ESCRIBANO MONACAL

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UNA GRAN OBRA MAESTRA REALIZADA EN MARFIL

miércoles, 30 de mayo de 2018

THE POND, UNA CASI DESCONOCIDA AGENCIA DE ESPIONAJE


En mi último artículo, dedicado al infame Dr. Petiot, mencioné de pasada el nombre de esta extraña agencia de espionaje, pero no quise ampliar más este tema, porque ya, de por sí, ese artículo me había quedado demasiado extenso y luego hay muchos que se quejan de ello.
Así que esta vez le voy a dedicar todo un artículo, aunque lo cierto es que, como ocurre con todas las agencias de espionaje, no sabemos mucho sobre ella.
El nombre “The Pond”, se podría traducir como el charco o el estanque y ese era el apodo por el que se la conocía en la famosa CIA, porque lo curioso es que su fundador ni siquiera le quiso poner un nombre, para que fuera aún más secreta.
Además, era una especie de agencia privada, lo cual no sería de extrañar en un país donde casi todo es privado: la Sanidad, la Educación, la Reserva Federal, etc.
Parece ser que sus principales patrocinadores fueron ciertos Bancos americanos, junto con la Phillips y Oerlikon, una empresa suiza, que, entre otras cosas, se dedica a la fabricación de armas.
Curiosamente, nadie daba crédito a la existencia de esa organización, hasta que, en 2001, se encontraron sus archivos, escondidos nada menos que en un granero de la localidad de Culpeper, en Virginia. Posteriormente, fueron trasladados a los Archivos Nacionales, situados en College Park, en Maryland.
Concretamente, en 2010, han sido desclasificados, gracias a la Ley de Libertad de Información. De esa manera, se ha podido comprobar que esa red sólo tenía unos 40 
agentes fijos. Sin embargo, mantenía otros 600 colaboradores en 32 países.
Parece ser que, desde un principio, hubo mucha tirantez entre el dirigente de esta red, que estuvo protegido por el funesto senador McCarthy, y los directivos de la CIA.
Sin embargo, según la documentación desclasificada, el Gobierno, entregaba a esta y otras redes una serie de asuntos que no quería que fueran fiscalizados por el Congreso y el Senado USA. De esa manera, subsistió durante 13 años.
Entre sus hechos más destacados tenemos los contactos con el propio Hermann Goering para obtener la rendición de Alemania, 6 meses antes de que acabara la guerra.

También la utilización de la Mafia para organizar un atentado contra Mussolini y, posteriormente, para facilitar el desembarco de las tropas aliadas en Sicilia.
Averiguar, en Noruega, la situación exacta, de las plantas de agua pesada, donde los nazis estaban obteniendo ese preciado compuesto para conseguir fabricar su propia bomba atómica. Algo que podría hacer cambiar radicalmente el rumbo de la guerra en Europa.
Por último, recabar información trascendental para conocer 
con exactitud el estado de las investigaciones de los científicos soviéticos en relación con su programa nuclear.
También se asegura que tuvo en su nómina a un alto cargo del espionaje soviético, a través del cual obtuvieron las claves que utilizaban los agentes de la antigua URSS. Hasta se rumorea que pudo trabajar para ellos el famoso Raoul Wallenberg .
Uno de sus mayores éxitos fue, en 1947, la huida de Hungría de Zoltan Pfeiffer y de toda su familia. Se trataba de un importante dirigente político y abogado húngaro que, en principio, se opuso a los nazis y luego a la toma del poder, en su país, por parte de los comunistas. Así que lo estaban buscando para matarle.
Parece ser que lograron fugarse gracias a un agente llamado James McCargar. Éste ejercía como chófer de la familia, hasta que surgió este acontecimiento y fue cuando se enteraron de que era un agente perteneciente a The Pond.
Según dicen, se puede ver en esos documentos que fue un viaje muy accidentado. Consiguieron pasar varios controles fronterizos a base de sobornar a algunos guardias.
Posteriormente, llegaron a Viena, cuando todavía estaba dividida en cuatro sectores, igual que Berlín, y podrían haber caído en manos soviéticas.
No obstante, tuvieron suerte, pues consiguieron tomar un avión que les llevó hasta Frankfurt del Main y de allí, en vuelo directo, hasta Nueva York.
Parece ser que su hija, Madeline, que entonces sólo tenía 5 años, fue llevada dentro de una caja de madera y le dieron algún somnífero para que se durmiera durante el largo viaje.
Por lo que se refiere al coronel John V. Grombach, el fundador de esa extraña agencia, se trataba de un hombre muy inquieto.
Fue hijo de André Grombach, cónsul de Francia en Nueva Orleans. Parece ser que fue alumno de la prestigiosa Academia Militar de West Point, pero, realmente, no está muy claro por qué no llegó a graduarse con su promoción. Según parece, no pudo graduarse por tener más faltas de las admitidas por el reglamento.
Curiosamente, a los 18 años había tenido que renunciar a su nacionalidad francesa para poder ingresar en esa Academia Militar.
Según parece, unos años después, consiguió que se revocara esa decisión y obtuvo su rango de segundo teniente. Ya con ese grado fue destinado a la antigua Zona del Canal de panamá, donde empezó a trabajar para los servicios de Inteligencia.
Parece ser que allí fue donde comenzó a interesarse por la posibilidad de emitir mensajes secretos infiltrados dentro de la programación habitual de una emisora de radio comercial.
Sin embargo, su título, como graduado en West Point, sólo le fue entregado en 1964. Nada menos que 44 años después de su salida de esa prestigiosa Academia.
También fue un gran deportista, practicando boxeo, esgrima y carreras de vallas. Incluso, en 1924, participó, como boxeador, representando a USA, en los Juegos Olímpicos de París.
Dejó el Ejército en 1928 y, al año siguiente, ingresó en la Guardia Nacional. Dedicándose, a la vez, a labores empresariales. Parece ser que trabajó en una empresa subsidiaria de la CBS y la Paramount.
En 1941, al entrar su país en la II Guerra Mundial, fue reincorporado al Ejército con la graduación de capitán.
Parece ser que llegó allí cuando el Alto Mando estaba discutiendo la oportunidad de crear desde cero la OSS, pues ya tenía la G-2, que se dedicaba a la Inteligencia militar.
Por esa razón, en 1942, los militares crearon The Pond para hacer la competencia a la recién creada OSS, que posteriormente, sería la famosa CIA.
Parece ser que esta agencia fue creada por la Inteligencia militar de USA, porque sospechaban que la OSS, estaba ya infiltrada por agentes de otros países. En cambio, ésta no podría ser infiltrada, porque nadie la conocía.
Se cree que sospechaban de muchos agentes aliados, que trabajaban conjuntamente con la CIA y que pensaban que también podrían ser comunistas.
De hecho, en 1942, Alexander Barmine, un alto mando del espionaje soviético, que había desertado a USA, huyendo de las infames purgas de Stalin, les proporcionó una lista de sus agentes infiltrados dentro de la OSS.
Al principio, The Pond, fue llamada SSB. Algo así como rama de servicio especial. Más tarde, CIB, o sea, rama de cobertura y adoctrinamiento. Lógicamente, eran unos nombres que servían para encubrir el verdadero propósito de esa agencia.
Según parece, entre las distintas agencias, se apodaba a ésta como “el charco o el estanque”; la G-2 militar era “el lago”; la CIA, era “la bahía” y el Departamento de Estado era “el zoo”.
Incluso, el propio Grombach, que siempre fue un ferviente anticomunista, ni siquiera trabajaba en una oficina estatal, sino en una de la famosa empresa holandesa Phillips. Como si fuera un encargado de relaciones públicas de la misma. Paradójicamente, el fundador de esta multinacional era primo del famoso Karl Marx.
Curiosamente, en ese período de tiempo, los únicos que conocieron la existencia de esta agencia fueron el presidente USA y los Departamentos de Estado y de Guerra. Ni siquiera la Armada tuvo conocimiento de ello.
Parece ser que también mantuvieron una amplia plantilla de agentes y chivatos, tanto en países aliados como enemigos. Sobre todo, periodistas y profesores 
universitarios. No solían tener unos contactos fijos, sino que se dedicaban a recolectar todo tipo de información que, en un futuro, podría servir para los intereses de USA.
Incluso, parece ser que, durante la II Guerra Mundial, se sirvieron de las redes comerciales de las empresas mencionadas para infiltrarse en los países ocupados, pues éstas seguían trabajando en la Europa invadida por los nazis.
Según esos archivos, la CIA, y, más concretamente, su director, el general Walter Bedell Smith,  decidió romper sus relaciones con The Pond en 1952, ya que no les querían informar sobre sus fuentes. Así que alegaron que sus informaciones no eran tan importantes como los gastos que había que pagar para mantenerla, con cargo al Erario Público. De esa forma, se convirtió en una empresa privada, que figuraba como contratada por la CIA.
Parece ser que el propio Grombach, en su libro de memorias, publicado en 1980 y titulado "El gran liquidador", menciona que uno de sus habituales informantes en Francia era el Dr. Petiot, al que dediqué mi anterior artículo. Así que, como él defendía, es posible que fuera cierto que trabajaba para una agencia de espionaje, aunque le dieron un nombre falso y, por ello, no pudieron hallarla.
Para ellos, fue siempre un informante muy valioso, pues en su consulta trataba a muchos mandos del Ejército alemán, durante la ocupación de Francia. Así que procuraba sacarles la mayor información posible y luego era remitida a la central de The Pond.
Incluso, también atendía a muchos exiliados de países del Este de Europa. Parece ser que uno de ellos, de nacionalidad polaca, le comentó que los alemanes habían descubierto la infame matanza de las Fosas de Katyn, donde la NKVD asesinó a 18.000 militares y dirigentes polacos.
Precisamente, ese fue uno de los informes que fue eliminado por McCormack, por considerarlo contrario a los intereses de la URSS, que entonces era aliado de USA. Sólo lo dieron por bueno cuando los nazis lo hicieron público. Al año siguiente.
Como ya dije, otra de las más importantes colaboraciones de Petiot tuvo lugar tras enviar una lista de espías que los nazis habían infiltrado dentro del territorio USA. Lo que le vino muy bien al FBI para poder capturarlos.
Gracias a los informes de Petiot, se pudieron rastrear las fábricas de los infames cohetes V-1 y V-2. Así, unos agentes de esta organización, pudieron hacerles fotos embarcados en unos pesqueros noruegos.
Luego, hacían seguir esta información hasta la neutral Suecia y desde allí, por valija diplomática, era enviada a Londres y luego a USA.
Parece ser que, incluso, llegaron a detectar que sus aliados británicos les estaban engañando, porque abrían esas valijas diplomáticas, para copiar su contenido y luego las volvían a cerrar discretamente, antes de enviarlas a USA.
Es más, cuando se desclasificaron los archivos de esta organización, se comprobó que una de sus agentes fue Ruth Fischer, una de las dirigentes más importantes del Partido Comunista de Alemania. Sin embargo, cayó en desgracia, tras la llegada de Stalin al poder y, más tarde, emigró a USA y se convirtió en una ferviente anticomunista.
Incluso, llegó a testificar contra sus dos hermanos, ante el infame Comité de Actividades Anti-americanas. Acusando a ambos de ser unos agentes comunistas, por lo que uno de ellos fue detenido y el otro expulsado de USA.
Hungría fue un país muy importante para las acciones de esta agencia. Parece ser que gozaban hasta de la colaboración de su presidente, el almirante Horthy, que estaba deseando sacar a su país de la guerra.
Como se suponía que, durante la II Guerra Mundial, este país era aliado de los alemanes, les pudieron suministrar todo tipo de secretos militares sobre las tropas germanas, que estaban combatiendo en territorio soviético.
Parece ser que la propia multinacional Phillips reconoció que ya había mantenido contactos con Grombach, desde 1937, y luego los amplió, al declararse la II Guerra Mundial.
En cambio, el resto de las empresas citadas anteriormente, nunca han aclarado si mantuvieron algún tipo de relación con esta agencia.
Parece ser que una de las causas por las que se rompieron las relaciones entre la CIA y esta agencia, estaba relacionada con el hecho de que esta última le estaba suministrando informes al senador McCarthy, en su persecución contra todo lo que oliera a comunista en USA.
Como ya he mencionado anteriormente, nunca tuvo buenas relaciones con otras agencias. Incluso, con el propio G-2 de Inteligencia militar, que fue quien la creó.
Parece ser que tuvo un rifirrafe con el coronel McCormack, director de Análisis de Inteligencia del G-2, que se dedicaba a destruir todo el material remitido por The Pond.
Éste gozaba de la confianza del subsecretario de Guerra, por haber sido, antes de ese conflicto, socios en un bufete de abogados.
Incluso, cuando le encargaron un informe, llamado “Proyecto 1641”, Grombach, se dedicó a sacar a la luz que la oficina de McCormack estaba plagada de comunistas. Además, llegó a mostrar los informes que éste había mandado eliminar y que Grombach había conseguido salvar antes de que fueran quemados. Donde también se podían apreciar los comentarios despectivos escritos por McCormack. Parece ser que fue suficiente para que éste, tras haber tenido que declarar ante una comisión, dimitiera de su cargo.
Parece ser que, antes de 1951, cuando pusieron a The Pond al servicio directo de la CIA, ya había tenido algún rifirrafe con su director, Allen Dulles. Éste ya había declarado ante el Congreso para que se centralizara toda la información de Inteligencia en la CIA.
La verdad es que parece mentira que esta gente se metiera en discusiones más propias de unos simples burócratas y no de gente que tiene otros a su cargo que, literalmente, se están jugando la vida por trabajar para ellos.
Incluso, le pusieron como coordinador a un agente que había trabajado para McCormack y se dedicó también a destruir buena parte de los informes que le enviaba The Pond.
Sin embargo, en varias ocasiones, Grombach, llegó a poner en entredicho la eficiencia de la CIA, cuando denunció que dos de sus agentes, en Alemania y en Uruguay, eran agentes soviéticos. No le hicieron caso, pero luego se demostró que sí lo eran.
Parece ser que también tuvo enfrentamientos con la CIA, porque The Pond envió algunos de sus informes de contraespionaje al FBI, la organización rival. Incluso, les alertó de la llegada a USA de ese agente destacado en Alemania, del que sospechaba que fuera comunista. A fin de que no le dejaran ver ningún documento secreto.
Todo eso llevó a que, en 1955, la CIA rompiera su contrato con The Pond y como esta agencia no encontró nuevos clientes, no tuvo más remedio que cerrar. También se retiró el propio Grombach, que llegó a alcanzar el grado de general de brigada de la Guardia Nacional.
Allen Dulles tampoco fue del agrado del presidente Kennedy, el cual le destituyó como jefe de la CIA. Paradójicamente, luego presidió la famosa e ineficaz Comisión Warren, que investigó su asesinato. Aquella que avaló la descabellada teoría de “la bala mágica”. Parece ser que luego se vio que Dulles había tenido negocios con los nazis.
No obstante, parece ser que no se han desclasificado todos los archivos de esta agencia. Tanto la CIA como la NSA se han quedado con parte de los mismos y se han negado a sacarlos a la luz, argumentando que podrían poner en peligro la seguridad nacional.
Parece ser que los archivos personales del propio Grombach, que los había legado a una fundación de carácter anticomunista, fueron llevados al FBI y de ahí a la CIA. La cual no los ha desclasificado.
Curiosamente, el apellido Grombach procede de un pueblo alemán del mismo nombre que, actualmente, se halla dentro del Estado federal de Baden-Württemberg.



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