
Posiblemente, más de uno me dirá
que el que descifró los mensajes enviados por la máquina Enigma fue el
británico Alan Turing. Eso, en parte, es cierto. No obstante, ya sabemos que
uno de los “defectos” de los británicos es que tienen una memoria muy selectiva
y suelen encumbrar solamente a los suyos, en perjuicio de los demás.
Como de costumbre, vayamos al
principio. Nuestro personaje de hoy se llamaba Marian Adam Rejewski y nació en
la ciudad de Bydgoszcz a la que los alemanes llamaban Bromberg.
Se podría decir que su familia
pertenecía a la clase media, pues su padre se dedicaba al comercio del tabaco y
gozaba de una cierta posición acomodada.

Sin embargo, tras ese infame
conflicto, y gracias a muchos, sobre todo, al presidente Wilson, surgieron o
resurgieron varias naciones. Entre ellas, Polonia.

Al final de la Secundaria, se
trasladó a la ciudad de Poznán, en cuya Universidad estudió la carrera de
Matemáticas, realizando, posteriormente, un máster en Filosofía.
Durante esos años tuvieron lugar
unos hechos, que tuvieron mucha trascendencia en su vida. En 1918, un ingeniero
eléctrico alemán, llamado Arthur Scherbius, patentó una máquina a la que llamó
Enigma y que servía para enviar mensajes codificados.
Por lo visto, en un principio, se
trataba de un cacharro enorme. Luego fue reduciendo su tamaño para que pudiera
ser un objeto portátil.
Paradójicamente, los primeros
encargos no le llegaron desde los militares, sino de diversas empresas
exportadoras y financieras. Sobre todo, de Holanda.

Por uno de esos azares del
destino, el sábado 26/01/1929, llegó una caja a una aduana de Polonia. Lo que
realmente mosqueó a ese oficial de aduanas fue que les llegó un escrito de la
Embajada de Alemania en Varsovia, pidiéndoles que devolvieran la caja,
inmediatamente, a Alemania. Incluso, siendo un sábado, apareció por allí un
funcionario de esa embajada reclamando el paquete. Algo muy extraño. Se estaban
tomando muchas molestias, pues ese día no trabajaban.
Supongo que alguien se habría
equivocado al realizar el envío. Si la hubieran remitido por valija diplomática,
los aduaneros polacos, no la habrían abierto.
Sin embargo, con muy bien
criterio, el aduanero, se puso en contacto con el Estado Mayor polaco y éste le
envió un grupo de militares de la Oficina de Cifra.
Durante varios años, no sólo los
polacos, sino también otras agencias de Inteligencia de los países aliados,
estuvieron interceptando miles de mensajes enviados por los alemanes, los
cuales no había manera de descifrar.
Así que, en 1929, al capitán
Maximiliam Ciezki, jefe de la Oficina de Cifra del Ejército polaco se le
ocurrió la feliz idea de impartir un curso de Criptografía a los estudiantes
más sobresalientes de la Facultad de Matemáticas para ver si podría fichar a
alguno de ellos.

Curiosamente, no sé si, en
principio, a Rejewski no le interesaría ese tema, porque luego se fue a la ciudad
alemana de Gotinga a hacer un curso de Matemáticas aplicadas a los actuarios de
seguros.
En esa oficina tuvieron algunos
éxitos importantes, pero el Ejército alemán iba perfeccionando el
funcionamiento de Enigma y se lo ponía cada vez más difícil.
En principio, Marian, sólo
solucionó el primer problema. Eso sí, a base de técnicas matemáticas, como la teoría de Galois, consiguió
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Los investigadores quedaron bloqueados,
cuando las ecuaciones formuladas por nuestro personaje empezaron a tener
demasiadas incógnitas, que no podían resolver.
Sin embargo, aquí entra en escena
el personaje del que hablé en mi anterior artículo. Me refiero a Hans Thilo
Schmidt, un alemán que trabajaba para la Inteligencia francesa. Él fue el que,
desde finales de 1932, les facilitó los libros de códigos y, posteriormente,
llegó a mostrarles un esquema del cableado interior de esas máquinas. De esa
manera, se ahorraron varios años de trabajo.
Por lo visto, a partir de 1936,
los alemanes aumentaron el nivel de seguridad. No obstante, Rejewski y sus
colegas estaban ya más preparados y construyeron un aparato llamado ciclómetro,
que calculaba con mucha rapidez las permutaciones realizadas en el sistema.

Supongo que los alemanes también
estarían un poco nerviosos por la segur idad de sus transmisiones.

También Zygalski aportó su
granito de arena, cuando diseñó unas tarjetas perforadas que llevan su nombre y
simplificaron mucho los cálculos.

Así que, cuando el Estado Mayor
polaco se dio cuenta de que los alemanes pensaban invadirles y no tenían más
presupuesto para esas investigaciones, decidieron reunirse con sus colegas
franceses y británicos y compartir sus conocimientos para intentar parar a los
alemanes. Esa reunión tuvo lugar en julio de 1939. De esa forma, a finales de ese año, los británicos, pudieron empezar a descifrar los mensajes de los alemanes
y los franceses sólo unos meses después.
Así que muchos expertos en temas criptográficos
opinan que los esfuerzos de estos científicos polacos hicieron que los Aliados
ganaran la guerra y que ésta durase entre 2 y 4 años menos.

En ese país, trabajaron conjuntamente
con los expertos franceses, logrando volver a descifrar los mensajes alemanes.
Evidentemente, tras la invasión de Francia, tuvieron que salir huyendo y se
fueron a Argelia.
Aunque algunos de esos técnicos continuaron
residiendo en la Francia no ocupada, su labor se hizo mucho más arriesgada,
pues, los alemanes, cada vez realizaban más detenciones en esa zona, secuestrando
a los detenidos y llevándolos a la zona ocupada.

Desgraciadamente, Jerzy Rosycki,
que fue destinado a Argel, pereció durante el hundimiento del barco francés Lamoricière,
cuando se dirigía a Francia. El suceso tuvo lugar en un punto situado al nordeste
de la isla de Menorca. Parece ser que se debió a una fuerte tormenta, cuando
intentaba auxiliar a otro barco de la misma nacionalidad.

En noviembre de 1946, Rejewski, fue
licenciado de su puesto como teniente del Ejército polaco. Así que decidió volver a su país, donde vivían su mujer y sus dos hijos.

Parece ser que se jubiló en 1967
y sólo en 1973 se decidió por escribir un libro con sus memorias, contando su
labor en el desciframiento del código Ultra, que utilizaban las máquinas Enigma.
Así que fue entonces cuando empezaron a reconocer sus méritos y apareció en algunos
programas de tv. También entregó su archivo relativo a sus investigaciones
sobre Enigma al Instituto de Historia Militar de su país.

En los años 70, empezó a sufrir
problemas cardiacos y su salud se empezó a deteriorar. En 1978 fue condecorado
por el Consejo de Estado de Polonia.
Desgraciadamente, en 1980, murió
a causa de un fallo cardiaco y fue enterrado con honores en un cementerio
militar en Varsovia.
A partir del año 2.000 se
sucedieron los reconocimientos internacionales. Se erigieron varios monumentos
en su honor, tanto en su ciudad natal como en Varsovia. También fueron
reconocidos sus otros dos compañeros con placas de bronce, erigidas en su
honor, en vario s lugares. Hasta en el famoso Bletchley Park, lugar desde donde la Inteligencia británica, logró descifrar los mensajes de los alemanes. Allí es donde trabajó Alan Turing.
Incluso, desde entonces, en
Polonia, se han ido emitiendo sellos y monedas para recordar la importante
labor llevada a cabo por este matemático.
En España, igual deberían de
tomar buena nota de eso los entusiastas de la Ley de la Memoria Histórica. El
equipo llamado PC Bruno lo componían 15 polacos, 9 franceses y 7 españoles.
Curiosamente, no hace muchos años, Rejewski, también fue condecorado por la propia OTAN. Obviamente, no lo pudieron
hacer antes, porque Polonia pertenecía al Pacto de Varsovia.
En su momento, el tema fue tan
secreto que Churchill guardó los documentos sobre Enigma en una caja fuerte,
que sólo la podía abrir él.
Por lo visto, en la posguerra,
los británicos, no quisieron difundir que habían descifrado las claves de los
mensajes por esa máquina, porque vendieron unas cuantas, a otros países, como
Egipto, y así tuvieron la ventaja de poder controlar sus comunicaciones.
Después de leer todo lo anterior,
la pregunta que me surge es cómo pudo Hitler invadir casi toda Europa, si los
Aliados sabían lo que pensaba hacer y cuándo lo iba a llevar a cabo. Igual a
alguno se le ocurre alguna respuesta.
TODAS LAS IMÁGENES PROCEDEN
DE WWW.GOOGLE.ES
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