ESCRIBANO MONACAL

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UNA GRAN OBRA MAESTRA REALIZADA EN MARFIL

sábado, 22 de diciembre de 2018

MARY SHELLEY Y EL MONSTRUO DE FRANKENSTEIN


Aunque se está aproximando el fin de año, no me gustaría que terminara el 2018 sin narrar esta historia.
Hoy voy a dedicar este artículo a una gran autora, que nos dio un libro muy famoso y del que ahora se cumplen 200 años desde su primera publicación.
Mary Shelley, que es nuestro personaje de hoy, nació en 1797, en Londres. Sus padres fueron el conocido filósofo William Godwin y la famosa escritora, especializada en temas feministas, Mary Wollstonecraft.
Desgraciadamente, como era muy común en aquella época, su madre falleció pocos días después del nacimiento de Mary, a causa de una infección sufrida tras el parto. Algo que siempre mortificó a nuestro personaje, pues se sentía culpable de ello.
Parece ser que su viudo estuvo muy enamorado de su mujer y, al año siguiente, publicó una especie de memorias dedicada a ella.
Por lo visto, Godwin, era una especie de filósofo libertario. Siempre estuvo en contra del matrimonio y de la opresión que pudiera sufrir cualquier individuo. Sin embargo, se casó en secreto con M. Wollstonecraft.
Según parece, la educación de nuestro personaje fue muy superior a la que solían tener las mujeres de su época. Algo que me parece admirable. Su casa siempre fue un 
lugar de encuentro para intelectuales de todo tipo que acudían a visitar a su padre. Así que tuvo ocasión de conocer a las mentes más preclaras de su país y también del extranjero.
Sin embargo, el padre de Mary se vio incapaz de llevar una casa, donde vivía con ella y con Fanny, hija de una relación anterior de su esposa. Así que decidió casarse con una vecina, también viuda y con dos hijos.
Como suele ocurrir en estos casos, las relaciones con su madrastra nunca fueron buenas. Así que Mary deseaba fervientemente abandonar su hogar cuanto antes.
Uno de los que visitó a su padre fue el poeta Percy Shelley. No es que tuvieran el mismo apellido, sino que ella adoptó el de él, cuando se casaron. Tal y como suele ocurrir en el Reino Unido. En aquella época, ella se llamaba Mary Godwin.
Lo cierto es que este poeta ya estaba casado y además pertenecía a una familia de la aristocracia. Sin embargo, se enamoró de Mary y pretendió divorciarse de su mujer. Cosa que nunca consiguió. Por aquella época, él tenía 21 años, mientras que ella sólo tenía 17.
Como todos sabemos, una cosa es la teoría y otra la práctica. Seguro que mis lectoras tienen muy claro de lo que hablo.
Así que, cuando el padre de Mary supo de las intenciones de Percy con su hija, se opuso, inmediatamente a esa relación. Aunque  fuera acorde con sus teorías sobre el amor libre. Así que, en el verano de 1814, como el padre de Mary echó a Percy de su casa, optaron por escaparse, llevándose también a una de las hermanastras de Mary. Precisamente, una de las hijas de la última esposa de su padre.
Estuvieron viajando durante unos meses por Francia y otros países limítrofes, hasta que se les acabó el dinero y se vieron obligados a regresar a Gran Bretaña.
Tuvieron dos hijos. Uno de ellos murió muy pronto y otro al cabo de pocos años, lo que llevó a Mary a una grave depresión. También pasaron ciertas estrecheces económicas hasta que Percy cobró una sustanciosa herencia.
En mayo de 1816, se citaron en Ginebra con lord Byron, para pasar las vacaciones junto al lago Lemán. A ese encuentro asistieron Mary y Percy con su hijo, la hermanastra de Mary, lord Byron y su médico, el Dr Polidori.
Lo cierto es que les hizo un tiempo infame. Casi no pudieron salir ningún día a la calle, pues no paró de llover y hacer frío. Incluso, nevó en muchos sitios, en pleno verano.
Precisamente, les pilló allí el llamado “Año sin verano”. No se sabe qué ocurrió con seguridad, lo cierto es que hubo varias importantes erupciones volcánicas en distintos puntos del planeta, que oscurecieron el cielo. La principal fue la del volcán Tambora, la más importante y estudiada de la Historia.
Ello unido a una menor radiación solar, lo cual hizo que bajara considerablemente la temperatura media. Se calcula que la media bajó unos 4ºC, lo cual es mucho, aunque no lo parezca a primera vista.
Para el que no lo sepa, se calcula que la última glaciación hizo que la media mundial bajara unos 3ºC, pero durante un tiempo más prolongado.
Curiosamente, fueron a parar a la zona más castigada de Europa. O sea, Francia, Alemania, Suiza, Holanda, Bélgica, etc.
Incluso, en algunos países se produjeron disturbios violentos motivados por la escasez de suministros alimenticios. Además, muchos de estos países se estaban intentando recuperar de las guerras napoleónicas. Como le ocurrió a España.
Lo cierto es que este grupo, donde estaba nuestro personaje, se hospedó en una mansión llamada “Villa Diodati”, en una localidad cercana a Ginebra. Precisamente, en esa misma mansión se había alojado, a mediados del siglo XVII, el famoso poeta británico John Milton. Autor de la conocida obra “El paraíso perdido”. Así que lo veían como un lugar muy a propósito para escribir sus propias obras.
Allí estuvieron días y días sin poder salir. Tomando láudano y hablando de los temas más variopintos. Todo eso, hizo que a lord Byron se le ocurriera hacer una especie de concurso de relatos de terror.
Parece ser que Mary no acababa de encontrar nada que le gustase. Sin embargo, al día siguiente, se despertó de madrugada con una idea muy clara. Escribir la historia del monstruo del Dr Frankenstein.
Curiosamente, los mejores relatos procedieron no de Byron o de Shelley, sino de Mary y del Dr. Polidori, que escribió una obra titulada “El vampiro”. Precursora de la famosa obra “Drácula”.
Es preciso decir que Mary ya había escrito varias obras antes de esa, aunque no había alcanzado aún el éxito con ninguna de ellas.
A su vuelta al Reino Unido, residieron en la ciudad de Bath. Es posible que lo hicieran para alejar las miradas del embarazo de su hermanastra,  Claire Clairmont, que había sido amante de Byron.

Desgraciadamente, en aquella época se produjeron dos suicidios que afectaron a la vida de Mary. Uno de ellos fue el de su hermanastra mayor, Fanny Imlay. El otro fue el de Harriet, la esposa de Shelley, cuyo cuerpo fue encontrado ahogado en Hyde Park.
Así que, ya, sin obstáculos de ningún tipo, Percy y Mary se casaron el 30/12/1816 en una iglesia de Londres. Esta vez, el padre y la madrastra de Mary, asistieron a su boda. No así la familia de Percy.
Sin embargo, los familiares de Harriet no le permitieron tener a Percy la custodia de los dos hijos tenidos con ella, pues un tribunal dictaminó que la conducta de la familia de Mary era claramente inmoral y los cedieron en adopción a la familia de un pastor luterano.
Por fin, el 1 de enero de 1818, se decidieron a publicar la primera edición de Frankenstein, que pasó de ser un relato corto a una novela mucho más extensa.
Desgraciadamente, no indicaron quién era su autora, porque decían que así se vendería mucho mejor. De hecho, durante mucho tiempo se pensó que el autor era Percy, el cual sólo era  el autor del prólogo de la obra. Aun así, sólo tuvo una tirada de unos 500 ejemplares.
Por lo visto, en aquella época, no era muy normal que las mujeres se dedicaran a la Literatura y eso les ocurrió a muchas de ellas. Hasta la 3ª edición, publicada en 1831, no se atrevió ella a reconocer la autoría de su obra.
Sólo tenéis que ver el artículo que publiqué sobre María Lejárraga, una autora del siglo XX, la cual escribió todas las obras, que luego serían publicadas a nombre de su marido, Gregorio Martínez Sierra, el empresario del Teatro Eslava, de Madrid. Incluso, siguió haciéndolo, después de haberse roto ese matrimonio
A finales de 1818, la pareja se fue definitivamente a Italia. Allí fueron muy felices. Sin embargo, Mary, nunca tuvo mucho éxito con sus hijos. En poco tiempo, los dos que tenía murieron, víctimas del tifus. Afortunadamente, volvió a quedar embarazada y dio a luz otro hijo, cuyo nombre fue Percy Florence. Fue el único que sobrevivió.
Fijaron su residencia en San Terenzo, en pleno Golfo de Génova, donde, en 1822, Percy compró un velero junto con un marino amigo suyo.
A mediados de julio de ese año, viajaron con el velero hacia Livorno, donde vivía lord Byron, con el objetivo de preparar la salida de un nuevo periódico especializado en política.
Lamentablemente, nunca volvieron. Los cuerpos de Percy y los dos marineros que le acompañaban, fueron encontrados unos diez días después.  Los tres cadáveres fueron incinerados por sus familiares en la playa. Algo contrario a las costumbres de esa época.
Ya viuda, con sólo 25 años, Mary, en un principio, vivió en la casa de unos amigos en Génova. Posteriormente, se trasladó a Gran Bretaña, donde vivió gracias a una pensión que le dio el padre de Percy y a la venta de sus nuevos libros. Sin embargo, su suegro siempre se negó a conocerla.
Parece ser que luego tuvo varios pretendientes, pero siempre se negó a casarse, alegando que ya había estado casada con un genio y sólo podría casarse con otro que le igualara.
Aunque escribió bastantes obras, la más conocida es “Frankenstein o el moderno Prometeo”. Algunos la definen como la narración del castigo del Creador por la arrogancia de este científico, que se atrevió a desafiar el poder divino.
El Dr. Frankenstein sólo buscaba desterrar la enfermedad del cuerpo humano y hacer que el hombre fuera invulnerable a todos los males que le aquejan. Hasta a una muerte violenta.
Se puede decir que aborda una serie de temas muy recurrentes. Tales como la lucha entre el bien y el mal. El conflicto entre el creador y su creación. También habla sobre la soledad y defiende al que es diferente de los demás. Etimológicamente, se llama “monstruo” al que se sale de la línea habitual de los de su especie.
Curiosamente, el monstruo de Frankenstein que fue definido como una especie de criatura nacida sin necesidad de una mujer, realmente, fue creado por una escritora.
También es cierto que Mary critica, en parte a la Ciencia, porque dice que sus avances le ponen en conflicto con el Gran Hacedor.

La verdad es que, aunque parezca mentira, los primeros artistas de Romanticismo, nunca fueron progresistas, sino muy conservadores. No hay más que ver cómo se pusieron a buscar como locos las tradiciones de cada lugar para hacerlas resurgir en sus obras.
En cambio, los de la segunda generación ya fueron más progresistas y no se conformaron con hacer lo que se había hecho hasta ese momento. De hecho, sus héroes no eran gente sin mancha, sino personajes fuera de la Ley, como los ladrones o los piratas.

Sin embargo, la pareja formada por Percy y Mary pertenecieron a aquellos que hicieron del Romanticismo su forma de vida y quisieron gozar de una libertad lo más amplia posible. Sin importarles lo que dijeran los demás. Eso les hizo ganarse la antipatía de mucha gente.
También, en aquella época, se puso de moda la teoría del Galvanismo, por la cual se afirmaba que se podría dar vida a un muerto a base de juntar de nuevo todas las partes de su cuerpo y aplicarle una corriente eléctrica inducida. Galvani llegó a demostrar que podría mover las patas de una rana muerta, si la conectaba a la corriente eléctrica.
Hay quien opina que, para realizar esta obra, la autora pudo basarse en la educación recibida de su padre, ya que en la novela se puede ver que el Dr. Frankenstein, tras crear al monstruo, se ve que no le gusta y lo abandona a su suerte.
Curiosamente, en el libro se puede apreciar la historia desde el punto de vista del científico y también desde el de la criatura.
Mary nos dice en su obra que la Ciencia podría llegar a generar monstruos. Incluso, cree que la Ciencia podría llegar a ser la nueva religión. Por eso, denuncia que la Ciencia no se para a pensar que podría perjudicar ciertos valores humanos, como puede ser la ética.
Incluso, hoy en día, se está temiendo que la multiplicación de los robots en el interior de las empresas, podría poner en peligro muchos miles de puestos de trabajo.
También nos dice que el monstruo llegó a aprender muchas cosas. Sin embargo, algunas de ellas le perjudicaron, porque se fue convirtiendo en una persona. Llegó a ser una especie de persona aterrada por haberse quedado sola ante un mundo que no conocía.
Le pide una y otra vez a su creador que le haga caso, pero, al final, se va hacia el Ártico y allí se pierde su pista. Desgraciadamente, se ha convertido en un ser absolutamente desarraigado, porque nadie le quiere.

En 1823, se representó, por vez primera, en Londres, una obra basada en las andanzas de este personaje. Se titulaba “La presunción o el destino de Frankenstein”. Lo cierto es que tuvo un enorme éxito.

En 1910, tuvo lugar la primera adaptación de la novela al cine. Era un simple cortometraje muy breve y en cine mudo, pero que, debido al éxito obtenido, dio lugar a otras muchas películas sobre ese personaje. De tal manera que, hoy en día, todo el mundo conoce al monstruo de Frankenstein. En cambio, muy poca gente sabe quién escribió esa novela.
Cuando a la gente se le menciona Frankenstein, casi todo el mundo lo relaciona con el personaje interpretado por Boris Karloff, que fue el actor que mejor lo representó.
También se hizo muy popular, gracias a la televisión, por la popular serie “La familia Adams”. Un poco más tarde, llegó al cine “El jovencito Frankenstein”. Ambas fueron una nueva forma de representar a este personaje en forma de comedia.
Desgraciadamente, Mary, falleció en 1851. Muy probablemente, a causa de un tumor cerebral, que le venía ocasionando, desde 1839, parálisis temporales en diversas partes del cuerpo.

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