
Nuestro personaje vino al mundo
en abril de 1909 en la ciudad española de Ceuta. En algunas biografías se dice
que su padre fue un militar llamado Manuel de las Heras Jiménez, el cual llegó
a ser general y gobernador militar de Huesca. Murió en 1930, al intentar hacer
frente a los militares sublevados en la famosa rebelión de Jaca. Parece ser que
Manuel de las Heras no fue su padre, sino uno de sus tíos.
Su familia no era oriunda de
Ceuta, sino que procedía de Sevilla. Otro de sus tíos, Julián Francisco, que
había estudiado la carrera de Derecho, se trasladó a esa ciudad, donde, por lo
que se ve, le fue muy bien. Por lo visto, se dedicó a ejercer la abogacía,
fundó varios periódicos y llegó a ser un hombre muy influyente en esa ciudad.
Tanto que llegó a ser alcalde de la misma. Eso animó a sus dos hermanos, Manuel
y Zoilo, para que se fueran allí con él.

Según parece, Zoilo, fue el padre
de África. No fue militar ni nada parecido. Tenía un garaje en esa ciudad y
también se dedicó a los negocios inmobiliarios.

Poco tiempo después, volvieron a
residir en Ceuta, donde, según parece, ella y su hermana Virtudes,
acostumbraban a realizar actividades poco comunes para las mujeres en esa
época. Tales como conducir, fumar por la calle, hacer deporte, etc.

Poco después, conoció al que
luego sería su marido. Se trataba de Francisco Javier Arbat. Era un valiente
militar que estaba destinado en la Legión. Había destacado en algunos combates,
lo cual le sirvió para ascender a capitán y recibir una importante
condecoración. Precisamente, había combatido a las órdenes del, entonces
coronel, Francisco Franco.

Lo cierto es que el matrimonio no
fue nada bien. Debido a su trabajo, él debía de ausentarse frecuentemente de
casa, dejándola sola en la pequeña ciudad adonde le habían trasladado.

Al regresar a su casa, también
encontró desmembrada a su familia. Su padre murió en 1933, con sólo 57 años, y
su hermana se casó y se fue a vivir a Tánger.
África se mudó con su madre a
Madrid, adonde llegaron ese mismo año. En principio, no tuvieron muchos
recursos, por lo que fueron muy bien recibidas las ayudas monetarias que les
enviaba su tío Julián, el prohombre de Ceuta. No obstante, África, se puso a
trabajar en una fábrica textil.


En 1934, tras llegar al poder los
partidos de la extrema derecha, o currió un intento de revolución en buena parte de España, que sólo triunfó en Asturias.

Precisamente, estuvo luchando a
las órdenes del teniente coronel Yagüe, otro de los militares más conocidos por
su actuación durante la Guerra Civil. Así que el Ejército derrotó esa
sublevación en Asturias a sangre y fuego. Produciendo un número de víctimas no
aclarado aún hoy en día.

En cambio, África, consiguió
escapar junto con Amaro del Rosal y la familia de éste. No fueron detenidos,
porque todos portaban documentación falsa.

A mediados de febrero de 1936,
hubo unas nuevas elecciones genera les, que dieron el triunfo al Frente Popular.

Para muchos militantes
socialistas, lo que había quedado muy claro es que, en 1934, el PSOE no se
había comportado a la altura de las circunstancias. Así que muchos de ellos optaron por afiliarse a organizaciones de extrema izquierda, como las Juventudes Socialistas Unificadas, germen del PCE. Entre ellos, estuvieron García-Lago y África.

Posteriormente, ocuparía un
importante puesto en el Comité Central de Milicias Antifascistas de Cataluña.
Concretamente, en las llamadas patrullas de control, que se dedicaban a detener
a todo aquel a quien consideraran enemigo de la II República. Ella figuraba en
ese comité en representación de la UGT, aunque ahora también militaba en el
PSUC. Al igual que García-Lago.
Lo que se desconoce es cuál fue
su responsabilidad en la gran cantidad de vejaciones y asesinatos producidos en
esa época, durante el período en que mandaba en la calle el citado comité.
Parece ser que su labor se concretó en interrogar a los detenidos en la famosa
checa de San Elías.

Lo cierto es que aquel año fue
reclutada por el espionaje soviético. Entonces llamado NKVD, siendo,
posteriormente, más conocido por sus siglas KGB. Así que se fue a hacer un
curso a Moscú.
Parece ser que la fichó Caridad
Mercader, una destacada dirigente comunista y la vez miembro del NKVD, a la que
conoció en Barcelona. Caridad fue la madre de la famosa actriz, María Mercader,
la cual fue esposa de Vittorio de Sica. También fue madre de Ramón Mercader,
famoso por haber sido el asesino de Trotsky.

El papel de nuestro personaje
consistía en mandar a su central informaciones de todo tipo, referentes a
Trotsky, con el fin de ir preparando un atentado contra él.

Parece ser que nadie sospechó de
África. No obstante, en 1941, escapó de México escondida en la bodega de un
barco con dirección a la antigua URSS. Algunos dicen que lo hizo de esa manera
para no toparse accidentalmente con su antiguo jefe, Alexei Orlov, el cual
había desertado de la URSS y ahora se hallaba residiendo en México.
Posteriormente, fue enviada a
realizar unos cursos de radiotelegrafista y de enfermería.

Parece ser que contactó con esa
unidad de guerrilleros, tras haber sido lanzada en paracaídas tras las líneas
enemigas.
En 1946, la enviaron a París,
bajo la falsa identidad de una exiliada republicana española, llamada María
Luisa de las Heras. Allí conoció al escritor uruguayo Felisberto Hernández y
desde Moscú le ordenaron que se casara con él, pues era un conocido
anticomunista y le podría servir muy bien de camuflaje para las misiones que le
encomendaran. De hecho, era admirador del infame senador McCarthy.

Se casaron en 1949 y se fueron a
vivir a Montevideo, donde ella trabajó como modista y como encargada de una
tienda de antigüedades. Aunque ese matrimonio só lo duró un año y su

Sin embargo, hay un detalle muy
curioso. Parece ser que Felisberto le dedicó una de sus obras a África. En ella,
se puede leer que el protagonista, que se dedicaba a coleccionar muñecas de
tamaño natural, le pregunta a su mayordomo: “¿Qué te parece ésta?” y el otro le
responde: “Muy hermosa, señor. Me recuerda mucho a una espía que conocí durante
la guerra”.
Habría que haber visto la cara
que se le pondría a África, mientras su marido le estaba leyendo este pasaje de
la obra.
Parece ser que no residieron más
tiempo en Francia, porque Felisberto sólo tenía una beca para estudiar durante
4 meses en ese país.
En 1956, la KGB, envió a un nuevo
responsable para esa zona del mundo. Se trataba del italiano Valentino
Marchetti. Como, ya estaba divorciada de Felisberto desde 1951, se casó con el
italiano y juntos siguieron realizando la misma labor en Uruguay.

En 1967, África, regresó a Moscú,
donde le encargaron otras pequeñas misiones por todo el mundo.
Sin embargo, en 1971, volvió a la
antigua URSS, para no volver a salir de allí. Fue destinada como profesora para
los candidatos a nuevos agentes de la KGB y allí trabajó hasta 1985.
Aparte de alcanzar el grado de
coronel de la KGB, en algunas de sus últimas fotos la podemos ver luciendo sus
medallas, ya que fue condecorada en diversas ocasiones.

Con estas ideas, tuvo la “suerte”
de morir en 1988, justo a tiempo de no ver cómo caía el famoso Muro de Berlín y
el posterior derrumbe de su adorada URSS, aunque ahora parece que Putin quisiera rescatarla. Supongo que se hubiera llevado una gran desilusión al ver que todo
su mundo se caía a pedazos en muy poco tiempo.
Fue enterrada con honores
militares en el famoso cementerio de Jovanskoye, en Moscú. Ese era el lugar
reservado para todos los héroes de la extinta URSS. En su lápida se puede leer
en español su apodo “Patria” y en ruso: “coronel África de las Heras, 1909-1988”.
Junto a la suya, también están
las tumbas de Ramón Mercader y la del famoso doble agente Kim Philby. Todos ellos,
miembros del KGB.
Espero que os haya gustado, aunque
reconozco que me ha quedado un poco largo. Todo ello, a pesar de haber dejado
muchos más detalles sin publicar, por no alargar más este artículo.
Si los libros de historia fueran tan entretenidos como tus artículos, los chavales leerían mucho más. Bueno, a lo que iba.
ResponderEliminarA mí ya no me sorprende que escribas sobre temas que no conoce nadie, lo que demuestra que la Historia (con mayúsculas) no la hacen solamente la gente que sale en los periódicos. Es un caso fascinante el de esta mujer. Aún con unas ideas que no comparto, reconozco que tiene su mérito haberlas defendido, aunque a mi gusto quizás demasiado radical.
Sólo una cosa más. Es una trivialidad Caridad Mercader es abuela de Gay Mercader, promotor de conciertos de The Beatles, Rolling Stones, Bob Dylan y muchos más grandes en España. Curiosa familia ¿no?
Me olvidaba, enhorabuena por tus 70 seguidores.
ResponderEliminarMuy interesante artículo. Felicidades.
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario. Si lo desea, le animo a hacerse seguidor del blog.
EliminarSaludos.