ESCRIBANO MONACAL

ESCRIBANO MONACAL
UNA GRAN OBRA MAESTRA REALIZADA EN MARFIL

martes, 4 de enero de 2022

PETER WARNER Y LOS NÁUFRAGOS DE LA ISLA DE ATA

 

Me ha llegado la noticia de que en abril de 2021 murió en un trágico accidente un marino que fue protagonista de una gesta, que fue titular de muchos periódicos en los años 60.

Nuestro personaje de hoy se llamaba Peter Raymond Warner y nació en 1931, en Melbourne (Australia). Fue el hijo menor de sir Arthur Warner, un rico fabricante de aparatos de radio y televisión.

Parece ser que a Peter no le atraía nada el mundo de los negocios, pero sí el mar. De hecho, con sólo 17 años, escapó de casa para embarcarse. Meses después, regresó y su padre le obligó a terminar la Secundaria y matricularse en la Facultad de Derecho.

Parece ser que eso tampoco era lo suyo, porque se volvió a marchar y estuvo 3 años navegando en barcos suecos y noruegos. Allí obtuvo su título para poder navegar.

A su vuelta, estuvo unos años trabajando con su padre, pero, a la vez, fundó una empresa dedicada a la pesca. Así que, de vez en cuando, navegaba con alguno de los barcos pesqueros que había adquirido para esa empresa.

Al mismo tiempo, se compró un yate, al que llamó Astor, nombre de la marca de los aparatos que fabricaban, con el que ganó varias regatas de veleros.

El 11/09/1966 sucedió el hecho que voy a narrar. Warner se hallaba navegando en uno de sus barcos pesqueros, llamado Just David, cuando, al pasar junto a la isla de Ata, vio algo que le llamó la atención.

Lo que vio es que había zonas de la isla, donde se apreciaba que la hierba había sido quemada. Era algo insólito, pues esa isla estaba deshabitada desde el siglo XIX.

Ciertamente, esa isla había estado habitada. Sin embargo, como, a mediados del XIX, algunos marinos sin escrúpulos vieron más rentable la búsqueda de esclavos que la pesca de ballenas, secuestraron a muchos de los habitantes de esas islas, para llevarlos a trabajar a Perú y el rey de Tonga decidió concentrarlos en unas pocas islas para que los pudiera proteger mejor. Esa fue la razón por la que Ata estaba deshabitada.

Por ello, Warner, decidió desembarcar para ver lo que estaba pasando y, para su sorpresa, se encontró allí 

con unos chicos, que habían naufragado cerca de esa isla.

El grupo se componía de 6 chicos, entre los 13 y los 16 años, que estudiaban en un internado de la capital de Tonga.

Parece ser que no les gustaba nada la vida en el aburrido internado católico de Saint Andrews, en Tongatapu, la capital de Tonga.

Una noche se les ocurrió la feliz idea de robar un pequeño barco de unos 7 metros de eslora y, cuando se cansaron, echaron el ancla y se dispusieron a dormir en alta mar.

De pronto, se formó una tormenta que liberó al barco, el cual fue arrastrado, durante horas, por las fuertes corrientes marinas.

La tempestad también les rompió el timón y la vela. Eso hizo que se alejasen unos 300 km de la costa.

Durante 8 días, permanecieron dentro de la nave, que ya hacía agua por todas partes, hasta que vieron una isla a lo lejos y nadaron como pudieron hasta ella.

Aunque llegaron extenuados, todos consiguieron llegar en buen estado a la playa. Luego, prepararon un sitio para guarecerse, cazaron aves marinas y recogieron huevos para alimentarse.

La isla es bastante plana, con una meseta central de unos 100 metros de altura y unas costas con muchos acantilados. La superficie total de la isla es sólo de unos 1,5 km2.

Parece ser que, a pesar de su corta edad, tuvieron siempre muy claro que cada uno dependía de los demás y hubo mucha colaboración entre todos.

Consiguieron alcanzar una de esas aldeas, donde vivieron aquellos antiguos pobladores de la isla. Lograron arreglar algunas de esas casas y capturar varios pollos, que ahora vivían en estado salvaje.

Resolvieron el problema del agua potable a base de ahuecar troncos, que se llenaban con el agua de lluvia.

Se repartieron muy eficazmente el trabajo. Unos se dedicaban a la huerta, otros a la cocina y otros vigilaban a ver si veían algún barco que los pudiera rescatar. Parece ser que vieron 4 antes del de Warner, pero ninguno se paró a rescatarlos, aunque ellos siempre tuvieron encendidas varias hogueras para que los vieran.

Cuando los rescataron, pudieron comprobar que, aparte del huerto y los árboles para almacenar agua de lluvia, habían construido un gimnasio, una pista de bádminton, una granja de pollos, etc.

Aquello no tuvo nada que ver con los supervivientes de un accidente aéreo, que aparecen en la famosa novela “El señor de las moscas” (William Golding, 1954), donde se retrata la maldad humana.

Hay que decir que, por entonces, las autoridades de Tonga acostumbraban a exiliar en islas desiertas a los que hubieran cometido algún delito grave. Así que Warner, antes de desembarcar, parece ser que consultó por radio con las autoridades de Tonga si habían exiliado a alguien en esa isla.

Curiosamente, Warner, había pedido permiso para pescar en las aguas de Tonga. Sin embargo, las autoridades de ese país se lo denegaron y vio a estos chicos cuando se hallaba en el viaje de regreso a su base.

Cuando Peter se encontró con estos chicos, le dijeron que eran 6 y que calculaban que llevaban unos 15 meses en esa isla. Parece ser que, desde la radio del barco, comunicaron esa noticia y les respondieron que aquello era un auténtico milagro, pues ya los habían dado por muertos y hasta habían celebrado sus funerales.

A su regreso a Tonga, se comprobó que todos estaban bien de salud. Incluso, uno de ellos se había roto una pierna y habían conseguido que se curase satisfactoriamente.

Lamentablemente, el dueño del barco les demandó por robo y fueron arrestados, pero por poco tiempo, porque Warner le pagó para que retirase los cargos.

Parece ser que nuestro personaje se hizo muy amigo del rey de Tonga y éste premió su hazaña con una concesión para que pescara langostas en sus aguas.

Posteriormente, se llegó a grabar un documental sobre las peripecias de estos chicos en esa isla desierta.

Evidentemente, estos hombres ya no son jóvenes, sino que pasan de los 70 y se han trasladado a vivir a otros países, como USA, Australia o Nueva Zelanda.

Posteriormente, Warner, también fue protagonista en el rescate de otros náufragos. En 1974, cuando navegaba por el mar de Tasmania para comprobar las reparaciones que le habían hecho a uno de sus barcos, se topó con unos náufragos que le hacían señales desde un pequeño arrecife.

Se trataba de la tripulación y los pasajeros de un velero, que habían quedado encallados 6 semanas antes y a los que apenas les quedaban ya provisiones.

Curiosamente, el primero que vio las señales que realizaban los náufragos con un espejo, fue uno de los chicos que Peter había rescatado en Ata y que ahora trabajaba como marinero en ese barco.

Parece ser que esta vez les costó más trabajo, porque el estado de la mar era bastante malo y los vientos soplaban muy fuertes. Así que el barco de Warner corría el peligro de chocar también con esos arrecifes. Por ello, decidieron rescatarlos con un bote, que tuvo que realizar dos viajes para llevarlos hasta el pesquero.

En los años 90, Warner, decidió dejar la pesca y dedicarse al cultivo de árboles frutales en Tonga.

Desgraciadamente, el 13/04/2011, los servicios de emergencia, lograron rescatar a dos personas que se encontraban en el agua, en un lugar llamado Lighthouse Parade, en East Ballina, junto a la desembocadura del río Richmond, en el Estado de Nueva Gales del Sur (Australia).

Parece ser que había volcado el barco en el que viajaban. Lograron salvar la vida de uno de los rescatados, que era un niño, pero no la de Peter Warner, que ya tenía 90 años y se ahogó.

 

TODAS LAS IMÁGENES PROCEDEN DE WWW.GOOGLE.ES

2 comentarios:

  1. En el artículo dice que el 13 de abril de 1931 se volcó el.barco y Peter falleció debe corregir esa nota pues fue en el 2021 el fallecimiento pues 1931 fue su año de nacimiento

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    1. Tiene razón. Lo corrijo ahora mismo. Muchas gracias y saludos.

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