ESCRIBANO MONACAL

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UNA GRAN OBRA MAESTRA REALIZADA EN MARFIL

jueves, 26 de noviembre de 2015

LA WERWOLF, UNA DESCONOCIDA GUERRILLA NAZI



Todos sabemos que una cosa es vencer en una guerra y otra muy diferente haber conquistado y pacificado un país.
Podemos poner como ejemplo nuestra Guerra de la Independencia, donde el mejor ejército del mundo, en ese momento, que era el de la Francia de Napoleón, no tuvo ningún problema para invadir España. Sin embargo, sus soldados nunca estuvieron seguros en ninguna parte de
nuestra geografía.
Evidentemente, los guerrilleros españoles no ganaron ellos solos la guerra, pero ayudaron mucho a los ejércitos regulares del Reino Unido, Portugal y España para poder vencer al potente ejército galo.
Se podrían dar muchos ejemplos. Recientemente, se ha dado el caso de que las tropas aliadas tuvieron algunas bajas al efectuar la invasión de Irak, en la llamada Segunda Guerra del Golfo.
Sin embargo, las tropas de ocupación sufrieron casi el triple de bajas, cuando intentaron pacificar ese país. Es normal, porque los guerrilleros no suelen vestir uniformes y, si a un soldado, que patrulla por la calle, se le cruza un hombre o una mujer vestidos de paisano, no puede saber las intenciones que tiene, hasta que se le acerquen.
Al final de la II Guerra Mundial, cuando los líderes nazis ya estaban viendo que su “imperio de los 1.000 años” se estaba “derritiendo” como la cera, intentaron movilizar a ciertos sectores de la población, para que resistiesen el avance de los aliados.
El carácter de esta nueva unidad se basaba en un discurso de Werner Naumann, secretario de Estado del Ministerio de Propaganda, cuyo titular era Goebbels.
El citado texto, cuyo título era “Capitular, ¡nunca!”,  fue leído el 23/03/1945, en Múnich y, posteriormente, publicado por este ministerio. En el texto se decía que todos y cada uno de los  alemanes debía luchar hasta la muerte.
En un principio, se creó una unidad con unos 5.000 hombres, procedentes, en su mayoría, de las SS y de las Juventudes Hitlerianas. Luego, se les unieron algunos más.
Se le dio el mando de este grupo al teniente general de las Waffen-SS, Hans Adolf Prützmann, un veterano del frente oriental. Precisamente, en ese frente estuvo estudiando la táctica de las guerrillas soviéticas en Ucrania, que tanto daño hicieron al avance de las tropas alemanas.
Durante la II Guerra Mundial, esta unidad se ocupó de realizar sabotajes, que dificultaran la logística de las unidades aliadas.
Se cree que su cuartel general estaba situado en el castillo de Hülchrath, fortaleza del siglo XIV, que está en la localidad de Erkelenz, en Baviera.
Ciertamente, no tuvieron mucho éxito, pues, hasta su propio jefe fue capturado por los británicos, en mayo de 1945,  y se suicidó tragándose una cápsula de veneno.
No obstante, antes de acabar la guerra, enterraron, según parece, bastantes explosivos y municiones para seguir con las hostilidades en la posguerra. Muchos de estos arsenales fueron encontrados por las tropas soviéticas.
Parece ser que el nombre de Werwolf (hombre-lobo) lo tomaron del título de una novela de uno de los autores favoritos de los nazis, Hermann Löns, “Der Wehrwolf”, publicada en 1910.
Esta novela estaba basada en la época de la Guerra de los 30 años (1618-1648). En ella, se narraba la historia de unos campesinos alemanes que, hartos de que los diferentes bandos de esa contienda violentaran sus familias y arruinaran sus propiedades, se unieron para
atacar por la noche a los mercenarios combatientes, utilizando para
"firmar” esos actos el mismo emblema que utilizaron los miembros
de Werwolf.
Éste era el llamado “Wolfsangel”, una especie de anzuelo, que los campesinos solían colgar de los árboles, con un cebo, para que, los lobos, al morderlo, no se pudieran soltar y murieran allí colgados.
Ya en la posguerra, lo que pretendía este grupo era aterrorizar al país y a los ocupantes aliados. Así como no dejar que llegara la ayuda internacional a Alemania.
Las tácticas que utilizaron fueron el empleo de francotiradores emboscados, los incendios y los sabotajes generalizados.
No deberían de tener mucho apoyo popular, pues intentaron obligar a la gente a colaborar con ellos. De ahí su lema “quien no está con nosotros, está contra nosotros”.
Las víctimas más conocidas de este grupo de terroristas fueron el Dr. Franz Oppenhoff, nuevo alcalde de Aquisgrán, el cual fue asesinado en marzo de 1945, en la puerta de su casa.
También se pueden citar entre sus víctimas al mayor John Poston, oficial de enlace del mariscal Montgomery y el general soviético Nikolai Berzarin, comandante militar de Berlín. Otras versiones dicen que este último murió, simplemente, en un accidente de tráfico.
Aunque los soviéticos nunca lo reconocieron, este grupo informó de que había atacado varias veces a las tropas soviéticas asentadas en Polonia. Dicen que el más grave, provocó la muerte de 44 personas.
También, una explosión atribuida a este grupo, afectó al cuartel general de la Policía en Bremen, matando a algunos soldados USA y varios policías alemanes. Otras fuentes afirman que la explosión fue debida a una bomba de aviación que no estalló cuando fue lanzada. Algo muy habitual, incluso hoy en día, en Alemania.
Es curioso, porque tanto Himmler como Keitel, intentaron deshacer esta unidad en los últimos días de la guerra, pero, por lo que se ve, algunos continuaron luchando.
Parece ser que organizaron una serie de grupos, que se dedicaron, durante la posguerra, a recaudar fondos para la organización. Estos grupos fueron cayendo en pocos meses.
Cuando se creó este movimiento, en otoño de 1944, Goebbels, también le proporcionó un periódico y una emisora de radio propia, para difundir los mensajes de los nazis más radicales.
No eran lo mismo que las famosas “Volksturm”, que fueron unas unidades creadas al final de la II Guerra Mundial, para intentar parar a los invasores soviéticos y que estaban compuestas, mayormente, por jubilados y adolescentes. Estas unidades dejaron de existir después de la guerra.
Lo que parece que está claro es que la gente, en la posguerra, no quería ya más guerra y no quiso colaborar con ellos. Posiblemente, esa fue la auténtica causa de su fracaso.
Realmente, la gente no puso ninguna traba al avance de los ejércitos USA y británico, porque preferían ser ocupados por ellos, más que por los soviéticos.
Precisamente, en algunos casos intentaron incendiar o volar algunas fábricas, sin embargo, los propios trabajadores de las mismas se opusieron a ello, para no quedarse sin trabajo.
Parece ser que también realizaron un ataque a un museo de Berlín, donde, desgraciadamente, destruyeron una serie de obras de arte y mataron a los guardianes.
Los aliados lucharon contra ellos a base de establecer continuos controles policiales y prohibiendo ciertas reuniones.
Algunos autores dicen que los soviéticos, en su zona de ocupación, emplearon unas medidas muy duras, para luchar contra estos terroristas, que molestaron mucho al resto de la gente. Incluso, mataron a algunos inocentes, al haberlos confundido con terroristas.
Por ello, a los aliados, les costó mucho más trabajo convencer a la población alemana para que confiaran en ellos y en las reformas sociales que querían implantar.
Hay disparidad de criterios entre algunos autores. La mayoría dice que nunca fueron un grave problema para las fuerzas aliadas de ocupación.
Sin embargo, otros afirman que algunas de estas unidades se retiraron a la Selva Negra y a las montañas Harz, una zona llena de minas, donde pudieron esconderse y resistir casi hasta 1950.
También se dice que estas fuerzas actuaron en algunas zonas del exterior, donde se estaba expulsando a sus tradicionales pobladores alemanes, asesinando a algunos de los nuevos colonos.
No obstante, también se sabe que los aliados ejecutaron acciones de represalia contra la población civil.
En Alsacia, los franceses, expulsaron a miles de civiles de sus casas y los obligaron a desenterrar los explosivos de los campos de minas.
También, en otras ciudades, algunos soldados aliados dispararon a la población civil y violaron a muchas mujeres.
Todavía, en 1948, aún se impusieron en algunas ciudades toques de queda y fuertes multas por resistirse a las autoridades aliadas.

4 comentarios:

  1. Muy interesante como siempre. Yo me decanto por creer que nunca representaron más que una molestia bastante marginal para las fuerzas de ocupación aliadas, el hartazgo de la violencia y el aplastante sentido de derrota y culpa de la sociedad alemana de posguerra creo que animó a la mayor parte de los supervivientes a mirar hacia adelante, adaptarse a la nueva situación y sobrevivir. También sobre este tema tengo un recuerdo cinéfilo. La primera película que vi de Lars von Trier fue "Europa", a principios de los noventa, que trataba este tema y me pareció muy interesante en sus aspectos formales pero un tostón en lo narrativo.

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    1. Siento no haber visto tampoco esa película. La verdad es que voy poco al cine, porque no me gustan casi ninguno de los estrenos actuales.
      Me da la impresión de que la mayoría de la población alemana estaba muy harta de la guerra y no quería continuarla de ningún modo. Eso le restaría casi todos los apoyos a este movimiento. Aparte de que, según parece, en algunos casos, los aliados pagaron las culpas de estos terroristas con la población inocente.
      Además, aunque hoy en día mucha gente piense que la mayoría de los alemanes eran nazis, eso no es cierto. Cuando Hitler llegó al poder también había muchos millones de alemanes que votaron a la izquierda y hasta a los comunistas.
      Hitler ni siquiera fue alemán, mientras que Marx, Engels o Liebknecht sí lo fueron.
      Saludos.

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  2. Enseguida pensé en los maquis que lucharon contra Franco. A pesar de su actuación en la guerra, las SS no son consideradas terroristas a pesar de haber sembrado el terror, pero sus actos de sabotaje y asesinatos, así como impedir que llegue a Alemania la ayuda internacional, hace que terminen siendo considerados terroristas aunque ahora tengan otro nombre. ¿También se hubieran considerados terroristas si hubieran tenido como base otra gente que no viniera de la SS?

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    1. A mi modo de ver, terrorista es todo el que practica el terrorismo. También meto dentro de este apartado a los clasificados como criminales de guerra, tanto a los condenados como tales, como a los que no lo fueron, por haber ganado la II GM.
      No me vale eso que se dice de que en la guerra se hace de todo, porque también tiene unas reglas y, por ello, condenaron a unos cuantos en Nuremberg.
      Sin embargo, no hubiera estado de más que también hubieran juzgado, por el mismo motivo, a algunos generales aliados.
      Los SS nunca fueron muy queridos por el pueblo alemán, ni siquiera por el Ejército, porque era una milicia nazi muy radical.
      El Gobierno de Hitler siempre les cuidó mucho, incluso, los militares decían que las mejores armas y los uniformes de mejor calidad siempre iban a las unidades SS.
      Saludos.

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