Para muchos, la Navidad es una
época de esperanza. Es un momento donde todos recuerdan su vida, pero, sobre
todo, buscan que el año próximo sea mucho mejor que el anterior.

Como este es un blog dedicado a,
la Historia, esta vez voy a hablar sobre el intento de los nazis de apropiarse
del espíritu navideño, cosa que, como se ha demostrado, nunca consiguieron, ni
aún en los años en que pretendieron dominar el mundo.
Como a ellos, todo lo que oliera
a judío les echaba para atrás, pues lo primero que hicieron fue eliminar de la
fiesta la figura de Jesús, algo que ni siquiera habían intentado anteriormente
los protestantes.
Tampoco se quedaron atrás en el
tema de las tradiciones y se dedicaron a componer nuevos villancicos, para sustituir
a los tradicionales, elogiando en ellos a su ideología, por supuesto. Para eso,
tenían buenos maestros en sus filas y, además, contrataron a unos cuantos
filósofos para que les crearan una potente base ideológica al nazismo.

En busca de la divinización de su
líder, se inventaron oraciones para agradecer a Hitler los favores recibidos,
desde que éste llegó al poder. Se le consideraba una especie de salvador de su
pueblo.
Hasta se afirmaba, en una guía
para dirigentes del partido, descubierta reciente en Dresde, que los Reyes
Magos eran, nada más y nada menos, que unos obreros alemanes que acudían a
visitar a Hitler.
Los de la SS tampoco se quedaron
atrás en su paranoia y suplantaron las ceremonias habituales, como bodas y
bautizos, por otras con claro contenido
pagano. Ya lo decía Himmler: “el que aún crea que el nazismo es sólo un partido
político es que no se ha enterado de nada”.
También crearon una serie de festividades
paganas y políticas, para sustituir el tradicional calendario cristiano. Más o
menos, lo mismo que pretendieron hacer los revolucionarios franceses en el
XVIII.

Así, la Navidad alemana se pasó a
llamar “Fiesta del solsticio de invierno”, donde los jerarcas nazis celebraban
banquetes alumbrados con fogatas, al estilo de los antiguos germanos.
Los jerarcas del partido nazi también
reclutaron a un grupo de compositores y letristas que se dedicaron a modificar
radicalmente los villancicos alemanes tradicionales. En las letras de los nuevos
no se mencionaba para nada a la Virgen o al Niño Jesús y sí los paseos por el
campo y la nieve.
Se inventaron el llamado “candelabro
de Yule”, el cual estaba fabricado en arcilla y tenía grabados en su superficie
ciertos símbolos germánicos. Además, se gastaron muy poco en hacerlos, pues los
producían los presos de ciertos campos de concentración.
La tradicional corona de adviento,
que suele representar los 4 domingos de adviento, pasó a simbolizar las 4
estaciones. En lugar de construir la corona con ramas de abeto, se pasó a
hacerla con otra con forma de cruz
gamada.
Lo del árbol de Navidad les costó
más esfuerzo, así que, como no pudieron eliminarlo, se decidieron por modificar
su significado.
La verdad es que lo del árbol de
Navidad es un adorno que ha cobrado mucha fuerza. Mucha gente piensa al día de
hoy que es un adorno anglosajón y eso no es cierto. La verdad es que se impuso
en el Reino Unido, tras la llegada del príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria,
el cual era alemán.

Es curioso, porque, a pesar de no querer tener
nada que ver con Oriente, la esvástica siempre ha sido un símbolo oriental y
los arios o indoeuropeos procedían de Oriente.
El tema de los puntas de la estrella
que culmina el árbol fue más problemático. Si ponían una de 6 puntas,
recordaría a los judíos y a más de uno, le saldrían sarpullidos al verla. Mientras
que si era de 5, recordaría a los comunistas de la URSS, que no sé qué sería
peor.
Hasta se metieron con las
galletas de Navidad y quisieron convencer a las madres alemanas para que las hornearan
con forma de esvástica.
Incluso, se atrevieron con la figura de San Nicolás. No
sé si porque era cristiano o porque había nacido en lo que hoy es Turquía, pero
intentaron cambiarlo por uno de esos dioses de la mitología nórdica.

Supongo que el querer controlar
las tradiciones religiosas de un pueblo entraría dentro del intento del
Gobierno nazi de controlar a su población por todas las formas posibles.
De todas maneras, hay autores que
afirman que, tras la guerra, el próximo objetivo de Hitler era eliminar la
Iglesia católica de todos sus dominios.
En este artículo, me gustaría
dirigirme a todos aquellos que hayan perdido la esperanza. Toda esa gente que
se ha quedado sin trabajo, por culpa de la crisis o de los políticos que no han
sabido o no han querido lidiarla. Para ellos, va este mensaje de esperanza.
Si los nazis no fueron capaces de imponer estas
nuevas tradiciones, ni en su propio país, nadie podrá triunfar sobre las
esperanzas de los hombres y fracasarán, como fracasaron ellos.


Vosotros el pueblo tenéis el poder para crear esa vida libre y espléndida…para hacer de esa vida una radiante aventura. Entonces, en nombre de la democracia, utilicemos ese poder…¡unámonos todos! Luchemos por un nuevo mundo, un mundo limpio que ofrezca a todos la posibilidad de trabajar, que de a la juventud un porvenir y resguarde a los ancianos de la necesidad, prometiendo estas cosas gente ambiciosa se ha hecho con el poder, pero ¡han mentido! No han mantenido sus promesas, ¡ni las mantendrán jamás! Los dictadores se han liberado pero han domesticado al pueblo. Combatamos ahora para que se cumpla esa promesa. Combatamos por un mundo equilibrado…un mundo de ciencia en el que el Progreso lleve a todos a la felicidad. ¡Soldados! en nombre de la democracia, ¡unámonos!”
(Charlie Chaplin, El Gran Dictador, 1940)
Este es mi mensaje de esperanza
para todos aquellos que viven agobiados, bien sea por motivos económicos o políticos
e, incluso, para los que sufren persecuciones religiosas, y recordarles que
siempre, tras la tempestad viene la calma y que ya llegarán tiempos mejores,
como siempre ha ocurrido. La cuestión es no perder la esperanza.
Deseo a todos que paséis una
¡¡MUY FELIZ NAVIDAD Y UN
PRÓSPERO AÑO 2015!!
La foto mas curiosa es una donde se ve a Hitler con muchos de los jerarcas nazis en una cena navideña...como decía el comentario...nazis celebrando el nacimiento de un judío.
ResponderEliminarSeguramente, corresponderá a la época cuando el régimen nazi quería llevarse bien con los líderes religiosos de Alemania.
EliminarEl caso es que, en un principio, tuvieron bastante éxito, porque consiguieron que convencieran a muchos de sus feligreses para que les votaran.
Supongo que, más tarde, se arrepintieron de ello.
Muchas por tu comentario y saludos.