ESCRIBANO MONACAL

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UNA GRAN OBRA MAESTRA REALIZADA EN MARFIL

sábado, 14 de diciembre de 2024

LA HISTORIA DE PETER HAMELIN

 

Seguro que algunos, al ver el título de este artículo habrán pensado que iba a escribir sobre la leyenda del famoso Flautista de Hamelin, que fue popularizada por los cuentos de los famosos Hermanos Grimm. Pues no están en lo cierto, porque este artículo no está dedicado a ese personaje, cuya historia se remonta al siglo XIII.

Realmente, voy a narrar la historia de un niño al que encontraron en estado salvaje. Tampoco se trata del archifamoso Caspar Hauser, al que ya dediqué otro de mis artículos.

Nuestro personaje de hoy parece ser que fue descubierto por un campesino, llamado Jürgen Meyer, que trabajaba en sus faenas agrícolas en el verano de 1724.

Según su descripción, se trataba de un chico de unos 12 años, con abundante pelo negro rizado y la piel tostada por el sol, porque iba casi desnudo. No sabía hablar y caminaba a cuatro patas, como los animales.

Así que fue llevado ante el alcalde de Hamelin y éste ordenó que fuera llevado al Hospital del Espíritu Santo, situado en esa misma localidad.

Parece ser que, durante el traslado, fue acompañado por varios niños, los cuales le pusieron como nombre Peter.

Ese Hospital también era un asilo. Así que a Peter no le gustó nada tener que estar allí encerrado e intentó escapar en varias ocasiones.

Ni siquiera sabía sentarse y permanecía siempre en cuclillas. Parece ser que, hasta ese momento, su alimentación se basaba en comer pájaros crudos y la hierba, que encontraba en el bosque. Así que, al principio, no le gustaban los alimentos cocinados que le ofrecían en ese centro.

Sin embargo, posteriormente, empezó a comer alimentos cocinados y parece que le gustaron, porque los devoraba con mucho apetito. Incluso, solía tomarse una copa de licor.

También le gustaba sentarse junto al fuego. Sin embargo, nunca tuvo el más mínimo interés por el dinero o por las mujeres. Tampoco nunca se le vio reír. En cambio, sí que le gustaba ayudar en las faenas del campo.

También hay otra versión, que dice que fue hallado por un grupo de cazadores y campesinos, que estaban realizando una batida, liderados por el futuro rey Jorge II de Inglaterra.

Seguro que muchos se preguntarán ¿qué hacía el rey de Inglaterra cazando en Alemania? Para poder explicarlo, voy a tener que hacer un breve inciso en nuestra historia.

En 1688, la nobleza inglesa derrocó al rey Jacobo II, porque este monarca pretendía que su reino regresara al catolicismo. Por ello, se organizó la llamada Revolución Gloriosa, que lo mandó al exilio en Francia.

En principio, su sustituta fue su hija María, casada con Guillermo, príncipe de Orange, el cual había encabezado esa revolución. Sin embargo, este matrimonio no tuvo hijos y ella murió pronto. Así que la sucesión pasó a su hermana Ana, casada con el príncipe Jorge de Dinamarca, hermano del rey danés Cristian V.

Desgraciadamente, aunque este matrimonio tuvo nada menos que 19 hijos, todos ellos murieron durante la infancia. El que vivió durante más tiempo, sólo llegó a cumplir los 11 años.

Así que la sucesión pasó a un primo segundo suyo, Jorge, príncipe de Hannover, que, en 1714, se convirtió en el rey Jorge I de Gran Bretaña e Irlanda, pues, unos años antes, Escocia e Inglaterra se habían unido en un solo reino.

En 1727, llegó al trono su hijo, con el nombre de Jorge II, que llegó a ser rey del Reino Unido y de Hannover, en Alemania. Por eso, todos sus sucesores, fueron, a la vez, reyes británicos y de Hannover. Eso ocurrió hasta la llegada de la reina Victoria, la cual no pudo reinar en Hannover, porque allí todavía existía la Ley Sálica, que impedía que las mujeres reinasen.

Parece ser que a Jorge II le gustaba más estar en Hannover que en Londres, porque en el primer sitio había una monarquía absoluta y en el segundo quienes mandaban eran el gobierno y el parlamento. Así que esa fue la razón por la que estaba cazando en Alemania, concretamente, en el Electorado de Hannover, que era donde había nacido.

Jorge II estaba casado con Carolina de Brandeburgo-Ansbach. Parece ser que fue un matrimonio feliz y les sobrevivieron 7 de los hijos que tuvieron.

Por lo visto, Carolina se enteró del suceso y le pidió a su marido, entonces príncipe de Gales, que le enviara a Peter a Inglaterra. Por ello, el chico llegó a ese país a finales de 1725.

Parece ser que allí fue reconocido por un famoso médico y matemático escocés, llamado John Arbuthnot, el cual dictaminó que el chico tenía una enfermedad en la lengua que le impedía hablar.

Tras su llegada, hubo opiniones de todo tipo y hasta los famosos escritores Jonathan Swift y Daniel Defoe escribieron varias obras sobre este personaje.

Así que estuvo unos años viviendo la Corte, donde fue muy bien tratado, pero nunca consiguieron que hablase. Sólo se comunicaba por señas.

Posteriormente, la reina se lo confió al cuidado de una de sus damas de la corte a la que dio una generosa pensión para su manutención.

Por lo visto, su cuidadora, solía ir todos los años a pasar el verano a una finca, situada en el este de Inglaterra.

No sé si a él le gustó esa zona, pero lo cierto es que su cuidadora lo cedió al propietario de esa granja. Posteriormente, a la muerte de éste, pasó a quedar al cuidado de su hermano, en otra granja vecina.

En el verano de 1751, Peter huyó de esa granja y llegaron a poner anuncios en la prensa, en los que ofrecían una recompensa.

En octubre de ese mismo año, se incendió una iglesia situada en Norwich, más al norte de la granja donde había vivido Peter.

Parece ser que no eran capaces de controlar el incendio y, como amenazaba propagarse por una cárcel cercana, dieron la orden de liberar a todos los presos. Uno de ellos, llamó la atención del público, porque decían que se comportaba como si fuera un orangután. Se trataba de Peter.

Así que, como salió en los periódicos, lo devolvieron a la granja y allí vivió hasta el final de sus días.

A partir de entonces, siempre llevó en el cuello un collar de cuero y latón, con un cartel, donde podía leerse: “Peter the wild man”, el cual todavía se conserva en una escuela de esa zona.

En 1782, fue visitado por un juez. Parece ser que ya tenía una larga barba canosa, pero seguía sin poder hablar. Lo único que decía era Peter y King George, aparte de tararear algunas canciones de moda en aquella época.

Desgraciadamente, Peter murió en 1785 y está enterrado en el cementerio de Northchurch. La localidad más próxima a la granja donde vivía. Su tumba tiene una protección especial del Gobierno. Similar a la que tienen algunos monumentos importantes.

Curiosamente, en 1811, el famoso antropólogo alemán Blumenbach, sospechó que el chico podría ser un hijo mudo, que tuvo un tabernero de otro pueblo de esa zona de Alemania y es posible que su madrastra lo hubiera expulsado de su casa.

Incluso, el gran naturalista sueco Carl Linneo escribió un artículo, en el que opinaba sobre lo que le podría haber ocurrido a este chico.

Un estudio más reciente dice que podría haber sufrido el llamado Síndrome de Pitt-Hopkins. Éste se caracteriza por un retraso en el desarrollo y discapacidad intelectual grave. Tiene una serie de rasgos faciales distintivos y suelen padecer apneas del sueño.


Los signos faciales que los distinguen son párpados caídos, boca grande, labios gruesos y también el cabello grueso y rizado. Esos signos se pueden observar en un retrato de nuestro personaje.

Lamentablemente, todavía no existe ninguna cura para esta enfermedad.

 

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