Hoy traigo al blog un personaje
bastante desconocido, reconozco que yo mismo, hasta hace unos días, tampoco
sabía mucho de él. Incluso, tiene un nombre un poco difícil de pronunciar.
La
verdad es que viendo todo lo que hizo este hombre durante su vida, te dan ganas
de llorar, como hizo Julio César ante la tumba de Alejandro, cuando dijo, entre
lágrimas, que Alejandro, a su edad, ya había conquistado medio mundo y él
todavía no había hecho nada importante.
Nuestro
personaje nació en la antigua Cristianía, hoy llamada Oslo, capital de Noruega,
en 1861.
En
su juventud se dedicó a practicar los deportes propios de las zonas nórdicas, o
sea, el esquí y el patinaje, llegando a ser campeón de su país.
Luego
se dedicó a las exploraciones, empezando, en 1888, por una a Groenlandia, y
seguidas por otras en 1893 y 1896, al Polo Norte, donde batió varios records.
Se dice que
sus técnicas y el equipo utilizado fueron copiados en posteriores misiones
polares.
También diseñó
un velero, realizado para que las placas de hielo no pudieran partirlo, al
hacer presión sobre él. Con este barco, llamado Fram, investigó sobre las
corrientes marinas. También realizó otras investigaciones, creando nuevos
instrumentos, como la llamada Botella de Nansen, para recogida de muestras de
agua.
Se licenció en
Zoología, obteniendo posteriormente un puesto de conservador en el museo de
Bergen. Allí realizó diversos estudios sobre neurología, que fueron muy útiles
para esta disciplina. El problema es que lo dejó pronto, porque nunca se quiso
adaptar a la vida cómoda y rutinaria.
Fue un firme
defensor de la teoría neuronal, propuesta por el español Ramón y Cajal, premio
Nobel en 1906, compartido con Golgi.
Posteriormente,
se dedicó a la Oceanografía, realizando diversas expediciones científicas por
el Atlántico norte.
En 1905 empezó
a dedicarse a la política y estuvo a favor de la separación de Noruega y
Suecia. Incluso, convenció al príncipe Carl de Dinamarca, para que fuera rey de
Noruega.
Entre 1906 y
1908 fue embajador de su nuevo país, Noruega, en Londres y negoció un tratado
de amistad y seguridad con el Reino Unido. Fue muy amigo de Eduardo VII.
En 1907,
regaló su buque, Fram, al conocido explorador Amundsen, para sus exploraciones
polares.
Al final de su
vida trabajó para la Sociedad de Naciones, antecedente de la ONU.
Allí realizó
una gran labor, tras la I Guerra Mundial, para negociar el intercambio de
prisioneros y ayuda a los refugiados llegados de Rusia.
Creó el famoso
pasaporte Nansen, para refugiados, el cual fue admitido en 52 países. Era una
especie de salvoconducto, que permitía a los refugiados atravesar las fronteras
para poder volver a su casa o trasladarse a un lugar seguro.
Así en sólo
dos años, consiguió repatriar a unos 450.000 refugiados de 26 países.
Su participación
fue tan positiva que se creó una organización con su nombre: la Oficina Internacional
Nansen para los refugiados.
En 1921, la
Cruz Roja le pidió que le ayudara para un programa de recaudación de fondos a
fin de paliar la hambruna en diversas
zonas de la URSS. Así pudieron ayudar a unos veinte millones de personas.
Sus iniciativas
fueron muy bien aceptadas, pues él mismo recibió en 1922 el premio Nobel de la
Paz y, tras su muerte, en 1930, su Oficina recibió el mismo premio en 1938.
También trabajó
en las gestiones diplomáticas para la firma del Tratado de Lausana, entre
Grecia y Turquía, y, posteriormente, e
n la crisis de los armenios de Turquía.
De ideas
anti-socialistas, en 1925 fundó en su país una coalición de partidos de esta
tendencia, para contrarrestar la influencia del Partido Laborista Noruego.
En su honor, se
han tomado muchas iniciativas, como la academia Nansen, para fomentar el
diálogo en zonas de guerra y la educación para la paz. También podemos destacar
la Medalla Nansen, otorgada por el UNHCR de la ONU.
La Marina real
noruega siempre ha tenido uno de sus barcos bautizado con su nombre.
Incluso, un cráter
de la Luna, otro de Marte y un asteroide los bautizaron con su nombre.
El Programa Nansen
para la investigación, a nivel mundial, sobre el desarrollo de la pesca.
Me ha gustado mucho este trabajo. Es agradable conocer a personajes tan interesantes como "Nansen" . Gracias
ResponderEliminarPara esto estamos.
ResponderEliminarMuchas gracias y saludos.
Ya podían aprender de él otros aventureros.
ResponderEliminarPues si, porque la mayoría de ellos no dan un palo al agua.
ResponderEliminarSaludos.