Es curiosa la forma en que los
franceses manejan la información y lo bien que nos venden su país, como si
fuera, literalmente, el paraíso. Eso ya lo comprobaron los exiliados en carne
propia, cuando tuvieron que salir pitando de aquí al final de la guerra civil.
Por otra parte, siempre nos han
echado en cara a los españoles que hayamos vivido tanto tiempo soportando una
dictadura. Con esta entrada, simplemente, me gustaría demostrar que allí
tuvieron una situación política parecida, pero siempre la han llamado de otra
forma.
Al llegar a las elecciones de
1956, la situación era complicada, pues, aunque la economía del país iba creciendo,
la política no acababa de remontar tras la II Guerra Mundial y, además, en
1954, habían sufrido un gran varapalo al ser derrotados en la famosa guerra de
Indochina.
Esta derrota no sólo afectó a
Francia, sino también a USA, que le apoyó descaradamente en la guerra. Casi
todo el material militar utilizado allí por los franceses les había sido cedido
por los USA. Es posible que lo hicieran con objeto de no tener que mandar sus tropas para defender
ante los comunistas el reparto del mundo que hicieron los dirigentes aliados en
la reunión de Yalta.
Sólo hay que ver que, tras la retirada
francesa, los USA ocuparon inmediatamente su lugar, lo cual dio lugar a la
impopular guerra de Vietnam.
Bien, siguiendo con el panorama
de 1956, En Francia, los electores no sabían muy bien a quién votar y
consideraban demasiado tradicionales a los partidos mayoritarios por lo que no
les parecían adecuados para sacarles de ese atolladero.
Aparte de eso, en Argelia había
surgido otro movimiento de independencia muy fuerte. Eso era muy preocupante,
pues Francia había pensado en mejorar su situación económica a base de explotar
aún más a las colonias y no podía permitir ahora que se le rebelaran. De hecho,
España no puso ningún reparo a Marruecos para conseguir su independencia, al
contrario de lo que hizo Francia.
Como los militares franceses,
esos que piensan, más o menos, que son discípulos de Marte, tuvieron
que soportar esa inexplicable derrota en el territorio asiático, ahora
estaban echando el resto en Argelia.
Habían conseguido del Gobierno
que les enviara nada menos que unos 400.000 soldados a ese territorio africano,
para pacificarlo. Algo un poco extraño para una guerra no declarada. Esta vez
sabían que nadie les iba a admitir un fallo.
La situación empeoró tras la
publicación de un
libro llamado “La question”, escrito por Henry Alleg, el cual
nos va contando en sus páginas cómo fue detenido y torturado salvajemente en
Argelia por el Ejército francés. Algo impensable con un ciudadano francés.
Esta obra creó un escándalo sin
precedentes en Francia y, como al Gobierno no se le ocurrió otra tontería que
prohibir su publicación, pues la cosa se puso peor.
Además, a causa de un error de la
aviación francesa, bombardearon un pueblo en Túnez, matando a bastante gente.
Estos acontecimientos hacen que
el Gobierno dimita y el presidente de la República, René Coty, busque
tenazmente a un sustituto para el cargo de Presidente del Gobierno.
Tras muchas gestiones, consigue
que acepte el cargo Pierre Pflimlin, un político muy mal visto por el Ejército
a causa de sus ideas pacifistas.
Ahora los militares, conscientes
de su fuerza, se erigen, como siempre, en salvadores de la Patria, y nada menos
que se atreven a exigirle al presidente Coty que cese a Pflimlin y ponga en su
lugar al general De Gaulle.
Las amenazas son muy serias, pues
se descubren unos planes para tomar París con
blindados y ocupar las principales ciudades con lanzamiento de
paracaidistas.
De Gaulle, en cambio, toma la
postura que más le interesa, la cual consiste en no pronunciarse sobre el tema
y dejar que el tiempo corra a su favor. Les dice en privado a sus seguidores:
“no hay que tomar el poder, basta con recogerlo”.
No pueden admitir que, tras la publicación
del citado libro, se haya nombrado una comisión para vigilarles de cerca.
El nombramiento de Pflimlin se
hace efectivo en mayo del 58 y la noticia cae como una bomba en Argel. Allí, un
nutrido grupo de colonos toma el palacio del gobernador y el Ejército se suma a
la protesta, formando un comité de salvación pública, bajo las órdenes del
general Massu.
El 15 de mayo, De Gaulle, ya toma
una postura públicamente y se ofrece como candidato a la presidencia. Critica
la pasividad del Gobierno y el sistema partidista. Así que pide plenos poderes
para acabar con el caos y reformar la política del país.
Como Montesquieu, dice que hay 3
poderes, pero los enumera de una forma diferente. Dice que él tiene el poder
moral, el Gobierno tiene el poder legal en París, pero el poder real en ese momento
está nada menos que en Argel.
Algunos políticos, como el joven
Mitterrand, dicen que el general intenta chantajear a Francia, amenazándola con
un posible golpe de estado o, incluso, una guerra civil.
A finales de mayo, a Pflimlin no
le queda otra que dimitir y dejar paso a De Gaulle, el cual, antes de
aceptarlo, reclama el visto bueno de los sublevados en Argel.
Además, consciente de su fuerza,
le exige al presidente Coty plenos poderes durante 6 meses y unos poderes
constituyentes para cambiar la constitución
de la IV República. Algo parecido a los dictadores de la antigua Roma.
Así, al presidente Coty y a la Asamblea
Nacional no les quedó otra que plegarse a las exigencias del general y a primeros
de junio le concedieron esos poderes.
Incluso, según parece, el mismo
Coty amenazó con dimitir si la Asamblea no aprobaba el nombramiento de De Gaulle.
No obstante, a final de año dimitió el mismo Coty y le sucedió De Gaulle, como
nuevo presidente de la República.
En 1959 acabaron la redacción de
la nueva constitución de la V República, la cual fue aprobada en un referéndum.
No hará falta indicar que la
nueva constitución aumentó los poderes del presidente de la V República,
pasando a un primer plano de la política, no como sucede en otros países como
Italia o Alemania.
Más tarde, como De Gaulle, que
había estado alejado de la política desde 1947, se empeñó en cerrar el
conflicto de Argelia a base de reunirse con los bandos implicados en el mismo.
Eso no gustó nada ni a los colonos ni al Ejército francés.
Por ello, en 1961, pretendieron
dar otro golpe de Estado, pero como esta vez había un militar a la cabeza de la
República, el golpe fue derrotado y los golpistas, encarcelados o exiliados.
El gran problema es que las
conversaciones de paz demostraron que las comunidades de colonos franceses y
los argelinos eran totalmente incompatibles. Así que Francia tuvo que tomar
medidas urgentes para evacuar a esa enorme cantidad de gente al territorio
europeo, para prevenir posibles masacres.
Aunque fue siempre muy criticado
por haber abandonado Argelia, con el tiempo se demostró que fue la mejor
solución para ambas naciones, porque Francia ya no era la potencia militar que
fue en el pasado.
De Gaulle siempre tuvo una idea
de Francia como algo que venía de la Antigüedad y que había que proteger por
encima de todo, incluidos los partidos. Consideraba que sólo él tenía la
potestad suficiente para hacerlo, pues la había salvado en 1940.
El Gobierno formado por el
general en 1958 era de una dudosa legalidad, pero consiguió aunar los esfuerzos
de varias fuerzas políticas. También incorporó a su Gabinete a varios tecnócratas,
como el futuro presidente Pompidou, que fue su mano derecha y, más tarde, su
sucesor.
Una entrada muy interesante, sobre un tema del que, debo reconocer, sabía muy poco. Aliado, tienes la habilidad de dar con temas muy poco conocidos pero muy ilustrativos.
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado. Es una pena que no pueda saber si al resto de la gente le gustan estos temas, porque no suelen hacer comentarios.
ResponderEliminarComo siempre, muchas gracias.
Es verdad, no se suelen hacer comentarios, pero te aseguro que los temas son muy interesantes y poco conocidos. Enhorabuena.
ResponderEliminarA mí, francamente, me parece bastante ridículo que la gente no quiera comentar nada, porque, si lo hace como "Anónimo", nadie va a saber nunca quién es y a mí me animarían a escribir más artículos. Esa es una de las razones por las que cada vez escribo menos.
ResponderEliminarMuchas gracias y saludos.
A mi también me ha gustado mucho, por favor, no dejes de escribir..
ResponderEliminarEste en particular es un tema apasionante.
ResponderEliminarLo aprendí a través de las novelas de J. Larteguy que se llaman "Los Centuriones" y "Los Pretorianos" que narran los sucesos del Mayo Frances desde la visión de un grupo soldados del Regimiento Colonial de Paracaidistas que primero sufrieron la derrota en la Indochina Francesa y luego llegaron a Argelia para tratar de ganar una guerra que evidentemente ya estaba perdida.
Me alegro que te haya gustado. Espero que me des también tu opinión acerca de otros artículos que ya he publicado en este blog.
EliminarMuchas gracias y saludos.
Muchas gracias por tu interesante artículo. No conocía la forma de acceso al poder Degaulle, aunque nunca me gustó desde que me enteré del maltrato que dio a los republicanos españoles que lucharon contra los alemanes encuadrados en el ejercito francés, tratando incluso de devolverlos a una España en la que les esperaba un paredón. Lo impidió el malogrado Lecrec, a cuyas órdenes lucharon muchos en unidades de choque y les estaba muy agradecido. Su ramalazo de espadón siempre lo tuvo, pero el pueblo lo consideraba su libertador y le perdonó muchas cosas hasta que lo echó via referendum
ResponderEliminarYa sabemos que los franceses son gentes de memoria selectiva y sólo recuerdan lo que les interesa. De esto no suelen acordarse. Muchas gracias por su comentario y saludos.
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