ESCRIBANO MONACAL

ESCRIBANO MONACAL
UNA GRAN OBRA MAESTRA REALIZADA EN MARFIL

domingo, 31 de enero de 2021

LUCY LAMBERT HALE

 

Hoy me voy a salir de mi línea habitual y voy a narrar la historia de una mujer, que, según parece, estuvo muy relacionada con varios personajes importantes de la Historia de USA. Concretamente, uno de ellos tuvo mucho que ver en el asesinato del presidente Lincoln.

Lucy Lambert Hale, que ese era su nombre, nació en 1841, en una localidad llamada Dover, situada en el Estado de New Hampshire (USA).

Su padre fue un famoso senador llamado John Parker Hale, que siempre representó en esa cámara a su Estado. Sin embargo, hay que decir que empezó siendo del Partido Demócrata, para, después de pasar por otros partidos, acabar en el Partido Republicano. Supongo que no tendría nada que ver con la conocida marca de rifles Parker Hale. Su madre fue Lucy Hill Lambert.

Curiosamente, este senador, al igual que Lincoln, también se opuso a la guerra entre USA y México. Del mismo modo, también fue un conocido abolicionista y defendió en los tribunales a muchos activistas, que, como él, luchaban por la abolición de la esclavitud. Incluso, consiguió terminar con los castigos físicos infligidos a los marineros.

Así que Lucy era la hija menor de este matrimonio, teniendo una hermana mayor que ella, llamada Elizabeth. Digamos que su familia no es que fuera rica, pero sí muy acomodada.

Parece ser que, ya en su adolescencia, se la consideraba una chica muy bella. Así que muchos jóvenes de la alta sociedad, que era donde se movía, se sintieron atraídos por ella. Según los que la conocieron era una chica que tenía el cabello moreno, la tez blanca y los ojos azul grisáceos.

Entre sus muchos admiradores voy a destacar a Oliver Wendell Holmes Jr., que llegaría a ser presidente del Tribunal Supremo; John Hay, que sería nombrado secretario de Estado y William E. Chandler, al que me referiré más tarde.

Incluso, otro de sus grandes admiradores fue uno que ya conocemos, Robert Todd Lincoln, hijo mayor del presidente, que llegaría a ser secretario de Guerra, y el preferido por el padre de Lucy.

Cuando empezó la guerra civil, su padre tomó la decisión de que toda la familia se trasladara a Washington DC y allí residieran en el Hotel Nacional. Parece ser que su madre y las dos hermanas colaboraron en una organización para recaudar fondos a fin de atender mejor a los soldados heridos en el frente.

Llegamos a 1862. El día de San Valentín, Lucy recibe una nota anónima de un hombre, que afirma que ella se parece mucho a una novia a la que amó mucho, pero que se murió. Por supuesto, el autor de la misma fue nuestro ya conocido John Wilkes Booth.

Esa relación fue cada vez a más y pronto se los vio juntos, paseando por las calles de la capital, cada vez que el actor tenía un hueco, entre sus giras teatrales.

Supongo que al padre de Lucy no le haría ninguna gracia que un conocido partidario de la Confederación y del esclavismo estuviera saliendo con su hija, que era tan abolicionista como su padre.

Este actor siempre fue un conocido mujeriego y hasta se sabe que dos parejas de hermanas, que, además, eran actrices, con las que estuvo saliendo antes de Lucy, llegaron a pelearse de manera muy violenta por él.

Incluso, hay algunas fuentes que afirman que, en 1859, antes de salir con Lucy, ya estaba casado con una mujer llamada Izola Martha Mills, aunque en otros sitios aparece como Izola Mills D’Arcy. Curiosamente, esta mujer ya estaba casada con un marinero, cuando, según afirman, se casó con John.

Por lo visto, de esa relación nació una niña, llamada Ogarita Bellows, que era el apellido del otro marido de Izola, y, con el tiempo, también fue una conocida actriz de teatro.

Incluso, tuvo una fugaz relación con una joven de 16 años, llamada Isabel Sunmer a la que regaló un anillo, que siempre llevó hasta su muerte.

Volviendo a nuestro personaje de hoy, hay disparidad de opiniones entre los autores. Unos dicen que, con esta relación, Booth sólo pretendió aprovechar las relaciones de Lucy para intentar acercarse al presidente a fin de conseguir sus objetivos.

Sin embargo, otros opinan que esta vez se había enamorado en serio y, de hecho, existe una carta de su madre, donde le dice que se ha enterado de esa relación, porque se la ha contado Edwin, uno de los hermanos de John, pero que no sabe si el padre de Lucy la aprobaría.

Parece ser que ellos se habían comprometido, pero sólo en secreto, porque en aquella época era muy difícil ascender en la escala social. Aparte de que los actores no eran bien aceptados en la alta sociedad. Aunque se cree que John había ganado mucho dinero gracias a sus interpretaciones teatrales. Se estima que, en 1864, había ganado unos 20.000 dólares, mientras que el sueldo del presidente Lincoln era de 25.000.

De hecho, la razón de haberle enviado esa nota anónima fue que a él nunca le habrían presentado a una mujer de una posición social más alta que la suya.

No sé si habría pocos hoteles de lujo en Washington, pero lo cierto es que John se alojó en el mismo Hotel Nacional, donde también estaban Lucy y su familia. Casualmente, éste se hallaba frente a la Oficina de Correos y Telégrafos. Un lugar muy estratégico para comunicarse, fácilmente, con sus compinches. 

Por lo visto, todos ellos se hacían pasar por comerciantes del sector del petróleo.

Curiosamente, todos los implicados en ese complot eran católicos. Algo muy llamativo en un país con una gran mayoría protestante.

De hecho, hoy en día, sólo hay un 24% de católicos en USA. Supongo que la mayoría de ellos serán inmigrantes hispanoamericanos, un factor que no existía en esa época. Así que entonces, los católicos, serían muchos menos.

En un principio, habían pensado secuestrar al presidente para intentar canjearlo por miles de prisioneros confederados que estaban en poder del norte, para así poder nivelar los efectivos en el frente, donde el sur se veía en inferioridad numérica.

Periódicamente, hasta 1864, se habían ido autorizando diversos canjes de prisioneros de ambos bandos, pero ese año, el general Grant, los prohibió para acelerar el fin de la guerra. Tal y como le había pedido el presidente Lincoln.

Como ya mencioné en mi anterior artículo, John estuvo presente en el acto de toma de posesión de Lincoln, celebrado el 04/03/1865, tras haber conseguido la reelección en 1864. Todo ello, gracias a un pase que le dio su padre a Lucy.

Hay que aclarar que, en aquella época, no se celebraban las tomas de posesión de los nuevos presidentes en enero, como ahora, sino en marzo. Cosa que me parecía más acertada, porque creo que en enero hace muchísimo frío en esa ciudad.

De todas formas, parece ser que, en marzo de 1865, la relación de esa pareja no andaba por buen camino. Por lo visto, él se mostraba muy celoso, cuando la veía bailar con otros jóvenes, como Robert Todd Lincoln, que acababa de volver de la guerra.

No sé si la relación entre su hija y John le tendrían muy preocupado, pero lo cierto es que su padre fue a hablar con el presidente Lincoln, al que le unía una buena amistad y éste le nombró embajador de USA en España, con la orden de partir lo más pronto posible. Evidentemente, su familia se trasladaría a Madrid con él y ya tenían previsto partir a primeros de mayo de ese año. Hay que mencionar que acababa de perder su escaño en el Senado.

Parece ser que el mismo día del atentado, ella aprovechó la tarde para practicar español con algunos amigos, entre los que estaba el hijo de Lincoln. Posteriormente, según la declaración de un testigo, sobre las 18.30 horas, Lucy y su madre cenaron con John en el restaurante del hotel. Luego, sobre las 20.00 se despidieron y el atentado se produjo a las 22.15.

Por lo visto, Lucy, no estaba al tanto de los atentados, que habían planeado John y sus compinches. Sin embargo, algunos autores afirman que habían roto esa misma tarde, sin que se sepan los motivos. No sé si sería, porque ella se empeñó en trasladarse con su familia a España.

Hay quien afirma que la decisión de Lincoln de alejar a la familia Hale de su país y enviarla a España fue otro de los motivos por los que tomó la decisión de vengarse, asesinando al presidente. Como suelen decir los franceses: “cherchez la femme!!”.

De todas formas, algunos autores afirman que Lucy sólo pensaba acompañar a su padre durante un año en su traslado a Madrid y luego volver para casarse con John, con o sin el visto bueno de su padre.

Como ya dije, John Wilkes Booth, era un actor joven y guapo. Estaba especializado en obras de Shakespeare y llegó a la cima de su popularidad entre las féminas, tras haber hecho una gira, interpretando el personaje de Romeo. Además, solía utilizar los modales aristocráticos, más propios de los hombres del sur, que tanto admiraban las mujeres del norte.

Evidentemente, la noticia del asesinato del presidente Lincoln, perpetrado el viernes santo, por John Wilkes Booth, cayó como un mazazo en todo el país. El hecho fue lamentado hasta en los Estados del Sur, con los que, técnicamente, aún seguían en guerra.

Este hecho fue muy duro para los habitantes de la capital, pues sólo una semana antes habían estado celebrando, con múltiples festejos, la caída de Richmond, capital de la Confederación, y la victoria del norte en la guerra civil. Ahora todo eran muestras de luto y lamentos.

Curiosamente, el padre de Lucy, se dedicó a escribir en los periódicos que su hija nunca había tenido ninguna relación con el asesino. Un esfuerzo inútil, cuando todo el mundo los había visto muchas veces juntos, en una capital que entonces no llegaba a los 90.000 habitantes.

Incluso, fue a hablar con el vicepresidente Johnson y con el secretario de Guerra, Stanton. Supongo que el motivo sería aclarar las cosas y pedirle que su hija no apareciese en el proceso.

Curiosamente, cuando capturaron a John, le incautaron un diario y, dentro de él, llevaba 5 fotos. Cuatro de ellas eran de actrices con las que había tenido amoríos, pero la identidad de la quinta mujer no fue publicada hasta muchos años después del hecho. Supongo que, por eso mismo, Lucy, ni siquiera fue interrogada por los agentes que investigaron el caso. El caso es que los que la conocieron decían que esa foto no le hacía justicia.

Otra de las cosas que se cuentan es que, cuando llevaron el cadáver de John hasta la capital, las autoridades permitieron que entrara la gente a verlo. Por lo visto, una de esas personas que entró, llevando un grueso velo negro, que se puso a llorar y que se atrevió a cortarle un mechón de pelo, dicen que era la propia Lucy. Parece ser que el mechón le fue incautado, a la salida, por uno de los guardias, siguiendo las órdenes del secretario de Guerra.

Edwin, hermano de John, escribió una carta a su hermana Asia, donde le decía haber recibido otra carta de Lucy, en la que decía estar muy apenada por la muerte de John y que no le hubiera importado casarse con él, aunque estuviera a punto de morirse.

Después, Lucy marchó con su familia a España. También aprovechó para viajar por varios países de Europa, como Francia, Italia o Suiza. Incluso, en algunos de esos viajes fue acompañada por varios de sus antiguos pretendientes, como Wendell Holmes jr.

Parece ser que a su padre no le fue muy bien en la Embajada. Así que, al cabo de 5 años, regresaron a USA, con su padre aquejado de una grave enfermedad.

Se fueron a vivir a su casa familiar en Dover (New Hampshire). Lucy cuidó a su padre hasta la muerte de éste, ocurrida en 1873.

Curiosamente, tras el fallecimiento de su padre, empezó a recibir cartas de un antiguo pretendiente, William E. Chandler, que se había quedado viudo de su anterior matrimonio con la hija de un gobernador de ese mismo Estado.

Casualmente, Chandler, había sido uno de los asesores jurídicos del presidente Lincoln y ahora se dedicaba a asesorar y defender los intereses de grandes empresas. Incluso, se rumoreaba que, de no haber muerto, Lincoln, le iba a ofrecer la Secretaría de Estado.

Así que se casaron en 1874 y el matrimonio sólo tuvo un hijo, nacido en 1885. Posteriormente, Chandler, llegó a ser secretario de Marina y luego senador.

Vivieron en su ciudad natal donde, desgraciadamente, le llegó la muerte en 1915, a los 73 años de edad. Su marido murió dos años después.

Algunos de mis lectores me han preguntado cómo es que ahora mis artículos se ven tan mal editados. Debo pedirles disculpas. La razón es que, desde que Blogger cambió el software para escribir estos artículos, no hay manera de editarlos correctamente. Ya son muchos los que nos hemos quejado, pero sin que nos hayan hecho caso, hasta el momento.

 

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