 

3 comentarios:

  1. Se mostró desnuda ante sus captores como hizo cierta modelo en la Antigüedad, pero la tensión que se vivió durante la Gran Guerra no creo que permitiera a nadie detenerse a pensar si se podía valorar la belleza como motivo para el perdón. Muy buen post.

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  2. Me parece que los secretos que ella llegó a conocer de los dirigentes europeos con los que se relacionó, si se divulgaban, podrían ser mucho más peligrosos que los secretos de guerra. Puede ser que, por eso, no la ayudaran y consintieran su ejecución. Saludos.

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  3. Decía una leyenda que uno de los oficiales que la capturó, luego se suicidó por tener que llevarla hasta el lugar de la ejecución. Saludos.

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