ESCRIBANO MONACAL

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UNA GRAN OBRA MAESTRA REALIZADA EN MARFIL

jueves, 13 de junio de 2024

AGUSTÍN VIÑUALES PARDO

 

Hoy voy a narrar la historia de uno de esos personajes, que han quedado casi olvidados en la memoria de los españoles. Sin embargo, creo que es necesario hacer una evocación de ellos.

Como se puede leer en el título, nuestro personaje de hoy se llamaba Agustín Viñuales Pardo.

Agustín nació en la ciudad de Huesca en agosto de 1881. Fue el hijo único de una modesta familia, que poseían una tienda de comestibles en el centro de esa ciudad. Una zona llamada el Coso.

Por lo visto, el local, donde estaba situada esa tienda de comestibles, posteriormente, fue una sucursal del Banco Central.

Allí realizó sus estudios de Primaria y Bachillerato, los cuales acabó en 1897.

Posteriormente, trabajó durante un breve período de tiempo, ayudando a sus padres en la tienda de comestibles, pero se ve que eso no le gustó mucho.

Así que su padre habló con un hermano suyo, que residía en Madrid, y aceptó que el chico se quedara en su casa en Madrid para estudiar Derecho.

Al poco de su llegada a Madrid, estalló la guerra con USA. Popularmente llamada guerra de Cuba.

No sé si su condición de estudiante universitario le libró de ir a la guerra o quizás que su tío estaba casado con la marquesa de Machicote.

Lo cierto es que terminó la carrera en 1903 y, además, aprovechó para aprender alemán, que era el idioma de moda entre los universitarios de la época. No hay que olvidar que muchos de ellos luego se iban a especializarse en Alemania.

Sin embargo, al terminar su carrera, Agustín se fue a Francia, donde empezó a estudiar Economía.

Posteriormente, fue becado por la JAE y amplió sus estudios de Economía en Alemania e Italia. Incluso, en 1913, viajó a Argentina, para aprender el funcionamiento de las Bolsas. Dicen que allí conoció al futuro premier británico Neville Chamberlain.

La llegada al Ministerio de Hacienda del catedrático de Economía de la Universidad de Barcelona, Antonio Flores de Lemus, fue todo un revulsivo para Viñuales. Flores de
Lemus se rodeó de un grupo de jóvenes economistas como Ramón Carande, Vicente Gay, Rodríguez Mata y el propio Viñuales.

Allí fue donde se formó nuestro personaje y, según dicen, eso fue lo que le permitió obtener la cátedra de Economía Política y Hacienda Pública, primero en la Universidad de Granada y luego en la de Madrid.

No olvidemos que antes, para poder ser catedrático de otra Universidad, no era cosa de pedir el traslado, sino que había que opositar a esa plaza.

Durante este tiempo publicó una gran cantidad de artículos y monografías muy bien valoradas por sus colegas economistas.

Fue en 1918 cuando aprobó la oposición para la cátedra ya citada en la Facultad de Derecho de la Universidad de Granada. Allí hizo grandes amistades, como Fernando de los Ríos, también catedrático en esa Facultad, o el gran músico Manuel de Falla.

Así mismo, tuvo muchos alumnos famosos, como el propio Federico García Lorca, con el que tendría una gran amistad o su hermano Francisco. De hecho, dicen algunos que le dedicó a nuestro personaje el poema titulado San Gabriel, perteneciente al famoso Romancero Gitano. Federico acabó Derecho en 1923.

En 1929, Viñuales fue nombrado por el ministro José Calvo Sotelo vocal y secretario de la comisión, que se encargó de estudiar la implantación del patrón oro en España. Esa comisión estaba presidida por Flores de Lemus.

Dos años después, Viñuales sería nombrado consejero del Banco de España. Cargo en el que seguía al comienzo de la guerra civil.

En octubre de 1931 fue nombrado director general del Timbre. Organismo perteneciente al Ministerio de Hacienda.

En enero de 1933, se presentó a las oposiciones para la cátedra ya mencionada en la Universidad de Madrid y obtuvo ese puesto.

En junio del mismo año fue nombrado ministro de Hacienda en el último gobierno presidido por Manuel Azaña. Dicen que era uno de los pocos miembros de ese gabinete que no pertenecía a la Masonería. No obstante, se había afiliado al partido Acción Republicana, presidido por Azaña.

Sólo estuvo unos pocos meses, hasta la caída de ese gabinete, que dio lugar a unas elecciones generales, donde ganó la derecha.

Parece ser que otro de los motivos por los que fue cesado como ministro de Hacienda fue su oposición enérgica a ceder todas las competencias fiscales a la Generalitat de Cataluña, como le exigía el propio Azaña.

En octubre de 1933 se casó con Erika Graa Rüfenackt, ciudadana suiza-alemana, que trabajaba en la Embajada de Suiza en España.

Erika tenía dos hermanas. Gertrud casó con el socialista Luis Araquistain y Luisa con el también socialista Julio Álvarez del Vayo.

Como es de suponer, ese entorno familiar no le fue muy favorable durante la guerra civil.

En 1934 fue nombrado asesor del Banco Urquijo. Un cargo que conservó durante varios años.

Incluso, junto con Flores de Lemus, participó en el comité financiero de

la Sociedad de Naciones, con el propósito de llegar a un acuerdo internacional para evitar la doble imposición y la evasión fiscal. Lo que ahora se llama la armonización fiscal.

Parece ser que ambos querían implantar en España una especie de lenta reforma tributaria para que fueran pagando más los que más tenían, pero sin que se fuera notando mucho.

El comienzo de la guerra civil fue una época de sobresaltos para muchos españoles y nuestro personaje no iba a ser una excepción.

Una de las primeras medidas del Gobierno republicano fue ordenar al Banco de España que enviara varias remesas de libras esterlinas al Banco de Francia.

Sin embargo, por lo que más admiro a este personaje fue su firme oposición al decreto reservado del 13/09/1936, firmado por el Dr Negrín, entonces ministro de Hacienda, en el que se ordenaba que todas las reservas del Estado, almacenadas en el Banco de España, en Madrid, fueran trasladadas a Cartagena para su embarque hacia la URSS.

En aquellos momentos, el oponerse a una de esas órdenes era casi un suicidio, pero a él no le importó y tomó, públicamente, una postura contraria a ese traslado.

Realmente, no hubo muchos que se atrevieran a oponerse al traslado de las reservas del Banco de España. Había que tener mucho valor para hacerlo, pero él lo tuvo.

Evidentemente, la prensa afín a Largo Caballero y a la URSS, no perdió el tiempo e, inmediatamente, publicaron varios artículos, donde le señalaron y hasta le amenazaron.

Debió de tener una buena amistad con Indalecio Prieto, porque éste le avisó de que los milicianos le estaban buscando para asesinarle y le aconsejó irse de Madrid cuanto antes.

Hago un inciso para recordar que el Banco de España no fue nacionalizado hasta 1962. Así que, en aquella época, era un Banco comercial como los demás.

Por otra parte, la alta sociedad madrileña, tenía por costumbre que, antes de irse de vacaciones, solían depositar sus joyas en las cajas de alquiler, que habían contratado en el Banco de España.

Así que, como la guerra empezó en julio, no sólo se llevaron las reservas de oro y plata, que eran de las mayores del mundo, sino también el dinero y las joyas de muchos clientes de ese Banco.

Volviendo a nuestro personaje, a finales de 1936, y acompañado por su esposa, consiguieron salir de Madrid en dirección a Alicante. Desde allí, se dirigieron a Barcelona, donde tomaron un tren hacia Marsella.

Parece ser que, al principio, les ayudó un amigo y vivieron en la 

zona oeste de Francia. Tras la invasión alemana, se trasladaron a Biarritz.

Allí residió hasta 1948 y aprovechó para escribir algunas monografías sobre la mejor forma en que se podría recuperar la economía europea, tras el desastre de la II Guerra Mundial.

Precisamente, se mostró a favor de la nacionalización del Banco de España y de las más importantes entidades españolas de crédito. Al igual que ocurrió en Francia con la creación del Consejo Nacional del Crédito.

No obstante, también fue partidario de aumentar la producción industrial para luchar contra la gran inflación, que había en ese momento.

Cuando huyó de la zona republicana, su intención hubiera sido entrar en la zona nacional, pero no le dejaron entrar por haber sido un ministro republicano y por tener familiares socialistas. No olvidemos que los nacionales solían fusilar a los que habían sido ministros republicanos.

En 1948, consiguió que les dejaran regresar, a él y a su mujer, a España. Lógicamente, dada su condición de republicano, había sido depurado y expulsado de su cátedra en la Universidad de Madrid. Aunque lo cierto es que, primeramente, fue depurado por los republicanos, por haber abandonado su cátedra en Madrid.

No hará falta decir que, en el decreto de depuración de catedráticos, los nacionales no se molestaron ni en juzgarles. En ese texto se podía leer: “la evidencia de sus conductas, perniciosas para el país, hace totalmente inútiles las garantías procesales, que, en otro caso, constituyen la condición fundamental de todo enjuiciamiento…”.

Después de muchos recursos, a mediados de 1951, consiguió ser rehabilitado en su cátedra.

Sin embargo, a finales de ese mismo año, fue jubilado de manera forzosa, pues ya había cumplido los 70 años.

Desgraciadamente, en 1950, sufrió un ataque de hemiplejía del cual no pudo recuperarse del todo y fue lo que, en 1959, le llevó a la tumba.

Durante esos años, tuvo que desplazarse en una silla de ruedas, sin apenas poder salir a la calle.

Su último domicilio estuvo situado en Donoso Cortés, 86, en el barrio de Argüelles, donde residía el matrimonio con una criada, ya que nunca tuvieron hijos.

A veces, se trasladaban hasta Collado-Villalba, para recibir asistencia médica, la cual corría a cargo del Banco Urquijo.

 

TODAS LAS IMÁGENES PROCEDEN DE WWW.GOOGLE.ES

4 comentarios:

  1. Miy interesante y premonitorio; Azaña quería ceder la fiscalidad a los independentistas catalanes

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    1. De hecho, tengo entendido que el propio Felipe González, cuando fue presidente del Gobierno, le dijo a Pujol que si quería un régimen fiscal como el de Navarra o el P Vasco, pero éste no quiso. Parece ser que ahora sí quieren.
      Muchas gracias por su comentario y saludos.

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  2. Hoy en día no hay ministro que no se pliegue a los deseos de su "amo".

    Lo que en tiempos fue el noble oficio de la política, se ha convertido en cobardía y pesebrismo...

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    1. Yo creo que la política española nunca ha sido noble y siempre ha habido mucha corrupción.

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