ESCRIBANO MONACAL

ESCRIBANO MONACAL
UNA GRAN OBRA MAESTRA REALIZADA EN MARFIL

lunes, 5 de diciembre de 2022

EL BANDIDO CONOCIDO COMO BLACK BART

 

Hoy traigo al blog la vida de un bandido muy singular. Un hombre que escribía poemas, detestaba la violencia y no huía apresuradamente, porque no le gustaba montar a caballo.

Vayamos por partes. Charles Earl Bowles, que era así como se llamaba, nació en 1829, en Norfolk (Reino Unido).

Dos años después, su familia compuesta por sus padres y los 10 hijos, emigraron a USA y se establecieron en el condado de Jefferson, al NW del Estado de Nueva York. Su padre compró una granja y se dedicaron a la agricultura.

En la década de los 50, Charles y dos de sus hermanos, escucharon la llamada de la famosa “fiebre del oro”. Así que emigraron a California, concretamente, cerca de Sacramento.

Parece ser que no les fue nada bien. Sus dos hermanos fallecieron muy pronto, mientras que él no quiso darse por vencido y permaneció dos años más buscando oro.

En 1854, regresó al este y se casó. La pareja tuvo 4 hijos y se fueron a vivir a Illinois. Se ve que entonces prefería vivir en los sitios frescos.

Cuando estalló la guerra civil en USA, se alistó como soldado en un Regimiento de Illinois y parece que eso se le dio bastante bien. En poco tiempo, lo ascendieron a sargento.

Por lo visto, participó en la batalla de Vicksburg, donde fue herido, y en la Marcha del general Sherman hacia el mar, que le dio la puntilla final a los Estados del sur. Así que terminó la guerra con el grado de teniente.

Tras ser desmovilizado, volvió con su mujer y sus hijos. Sin embargo, no por mucho tiempo, pues muy pronto marchó de nuevo a buscar oro, pero esta vez en Montana.

Parece ser que no volvió a ver a su familia y todos pensaron que había muerto, porque no tuvieron más noticias de él.

No está muy claro lo que le ocurrió con el personal de Wells Fargo, pero lo cierto es que juró vengarse de esa compañía.

Así que se fue a California y, en 1875, robó la primera diligencia de esa empresa mediante un procedimiento muy ingenioso.

Le dijo al conductor que lanzara al suelo la caja, donde estaba el dinero de esa empresa. Le amenazó con que, si sus hombres, que le estaban apuntando desde el bosque, descubrían un movimiento extraño, le dispararían sin contemplaciones.

Nuestro personaje solía usar un saco de harina con dos agujeros para taparse la cara y un abrigo, que le estaba grande, para no ser reconocido. También, como buen británico, solía llevar un sombrero bombín.

Cuando el conductor de la diligencia fue a recuperar la caja, que ya estaba vacía y tirada entre unos árboles, se dio cuenta de que los supuestos compinches del bandolero eran unas simples ramas atadas a unos árboles, pero tan bien talladas, que, vistas desde lejos, parecían el cañón de un rifle.

Siguió atracando diligencias entre 1875 y 1883. Solía hacerlo en una carretera que unía California con Oregón, la cual pasaba a través de zonas boscosas, donde se podía esconder muy bien.

En sus atracos solía dejar escrito un poema y llegó a ser famoso por eso. También porque tenía muy buenos modales y porque nunca aceptó objetos personales de los viajeros.

En noviembre de ese último año, tras haber atracado una diligencia, uno de los pasajeros le vio huir le disparó varias veces. Parece ser que logró escapar, porque sólo le había alcanzado en una mano.

Wells Fargo contrató, para su captura, a la famosa agencia de detectives Pinkerton. Por lo visto, tras haber sido alcanzado por uno de los disparos, dejó algunos objetos suyos en el campo.

Por ejemplo, un pañuelo, que aún tenía la etiqueta de una lavandería. Esa fue la pista que condujo a su localización.

Parece ser que lo localizaron viviendo en una modesta pensión. Durante el interrogatorio, negó varias veces estar implicado en esos robos.

Sin embargo, los investigadores consiguieron que confesara, pero sólo lo hizo por robos anteriores a 1879. Evidentemente, creía que podían haber prescrito.

También dio un nombre falso. Sin embargo, hallaron su nombre en una Biblia, que le había regalado su mujer.

Posteriormente, fue juzgado sólo por el último atraco y condenado a 6 años de cárcel en la prisión de San Quintín.

Parece ser que eso le cambió la vida y hasta escribió, después de muchos años, a su mujer, la cual pensaba que estaba muerto.

Curiosamente, la pena de 6 años se redujo a 4 por buena conducta y fue liberado en enero de 1888. Parece ser que todavía le perseguía su fama, porque varios periodistas le entrevistaron a la salida de la prisión.

Él les dijo que no volvería a cometer ningún delito. No obstante, parece ser que lo vieron muy envejecido. También había perdido mucha vista y oído.

No obstante, Wells Fargo ordenó que sus detectives lo siguieran vigilando. Parece ser que regresó a su pensión de San Francisco y, unas semanas después, se trasladó a otra en una pequeña localidad de California.

Sin embargo, los detectives dicen haberle perdido la pista en marzo de ese año. Nadie sabe dónde fue a parar.

Muy pronto, hubo rumores de todo tipo. Como que la Wells Fargo le había pagado para que no volviera a robarles y desapareciera.

Otros dicen que volvió a robar diligencias, pero en otros Estados de USA y que murió, cuando estaba atracando una de ellas, pero no hay ninguna prueba sobre ello.

Una concejal de la pequeña localidad de Marysville, en California dijo que este personaje había estado trabajando, durante varios años, en la farmacia del pueblo. Murió allí y fue enterrado en el cementerio de esa ciudad.

Sin embargo, unos años después, uno de los detectives contratados por la Wells Fargo, dijo que este personaje se había ido a vivir a Japón.

También dicen que es posible que se trasladase a Nueva York, porque en 1917 apareció una esquela en un periódico neoyorquino, en la que informaba de la muerte de un tal Charles E. Boles, que era otro de los seudónimos utilizados por este personaje.

Como siempre, hubo otros delincuentes, que quisieron imitar su estilo, dejando escritos con poemas en las diligencias que acababan de atracar. Sin embargo, los detectives pudieron comprobar que el estilo no era el mismo.

Posteriormente, este personaje se hizo célebre, porque apareció en algunos comics, como los del famoso Lucky Luke.

También apareció en algunas películas y series de televisión de mediados del siglo XX. Incluso, algunos grupos musicales compusieron canciones para narrar esos hechos.

Actualmente, hay varios pueblos donde se celebran fiestas para recordar a este personaje y hasta se colocaron placas para rememorar sus “hazañas”.

 

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