Seguro que algunos, al ver el
título de este artículo habrán pensado que iba a escribir sobre la leyenda del
famoso Flautista de Hamelin, que fue popularizada por los cuentos de los
famosos Hermanos Grimm. Pues no están en lo cierto, porque este artículo no
está dedicado a ese personaje, cuya historia se remonta al siglo XIII.
Nuestro personaje de hoy parece
ser que fue descubierto por un campesino, llamado Jürgen Meyer, que trabajaba
en sus faenas agrícolas en el verano de 1724.
Según su descripción, se trataba
de un chico de unos 12 años, con abundante pelo negro rizado y la piel tostada
por el sol, porque iba casi desnudo. No sabía hablar y caminaba a cuatro patas,
como los animales.
Así que fue llevado ante el
alcalde de Hamelin y éste ordenó que fuera llevado al Hospital del Espíritu
Santo, situado en esa misma localidad.
Parece ser que, durante el
traslado, fue acompañado por varios niños, los cuales le pusieron como nombre
Peter.
Ese Hospital también era un asilo. Así que a Peter no le gustó nada tener que estar allí encerrado e intentó escapar en varias ocasiones.
Ni siquiera sabía sentarse y
permanecía siempre en cuclillas. Parece ser que, hasta ese momento, su alimentación
se basaba en comer pájaros crudos y la hierba, que encontraba en el bosque. Así
que, al principio, no le gustaban los alimentos cocinados que le ofrecían en ese
centro.
Sin embargo, posteriormente,
empezó a comer alimentos cocinados y parece que le gustaron, porque los
devoraba con mucho apetito. Incluso, solía tomarse una copa de licor.
También le gustaba sentarse junto
al fuego. Sin embargo, nunca tuvo el más mínimo interés por el dinero o por las
mujeres. Tampoco nunca se le vio reír. En cambio, sí que le gustaba ayudar en las
faenas del campo.
También hay otra versión, que dice que fue hallado por un grupo de cazadores y campesinos, que estaban realizando una batida, liderados por el futuro rey Jorge II de Inglaterra.
Seguro que muchos se preguntarán
¿qué hacía el rey de Inglaterra cazando en Alemania? Para poder explicarlo, voy
a tener que hacer un breve inciso en nuestra historia.
En 1688, la nobleza inglesa
derrocó al rey Jacobo II, porque este monarca pretendía que su reino regresara
al catolicismo. Por ello, se organizó la llamada Revolución Gloriosa, que lo mandó
al exilio en Francia.
En principio, su sustituta fue su
hija María, casada con Guillermo, príncipe de Orange, el cual había encabezado esa
revolución. Sin embargo, este matrimonio no tuvo hijos y ella murió pronto. Así
que la sucesión pasó a su hermana Ana, casada con el príncipe Jorge de Dinamarca,
hermano del rey danés Cristian V.
Desgraciadamente, aunque este
matrimonio tuvo nada menos que 19 hijos, todos ellos murieron durante la
infancia. El que vivió durante más tiempo, sólo llegó a cumplir los 11 años.
En 1727, llegó al trono su hijo, con
el nombre de Jorge II, que llegó a ser rey del Reino Unido y de Hannover, en Alemania.
Por eso, todos sus sucesores, fueron, a la vez, reyes británicos y de Hannover.
Eso ocurrió hasta la llegada de la reina Victoria, la cual no pudo reinar en
Hannover, porque allí todavía existía la Ley Sálica, que impedía que las mujeres
reinasen.
Parece ser que a Jorge II le
gustaba más estar en Hannover que en Londres, porque en el primer sitio había
una monarquía absoluta y en el segundo quienes mandaban eran el gobierno y el
parlamento. Así que esa fue la razón por la que estaba cazando en Alemania, concretamente,
en el Electorado de Hannover, que era donde había nacido.
Jorge II estaba casado con Carolina de Brandeburgo-Ansbach. Parece ser que fue un matrimonio feliz y les sobrevivieron 7 de los hijos que tuvieron.
Por lo visto, Carolina se enteró
del suceso y le pidió a su marido, entonces príncipe de Gales, que le enviara a
Peter a Inglaterra. Por ello, el chico llegó a ese país a finales de 1725.
Parece ser que allí fue
reconocido por un famoso médico y matemático escocés, llamado John Arbuthnot,
el cual dictaminó que el chico tenía una enfermedad en la lengua que le impedía
hablar.
Tras su llegada, hubo opiniones
de todo tipo y hasta los famosos escritores Jonathan Swift y Daniel Defoe
escribieron varias obras sobre este personaje.
Así que estuvo unos años viviendo
la Corte, donde fue muy bien tratado, pero nunca consiguieron que hablase. Sólo
se comunicaba por señas.
Posteriormente, la reina se lo confió
al cuidado de una de sus damas de la corte a la que dio una generosa pensión
para su manutención.
Por lo visto, su cuidadora, solía ir todos los años a pasar el verano a una finca, situada en el este de Inglaterra.
No sé si a él le gustó esa zona, pero
lo cierto es que su cuidadora lo cedió al propietario de esa granja. Posteriormente,
a la muerte de éste, pasó a quedar al cuidado de su hermano, en otra granja
vecina.
En el verano de 1751, Peter huyó
de esa granja y llegaron a poner anuncios en la prensa, en los que ofrecían una
recompensa.
En octubre de ese mismo año, se
incendió una iglesia situada en Norwich, más al norte de la granja donde había
vivido Peter.
Parece ser que no eran capaces de
controlar el incendio y, como amenazaba propagarse por una cárcel cercana,
dieron la orden de liberar a todos los presos. Uno de ellos, llamó la atención
del público, porque decían que se comportaba como si fuera un orangután. Se trataba
de Peter.
A partir de entonces, siempre llevó
en el cuello un collar de cuero y latón, con un cartel, donde podía leerse: “Peter
the wild man”, el cual todavía se conserva en una escuela de esa zona.
En 1782, fue visitado por un
juez. Parece ser que ya tenía una larga barba canosa, pero seguía sin poder
hablar. Lo único que decía era Peter y King George, aparte de tararear algunas canciones
de moda en aquella época.
Desgraciadamente, Peter murió en 1785 y está enterrado en el cementerio de Northchurch. La localidad más próxima a la granja donde vivía. Su tumba tiene una protección especial del Gobierno. Similar a la que tienen algunos monumentos importantes.
Curiosamente, en 1811, el famoso
antropólogo alemán Blumenbach, sospechó que el chico podría ser un hijo mudo,
que tuvo un tabernero de otro pueblo de esa zona de Alemania y es posible que
su madrastra lo hubiera expulsado de su casa.
Incluso, el gran naturalista sueco
Carl Linneo escribió un artículo, en el que opinaba sobre lo que le podría
haber ocurrido a este chico.
Un estudio más reciente dice que podría haber sufrido el llamado Síndrome de Pitt-Hopkins. Éste se caracteriza por un retraso en el desarrollo y discapacidad intelectual grave. Tiene una serie de rasgos faciales distintivos y suelen padecer apneas del sueño.
Los signos faciales que los distinguen son párpados caídos, boca grande, labios gruesos y también el cabello grueso y rizado. Esos signos se pueden observar en un retrato de nuestro personaje.
Lamentablemente, todavía no existe
ninguna cura para esta enfermedad.
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