
Desgraciadamente, a los pobres
siempre nos pasa lo mismo. En mi tierra dicen que “El que juega por necesidad,
pierde por obligación”. Así que hoy me he decidido a publicar una historia
para que nunca perdamos la esperanza.
Nuestro personaje de hoy se
llamaba realmente María Bárbara von Sass y nació en 1841 en una población del
antiguo Imperio Austro-Húngaro, en la región de Transilvania, que ahora es
territorio rumano.

Esto dio lugar a una escalada de
violencia, que, en el caso de nuestro personaje, tuvo como consecuencia que
asesinaran a toda su familia. Sólo pudieron escapar su padre y ella.
Hay que resaltar que estos
acontecimientos fueron muy graves, pues tuvo que dimitir el famoso canciller
Metternich y hasta el mismo emperador, que dio paso a Francisco José, el marido
de la archifamosa Sissi.

Parece ser que, durante todo ese
tiempo, la chica ya había pasado por
todo tipo de vicisitudes y

Prácticamente, había perdido toda
esperanza y ya veía que su único futuro en la vida sería acabar dentro de un
harén o un serrallo turco.
Sin embargo, estaba a punto de tener
un auténtico golpe de suerte, que cambiaría radicalmente su vida.
En este momento, voy a dar paso a
un nuevo personaje, que también va a protagonizar esta extraordinaria historia.

Evidentemente, Samuel, tuvo una
educación muy esmerada. Sin embargo, como nunca tuvo ningún interés por los negocios,
se graduó como ingeniero civil. No obstante, gracias a su desahogada posición
económica, casi nunca le hizo falta
ejercer su carrera.
Durante su juventud, realizó
frecuentes viajes, recorriendo todos los continentes y, sobre todo, practicando
su afición preferida, la caza.
Por lo visto, fundó una plantación
propia en la antigua Ceilán, hoy llamada Sri Lanka, donde, a causa de su
afición cinegética, tenía atemorizada a
la fauna de toda la isla.
Desgraciadamente, en 1855, murió
su esposa y se quedó viudo y con 4 hijas. Así que se las envió a una de sus
hermanas, que estaba soltera, para que las cuidara.
En 1858, partió del Reino Unido,
para realizar un viaje por Centroeuropa con un buen amigo suyo. Concretamente,
se trataba de un maharajá hindú exiliado en Gran Bretaña. Está claro que el objetivo
de ese viaje era, siguiendo su costumbre, practicar la caza en esos territorios.
Parece ser que alquilaron un
barco para navegar por el Danubio hacia el Mar Negro, para, más tarde, visitar
Estambul, la capital del Imperio Turco Otomano.

Durante su visita, pasaron delante
de un mercado de esclavos. No hará falta decir que él estaba radicalmente en
contra de este tráfico de seres humanos.
De pronto, vio que iban a
subastar a una joven blanca y con el pelo rubio. Así que no se lo pensó y pujó
por ella, llevándosela por 7 libras.
Otras versiones dicen que la
chica ya estaba vendida al pachá de la ciudad. Sin embargo, Samuel, sobornó a
sus vigilantes y se la llevó.
Realmente, no sé cuál de las dos
será la verdadera, sin embargo, ambas denotan un envidiable sabor a aventura.
Por supuesto, Samuel, gracias a
su notable fortuna, no necesitó buscarse un patrocinador, como tuvieron que
hacer los demás aventureros.
Además, consiguió un pasaporte
británico para su nueva compañera, donde figuraba su nuevo nombre Florence
Bárbara María Finnian.

Desembarcaron en Egipto, para proseguir
su viaje hacia Sudán, desviándose hacia la costa, para lo cual tuvieron que
atravesar el desierto. Allí ella padeció la malaria, pero logró curarse de esa
enfermedad.
Posteriormente, estuvieron en la
capital, Jartum, donde, tras unos meses de estancia, lograron preparar su
expedición. Para ello, contrataron a varias decenas de porteadores y un barco,
más unos cuantos animales de carga.
A pesar de navegar por unas aguas
cenagosas y repletas de peligros de todo tipo, consiguieron llegar a su puerto
de destino a partir del cual no les quedaba más remedio que seguir andando.
En principio, nuestros
personajes, habían conseguido su objetivo principal, que era encontrar a esos exploradores perdidos.
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Consiguieron llegar al territorio
de la actual Uganda, aunque, a causa de las picaduras de mosquitos de todo tipo
y de la llamada mosca del sueño, los miembros de esa expedición, arribaron en pésimas
condiciones a su destino.
Tras descansar unos días, para
reponer fuerzas, se encaminaron hacia un lago, que no habían podido alcanzar
aquellos exploradores.
La marcha también fue muy
fatigosa. Tuvieron que escalar altas montañas y
bajar a los valles, donde tuvieron que atravesar ríos, en los cuales la gente
se hundía con mucha facilidad. De hecho, Florence, estuvo a punto de ahogarse
en uno de ellos.
No obstante, el 14/03/1864,
consiguieron alcanzar su objetivo. Tras dos años de viaje, llegaron a un lago,
al que llamaron Alberto, por el difunto marido de la reina Victoria, que es
otra de las fuentes del Nilo. Actualmente, este lago está dividido en dos
partes. La del oeste pertenece a la República Democrática del Congo. Mientras
que la del este corresponde a Uganda.
Samuel se dio el gusto de navegar
por el lago. No fue una ruta muy confortable, pues fueron atacados por cocodrilos
e hipopótamos. Aparte de que sufrieron un vuelco en los rápidos que llevaban
hacia una enorme catarata a la cual bautizaron como Murchinson, en honor del
presidente de la Royal Geographical Society. Así que, tras este incidente, tuvieron que ganar la costa a nado.
A la vuelta, estuvieron alojados
en la casa del rey de aquella zona, donde consiguieron reponerse de todas las
calamidades sufridas. Allí estuvieron 6 meses, hasta que, muy a su pesar, se
unieron a una caravana de esclavos, que pasaba por allí.
A principios de 1865,
consiguieron llegar a Gondokoro, donde habían tenido que dejar su nave. Allí se
enteraron que les habían dado por muertos.

En Londres tuvieron un
recibimiento apoteósico. No obstante, lo primero que hicieron fue casarse en
privado, para no dar pábulo a las murmuraciones propias de la muy conservadora
sociedad victoriana.
Posteriormente, en noviembre de
1865, durante un banquete organizado por la Royal Geographical Society, Samuel,
pudo elogiar la resistencia y el valor de su esposa a quien, según dijo, le
debía su vida.
A partir de entonces, la vida les
fue muy bien. De hecho, se hicieron muy populares, dentro de una alta sociedad
tan cerrada como es la británica. Hasta la prensa la calificó a ella como una “heroína”,
por su importante papel en esas exploraciones.

También les ayudó el hecho de que
en 1866, Samuel, fuera nombrado caballero (sir) por la famosa reina Victoria.
Curiosamente, Florence, no pudo
asistir a esa ceremonia, por haber sido vetada su entrada a palacio por la
propia reina. Parece ser que a la monarca, por lo que había oído, no le
satisfacía la conducta moral de nuestra exploradora.
En 1869, Samuel, fue designado
por el Príncipe de Gales, para formar parte de la comitiva que le acompañaría a
la inauguración del canal de Suez. La cual tuvo lugar en noviembre de ese mismo
año.
Durante la inauguración, el
jedive o gobernador de Egipto, que estaba a las órdenes del Imperio Otomano, aunque
apoyado por los británicos, le propuso a Samuel que encabezara una expedición
militar a fin de anexionarse Sudán y unirlo a Egipto.
Parece ser que Samuel le impuso
como condiciones que le pudiera acompañar su esposa y que se pusiera fin al
tráfico de esclavos en esa zona. Ambas condiciones fueron aceptadas por el
gobernador.
Tras la llegada de su esposa a El
Cairo, en febrero de 1870, la expedición militar se encaminó hacia Sudán.
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Desgraciadamente, la expedición
militar fue un auténtico fracaso. Aquella flota, compuesta por unos 50 barcos
de todo tipo, se vio frenada por la vegetación, que se pudría y flotaba en el
agua. Por ello, tardaron más de un año en llegar a Gondokoro.
También sufrieron feroces
ataques, por parte de las bandas de traficantes de esclavos, ya que, anteriormente,
él había interceptado alguna de esas caravanas y liberado a los cautivos.
No obstante, a pesar de las
continuas deserciones habidas entre sus fuerzas, consiguieron llegar a los
reinos situados en la actual Uganda, donde ya no reinaba el monarca que les
había acogido anteriormente, sino su hijo. A éste no le gustó la idea de someterse
al hombre blanco y se declaró la guerra entre ambos.

A pesar de ese hostigamiento,
consiguieron llegar hasta un reino, que era enemigo del anterior y allí fueron
bien acogidos. Tuvieron que pasar unos cinco meses para poder reponerse de sus múltiples
heridas.
Al cabo de un tiempo, los
supervivientes, llegaron sanos y salvos
hasta El Cairo. Desde esa ciudad, Samuel, mandó un mensaje, en 1873, donde,
falsamente, afirmaba que todo ese territorio había quedado pacificado y anexionado
a Egipto. Tal y como se le había encargado.Tras su vuelta al Reino Unido,
los Baker, se dedicaron a viajar por todo el mundo, pero ya no volvieron nunca
más a África.

Repentinamente, a finales de
1893, le llegó la muerte, cuando Samuel estaba realizando los preparativos para
una cacería, que se iba a desarrollar en Somalia.
Ella siguió viviendo en el hogar
que había creado con su marido en New Abbot (Devonshire, Inglaterra), hasta su
muerte en 1926.

Ciertamente, se han escrito
varias novelas sobre estos famosos personajes. En cambio, para este artículo, yo
sólo he pretendido tomar datos contrastados, que es lo que hacemos, habitualmente,
los que nos dedicamos a la Historia.
Hay que decir que las expediciones de esta pareja aún tienen eco hoy en día. De hecho, el Gobierno de Uganda está señalizando la ruta por la que transcurrió esta expedición hasta encontrar el lago Alberto. Todo ello, para atraer a esa gente a la que le gusta el turismo de aventura.
Parece ser que, junto al organizador, Julian M. Fisher, también ha colaborado en esta tarea David Baker, tataranieto de Samuel. El viaje saldría de la antigua Yuba o Juba, actual capital de Sudán del Sur, anteriormente, llamada Gondokoro.
Hay que decir que las expediciones de esta pareja aún tienen eco hoy en día. De hecho, el Gobierno de Uganda está señalizando la ruta por la que transcurrió esta expedición hasta encontrar el lago Alberto. Todo ello, para atraer a esa gente a la que le gusta el turismo de aventura.
Parece ser que, junto al organizador, Julian M. Fisher, también ha colaborado en esta tarea David Baker, tataranieto de Samuel. El viaje saldría de la antigua Yuba o Juba, actual capital de Sudán del Sur, anteriormente, llamada Gondokoro.
Transcurriría por el Nilo Blanco
hasta el lago Alberto y las cataratas Murchinson. Como ya he mencionado, anteriormente,
ambas deben sus nombres a esta pareja de exploradores.
En fin, como ya habréis visto, no
he escrito uno de esos cuentos de hadas con el acostumbrado final feliz. Simplemente,
me he dedicado a narrar un hecho histórico con nombres y apellidos.
Una vez más, se demuestra que la
realidad puede ser igual o aún más interesante que cualquier obra de ficción.
Así que os deseo que el año
próximo tengáis un golpe de suerte como el que tuvieron nuestros personajes
cuando se encontraron, frente a frente, en aquel repugnante mercado de esclavos,
en Vidin. Se puede afirmar que los dos tuvieron la misma suerte de encontrarse ese día y no separarse nunca más.
Lamento no haber podido publicar antes
este artículo, pero he tenido una avería en mi PC. Así que ahora os deseo
¡¡UNA FELIZ NAVIDAD Y UN EXTRAORDINARIO AÑO 2017!!
Una historia fascinante. Lo que no tengo claro es qué clase de chismes le llegarían a la reina Victoria para que ella vetara a Florence. Supongo que sería algún envidioso o envidiosa que no tuvo la suerte que tuvo esta mujer.
ResponderEliminarTambién entiendo que en la época el tráfico de esclavos blancos era algo casi tan normal como el de esclavos negros, aunque a menor escala.
Parece ser que Speke, cuando regresó a Londres, se fue de la lengua, según dicen algunos autores.
EliminarEfectivamente, siempre hubo esclavos negros y blancos, como ya mencioné en mi artículo sobre los piratas berberiscos. Sin embargo, como verás, en los códigos penales y convenciones internacionales existe aún el delito de "trata de blancas". Desgraciadamente, no se menciona a la otra raza.
Como siempre, muchas gracias por tu comentario y saludos.
Es curioso que en la Wiki ni los mencionan en la búsqueda de las fuentes del Nilo.
ResponderEliminarComo es sabido, el Nilo, tiene varias fuentes y ellos exploraron una de ellas.
EliminarSaludos.