Los que siguen habitualmente mi
blog, sabrán perfectamente que, salvo excepciones, suelo dedicar mis artículos a personajes que,
más o menos, me gustan.
Esta vez no es así, pero
enseguida vais a entender por qué he echado mano de la figura de este
presidente.
Realmente, no es que no me guste
este personaje, sino que nunca me ha hecho gracia su forma de gobernar, por lo
que respecta a la pasada guerra de Vietnam. No obstante, me parece que es justo
que se le reconozcan sus méritos. De hecho, intentó reformar a fondo los USA y consiguió
buena parte de sus objetivos.
Lyndon B. Johnson, que ese era su
nombre, nació en 1908 en un pequeño pueblo situado en el centro del Estado de
Texas.
Su familia era muy modesta. Sin
embargo, consiguió graduarse como profesor y trabajar como tal en un instituto
de Houston.
Se afilió al partido demócrata y
trabajó durante unos años como ayudante en
el Congreso, en Washington.
En 1935, fue nombrado director en
Texas de la Administración Nacional de la Juventud. Por lo que volvió a su
tierra.
En 1937 regresó a la capital para
convertirse en uno de los miembros de la Cámara de Representantes, siempre por
el Partido Demócrata.
Fue progresando y, en 1942, fue
nombrado presidente de la Comisión de Asuntos Navales. Supongo que tendría
mucho trabajo, porque estaban en plena II Guerra Mundial.
En 1948, fue ya elegido senador
por su Estado, Texas. De todas formas, es preciso recordar que el Partido
Demócrata siempre ha tenido su vivero de votos en el sur de USA.
Desde 1953, fue el jefe del
Partido Demócrata en el Senado. Durante los 8 años de la presidencia de
Eisenhower.
A partir de 1957, cuando su
partido obtuvo la mayoría parlamentaria, presentó nuevas leyes relativas a los
derechos civiles. Algo que no ocurría en su país desde hacía 80 años.
En 1960, intentó, a la vez, ser
candidato a la presidencia de USA y renovar su escaño en el Senado.
En el primer caso, fracasó, pues,
como todo el mundo sabe, fue elegido el famoso John F. Kennedy. Aquel
presidente tan popular y carismático.
Dicen que el partido demócrata,
eligió, como vicepresidente, a nuestro
personaje por ser un senador procedente de un Estado del sur y por su gran
experiencia parlamentaria, ya que el presidente era casi un novato.
No obstante, las malas lenguas,
dicen que tanto el presidente como el vicepresidente no se podían ver ni en
pintura. Siempre hubo mal rollo entre ellos.
Parece ser que en el presidente
predominaba un carácter más intelectual, aunque tampoco tuviera una formación muy
brillante, porque su padre no le había preparado para ese puesto, sino a un hermano mayor, que
murió en la II Guerra Mundial.
Mientras que, en el caso de
nuestro personaje, se puede decir que era un simple currante, que se había
hecho a sí mismo. Tampoco era un gran orador, pero solía conseguir que sus
colaboradores hicieran lo que él quisiera.
Kennedy siempre lo estuvo viendo
como una exigencia de su partido y nunca le gustó tenerlo a su lado.
Bueno, supongo que todo el mundo
sabrá que a Kennedy lo mataron en Dallas, un 22/11/1963. Así que, siguiendo la
Constitución USA, el vicepresidente pasó a asumir ese cargo.
Supongo que, como estaban en
plena Guerra Fría, no perdieron el tiempo, y le tomaron juramento a Johnson en
el mismo avión presidencial, donde se trasladaba el cadáver del fallecido
presidente, junto a la esposa del mismo.
No hay que olvidar que, junto a cada presidente de los USA, va siempre un
ayudante con el famoso maletín nuclear. A lo mejor, de ahí la urgencia por
tomar posesión del cargo.
Johnson continuó la política de
Kennedy y, al año siguiente, consiguió que se aprobara la trascendental Ley de
Derechos Civiles de 1964, que había sido propuesta por el anterior presidente.
Tras esta Ley, se eliminaron un
montón de trabas y segregaciones, que afectaban a todos los que no eran blancos.
Algo por lo que venía luchando desde hacía varios años el Movimiento por los Derechos
Civiles, encabezado por Martin Luther King. No hay que olvidar que la famosa
Marcha sobre Washington tuvo lugar el 28/08/1963.
Supongo que los estadounidenses
verían con buenos ojos su labor como presidente, pues, en 1964, se presentó a
las elecciones y ganó con un contundente 61% de los votos. Logrando el 90% del
voto negro, en los Estados donde podían votar, claro está.
Utilizó esa gran mayoría para
enviar varias medidas de interés social al parlamento. Ejemplo de ello fue la
ayuda para la educación, el seguro sanitario para los ancianos y los pobres,
las viviendas a precios bajos, etc.
En 1965, se generalizó el derecho
al voto para las personas de color en todo el país, aboliendo las leyes restrictivas, que había
en ciertos Estados del sur, y se
ampliaron las medidas para aceptar más inmigrantes no europeos.
Su programa llamado “Guerra
contra la pobreza” buscaba que la gente que se había quedado al margen de la
buena marcha económica del país, pudiera tener una vida digna.
Se buscaba dar enseñanza preescolar
a los niños pobres, formar profesionalmente a los que habían dejado la escuela
y buscar trabajos a nivel municipal, para los habitantes de los barrios más
deprimidos. De hecho, triplicó el importe de los fondos federales para la
enseñanza.
Esto fue lo que llamó el
presidente “La gran sociedad”, donde todo el mundo tuviera igualdad de
oportunidades y una buena calidad de vida. Así, consiguió que las familias en
el umbral de la pobreza pasaran del 22% al 13%.
No obstante, a pesar de esas
medidas para favorecer la vida de la gente humilde, tuvo muchos problemas
heredados de la era Kennedy.
En varios Estados, la gente,
incluido el gobernador, se negaron a que las personas de color acudieran a los
mismos centros educativos que los blancos.
Hubo muchos disturbios, como las
Movilizaciones en Mississippi, donde algunos estudiantes de color quisieron
entrar a estudiar en centros públicos y los manifestantes blancos se lo
impidieron. El Gobierno envió a la Policía y hubo tiroteos entre las dos
partes. Al final, tuvieron que enviar al Ejército a poner un poco de paz en esa
zona.
También hubo varios incidentes,
como en los que se inspiraron los guionistas de la famosa película “Arde Mississippi”,
donde el Gobierno tuvo que sustituir a las autoridades locales, por su
complicidad con los blancos que estaban cometiendo esos delitos raciales.
Me voy a detener aquí para
subrayar la situación que se vivía por entonces, en varios Estados del sur de
USA.
En estos Estados imperaban las
llamadas “Leyes de Jim Crow”, que era algo muy parecido al famoso “apartheid”,
que existió en Sudáfrica.
Era muy habitual ver cines con
entradas diferentes y hasta las fuentes de agua estaban reservadas para unos u
otros. No hará falta decir que también estaban segregados los latinos y los
asiáticos.
Parece ser que algunos medios de
comunicación sureños dijeron que en el norte se estaban preparando para enviar a miles
de voluntarios para invadir el sur. A fin de eliminar esas formas de segregación.
A causa de esta falsedad, fueron
muchos los ciudadanos del sur que se afiliaron a organizaciones violentas e
ilegales, como el KKK.
A principios de junio de 1964,
llegaron al condado de Neshoba (Mississippi) tres activistas por los derechos
de los negros. Fueron detenidos por miembros de la Policía Local y entregados a
un grupo de racistas, los cuales les asesinaron y escondieron sus cadáveres.
En cambio, el Gobierno, no se
quedó, como ahora, con los brazos cruzados. Movilizó al FBI, el cual, tras una
larga investigación, consiguió que todos confesaran y fueran llevados ante los
tribunales. Hasta se implicó la Armada en la búsqueda de los cadáveres de los
asesinados.
Incluso, el mismo presidente Johnson,
se reunió con los padres de dos de las víctimas en la Casa Blanca.
La investigación culminó a
primeros de diciembre de ese año y los detenidos fueron llevados a una base
naval. Supongo que sería porque el Gobierno no se fiaría de las autoridades
locales.
Otro dato interesante es que el presidente
tuvo que convencer al famoso jefe del FBI, Hoover, para que enviara unos 150
agentes. A pesar de que a Hoover no le caían nada simpáticos esos grupos de
activistas, que luchaban contra la segregación racial.
Es más, el presidente, cesó de
manera fulminante al gobernador de ese Estado por insultar a los miembros del
FBI.
Incluso, algunos afirman que ciertos
individuos de la Mafia ayudaron al Gobierno a encontrar los cadáveres de los
asesinados.
Es posible que alguien opine que
esto ocurrió hace mucho tiempo. Sin embargo, los juicios por estos tres
crímenes se han reabierto en diversas ocasiones y la última sentencia, emitida
por la Corte Suprema de Mississippi, data de 2007.
Tras todo esto, no sé si ha
quedado claro el asunto. Lo que quiero decir es que el Gobierno actual de USA
debería de parar la violencia actual de alguna forma, como ya hizo, en su
momento, el presidente Johnson.
Evidentemente, nuestro personaje,
declinó presentarse a la reelección de 1968. Los motivos estaban muy claros.
Por una parte, con su apoyo a los
movimientos anti-racistas, perdió los tradicionales votos que recolectaba el
Partido Demócrata en el sur de USA. En esa zona, hubo un gran porcentaje de blancos, que
optó por votar, por primera vez en su vida, a los republicanos.
También se dice que hubo muchos blancos
que comenzaron a pensar que se les estaban dando demasiadas cosas a los negros
y de una forma muy rápida y, por ello, cambiaron su voto.
Por otro, la expansión de la
guerra de Vietnam, que se comió todos los presupuestos y que obligó a movilizar
a millones de jóvenes para ir a luchar a un sitio, que, muchos de ellos, ni
siquiera sabían dónde estaba. Hablaban de ella como “la guerra de Johnson”.
En 1964, cuando fue elegido presidente,
había 25.000 soldados USA en Vietnam. Cuando dejó la Casa Blanca, ya había
1.000.000. De hecho, antes de irse, ordenó una reducción de los bombardeos sobre
Vietnam.
Otro de los problemas que tuvo siempre
Johnson fue que nunca tuvo una buena relación con la prensa, al contrario de lo
que había hecho su antecesor en el cargo.
No obstante, aunque Johnson no se
presentó a las siguientes elecciones, para no polarizar más a la ciudadanía de
los USA, el Partido Demócrata fue “premiado”con el 97% de los votos de la
gente
de color, en las elecciones legislativas. Lo cual, les dio una amplia mayoría en el Parlamento.
de color, en las elecciones legislativas. Lo cual, les dio una amplia mayoría en el Parlamento.
Para acabar, me gustaría aclarar
un poco las ideas de mis lectores. Por supuesto, yo no tengo que decantarme por
ninguno de los partidos de USA, porque los dos me dan igual.
Lo cierto es que en España se
suele pensar que el Partido Demócrata es más progresista y más pacifista que el
Republicano.
Yo pienso que no es así. Los presidentes
que comenzaron la I y II Guerras Mundiales eran demócratas. También Truman, que
fue el que ordenó que se lanzaran las dos bombas atómicas sobre Japón.
Los que empezaron la guerra de
Vietnam eran demócratas y el que la terminó como pudo, republicano.
El que firmó la abolición de la
esclavitud no era demócrata, sino uno de los fundadores del Partido Republicano,
Lincoln. Los del Partido Demócrata nunca quisieron hacerlo para no perder su apoyo
en esos Estados del sur.
Acabo con una frase de Martin
Luther King, en su célebre discurso del
28/08/1963, que reunió a unos dos millones de personas, en Washington,
frente al monumento a Abraham Lincoln: "Yo
tengo un sueño: que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación
donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su
carácter..."
Bueno, como siempre, espero no
haberos aburrido mucho con este artículo.
Hola Aliado. Mira, has conseguido que Johnson me caiga mejor. Desde luego, lo de Vietnam fue una mancha atroz en su expediente pero, como suele ocurrir con los presidentes USA, para sus ciudadanos fue un gran presidente, no así para los demás. La Historia se ha centrado demasiado en en el papel de Johnson como conspirador para ocupar la presidencia y no ha querido reconocer su lucha por los derechos civiles. Quizás, si hubiera tenido una mejor figura y una fortuna que le respaldara (como ocurrió con Kennedy) se le hubiera hecho justicia y se le hubiera reconocido lo que hizo bien, que no fue poco. ¿Por qué iban a votarle sino tantos ciudadanos negros?
ResponderEliminarPara terminar, creo que Johnson es uno de tantos personajes USA que merecen una película, aunque sea solo para que la gente se anime a leer más sobre aquellos que estuvieron a la sombra de los personajes estilo Kennedy, de los que ya se sabe hasta la talla de la ropa interior.
Como ya dije al principio del artículo, éste era un personaje por el que nunca había tenido gran estima.
EliminarLo cierto es que no lo conocía bien, porque, me ha ocurrido igual que a tí, conforme he ido avanzando en el artículo, he visto que hizo cosas muy interesantes.
Realmente, lo que yo quería decir es que este hombre se enfrentó al problema racial en USA, aunque fuera en contra de las directrices de su partido y acabó con la segregación que había hasta entonces.
Por eso, digo que el Gobierno actual de USA debería de tomar ejemplo y hacer lo mismo.
Muchas gracias por tu comentario y saludos.