Su nombre completo fue Ilse
Frieda Gertrude Stöbe y nació en Berlín a mediados de mayo de 1911.
Nació en el seno de una familia
muy modesta. Sin embargo, aún les fue peor cuando su padre, que era carpintero,
abandonó a la familia, dejando a Ilse y a su hermano al cuidado de su madre.
Ese hermano era 8 años mayor que ella, porque había sido fruto del primer
matrimonio de su madre.
Ilse completó sus estudios
primarios. Luego pasó a estudiar en la Escuela de Comercio y, posteriormente,
realizó un curso para secretaria.
En 1931, conoció a Rudolf
Herrnstadt, al cual mencioné en mi anterior artículo. Se trataba de un
comunista y judío alemán, que trabajaba para la Inteligencia militar de la URSS
(GRU) y la fichó también a ella. Juntos formaron una red de espías en Alemania.
Supongo que, para no llamar
demasiado la atención, Ilse, se afilió al Partido Nazi de Alemania.
Hay que hacer un inciso, porque no
hay que olvidar que Hitler llegó al poder en 1933. No podía haber llegado antes,
porque tenía nacionalidad austriaca y hasta 1932 no le dieron la nacionalidad alemana.
A pesar de haber combatido en la I Guerra Mundial en el Ejército alemán.
En Varsovia, Ilse, conoció a
Scheliha, que trabajaba en la Embajada alemana. Supongo que, por mediación
suya, la nombraron agregada cultural del Ministerio de Asuntos Exteriores de
Alemania en Varsovia.
Poco antes de suceder la invasión
de Polonia, Ilse, volvió a su país, donde trabajó, primero en una empresa de
publicidad, en Dresde, y luego en la sede central del Ministerio de Asuntos
Exteriores.
Parece ser que, a finales de
1940, Alta, que era el apodo de Ilse, dentro del GRU, transmitió a Moscú la
noticia de la próxima invasión de la URSS. Un dato que, por lo visto, le había
dado von Scheliha.
No me ha quedado claro si ella se
casó con otro periodista, llamado Karl Helfrich, aunque, según parece, vivían
juntos en un apartamento de ella, en el barrio berlinés de Charlottenburg.
Sin embargo, la Inteligencia
alemana, había interceptado esas comunicaciones y, por ello, detuvo a Ilse el
12/09/1942, porque en esos mensajes figuraba su domicilio.
Unos días después, cuando
Heinrich Könen, que era el agente soviético, que había sido lanzado en
paracaídas, llegó al domicilio de Ilse, se encontró con que le estaban
esperando varios agentes de la Gestapo para detenerle.
Karl Helfrich también fue
arrestado, cuando llegó al piso, donde vivía con Ilse. Éste tuvo más suerte.
Primero, fue enviado al mismo campo, para luego ser trasladado al de Mauthausen
y allí permaneció hasta que fue liberado por los soviéticos.
Como ya mencioné en mi anterior
artículo, von Scheliha y ella, fueron juzgados y condenados por un alto
tribunal militar el 14/12/1942 y ejecutados el 22 del mismo mes. En el caso de
ella, por medio de la guillotina, que era el medio legal de ejecución para
delitos comunes. Mientras que a él lo ahorcaron colgado de un gancho para
aumentar el sufrimiento durante un mayor período de tiempo. Algo que era ilegal
en Alemania.
Se cree que sus restos mortales
podrían haberse usado para la investigación, porque no se sabe que fuera
enterrada en ningún sitio.
Algún autor sugiere que también
hubo una lucha política en torno a Ilse. Parece ser que Himmler, que le tenía
un odio enorme a Ribbentrop, llevó su informe a Hitler para decir que el
Ministerio de Asuntos Exteriores estaba lleno de espías.
No quedó ahí la cosa. La madre de
Ilse, Frida Schumann, también fue arrestada y enviada al campo de concentración
de Ravensbrück, en el que falleció en 1943 a causa del maltrato recibido.
Por lo que se refiere a su
hermano, Kurt Müller, que también era carpintero, como su padre, en un principio,
consiguió evitar su arresto. Sin embargo, luego fue detenido en septiembre de
1943, en una redada contra una red de espionaje a la que pertenecía, llamada la
Unión Europea.
También fue sometido a duros
interrogatorios y torturas, donde, según parece, contó muchos detalles sobre su
familia. Parece ser que le golpearon tan fuertemente que le dejaron ciego. Finalmente,
fue juzgado y ejecutado en junio de 1944.
Curiosamente, como los miembros
de la Orquesta Roja habían enviado cientos de mensajes a Moscú, avisando de la
inminente invasión de la URSS, y Stalin no les había hecho caso, éste ideó una
forma de silenciarlos. Por lo visto, durante la posguerra, muchos de los
supervivientes de ese grupo, se marcharon a la URSS o a sus países satélites. Pues
bien, Stalin, ordenó que los detuvieran y los enviaran a Siberia, para que no
contaran lo que sabían y le pudieran quedar en ridículo.
En 1969, se le concedió la
insignia de la Orden de la Bandera Roja. Lógicamente, a título póstumo.
En 2014, el Ministerio de Asuntos
Exteriores de Alemania, para el que trabajó Ilse, le hizo un homenaje a ella y
a otros luchadores contra el nazismo.
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