ESCRIBANO MONACAL

ESCRIBANO MONACAL
UNA GRAN OBRA MAESTRA REALIZADA EN MARFIL

domingo, 15 de junio de 2025

IRENE POLO, TODA UNA DESCONOCIDA

 

Empiezo por mencionar que algunos me han dicho que sólo hago artículos sobre gente muy rara. La verdad es que suelo escribir sobre gente poco conocida, porque, para escribir sobre los famosos, ya están los que se ganan la vida con esto, que no es mi caso.

Como anécdota, puedo decir que, hace unos días, estuve visitando la Feria del Libro de Madrid y se me ocurrió preguntar en varias casetas, si tenían algún libro sobre este personaje. Curiosamente, todos me respondieron que no sabían quién era.

Nuestro personaje de hoy se llamaba Irene Polo Roig. Nació en 1909 en Barcelona, aunque también hay quien dice que nació un año antes.

Su padre era un guardia civil, llamado Antonio Polo Giró y su madre era Francisca Roig Arnau, ambos leridanos. Algunos autores dicen que su padre era sargento de la Guardia Civil.

Irene tuvo dos hermanas, llamadas María y Rosario, a las que les llevaba 3 y 5 años y con las que siempre estuvo muy unida. Parece ser que María siempre vivió con la familia, porque se hallaba enferma.

Hay quien dice que la economía familiar no era muy boyante, porque su padre era demasiado amigo de ir de copas y también muy mujeriego. Aparte de que no se llevaba muy bien con su esposa.

Parece ser que su padre murió en 1927, aunque desconozco la causa de su muerte. Así que Irene tuvo que ayudar a su madre para sacar adelante a su familia.

Por entonces, vivían en el barcelonés barrio de Poble Sec. Un barrio que entonces estaba a medio construir y donde vivían unas familias muy modestas.

Es posible que a muchos les suene el nombre de este barrio, porque fue donde nació el genial cantante Joan Manuel Serrat.

Parece ser que Irene tuvo una educación muy básica. Sin embargo, se le debían de dar bien los idiomas, porque aprendió francés e inglés. Algo que le sería muy útil en el futuro.

Por lo visto, era una mujer muy decidida. Supongo que pensaría que no perdería mucho si fracasaba, porque ya se hallaba bastante abajo socialmente.

Así que ese rasgo de su personalidad la hizo triunfar. Parece ser que comenzó trabajando como publicista para la productora cinematográfica francesa Gaumont. Es posible que así se fuera dando a conocer entre las revistas, que publicaban críticas de los estrenos de cine y de esa manera empezó su carrera periodística en El día gráfico. Estas publicaciones sobre cine se editaban en Barcelona, pero luego se vendían en el resto de España.

Por lo visto, una de sus muchas tareas fue la de traducir artículos sobre cine, publicados en revistas extranjeras, para reproducirlos en la suya.

A partir de entonces, probó suerte en varios periódicos y revistas barcelonesas. Entre ellas, Imatges, Mirador, La Rambla, L’Opinió, L’Instant, Meridiá, la Humanitat, Última Hora, Las Noticias, etc.

Nunca fue una periodista corriente, sino alguien que inyectó aire fresco al periodismo. Casi nunca estaba en la redacción. Era más partidaria de recorrer las calles buscando alguna exclusiva y eso hizo que fuera muy admirada entre sus colegas. Por ejemplo, se cuenta que, durante una huelga de mineros, bajó hasta el fondo de la mina para entrevistarlos.

A partir de 1930, la encontramos trabajando, a la vez en el diario Las Noticias y en la revista Imatges, dedicada al mundo del cine y a los reportajes de actualidad. Este último dejó de publicarse a finales de ese año.

Curiosamente, Antoni López i Llausás fue el propietario de la Librería Catalonia y también de la revista Imatges. Tras la guerra civil, se exilió en Argentina, fundando la Editorial Sudamericana, la cual fue la que publicó la primera edición de “Cien años de soledad”, de Gabriel García Márquez.

Precisamente, una de las entrevistas que realizó Irene para Las Noticias fue a la niña Teresita Guitart, la cual apareció en mi anterior artículo sobre Enriqueta Martí, la vampira del Rabal.

Ciertamente, Irene encontró en las entrevistas a personas corrientes un filón que no había sido explotado hasta entonces. Eso atrajo a muchos lectores, porque eran gentes de las que nunca se había hablado.

La llegada de la II República dejó a mucha gente en el paro y supongo que esa fijación suya por entrevistar a la gente, que estaba en las colas de los comedores de caridad, no le haría mucha gracia a los gobernantes republicanos.

También parece ser que su caída en desgracia vino motivada por un hecho muy concreto. Por lo visto, el propietario del periódico Las Noticias reunió a la plantilla para informarles de que la situación económica no era muy buena y eso traería como consecuencia de que les iban a rebajar a todos el sueldo. Por lo visto, Irene se manifestó, públicamente, en contra, y eso dio lugar a que la echaran del periódico.

No sé si también influiría en estas pérdidas la fracasada aventura del propietario, Rafael Roldós, reputado publicista, que había fusionado su empresa con la otra gran agencia barcelonesa de publicidad, Los Tiroleses. De ahí surgió la agencia de publicidad Roldós-Los Tiroleses, que sólo estuvo en vigor entre 1929 y 1931.

Se ve que andaría un poco escasa de ofertas de trabajo. Así que tuvo que aceptar una del diario L’Humanitat, un periódico dirigido por el propio Lluis Companys y al que muchos calificaban como el diario oficial de ERC. Una ideología, que no tenía nada que ver con la de Polo, que siempre se manifestó como de centro-izquierda, pero no nacionalista y muchos menos independentista.

En 1932 empezó a trabajar para la revista L’Opinió, de la que llegó a ser redactora jefa. Algo inaudito para una persona tan joven como ella.

Este diario también era partidario del nacionalismo  catalán y fue cerrado en 1934, después de la sublevación de la Generalitat, al frente de la cual se hallaba el propio Companys.

Parece ser que en este periódico empezó a escribir reportajes de contenido político. Algo que ya había hecho, unos años antes, en Imatges, bajo la dirección de Josep María Planes.

Por lo visto, tanto ella como Planes fueron muy críticos con los actos violentos realizados tanto por las fuerzas de ultraderecha como las de ultraizquierda y, más concretamente, con la CNT-FAI. Así que, como se suele decir, es muy probable que estos “les tomaran la matrícula”, como contaré más adelante.

Posteriormente, fichó por L’Instant, un diario vespertino, donde la destinaron al área de información local.

La última redacción en la que trabajó fue en diario liberal Última Hora. Allí también ocupó el puesto de redactora jefa y supongo que sería donde entrevistó a la famosa actriz catalana Margarita Xirgu.

Margarita y su compañía teatral iban a iniciar una gira por Hispanoamérica. Como ella era muy amiga de Federico García Lorca quiso que se uniera a ellos. Como no aceptó, quiso fichar a Rafael Rodriguez Rapún, como secretario, que se hallaba muy unido al poeta, y que también había trabajado en ese puesto en la compañía teatral de La Barraca, pero éste tampoco pudo ir.

Parece ser que, cuando Irene entrevistó a Xirgu, le impactó, muy positivamente, la personalidad de esta gran actriz. Supongo que ésta se daría cuenta y le propuso incorporarse a la compañía en calidad de representante y publicista y ella aceptó.

Como Irene Polo era lesbiana, hay quien dice que aceptó, porque se había enamorado de Margarita Xirgu, pero no hay nada claro sobre eso.

Parece ser que la noticia de que Irene Polo iba a irse a la gira de la compañía de Margarita Xirgu fue algo que corrió como la pólvora entre las redacciones barcelonesas. Así que, antes de su partida, le ofrecieron una cena-homenaje con un centenar de asistentes.

A finales de enero de 1936 toda la compañía teatral de Margarit Xirgu embarcó rumbo a Cuba para una gira que habría de durar 2 años.

Ni siquiera pudieron votar en las elecciones, que dieron la victoria al Frente Popular, las cuales se celebraron en febrero de ese mismo año.

Supongo que Federico no aceptaría la propuesta, porque, visto cómo estaba el ambiente, querría estar con su familia en Granada y celebrar allí su santo. Casualmente, San Federico se celebra el 18 de julio.

Volviendo a Irene, la gira duró casi 3 años, durante los cuales recorrieron varios países de Hispanoamérica, en los que ella iba firmando los contratos y preparando la llegada del resto de la compañía.

A partir de mediados de 1937, a la vista de que no podrían regresar a causa de la guerra civil, Irene fijó su residencia en Buenos Aires, aunque solía desplazarse a los nuevos lugares en los que actuaba la compañía.

En la capital argentina coincidió con el periodista y amigo Francisco Madrid, que también tuvo que salir huyendo de España, porque estuvo a punto de ser fusilado por los milicianos de la CNT. De hecho, lo tuvo que esconder el propio Companys, ya que había sido su secretario en el gobierno catalán.

Según algunos testimonios, Irene se aclimató con mucha rapidez a la vida intelectual bonaerense. Sin embargo, como siempre estuvo muy unida a su familia, hizo múltiples gestiones para reclamarlas.

En mayo de 1939 consigue que embarquen y lleguen a Argentina. Venían su madre y sus dos hermanas.  Sin embargo, Rosario, la hermana pequeña, pronto se fue a vivir con su marido, el crítico de arte y marchante, Joan Merlí, que también había conseguido exiliarse en Argentina.

Parece ser que ahí empezaron los problemas económicos de Irene. Ese año, Xirgu disuelve su compañía por estar enferma y se trasladó a Chile para recuperarse.

Así que, gracias a sus muchas amistades, Irene, pronto consiguió un trabajo como traductora en la Editorial Losada, que había sido fundada el año anterior.

Curiosamente, el fundador de la Editorial Losada fue Gonzalo Losada Benítez, que, hasta ese momento, había sido el director de la Editorial Espasa-Calpe en Argentina. Sin embargo, como era de ideas republicanas, no aceptó el nuevo rumbo franquista de esa editorial y fundó la suya propia.

Posteriormente, Irene, consiguió un trabajo como secretaria y publicista en la fábrica de perfumes Dana, que se acababa de inaugurar en esa ciudad.

Aunque empieza a irle bastante bien en este trabajo, sin embargo, muchos amigos suyos afirman que Irene cayó en un estado depresivo.

Algunos afirman que podría haber sido por un amor no correspondido. Muchos dicen que podría referirse a Margarita Xirgu, pero no parece cierto. Sin embargo, se sabe que mantuvo relaciones con una diplomática de la Embajada de México en Argentina y que luego fue trasladada a otro país.

Sin embargo, los que la conocieron más a fondo, sostienen que su depresión podría haber sido debida a no poder regresar a España para seguir ejerciendo el periodismo, que era lo que más le gustaba, y al avance del nazismo al comienzo de la II Guerra Mundial.

Algo parecido a lo que le ocurrió al famoso escritor austriaco Stefan Zweig, que se suicidó con su mujer en Brasil y ella supongo que debió conocer este hecho, porque la noticia apareció en todos los periódicos.

Todo ello desembocó en que, a principios de abril de 1942, se subió a la terraza del edificio en el que vivía en Buenos Aires y, según informó la Policía, se suicidó tirándose al vacío.

A mí se me había ocurrido pensar que la KGB o la FAI en el extranjero había tenido algo que ver en ello, porque esos no suelen perdonar a los que les critican, pero parece ser que fue un suicidio.

Para terminar, voy a narrar el caso de Josep María Planes. Se trataba de otro joven periodista, especializado en el periodismo de investigación y que fue el director de Irene en la revista Imatges, donde denunciaron a los que ejercían la violencia en las calles.

A pesar de que, cuando se inició la sublevación del 18/07/1936, se pronunció, públicamente, a favor del Gobierno republicano, en la CNT no le perdonaron que hubiera publicado unos artículos sobre los asesinatos de los hermanos Badía, a manos de la FAI.

Supongo que alguien le avisaría de que lo estaban buscando y llamó a algunos amigos para que lo ayudaran.

Parece ser que el poeta Josep María de Segarra le facilitó la entrada en el piso de un amigo, que se hallaba deshabitado.

Curiosamente, este piso se hallaba en la calle Muntaner, esquina a la plaza Adriano. La misma calle en la que, unos meses antes, habían asesinado a los hermanos Badía.

Por lo visto, como ya era el mes de agosto de 1936 y hacía mucho calor, Planes salió al balcón de la casa para fumarse un cigarrillo.

Parece ser que alguien lo denunció, confundiéndolo con un cura. Eso motivó que una patrulla de milicianos de la CNT forzara la puerta, lo detuviera y, al día siguiente, encontraran su cadáver en la carretera de la Arrabasada. Sólo tenía 29 años. No sé si Irene se enteró de ello, pero supongo que habría sido un duro golpe, porque eran muy amigos.

 

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