Supongo que casi todo el mundo
habrá leído u oído la famosa elegía que le dedicó el gran poeta Miguel
Hernández a este personaje.
José Ramón Marín Gutiérrez, que
era su verdadero nombre, nació en Orihuela (Alicante) en 1913. Sólo 3 años
después que Miguel Hernández.
Nació en el seno de una modesta
familia, que tenía una tienda de venta de telas en esa misma localidad. También
tuvo dos hermanos menores que él. Aparte de ello, su padre también fue concejal
en el ayuntamiento de su localidad. La vivienda familiar ocupaba el piso
superior de su tienda.
Los que lo conocieron lo
definieron como un hombre bajo y delgado, con una gran cultura, pero también muy
modesto y con mucho interés por eliminar las grandes diferencias sociales que
había en su época. Parece ser que tampoco gozó de una buena salud y esa fue una
de las razones que le llevaron a su afición por la lectura.
Por lo visto, en 1926, se presentó a un concurso literario, para jóvenes menores de 17 años, en el que se buscaba ensalzar la hazaña del vuelo del Plus Ultra, que tuvo lugar el año anterior. No se sabe si nuestro personaje eligió el nombre de Ramón, porque admirase a Ramón Franco,
uno de los tripulantes del Plus Ultra.Su artículo premiado, llevaba por
título “España, la de las gestas heroicas” y fue publicado en la revista
Héroes, que fue la que convocó ese concurso.
No sé si ya se conocerían por ser
dos jóvenes casi de la misma edad o porque coincidieron al estudiar
bachillerato en el Colegio Santo Domingo, regentado por los jesuitas, donde
ingresó Sijé en 1923. Lo cierto es que se hicieron muy buenos amigos.
Sin embargo, nuestro personaje
continuó estudiando. Terminó el bachillerato y luego estudió la carrera de
Derecho, matriculándose como libre, en la Universidad de Murcia. No sé si
elegiría la carrera de Derecho, influido por uno de sus tíos, que era
magistrado en Murcia.
Parece ser que a Miguel Hernández
le unió su afición por la literatura y su interés por la política, aunque
tuvieran diferentes ideologías.
En marzo de 1930, junto con otros
jóvenes de Orihuela, antiguos alumnos de los jesuitas, fundaron la revista
Voluntad. Parece ser que le pusieron ese título, porque, en aquel momento, Sijé
estaba leyendo el libro La Voluntad, de Azorín. Uno de sus autores favoritos.
Parece ser que los fundadores de esa revista ya habían hecho sus pinitos literarios en otra revista de Orihuela, llamada Actualidad.
También hay quien afirma que la
relación entre Sijé y Hernández comenzó cuando este último envió un soneto a la
citada revista. En principio, no sabían quién era ese autor, hasta que, Carlos
Fenoll, uno de los colaboradores de la publicación les llevó hasta él, porque
era vecino suyo.
Aunque suene un poco raro, el
soneto en cuestión se titulaba El Nazareno y aquella revista estaba patrocinada
por la Iglesia católica. Algo que resulta extraño para una persona atea como
Miguel Hernández.
Curiosamente, como ya se sabe que
en todos los pueblos la gente se conoce por sus motes, a Miguel Hernández le
llamaban el Vicenterre, mientras que a Sijé le conocían como Pepito Marín.
En julio del mismo año, la
revista publicó otro poema de Miguel Hernández, titulado La Reconquista,
dedicado al fin de la dominación musulmana en su pueblo. Hecho que tuvo lugar
en 1242.
Desgraciadamente, esta revista,
de aparición quincenal, dejó de publicarse en agosto de 1930.
También hay otros que dicen que
la amistad entre ellos surgió de un grupo formado por el entonces párroco de
Orihuela, Luis Almarcha, que llegaría a ser obispo de León.
Parece ser que este párroco le
prestaba, habitualmente, libros a Miguel Hernández y luego reunió a un grupo de
jóvenes con inquietudes literarias. Entre ellos, estaban Sijé, Hernández y el
grupo de fundadores de la revista Voluntad.
En 1931, Sijé se matricula en
Derecho. Tiene que estudiar libre a causa de las dificultades económicas que
está padeciendo su familia. Así que se prepara en la academia creada por su
tío, el magistrado, Francisco Marín. No obstante, sus notas son excelentes.
Obteniendo varias matrículas de honor.
Por otra parte, sigue escribiendo en periódicos y revistas. Tras el cierre
de la revista Destellos, donde escribió algunos de sus artículos, luego escribe en algunos diarios de tirada regional o nacional.En el verano de 1932, Sijé
consigue ser admitido en un campamento universitario, situado en Sierra Espuña,
organizado por la FUE, para alumnos de la Universidad de Murcia. Allí entra en
contacto con otros alumnos con las mismas inquietudes literarias, como Carmen
Conde o algunos otros, que luego participaron en la Barraca, con Federico
García Lorca.
A finales de 1931, Miguel
Hernández se atreve a viajar a Madrid, porque pensaba que ya había alcanzado
cierta fama como poeta. Sin embargo, aunque conoció a mucha gente, no tuvo
mucha suerte. Vivió con muchas estrecheces y en mayo de 1932 regresó a su pueblo.
Parece ser que Ramón se sintió
responsable de los problemas que tuvo Miguel en Madrid, ya que le había animado
a viajar allí. Por eso, tras haber recibido algunas cartas en las que le pedía
ayuda, consiguió reunir el dinero para que pudiera regresar.
En 1933, publicó su famosa obra Perito en lunas, con prólogo de su gran
amigo Ramón Sijé. Esta obra sí que le abrió el camino de la fama y volvió a viajar a Madrid.Esta vez tuvo más suerte, pues le
contrataron como colaborador en las Misiones pedagógicas, patrocinadas por el
Gobierno republicano.
Posteriormente, le contrató José
María de Cossío para redactar su magna obra Los toros. Esta persona fue muy
importante en su vida, porque, cuando fue encarcelado, al final de la guerra,
fue uno de los que consiguieron que no le condenasen a muerte.
También escribió en la famosa
Revista de Occidente y conoció a Vicente Aleixandre y a Pablo Neruda. Este
último influyó mucho en el cambio de mentalidad de Hernández.
Hasta ese momento, Sijé y
Hernández habían tenido siempre cierta afinidad política. Muy influidos por la
doctrina de la Iglesia. No voy a decir que fueran conservadores, ni tampoco
falangistas, como dicen algunos, pero sí podríamos calificarlos como
democristianos.
Sin embargo, la influencia de Neruda hizo que Hernández se afiliase al PCE y también que se enfriara su relación con Sijé, porque, según Neruda era un amigo que “no le convenía”. Así que Hernández dejó sin responder muchas de las cartas que le enviaba Sijé.
Posteriormente, cuando Hernández
estuvo encarcelado, parece ser que Neruda, a través de la Embajada de Chile, le
transfería algunos fondos para ayudar a la esposa del poeta de Orihuela.
El caso es que Ramón no era de la
CEDA, ni de Falange, sino que se afilió al Partido Republicano Federal,
heredero de un partido homónimo, que existió durante la I República. Su líder
fue José Franchy Roca, que llegó a ser ministro de Industria y Comercio con uno
de los gobiernos de Azaña.
Por lo visto, la mala fama de Sijé vino porque, en 1933, dirigió un comité para erigir un busto de Gabriel Miró y una plaza en su pueblo. Quisieron realizar un acto de
homenaje con la presencia de varios escritores del momento, pero el único que pudo acudir fue Ernesto Giménez caballero. Un conocido ideólogo de la Falange.Por lo visto, también habían
invitado a otros, como Azorín, pero no pudieron asistir por diversos motivos.
En cambio, se invitó a Giménez Caballero, porque, unos meses antes, había
escrito un artículo sobre Gabriel Miró en una conocida revista literaria.
Parece ser que Giménez Caballero
dio una conferencia con un gran contenido político, elogiando al fascismo. Lo
que provocó que algunos asistentes se fueran y otros montaran la bronca, como
Antonio Oliver, esposo de Carmen Conde. Así que tuvo que intervenir la Policía,
pero la cosa no llegó a más.
Curiosamente, no fue en Orihuela
donde le dieron importancia a ese incidente, sino en Madrid. De hecho, salió en
varios periódicos de la capital.
Realmente, me da la impresión de que el ideal político de Sijé era
algo así como la derecha liberal. No obstante, siempre tuvo amigos como Giménez Caballero o Bergamín, colocados en los lados más radicales del espectro político del momento.Sin embargo, Sijé siempre procuró
escribir para los medios que eran más afines a su ideología. Cuando el Diario de
Alicante tomó una línea editorial más radical, dejó de colaborar con él para
empezar a hacerlo con La Verdad, de Murcia.
Por el contrario, puede ser que
algunos confundieran su ideología, porque, al fundar la revista literaria El
gallo crisis, varios de los colaboradores de la misma eran conocidos militantes
de la CEDA.
Desgraciadamente, el 13/12/1935,
Ramón Sijé, que siempre tuvo una salud muy delicada, enfermó a causa de una
infección intestinal.
Es muy posible que, tras recibir
la noticia de su fallecimiento,
Miguel Hernández le escribiera su famosa Elegía,
porque le remordiera la conciencia por no haber podido despedirse de él y por
el alejamiento que le habían impuesto de su gran amigo, sus compañeros del PCE.
El 14/04/1936 tiene lugar, en
Orihuela, la inauguración de la plaza que lleva el nombre de Ramón Sijé. Allí acude
su amigo Miguel Hernández y lee su famosa Elegía ante todos los presentes.
Me hubiera gustado dar más datos
acerca de este personaje, pero he de decir que no los hay o, al menos, no los
he encontrado.
De todas formas, espero que os
haya gustado este artículo.
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