Esta vez traigo al blog a una
mujer digna de admiración, pues supo gobernar a su pueblo y hacer que se les
unieran las tribus vecinas para expulsar nada menos que a los romanos del suelo británico.
Es conocida por varios nombres
como Boudica, Búdica, Boadicea, etc. No se sabe dónde ni cuándo nació.
Sólo se puede decir de ella que
era una mujer pelirroja, alta, corpulenta y que estaba casada con Prasutago, rey
o jefe de la tribu de los icenos y que vivió durante el siglo I d. de C.
Esta tribu estaba asentada en la
actual Norforlk, zona situada al este de Inglaterra, cuya actual capital es
Norwich.
Como los icenos eran gentes pacíficas
y sólo se dedicaban, predominantemente, a las labores agrícolas, los romanos,
en un principio, buscaron la amistad de Prasutago y le dieron a este pueblo la
consideración de aliado de Roma.
No olvidemos que Britania fue invadida
definitivamente por Claudio y conquistada en el 43 d. de C. Lo cierto es que,
en un principio, los romanos se burlaron
del emperador Claudio, cuando les dijo que se marchaba a conquistar la irredenta
Britania, pero lo cierto es que lo consiguió, para asombro de todos.
Como Prasutago sólo tenía 2
hijas, puso al emperador romano como coheredero de sus bienes, para proteger
así el patrimonio de sus hijas y el de su tribu.
A su muerte, los romanos no
respetaron la voluntad del difunto y se apropiaron de su reino. También le
exigieron a su viuda el pago de sus deudas con Roma.
El administrador romano, Cato
Deciano, declaró que el testamento no
tenía validez para ellos y ordenó el saqueo de los campamentos de la tribu. Todo
ello ha llegado hasta nosotros de la mano del famoso historiador romano Tácito.
Incluso, se permitieron azotar públicamente
a Boudica y violar a sus dos hijas, que entonces eran sólo unas adolescentes.
Poco tiempo después, ya en el 61,
los icenos al enterarse de que el gobernador de Britania, Cayo Suetonio Paulino,
se hallaba en otra isla, en Gales, luchando contra una tribu rebelde,
decidieron ellos levantarse contra los opresores romanos.
Decidieron atacar una colonia
romana situada en la actual Colchester, al sur de su territorio. Como esta
colonia sólo la habitaban unos cientos de veteranos legionarios romanos, junto
con una pequeña guarnición, no pudieron hacer frente a l
os miles de rebeldes
britanos que se les echaron encima.
Así que optaron por huir y dejar
que los rebeldes destruyeran esta colonia. Algunos dicen que esto hizo que,
desde entonces, empezara Londres a
cobrar mayor importancia para los romanos.
También puede que se decidieran a
atacar esta ciudad, porque, anteriormente, había sido la capital de sus
aliados, los trinovantes, los cuales habían sido expulsados de allí por otra
tribu aliada de Roma.
Desde allí, los rebeldes se
dirigieron hasta el actual Londres, que tuvo que ser evacuado por los romanos,
al no poder hacer frente a tantos rebeldes, y fue saqueado.
Algunos historiadores, como Dión Casio,
enumeran las barbaridades realizadas por los rebeldes contra los habitantes de
Londinium, la actual Londres.
Los romanos también evacuaron Veralamium,
otra ciudad aliada de Roma, que no contaba con fuerzas suficientes para
enfrentarse a los rebeldes.
Los britanos necesitaban ganar la
guerra cuanto antes y expulsar de allí a los romanos. Habían descuidado mucho
sus campos y es probable que pasaran hambre al llegar el invierno.
Aparte de eso, sabían que tenían que
derrotar necesariamente a los romanos y expulsarles, porque conocían de sobra
la venganza de Roma.
El gobernador Suetonio tuvo que volver
a toda prisa con todas sus tropas desde Gales. Esto hizo que los rebeldes
modificaran su ruta para combatir a los romanos.
El gobernador romano, como buen militar
profesional, eligió un terreno que le fuera favorable. De todas formas, era
prácticamente imposible hacer frente con sus 10.000 legionarios, más o menos, a
unos 100.000 rebeldes, procedentes de varias tribus de la región.
De todas formas, seguro que no
todos los britanos eran guerreros, pues solían desplazarse las familias enteras
junto con las tropas.
El lugar exacto del
enfrentamiento se desconoce, pero se cree que estuvo entre la actual Londres y
Woxeter, en una zona llamada actualmente Watling Street, cercana a la autopista
A2, que une Inglaterra con Gales.
Suetonio, parece ser que escogió
un lugar muy abierto por su frente, mientras que estaba cerrado por los laterales
y por la espalda por un tupido bosque, el cual les protegería de los ataques
por sorpresa. Así se planteó una batalla a campo abierto, muy al gusto de los
romanos, donde los rebeldes no podrían realizar su característica forma de
guerrear.
Así, los romanos formaron una
línea, mientras los rebeldes colocaron sus carros en una formación arqueada, justo detrás de la primera línea de infantería.
Parece ser que daban la batalla por ganada e invitaron a sus familias a presenciarla.
Tácito nos informa de que Boudica
se dirigió a sus tropas, diciéndoles lo
siguiente: “Nada está a salvo de la arrogancia y del orgullo romano. Desfigurarán
lo sagrado y violarán a nuestras vírgenes. Ganar la batalla o morir, tal es mi
decisión como mujer. Allá los hombres si quieren vivir y ser esclavos”.
El discurso de esta valiente
mujer fue seguido por miles de guerreros con la cara pintada de azul y los
párpados manchados de ceniza, para aterrorizar a sus contrincantes.
Ella, mientras tanto, empuñaba una lanza, la cual agitaba
continuamente, para dar más fuerza a sus palabras. Vestía un manto oscuro
sujeto con un broche a un lado, encima de una simple túnica. Su único adorno
era un torque, una especie de anillo grande de oro, que solían llevar los
nobles celtas alrededor de su cuello.
En el campo contrario, Suetonio,
les arengó a sus suyos con estas palabras: “Ignorad los clamores de estos
salvajes. En sus filas hay más mujeres que hombres. No son soldados y no están bien
equipados. Ya les hemos vencido antes. Lanzad vuestros venablos y luego avanzad…
Olvidaos del botín. Tan sólo ganad y lo tendréis todo”.
Es posible que Tácito hubiera
sido bien informado sobre esta batalla, porque su suegro participó en ella. También
lo hizo el mismo Séneca.
Suetonio esperó a ser atacado por
los britanos. Éstos avanzaron hasta estar a tiro de las lanzas romanas, lo cual
les provocó muchas bajas e hizo que muchos huyeran.
Los romanos aprovecharon el momento
para atacar, sin perder su formación. Incluso, atacó su caballería por las
alas, para perseguir a los que huían, como solían hacer siempre.
Los infantes britanos se vieron
rodeados por las legiones romanas, a su espalda; la caballería romana, en los
flancos; y los carros britanos en su
frente. Así fueron rodeados y masacrados por los romanos.
No está claro el número de bajas,
pero se cree que hubo unos 50.000 muertos britanos por unos 500 legionarios
romanos.
Nerón dudó si seguir ocupando
Britania, pero luego se decidió por cambiar a Suetonio por otro gobernador menos
represivo, para pacificar el territorio.
Poco se sabe sobre el final de
Boudica, aunque la mayoría, como Tácito, afirman que se envenenó, para no caer
otra vez en las manos de los romanos.
Muchos dijeron que su entierro
fue fastuoso, como corresponde a una reina, pero nunca ha estado claro el lugar
donde se halla su tumba. Incluso, algunos han afirmado que fue en el monumento
de Stonehenge.
Su nombre casi se pierde con la
Historia, pero fue recuperado por los historiadores ingleses en el XVI y, más
tarde, en el XIX.
En ese último siglo, muchos
autores la compararon con la reina Victoria, porque Boudica, precisamente, significa
“victoria”en la antigua lengua de los celtas.
Se han escrito poemas y obras
teatrales en honor a esta reina guerrera. Se han realizado películas y hasta se
ha puesto su nombre a un barco de la Armada británica.
En 1905 se erigió una estatua en
Londres, financiada por el príncipe Alberto, entre otros, donde se puede ver a
esta reina, junto con sus hijas subida en un carro de guerra. Está situada muy
cerca de la Cámara de los Comunes.
Incluso, en Harry Potter se
menciona que su tumba pudiera estar donde hoy se halla la estación ferroviaria
de King’s Cross. Concretamente, entre los andenes 9 y 10 de la misma.
Buen artículo, siempre me ha interesado la rebelión britana que encabezó Boudica. Solo hay una cosa que suena rara, del texto me parece deducir que indicas que Séneca participó en la represión del levantamiento, y eso no me parece probable. El preceptor de nerón tendría ya una edad avanzada en el 61 d. C. y creo que solo Dión Casio le vincula con los préstamos abusivos a los britanos que contribuyeron a alimentar la rebelión pero a nada más de los acontecimientos de la isla.
ResponderEliminarA mí también me pareció extraño ese detalle, pero sí que lo indica la biografía de Boudica, que se puede consultar en Internet.
ResponderEliminarPor otra parte, una persona mayor puede participar en actos violentos por el simple hecho de enviar allí a sus esbirros. Sin dar la cara personalmente.
Es una pena que los historiadores romanos no hablaran más que de sus victorias, olvidando, casi siempre, las derrotas sufridas por Roma.
Muchas gracias y saludos.
Muy buena entrada. Te dejo un artículo con algunos vídeos que pueden resultar interesantes para completar el artículo y arrojar más luz a la historia de Boudica: https://gabrielrosselloblog.wordpress.com/2017/03/20/mujeres-en-la-historia-boudica-la-desconocida-reina-de-los-britanicos/
ResponderEliminarMuchas gracias por tu video y tus comentarios.
EliminarSaludos.
https://youtu.be/TBYYVL__5TY
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