Como casi
siempre, cuando me muevo por Internet a fin de buscar nuevos datos para añadir
a alguna de mis entradas, encuentro a muchos personajes de los cuales jamás
había oído hablar.
Para
ir ya al grano, esta vez os presento a un personaje muy curioso. Se llamaba
Diego Jaén Botella y nació en Elche (Alicante) en 1900.
Como
supongo que procedería de una familia modesta, hizo lo que muchos de los jóvenes
de esa época, estudiar en un seminario. La diferencia está en que él siguió y
fue ordenado sacerdote con 22 años, siendo destinado a Melilla.
Allí
trabajó en la parroquia de la medalla Milagrosa, sita en el barrio de la batería
J, donde conocería muy de cerca las necesidades del pueblo llano. También fue
capellán del Hospital de la Cruz Roja de la misma ciudad.
Además,
daba clases en las escuelas del Ave María, donde también enseñaba la catequesis
a los niños de la zona y los domingos solía invitarles a desayunar en la
escuela.
Así
que, en 1931, se decidió a abandonar su profesión, dedicándose por entero a la
política, dentro del PSOE. Supongo que eso nunca se lo perdonaron sus antiguos
colegas de profesión. A lo mejor, si se hubiera decidido por un partido de
derechas, lo hubieran asimilado mejor. De todas formas, la suya fue una postura
muy valiente en una ciudad tan pequeña y, además, dominada por el estamento
militar.
Es
curioso, porque, actualmente, la Iglesia moderna sigue estos caminos y no los
de la intolerancia que sostenía en ese momento.
Se
sabe que dio su primer mitin en la plaza de toros de esa ciudad el 21/06/1931,
durante la campaña electoral para las Cortes Constituyentes.
Como
aún era joven, militó en las Juventudes Socialistas y en la UGT. Creo recordar
que, en esa época, si eras del PSOE era obligatorio ser también de la UGT.
En
junio de 1933 fue elegido, en el primer congreso de la UGT de Melilla,
secretario de la misma.
También
participó en la reñida campaña electoral para las Cortes de 1933, dirigiéndose
a los asistentes que acudieron a un mitin en el Salón Imperial.
Más
tarde se fue radicalizando y se unió a la corriente del PSOE capitaneada por
Largo Caballero, algo que no pasaría desapercibido por la derecha melillense,
ni por la Iglesia, claro.
En
1935 participó en un ho
menaje al fundador del PSOE y la UGT (apodado el abuelo),
Pablo Iglesias, en el décimo aniversario de su muerte. En este mitin
participaron otros conocidos líderes del PSOE de Melilla.
En
un mitin en el cine Goya, celebrado en enero del 36, al que asistieron tanto
las Juventudes Socialistas como las
Comunistas, se mostró partidario de la unión de
las izquierdas. Incluso invitó
a que las centrales UGT y CNT se unieran en un solo sindicato. Propugnaba la creación
de una república de tipo socialista en toda la Península Ibérica.
En
marzo del 36 participó en un mitin en Málaga, representando a los socialistas
de su ciudad, donde volvió a pedir la unión de toda la izquierda contra el amenazante
fascismo.
Más
tarde, fue elegido compromisario para las elecciones a la presidencia de la II
República. Lo cual fue normal, porque era el único candidato. Hay que explicar
que el sistema de elección de los presidentes de la II República era parecido
al que existe actualmente en los USA.
El
01/06/1936 dio otro de sus mítines en Melilla, organizado por la Unión de Estudiantes
Antifascistas de esa ciudad, donde pidió al Gobierno del Frente Popular la
mejora de las condiciones de vida de los obreros.
En
sus intervenciones solían mencionar que, si volviera Jesucristo, se hallaría
con toda seguridad entre los pobres de la Tierra. Además, decía que no se podía
permitir que las derechas se escuden en el nombre de Cristo para mantener sojuzgado
al pueb
lo. Así que podemos ver que, aunque rompió totalmente con la Iglesia
católica no lo hizo con sus creencias cristianas.
Como
todo el mundo sabe a estas alturas, el golpe que dio lugar a la Guerra Civil se
inició el 17 de julio de 1936 en Melilla. Así que a los golpistas les fue muy fácil
detener a la gente de izquierdas de esa población y, entre ellos, a nuestro personaje.
Se
dicen muchas cosas acerca de lo que ocurrió después. Unos mencionan que fue
encerrado en una jaula y expuesto en un parque público a las burlas de sus
oponentes políticos.
Otros
dicen que fue llevado a la alcazaba de Zeluán, donde se le infligieron todo
tipo de torturas, como latigazos, arrancarle uñas y dientes, etc. Incluso,
algunos afirman que fue quemado vivo, pero lo ha desmentido su familia.
Al
final, fue asesinado en la madrugada del día 8 de octubre de 1936 y no se sabe
dónde fue enterrado. Unas horas antes pudieron visitarle su mujer, Isabel
Martínez, y su pequeña hija. También fue asistido por un capuchino, fray Pedro
María de Málaga.
Parece
ser que su mujer, en un principio, también fue detenida, pero luego la dejaron
libre. Se quedó viuda con una niña de 2 años y embarazada de otra.
Se me han puesto los pelos de punta. Mi abuelo nació en 1900 y murió también en 1936, pero un mes antes. No era cura, pero dio la cara por unas monjas cuando empezaron las persecuciones contra los religiosos. Cuántas historias como las de Diego Jaén y mi abuelo se hubieran evitado si no fuera por los fanatismos y los egoísmos personales.
ResponderEliminarYo creo que hubo intolerancia por ambas partes, sin embargo, los Gobiernos de la II República, en lugar de poner paz, fomentaron aún más esa intransigencia.
ResponderEliminarSaludos.
A los curas que auxiliaron a los gudaris vascos los cazaron como a moscas y los encerraron, con Besteiro, en la cárcel de Carmona. Sin embargo, en este caso, además, el antiguo sacerdote se había pasado al Frente Popular y eso le pareció intolerable a la gente de la derecha.
ResponderEliminarSaludos.
Escrito por el conocido y fallecido escritor José Luis de Vilallonga:
ResponderEliminar"Querida Charmion: ayer recordaba yo por teléfono con un amigo de mi edad, compañero durante el ataque al "cinturón de hierro" que defendía Bilbao, que nuestro coronel, don Joaquín Gual de Torella -un mallorquín de buena cuna amigo de mi familia de toda la vida-, había dado la orden de no capturar vivo a ningún cura vasco cogido con las armas en la mano. "
"La orden de cargarse sin más a los curas vascos que cayeran en nuestras manos la dio el coronel al salir del opíparo desayuno que nos ofrecía todos los domingos después de la misa. A algunos de los jóvenes oficiales que estábamos bajo el mando de Gual de Torella aquella orden nos pareció exagerada porque dejaba claro que bastaba ser vasco, cura y combatiente para merecer la muerte. La orden del coronel se cumplió a rajatabla aunque algunos de nosotros, más cristianos que católicos, dejamos escapar a algunos curas aun a sabiendas de que nos jugábamos nuestras propias vidas. "
Saludos.
Diego Jaen Botella era mi abuelo . Soy la hija mayor de Consuelo la nina de 2 anos qui fue detenida con su madre Isabel Martinez Jaen . No he concido a mi abuelo pero mi abuela Isabel siempre nos hablaba de el.
ResponderEliminarHoy una parte de la familia sigue viviendo en melilla , otra parte esta en Francia
gracias por este papel
saludos
Muchísimas gracias a Vd. por su comentario.
EliminarPara mí, ha sido todo un placer escribir un artículo sobre su abuelo, porque me parece que fue un gran hombre. Algo que no se puede decir de los políticos actuales.
Muchas gracias de nuevo y saludos.
Actualmente escribo un Cuaderno de la Memoria sobre otro sacerdote español, nacido también en Alicante y considerado un héroe popular en Chile. Ya que luchó en la resistencia contra la dictadura Militar derechista de Pinochet y es un detenido desaparecido. El sacerdote al cual me refiero se llamó Antonio LLidó Mengual. Miembro de la Agrupación Cristianos Por el Socialismo.Perseguido por la Jerarquía de Iglesia Católica, tanto de España como de Chile, por el Imperialismo, y por el Vaticano. Justicia para él y los sacerdotes asesinados por la Dictadura de derecha.
ResponderEliminarHe de reconocer que no conocía la historia del sacerdote Llidó. Así que la he estado mirando en Wikipedia. Allí se dan bastantes datos sobre él y se dice que desapareció durante la dictadura de Pinochet. Sin embargo, salvo error, no veo que estuviera perseguido por la Iglesia católica española. Es más, a partir del Concilio Vaticano II, casi toda la Iglesia católica, empezando por el Papa Pablo VI, fueron enemigos del régimen de Franco.Evidentemente, aquí hubo unos clérigos que pensaban de una manera y otros de otra. No hay que olvidar que los republicanos asesinaron vilmente a miles de clérigos, durante la Guerra Civil.
EliminarSaludos.