Reconozco que no pensaba escribir
sobre este tema. Sin embargo, me he enterado de que hoy, 24/03/2025, es el 120
aniversario de la muerte del gran escritor Julio Verne y me ha apetecido
escribir sobre él.
Se puede decir que nació en el
seno de una familia acomodada. Su padre era un importante abogado de esa zona,
mientras que su madre procedía de una familia de armadores.
Julio era el mayor de los 5
hermanos. Tenía un hermano y tres hermanas. Curiosamente, su hermano, aparte de
ser marino, también se dedicó a la literatura.
Nuestro personaje estuvo interno
en un colegio religioso y es posible que ese fuera el motivo por el que nunca
le tuviera mucho aprecio a la Iglesia.
Se cuenta que, a los 11 años,
quiso embarcarse como cocinero en un velero, pero su padre llegó a tiempo para
rescatarlo y llevárselo a casa.
Al terminar sus estudios de
Secundaria, su padre lo envía a París para estudiar en la Facultad de Derecho.
Parece ser que su padre quería que Julio heredase su despacho de abogado.
Un tío suyo lo introdujo en los
salones literarios y ahí llegó a conocer a grandes figuras del momento. Así que
ahí empezó a escribir obras de teatro, aunque la mayoría de ellas nunca fueron
representadas. Parece ser que quien le influyó más fue Víctor Hugo.
Por lo visto, tampoco le gustaban mucho los militares y tuvo la suerte de no tener que hacer el servicio militar, porque se libró en el sorteo.
Verne nunca gozó de una buena
salud. Parece ser que siempre padeció dolores de estómago, quizás causados por
su bulimia y, en ciertas ocasiones, padeció parálisis facial. Algunos expertos
dicen que eso podría haber sido debido a la inflamación de una parte del oído,
aunque él siempre temió que eso podría ser un problema nervioso, que le podría
llevar a la locura.
En 1850 se hizo muy amigo de
Alejandro Dumas hijo, el cual le puso en contacto con el empresario de un
teatro, que le ofreció un trabajo como secretario y además le permitió
representar algunas de sus obras. Incluso, escribió varias operetas, que
entonces estaban muy de moda.
Al año siguiente, le presentaron al
geógrafo Jacques Arago, famoso por sus viajes alrededor del mundo, del que
aprendió mucho sobre las costumbres de otros países.
En 1856, un amigo llamado Auguste
Lelarge le invita a su boda, que se iba a celebrar en Amiens. Julio conoce allí
a una hermana de la novia. Una joven que, con sólo 26 años, se había quedado
viuda y con dos hijas muy pequeñas. Su marido había sido empleado en una
notaría en Amiens y había muerto a causa de una neumonía.
Así que se enamoraron y se
casaron en 1857 en París. Parece ser que a sus padres no les gustó ese
matrimonio, porque no asistieron a su boda. No sé si sería porque la viuda
hacía menos de un año que había enviudado y entonces solían esperar un año,
antes de volver a casarse.
Realmente, no sólo era por guardar el luto, sino que así lo exigía el Código Civil, como también ocurría en España. La razón era que, si la viuda quedaba embarazada, así se podía saber si el hijo era del difunto o del nuevo marido. Sobre todo, a efectos de herencias.
Como todavía no tenía una
economía muy saneada, se le ocurrió trabajar como corredor de Bolsa. Como para
poder ejercer como tal se exigía una buena fianza, se la pidió a su padre y a
éste no le quedó más remedio que darle ese dinero.
Curiosamente, una hermana de
Lelarge estaba casada con un primo de Verne, llamado Henri Garcet. Éste fue un
gran matemático y también quien asesoró a Verne, cuando escribió su famosa obra
De la Tierra a la Luna.
En 1861 nació Michel, su único
hijo, que le provocó muchas preocupaciones a su padre.
Ese mismo año, se produjo un
cambio muy sustancial en la vida de Verne. Su amigo, el escritor francés Alfred
de Bréhat, le presentó al editor Pierre-Jules Hetzel, que aprovechó las grandes
dotes de Verne para llevarlo a la fama.
Por lo visto, le sugirió que le
diera un carácter más científico a sus novelas para popularizar la Ciencia y
eso hizo. Así surgió Cinco semanas en globo. Una novela que tuvo un gran éxito,
no sólo en Francia, sino a nivel internacional.
Esa es la razón por la que se han
publicado tantas obras de Verne, aunque Hetzel no quiso publicar todas las que
le llevó y luego se han publicado ya en el siglo XX. Por ejemplo, la novela
titulada Paris en el siglo XX fue despreciada por Hetzel, al considerar que no estaba
basada en conocimientos científicos. Sin embargo, en esa novela ya vienen
reflejados muchos avances de los que ahora disfrutamos.
A partir de entonces, empieza a irle muy bien. Sus ingresos van aumentando y eso le permite mudarse a otra vivienda más amplia, alquilar casas en la playa y hasta comprar un pequeño barco de pesca, que lo convirtió en un yate de recreo.
Curiosamente, a lo largo de su
vida, tuvo varios barcos, pero a todos los llamó Saint Michel.
Se ha dicho que Verne casi no
viajaba, pero eso no es cierto. Lo hizo tanto en esos barcos propios como en grandes
barcos de pasajeros y visitó varios países, como USA.
En 1871, su mujer le convenció
para que se mudaran a su ciudad natal, Amiens. Una localidad situada al norte
de Francia. No muy lejos de la frontera con Bélgica.
Allí solía visitar la biblioteca
de la Sociedad Industrial para leer su gran colección de revistas científicas.
Fue donde escribió La vuelta al mundo en 80 días.
Parece ser que se adaptó pronto a
la vida en esa ciudad. Fue nombrado miembro de la Academia de Ciencias, Letras
y Artes de Amiens y luego su director.
Sin embargo, intentó, en tres
ocasiones, ingresar en la prestigiosa Academia Francesa, pero no lo logró y esa
fue una de las cosas que más le pesaron. Parece ser que muchos de sus
contemporáneos sólo le consideraban un escritor de novelas para jóvenes y no
para adultos.
Según algunos autores, Michel era
un adolescente que le gustaba moverse por los bajos fondos, gastar mucho
dinero, emborracharse y meterse en peleas. Así que eso le llevó a pedir que lo
ingresaran durante 6 meses en un reformatorio para alejarlo de las malas
compañías.
En 1886, sobre las 17.00, cuando
Julio Verne regresaba de su habitual paseo vespertino y estaba abriendo la
cancela de su casa, oyó, a su espalda, la voz de su sobrino Gaston, hijo de su
hermano Paul, con el que tenía una buena amistad.
Al darse la vuelta, vio que éste le apuntaba con una pistola calibre 9 mm y le disparó dos veces.
Uno de los tiros dio en el marco de la puerta, pero el otro fue a parar al pie izquierdo de nuestro personaje. Gaston fue detenido y recluido en un manicomio durante toda su vida.La herida no parecía importante,
aunque hay que decir que Verne padecía diabetes. Lo cierto es que nunca le
pudieron extraer la bala y eso le dejó cojo para toda su vida. Incluso, su
lenta recuperación le impidió acudir al funeral de su madre, que murió a
principios de 1887.
Parece ser que siempre fue un
patriota. Así que, cuando se suscitó el Caso Dreyfuss, fue de los que tomaron
partido por defender el buen nombre de Francia y no por defender los derechos
del pobre capitán Dreyfuss. Por el contrario, su hijo Michel fue un ferviente
defensor de Dreyfuss.
Normalmente, las obras de Verne solían publicarse, como un folletín, en periódicos y revistas. Posteriormente, Hetzel las editaba en libros en diferentes formatos, según su precio.
Parece ser que el mismo Hetzel le
propuso que firmase, como suyas, algunas obras escritas por André Laurie, cuyo
verdadero nombre era Jean François Paschal Grousset, ya que Napoleón III había
prohibido que se publicaran sus obras. Verne accedió, pero corrigiendo algunas
de esas obras.
Desgraciadamente, la diabetes le
va afectando gravemente la vista. Tanto que, en 1900, casi no ve nada con el
ojo derecho.
Finalmente, en 1905, sufre otro
ataque severo, debido a su diabetes y eso le lleva a la muerte en su casa de
Amiens.
Vergonzosamente, aunque acudieron
miles de personas a su entierro y también asistieron delegados de varios
países, el Gobierno de Francia no envió a nadie para que le representara en ese
acto.
Curiosamente, cuando Michel
creció se llevó mejor con su padre y le ayudaba a escribir. Eso hizo que, tras
la muerte de Julio, Michel rematara algunas de las novelas que había dejado
inconclusas e, incluso, escribió una, que se publicó bajo la falsa autoría de Julio
Verne.
Sin embargo, se ha discutido
mucho sobre la forma en la que está representado en su tumba. Hay quien dice
que puede ser porque muchos vieron la injusticia que le habían hecho y, cuando
reconocieran sus muchos méritos, podría aparecer más vivo que nunca.
Parece ser que sus fuentes
principales eran las revistas científicas y, cuando tenía dudas, preguntaba a
su primo, ya mencionado, o a su hermano Paul. También a otros científicos menos
conocidos hoy en día.
Desgraciadamente, muchos críticos
lo vieron como a un escritor muy popular, pero de segunda categoría. Quizás,
fue ese el motivo por el que nunca pudo ingresar en la Academia Francesa.
TODAS LAS IMÁGENES PROCEDEN
DE WWW.GOOGLE.ES
Muy buen artículo.
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario. Saludos.
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