Seguro que más de una vez
habremos oído que el Descubrimiento de América se debió a que la reina Isabel
la Católica empeñó sus joyas a fin de obtener el dinero,
que le dio a Colón
para que hiciera su primer viaje a América. Hoy en día está más que demostrado
que no fue así y en este artículo voy a contar lo que pasó realmente.
Se cree que Luis de Santángel
nació hacia 1435 en Valencia, aunque otros dicen que fue unos 20 años después.
Incluso, que no nació en la ciudad de Valencia, sino en un pueblo de esa misma
provincia, llamado Vilamarchante. También se tienen noticias de que su familia, durante un
tiempo, residió en Mallorca.
No obstante, hubo dos antecesores
suyos que tuvieron el mismo nombre. Uno de ellos fue su padre, conocido como
“el viejo”. El otro fue su abuelo, que antes de convertirse se llamaba Azarías
Ginillo.
Su familia procedía de Aragón,
concretamente, de la zona entre Calatayud y Barbastro y llegó a ser una de las más
ricas de ese reino. De hecho, su madre era una aragonesa conocida como doña
Brianda.
Ellos eran de origen judío, sin
embargo, nuestro personaje perteneció a la tercera generación de cristianos de
ese linaje.
Parece ser que su familia tuvo
que convertirse tras las predicaciones de San Vicente Ferrer, habidas en 1391,
que dieron lugar a fuertes persecuciones contra los judíos en el Reino de
Valencia.
En 1471, nuestro personaje ya
obtuvo el arriendo real de la sal. Hay que decir que, durante la Edad Media, la
sal era casi un producto de lujo y el monopolio de la venta lo tenían los
reyes, sacando a subasta su arriendo.
Posiblemente, ya existía de
antaño una cercana relación entre la familia de nuestro personaje y la dinastía
de los reyes de Aragón. Parece ser que su padre fue financiero y consejero de
los reyes de Aragón Alfonso V y Juan II.
Este último le otorgó el arriendo de las salinas de la Mata, en Torrevieja
(Alicante).
Precisamente, su tío, que también
se llamaba Luis, se lo llevó a estudiar en Nápoles, donde estaba la corte de
Alfonso V el Magnánimo, al que ya dediqué otro de mis artículos.
Al volver a Aragón se casó con
Juana de la Caballería, también procedente de una familia de judíos conversos.
Empezó trabajando en una oficina donde se cobraban los aranceles a las
importaciones de telas procedentes de Lombardía.
En 1479, cuando Fernando el
Católico fue proclamado rey de Aragón, ya le concedió a Santángel el nombramiento
de alcaide de la ceca de Valencia. Para el que no lo sepa, una ceca es el lugar
donde se acuñan las monedas y en aquella época era un cargo muy bien retribuido
y destinado exclusivamente a la gente que gozara de la confianza total del monarca.
A Jaime, hermano de Luis, también
le dio un cargo importante, nombrándole escribano en la curia de la Bailía
General. Algo así como la alta administración del reino.
En 1481, Luis fue nombrado por el
rey escribano de ración, que era una especie de agente de la tesorería real,
cuyo trabajo era buscar dinero entre los inversores para luego financiar al
monarca. Éste solía pagarle dejando que Luis cobrara las rentas de algún lugar
de su reino.
No obstante, él y su familia
siguieron dedicándose a sus negocios privados, como eran la construcción naval,
la financiación a los cartógrafos para que dibujaran cartas de navegación (los
famosos portulanos, muy cotizados en su época), el comercio de la sal, el
aceite de oliva, etc.
Parece ser que nuestro personaje conoció
a Cristóbal Colón, en enero de 1486, durante la primera visita que efectuó éste
a los Reyes Católicos, cuando se hallaban en Córdoba.
Aunque parezca mentira, el primer
lugar de la Península Ibérica donde funcionó la Inquisición fue en la Corona de
Aragón, donde comenzó en 1242, aunque ya funcionaba en otros lugares de
Cataluña unos diez años antes. Esa es la verdad y no como se nos quiere hacer
ver ahora.
En Castilla no la hubo hasta el reinado
de los Reyes Católicos y se fundó por imposición del rey Fernando, pues ya la
había conocido en su reino.
Así que, a mediados de julio de
1491, este tribunal llamó a declarar a nuestro personaje a causa de la típica
acusación de judaizante. O sea, que se le acusaba de que, a pesar de haberse
convertido al Cristianismo, seguía practicando en secreto el Judaísmo.
Parece ser que, debido a su gran amistad
con el monarca, éste consiguió sacarle de la cárcel de la Inquisición y le
firmó un documento para que nunca más le volvieran a molestar, ni a él ni a su
familia.
Algunos dicen que también trabó
una gran amistad con Colón, porque ambos eran judíos. Eso no se sabe, pero sí
es cierto que fueron muy amigos.
Curiosamente, cuando estando la
corte en Santa Fe (Granada), en enero de
1492, se enteró de que Colón se iba a marchar por no haber conseguido convencer
a los reyes, fue a ver a la reina.
Parece ser que le dijo que le
extrañaba que no hubiera aprobado esa expedición, pues parecía que podría ser
muy rentable y que cualquier otro monarca de Europa la financiaría con sumo
gusto. Incluso, que la Corona ya se había metido a financiar otras operaciones
con un riesgo mucho mayor.
También que sería criticada por
sus amigos y censurada por sus enemigos, cuando se supiera lo que había hecho.
Evidentemente, también contaba
intentar hacer la competencia a los navegantes portugueses, que estaban
teniendo muchos éxitos en sus intentos de bordear la costa de África para
llegar hasta Asia.
Según parece, la reina, mostró su
intención de apoyar esta expedición, pero dejándolo para más adelante, pues la
tesorería estaba casi vacía a causa de la Guerra de Granada. Incluso, decía
estar dispuesta a empeñar sus joyas.
Sin embargo, él la respondió
afirmando que no hacía falta, pues él podría financiar la expedición, si la
aprobaban los reyes, como así fue. Concretamente, Santángel, aportó 1.140.000
maravedíes, procedentes de su patrimonio. También le dieron otros
préstamos Gabriel Sánchez (funcionario
de la Tesorería real) e Isaac Abravanel,
ambos judíos y amigos de Santángel. El primero era converso, mientras que el
segundo se fue de España para no tener que convertirse.
A los reyes les prestaron otros 6.300.000 maravedíes para acabar la guerra de Granada.
Incluso, algunos autores afirman
que la mayoría de la tripulación que llegó por primera vez a América, estaba
formada por judíos conversos.
Así que la reina envió a un
alguacil a buscar a Colón, el cual ya se había marchado de allí. Volvió y esta
vez fue mejor acogido por los reyes. Acto seguido, se redactaron y firmaron las
famosas Capitulaciones de Santa Fe. De esa forma se evitó que Colón fuera a
pedir ayuda para su expedición al rey Carlos VIII de Francia, como pensaba
haber hecho.
No es por casualidad, pero las
dos cartas que escribió Colón a su regreso de su primer viaje a América, una de
ellas estaba dirigida a nuestro personaje y la otra a los Reyes Católicos.
Precisamente, el 31/03/1492, los
Reyes Católicos dieron la orden de expulsión de los judíos de todos los reinos
de España. En aquella época sólo había unos 800.000 judíos que no se habían
convertido. A estos les dieron 4 meses para cerrar sus negocios y marcharse del
reino.
Antes de eso, miles de judíos ya
se habían convertido al Cristianismo, como la familia de Luis. Unos lo habían
hecho de forma voluntaria y otros sólo para quedarse, aunque, en privado,
siguieran practicando el Judaísmo. Estos últimos fueron perseguidos por la
Inquisición.
Curiosamente, el rey Fernando el
católico, a quien sus contemporáneos le apodaban “el catalán”, aunque no
hubiera nacido allí, tuvo buen cuidado en firmar que la devolución del préstamo
realizado por Santángel lo pagara sólo Castilla y no la Corona de Aragón,
aunque luego se beneficiara también del descubrimiento. Más o menos, lo que han
hecho siempre.
Volviendo a nuestro personaje de
hoy, era tal la estima que le tenían los Reyes Católicos, que, en 1497,
llegaron a extender un privilegio de limpieza de sangre a su nombre. A fin de
que la Inquisición no les molestara ni a él ni a sus descendientes.
Curiosamente, algunos autores
dicen que participó en la organización de los barcos que llevaron a los judíos
fuera de España hacia otros puertos de Italia o de Grecia.
Incluso, según dicen, se dedicó a
buscarles acomodo en otros países, donde estuvieran a salvo de persecuciones
contra ellos.
Parece ser que murió en 1498.
Unos dicen que fue en Alcalá de Henares, mientras que otros afirman que fue en
Ávila. Sus restos están enterrados en el Monasterio de la Trinidad de Valencia
tal y como había indicado en su testamento.
Así es, en mi escuela también nos enseñaron esa historia. Pero si analizamos bien los motivos, siempre esta presente: Costo-beneficio. El descubrimiento de América fue una empresa económica. Nada de querer demostrar la redondez de la tierra, su diámetro o saber que hay mas allá, yo invierto para ganar.
ResponderEliminarEl principal objetivo de ese viaje no fue demostrar que la Tierra era redonda. Eso ya lo demostraron los griegos.
EliminarDesde que los turcos conquistaron Constantinopla y bloquearon el camino a los mercaderes medievales para traer las especias de Oriente a Europa, el precio de esos productos se puso por las nubes.Creo que sólo les dejaron acceso a los mercaderes venecianos y por eso se hicieron tan ricos en esa República.
Los portugueses consiguieron llegar hasta Oriente navegando alrededor de las costas africanas, pero era un viaje largo y costoso.
Colón propuso llegar a Oriente navegando hacia Occidente. Así podría comprar allí las cotizadas especias y además el viaje sería mucho más corto. Lo que él nunca supo es que llegó a unas tierras que no pertenecían a Oriente y tampoco tenían esas especias que él iba buscando.
Seguramente, por eso, hicieron expediciones desde América hacia Filipinas y consiguieron encontrar el rumbo adecuado para el llamado "tornaviaje" desde Asia a América.
Muchas gracias por tu comentario y saludos.
Comentar sobre la redondez de la tierra era un decir, señalando que el carácter de esta empresa era solo comercial dado que las perspectivas eran buenas, sino nuestro amigo Luis no hubiera puesto ningún maravedí. Otra cosa, el detalle de que el préstamo solo lo devolvería Castilla, es genial y como tu bien dices, siempre ha sido así, y la otra de la organización del embarque de los judíos expulsados, no creo que haya sido gratis. Nuestro amigo Luis si que no dejaba escapar oportunidad alguna.
ResponderEliminarEste articulo tuyo pareciera de los mas cortos, pero muy sustancioso. Gracias
Bueno, lo curioso de este asunto es que, como Colón no llegó a las Indias Orientales, pues tampoco trajo las ansiadas especias y, de momento, ningún metal precioso.
EliminarCuriosamente, los catalanes, ahora dicen que nunca les dejaron comerciar en América. Esto no es del todo cierto. Al principio, parece que no, pero a partir del siglo XVII, se les permitía ir, si antes pasaban por la Aduana de la Casa de Contratación, que primero estuvo en Sevilla y, a partir del siglo XVIII, en Cádiz. Evidentemente, ellos siempre se negaron a ello. Así que no podían ir allí sin ese requisito, que cumplían el resto de los españoles.
Lo cierto es que Santángel estaba muy bien situado y tenía muy buen olfato para que no se le fuera ningún negocio.
Saludos.