ESCRIBANO MONACAL

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UNA GRAN OBRA MAESTRA REALIZADA EN MARFIL

sábado, 20 de diciembre de 2025

EL COMPLOT DE LOS MÉDICOS SOVIÉTICOS

 

He estado mucho tiempo pensando cuál podría ser el tema de mi mensaje de Navidades y Año Nuevo, donde siempre llamo a no perder la esperanza. Esta vez, aunque parezca un poco extraño, lo voy a dedicar a este tema, que no parece ser muy navideño, pero sí muy esperanzador.

Como todos sabemos, al final de la II Guerra Mundial, los judíos presionaron a la comunidad internacional para que les concedieran un Estado propio donde vivir sin ser perseguidos por nadie.

En 1948, se fundó el nuevo Estado de Israel. Parece ser que Stalin estuvo tan contento que, aunque parezca increíble, la URSS reconoció al nuevo Estado antes de que lo hicieran en USA. De hecho, votó a favor del nuevo Estado de Israel en el Consejo de seguridad de la ONU.

Incluso, en 1948, durante la primera guerra que mantuvo Israel, Stalin le ordenó a Checoslovaquia que cediera gran cantidad de material militar a los israelíes.

La razón estaba en que siempre había habido muchos afiliados judíos en los PC de todo el mundo. De hecho, en el PCUS había un 5% de judíos, aunque eran el 1% de la población de toda la URSS. Incluso, muchos de ellos fueron los principales dirigentes de ese partido, como Zinoviev, Trotski, etc.

Por el contrario, para su sorpresa, el nuevo Estado de Israel se alineó del lado de USA y eso hizo estallar de rabia a Stalin. A partir de ahí, estalló todo su antisemitismo.

Curiosamente, el jefe de la madre de Stalin, para el que trabajaba como criada, era un judío rico, que le pagó todos sus estudios.

Incluso, siempre hubo rumores de que ese hombre podría haber sido el verdadero padre de Stalin y no el marido de su madre, que siempre estaba borracho.

Parece ser que a Stalin no le gustó nada la forma tan calurosa con la que los judíos soviéticos recibieron a la primera embajadora de Israel, Golda Meir. Eso le dio a entender que tenían una doble lealtad y ahí creó el concepto de cosmopolitismo sin raíces.

Así que esa purga contra los judíos empezó por el asesinato de un famoso actor teatral judío ruso, llamado Solomon Mikhoels, al que ya dediqué otro de mis artículos. 

Un intelectual muy famoso, que, además, era el presidente del Comité judío antifascista.

Incluso, Stalin fundó una república autónoma para los judíos en el interior de la URSS. Sin embargo, aunque todavía existe, no ha tenido mucho éxito, porque se halla en una zona pantanosa de Siberia, junto a la frontera con China.

Por otro lado, tampoco les daban muchas facilidades a los judíos para irse de la URSS. El Gobierno soviético utilizó los permisos de emigración para ir consiguiendo una serie de ventajas comerciales o políticas con USA.

Sólo empezaron a conceder muchos permisos de emigración en los años 70, porque la URSS estaba pasando por muchas dificultades económicas.

Sin embargo, se calcula que, en 1989, tras la caída de la URSS, lograron emigrar más de 1.000.000 de personas.

Yo creo que Stalin siempre fue un mediocre y se aprovechó de estar en el poder para ir eliminando a todos los que iban brillando más que él. Por eso, siempre se rodeó de aduladores e incompetentes. Seguro que eso os recuerda a alguien.

En 1948, un oscuro funcionario del Ministerio del Interior soviético, llamado Mikhail Ryumin, pidió ser trasladado de su destino como contable a otro como interrogador.

Parece ser que era un tipo despiadado, porque disfrutaba torturando a los que le ponían por delante y pensaba que así estaba haciendo méritos para ascender.

Sin embargo, en 1950, le tocó interrogar a un eminente cardiólogo de origen judío, llamado Yakov G. Etinger.

Por lo visto, este médico había estado tratando a dos dirigentes del PCUS, que padecían enfermedades cardíacas, los cuales habían muerto.

El Dr. Etinger era un hombre ya anciano. Sin embargo, eso no le frenó para que lo torturara con la dureza habitual. Así que esta vez, su jefe, el ministro del Interior, Abakúmov, le dijo que no utilizara esos métodos, porque podría matarlo. Sin embargo, él no le hizo caso y, como era de esperar, el médico se murió.

Supongo que Ryumin estaría atemorizado por lo que le podría ocurrir y no se le ocurrió otra cosa que escribir al propio Stalin, advirtiéndole de que había una conspiración judía contra su persona y el resto de los dirigentes del PCUS y que su jefe, Abakúmov, no quería luchar contra ella. Eso dio lugar a la destitución del ministro y al ascenso de Ryumin. Stalin le dijo a Ignatiev, nuevo ministro del Interior, que le diera todas las facilidades a Ryumin.

Por otro lado, Ignatiev, empezó por expulsar a todos los judíos del Ministerio del Interior. Incluido, uno llamado Boris Rodos, que fue el que asesinó a la mayoría de las víctimas de las fosas de Katyn.

Parece ser que Stalin calificaba a los judíos como a unos desarraigados cosmopolitas, porque tenían parientes y amigos en todo el mundo y decía que eso les impedía ser, exclusivamente, leales a la URSS y a él mismo.

Hay quien dice que Stalin recibió otra carta, escrita por la cardióloga soviética Lydia Timashuk, en la que le decía que Etinger le había recetado un tratamiento erróneo a uno de esos dirigentes comunistas y esa fue la causa de su muerte. Luego se demostró que había sido obligada a escribir esa carta.

Así que, en 1952, arrestaron a unos 36 médicos, siendo la mitad de ellos judíos. Los torturaron y les obligaron a firmar confesiones de cosas que no habían hecho.

Como quisieron dar la máxima publicidad a este “complot”, ordenaron su publicación en el diario Pravda y en la agencia de noticias Tass. Eso produjo un pánico generalizado y la gente no se atrevía a ir a los hospitales.

Nadie se hallaba a salvo, porque Stalin sabía que hasta algunos de sus propios ministros estaban casados con mujeres judías.

El 13/01/1953, nada menos que 9 médicos muy famosos de Moscú fueron acusados de espionaje a favor de Occidente, terrorismo y de intentar envenenar a los principales jerarcas de la URSS. No iba a ser el único juicio, sino el primero de una larga serie de juicios, donde ya habían decidido las condenas para los reos.

Algunos de esos médicos eran gente muy conocida, como Miron Vovsi o Vinogradov. Ambos fueron médicos del propio Stalin. Además, Vovsi era primo del, ya mencionado, actor Mikhoels, asesinado en 1948.

No sólo detuvieron a ese grupo de médicos, sino a cientos de médicos en todo Moscú. Incluso, en algunos casos, a todos los médicos de varios hospitales moscovitas.

Stalin ya había ido eliminando a casi todos los viejos bolcheviques y ahora quería terminar con la gente que le pudiera hacer sombra. Aquellos médicos tenían mucho prestigio social y lo que intentó fue desacreditarlos ante la sociedad.

Como contó el Dr Yakov Rapoport, que fue uno de los encausados, le interrogaban día y noche para que firmara una confesión falsa. Este médico publicó en 1988, un libro titulado “El complot de los médicos de 1953”.

En él decía que la esperanza que tenían era que los deportasen a Siberia, en lugar de ser condenados a muerte.


Sin embargo, dicen que Stalin ya estaba preparando una gran puesta en escena. Después de condenarlos a muerte, los ahorcarían en un patíbulo colocado en medio de la Plaza roja de Moscú.

Al menos, ya no tendrían que aguantar, durante el juicio, a un fiscal como Andrei Vyshinski. Un tipo que solía aprovechar sus intervenciones, no sólo para acusar, sino también para insultar gravemente a los reos. En la década de los 50 se le había ascendido a ministro de Asuntos Exteriores de la URSS.

Cuando estos médicos se vieron ya casi con la soga al cuello, aunque todavía no habían sido juzgados, pero podían suponer cuál sería su futuro, ocurrió un auténtico milagro.

Stalin solía reunirse en su dacha con los pocos amigos que le quedaban, hablando y bebiendo hasta la madrugada.

Sin embargo, la mañana del 05/03/1953, todos notaron que no se había levantado. Los que sabían cómo se las gastaba, no se atrevieron a entrar en su habitación para despertarle.

Cuando ya, pasadas unas horas, decidieron entrar en su habitación, lo encontraron moribundo y tirado en el suelo. Parece ser que había sufrido una hemorragia cerebral masiva.

Inmediatamente, llamaron a los médicos. Sin embargo, no le pudieron atender los mejores médicos de la URSS, porque estaban encarcelados en la siniestra sede de la KGB.

Algunos dicen que, Stalin, durante sus últimos días, se había vuelto tan paranoico que no se atrevía a tomar los medicamentos que le habían recetado sus médicos.

Ya se sabe lo que dice el refrán: “Cree el ladrón que todos son de su condición”.

Tras la muerte de Stalin, todos los médicos, que se hallaban encarcelados, fueron puestos en libertad por falta de pruebas y los culpables de estas atrocidades fueron castigados.

Así que aprovecho para desearos

¡¡UNA FELIZ NAVIDAD Y UN GRAN AÑO 2026!!


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miércoles, 10 de diciembre de 2025

EL MISTERIO DE LA TUMBA DE ALEJANDRO MAGNO

 

Hoy se me ha ocurrido traer este tema al blog, porque es algo sobre lo que los expertos llevan varios siglos investigando, sin haber llegado a ninguna conclusión definitiva.

Para empezar, voy a hacer una pequeña reseña de la vida de este personaje.

Alejandro Magno nació en Pela, antigua capital del reino de Macedonia en el 356 a. de C. Sus padres fueron el rey Filipo II de Macedonia y su esposa Olimpia, hija del rey del Epiro.

Según las descripciones de los que lo conocieron, era un hombre que medía alrededor de 1,60m (una estatura considerada normal en aquella época). Tenía la piel muy blanca y el cabello castaño y ondulado.

Su padre lo fue preparando para ser rey y encargó su educación nada menos que al famoso Aristóteles.

Muy pronto, su padre le nombró regente y así le ayudó en las tareas de gobierno. En aquella época, era muy normal empezar desde muy jóvenes, porque la esperanza de vida era más corta que la de ahora.

Parece ser que se enemistó con su padre, porque se divorció de su madre y, si, en este nuevo matrimonio, tenían algún descendiente, podría situarse por delante de Alejandro, al ser ambos padres macedonios. Sin embargo, la madre de Alejandro era extranjera.

Según cuentan las crónicas, hubo un grave incidente, que se resolvió al ordenar el destierro de Alejandro y su madre.

Sin embargo, Filipo II, murió asesinado en el 336 a. de C. y Alejandro pasó a ser el nuevo rey de Macedonia.

Filipo II había conseguido dominar casi todas las ciudades griegas. Sin embargo, a su muerte, varias de ellas se rebelaron, por lo que Alejandro tuvo que ir a asediarlas y vencerlas.

Una vez conseguida la pacificación de Grecia, se dirigió con su ejército hacia las costas de la actual Turquía. Su primer objetivo fue liberar las colonias griegas de Anatolia, que estaban bajo el dominio de los persas.

En los años siguientes, siguió luchando contra los persas, hasta que consiguió vencer a ese gran imperio.

Posteriormente, también liberó Egipto del yugo del Imperio persa. En el año 331 fundó, en ese país, la ciudad de Alejandría. No hay que confundirla con otras del mismo nombre, que fundó en Asia.

Más tarde, se dirigió al oasis de Siwa, donde el sacerdote encargado del templo, que había en ese lugar, le dio el título de elegido de Amón y protector de Egipto.

Alejandro fomentó las uniones entre sus soldados y las mujeres persas.
De hecho, él mismo se casó con la hija de uno de sus sátrapas, llamada Roxana.

Alejandro pretendía seguir hacia adelante, para conquistar la India. Sin embargo, muchos de sus soldados y oficiales se amotinaron y decidieron darse la vuelta.

Sin embargo, en junio del 323 a. de C., cuando se hallaba en el palacio de Babilonia, enfermó y murió. Todavía no había cumplido los 33 años.

No se conocen las causas de su muerte. Sin embargo, los expertos han presentado algunas teorías.

Podría haber sido por una fiebre tifoidea, según los síntomas que recogieron en sus escritos los médicos que le atendieron.

También podría haber sido un agravamiento de la malaria. Una enfermedad que ya había padecido antes.

Quizás la causa podría haber sido una cirrosis, ya que Alejandro solía abusar de las bebidas alcohólicas.

Aunque también se ha apuntado que podría haber sido envenenado por sus propios generales o, incluso, sus familiares.

Como no existía un claro sucesor, sus generales empezaron a tomar posiciones para intentar ser sus sucesores.

En cuanto a su familia, había tenido un hijo con Roxana, llamado también Alejandro, pero sólo era un niño. También había tenido otro con una amante, pero era ilegítimo.


Mientras tanto, su cuerpo fue embalsamado e introducido en un recipiente de arcilla lleno de miel. Luego lo metieron dentro de un sarcófago de oro.

Cuando terminaron, lo introdujeron en una carroza muy pesada, con forma de templo griego. Era tan pesada que llevaba un tiro de 64 mulas.

Evidentemente, esta comitiva tenía que moverse muy lentamente. En principio, su destino iba a ser la ciudad de Egas, donde solían ser enterrados los reyes de Macedonia.

Sin embargo, cuando la comitiva se hallaba cerca de Damasco, fue interceptada por el general Ptolomeo, uno de los mandos militares de Alejandro. Éste venció a las tropas, que custodiaban es cortejo fúnebre, las cuales iban al mando del general Pérdicas.

Así que Ptolomeo, gobernador de Egipto, se llevó el cuerpo de Alejandro a su territorio y dejó que la familia imperial continuara su viaje hacia Macedonia, donde luego fueron asesinados por el general Casandro.

No fue un capricho, sino una forma de dar a entender que, el futuro Ptolomeo I de Egipto, era el descendiente legítimo de Alejandro. También fundó la dinastía Tolemaica, a la que perteneció la famosa Cleopatra.

En un principio, el cuerpo de Alejandro fue depositado en Menfis, la antigua capital de Egipto. Hasta que terminaron las obras de construcción de Alejandría, que se convirtió en la nueva capital.

Ptolomeo le dedicó los máximos honores. El cuerpo de Alejandro fue depositado en un ataúd de oro macizo, en una zona del palacio real a la que llamaron Sema o Soma.

Sin embargo, unos años más tarde, no sé si Ptolomeo X necesitaría ese oro. Lo cierto es que cambió ese ataúd por otro, que unos dicen que era de alabastro y otros de cristal de roca, porque se transparentaba y se podía ver el cuerpo. Eso dio lugar a que fuera un lugar muy visitado en la antigüedad.

Por ejemplo, se sabe de la visita de Julio César y luego del emperador Augusto, el cual le colocó una corona de oro. Por el contrario, Calígula, le quitó su armadura y también se llevó algunos trozos del cuerpo como reliquias.

Sin embargo, entre los siglos III y IV d. de C. hubo una crisis general en el Imperio Romano. Eso dio lugar a guerras civiles.

En el caso de Alejandría, se agravó, ya que sufrió varios terremotos y, además, una parte de la zona portuaria se hundió, porque se construyó en un terreno inestable. A eso hay que añadir la intolerancia de los primeros cristianos, que se empeñaron en destruir todo lo relativo a las divinidades paganas. Eso es lo que aparece en la película de Hipatia.

Así que no sabemos si la tumba fue destruida en esa época. Sin embargo, hay un autor actual, llamado Andrew Chugg, que defiende su teoría de que, para que no la destruyeran, los lugareños dijeron que allí estaba enterrado San Marcos, fundador de la iglesia copta.

Otra cosa que dice este autor es que, como es sabido, en el siglo IX, cuando Egipto ya había sido invadido por los musulmanes, llegaron a Alejandría dos comerciantes venecianos.

Parece ser que el gobernador musulmán de Alejandría tenía la intención de derribar el santuario, donde estaba enterrado San Marcos a fin de aprovechar sus columnas para su nuevo palacio.

Estos comerciantes venecianos, llamados Buono da Malamocco y Rustico da Torcello se entrevistaron con los clérigos, que custodiaban ese santuario y estos les pidieron que se llevaran el cuerpo de San Marcos.

Para empezar, dieron el cambiazo, colocando otro cadáver en esa tumba. Después, colocaron a San Marcos en una caja y, a su alrededor, lo cubrieron con trozos de carne de cerdo y coliflores. De esa manera, consiguieron engañar a los aduaneros musulmanes, porque estos no se atrevieron a tocar la carne del cerdo, y pudieron meterlo en su barco.

Más tarde, desembarcaron en Venecia, donde les recibieron el dux y el obispo de esa ciudad.

En principio, depositaron el cadáver del santo en el interior del Palacio Ducal, ya que todavía no se había construido la famosa basílica, dedicada a este santo, en Venecia.

También algunos autores dicen que estos dos personajes, que no eran mercaderes, sino que uno era un tribuno y el otro un sacerdote, habían recibido el encargo del dux para robar el cadáver de San Marcos y llevarlo a Venecia. A fin de tener un santo patrón de prestigio. Algo que atraería a muchos peregrinos en la Edad Media.

Así que, según Andrew Chugg, es posible que estos venecianos no se llevaran el cuerpo de San Marcos, sino el del propio Alejandro Magno y sea éste en que esté enterrado en la Basílica de San Marcos, en Venecia.

No obstante, todavía hay 3 grandes teorías sobre el destino del cadáver de Alejandro Magno.

Como ya he mencionado anteriormente, Alejandría es una ciudad que ha sufrido muchos terremotos. Eso ha hecho que buena parte de la ciudad antigua esté bajo el agua y allí podría estar su cuerpo. Precisamente, varios buscadores de tesoros llevan varios años sacando objetos sumergidos en esa zona.

Otra teoría dice que pudo haber sido llevado al oasis de Siwa. Un sitio muy alejado de la anarquía que se desató en Alejandría.

La tercera teoría es la de Andrew Chugg, sobre la que se han basado algunas novelas, como la muy entretenida “El informe San Marcos”, de Fermín Bocos.

En fin, habrá que esperar para ver si lo encuentran.

 

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lunes, 8 de diciembre de 2025

LA FUNESTA GRIPE DE 1918

 

Es posible que muchos se hayan preguntado por qué no la he llamado la gripe española, que es como se la conoce popularmente. La razón es que siempre me ha parecido muy injusto llamarla de esa forma, porque el origen de esa pandemia no estuvo en España, sino en otros países.

Hay que empezar por decir que esa pandemia tuvo lugar durante la I Guerra Mundial. Así que, en todos los países, que participaban en ese conflicto, existía la censura de guerra. Por ello, los periodistas no podían publicar lo que quisieran.

Sin embargo, como España era un país neutral, la prensa podía informar sobre todo lo que ocurriera. Por ello, empezaron a informar sobre unos peligrosos brotes de gripe, que estaban diezmando a la población.

Lo que se ha ido sabiendo es que, muy probablemente, el primer foco de esa enfermedad estuvo en el campamento militar de Fort Riley, situado en una localidad de

Kansas (USA). Parece ser que ese campamento estaba rodeado de granjas avícolas.

En cierto momento, esas aves empezaron a padecer la gripe aviar y contagiaron a los miles de soldados, que había en ese campamento.

Ya sabemos que en los campamentos militares suele haber miles de soldados y las condiciones higiénicas y sanitarias no suelen ser las mejores.

Posteriormente, esos soldados fueron embarcados, hacinados en buques, hacia Europa, para combatir en la I Guerra Mundial. Sus destinos solían ser los puertos de Brest o de Liverpool.

Después se ha sabido que, durante esos traslados, se produjeron algunos fallecimientos, pero no se dijo nada a causa de la censura de guerra y lanzaron esos cadáveres al mar.

Evidentemente, a los Estados Mayores de los diferentes países no les interesaba que se difundiera que tenían a una buena parte de sus soldados de baja por esta gripe.

También hay otras teorías más minoritarias, que sitúan el primer foco en Francia o en China.

Parece ser que, en marzo de 1918, se dieron los primeros casos en ese campamento USA.

Ciertamente, fue una gripe muy extraña. No era como las habituales, cuyas víctimas más habituales son los ancianos y las personas que padecen alguna enfermedad importante.

Sin embargo, esta gripe se cebó en personas entre 20 y 40 años, que se suponía que tenían un sistema inmunitario más potente.

Hoy en día, se cree que ese sistema inmunitario provocó en los jóvenes la llamada “tormenta de citoquinas”. Consistente en una respuesta exagerada del sistema inmunitario, que se lleva todo por delante y destroza el cuerpo del paciente. De hecho, eso daba lugar a que muchos pacientes murieran al quinto día.

Por eso mismo, los pacientes solían morir desangrados a causa de hemorragias capilares y edema pulmonar agudo. Por eso mismo, los médicos informaron que a muchos de sus pacientes se les ponía la piel de un color azul oscuro.

Seguro que eso de la “tormenta de citoquinas” les sonará a muchos, porque también se dijo con respecto al COVID 19.

Esta pandemia fue muy seria. No olvidemos que durante la I Guerra Mundial murieron alrededor de 10.000.000 de personas. Sin embargo, esta gripe mató a unos 40.000.000 en todo el mundo.

Así que eso también dificultó la necesaria recuperación económica, después de la I Guerra Mundial.

Concretamente, en España, esta gripe aviar del tipo H1N1, afectó nada menos que a unos 8.000.000 de personas, de los cuales murieron unos 300.000. Uno de los pacientes fue el propio monarca, Alfonso XIII, que entonces tenía 32 años, pero se salvó. Por entonces, España tenía una población de 20.000.000 de habitantes.

Precisamente, a partir de entonces, se empezaron a utilizar las famosas mascarillas. Aunque entonces eran de tela y gasa.

Esta gripe también afectó a muchos niños menores de 5 años y también a los mayores de 65. No obstante, como ya he dicho, su objetivo preferido fueron los veinteañeros. Muchos de ellos en edad militar.

Parece ser que no mató a tantos niños y ancianos, porque su sistema inmunitario no es tan potente y no pudo reaccionar de esa manera tan enérgica. Eso les salvó la vida.

También dicen que es posible que muchos ancianos hubieran padecido la fuerte epidemia de gripe de 1889, denominada gripe rusa, que mató a 1.000.000 de personas y eso hizo que tuvieran anticuerpos efectivos contra la de 1918.

Volviendo a los síntomas, varios médicos informaron que muchos de los pacientes afectados por esta gripe, al toser, expulsaban sangre roja brillante o una especie de espuma de color rosa. Un síntoma de un edema pulmonar grave. Eso les impedía respirar y, por ello, se les ponía la piel de color azul oscuro.

Seguramente, muchos, que estarán ahora leyendo este artículo, habrán pensado que esto no hubiera ocurrido con los medios sanitarios actuales. Yo no estaría tan seguro de ello.

A finales de los años 90, el Dr. Jeffery Taubenberger y su equipo empezaron a estudiar esta gripe a base de investigar en las muestras de piel de algunos de los fallecidos, que había almacenadas en el centro donde trabajaba. Así fueron secuenciando este tipo de virus.

A principios de este siglo, este doctor se asoció con el Dr Johan Hultin, el cual ya había excavado en Alaska, con el mismo fin, a mediados de los años 50.

Esta vez tuvieron más suerte y consiguieron recoger muestras de algunos cadáveres, que no se habían descompuesto, gracias al suelo helado. Entre ellos, el de una mujer esquimal.

En 2005, consiguieron secuenciar y presentar el genoma completo de este virus. Una investigación que fue elogiada por las famosas revistas científicas Science y Lancet.

Francamente, me parece peligroso eso de hurgar entre cadáveres, que aún deben tener en su interior ese y otros virus, porque podrían salir y contagiar de nuevo. Además, algunos especialistas han dicho que no están muy seguros si, con los medios actuales, se podría combatir eficazmente este virus de 1918. Entre otras cosas, porque la mayoría de sus víctimas murieron sólo 5 días después de haber contraído esa enfermedad.

De hecho, en varias ocasiones, ha salido publicado que un grupo de científicos ha excavado en Siberia y ha encontrado bacterias de gran tamaño, las cuales, después de haber estado bajo el hielo durante miles de años, siguen estando vivas.
Además, el cuerpo humano no tendría defensas contra estas bacterias desconocidas.

Para terminar, otro detalle a tener en cuenta es que esa gripe se presentó en 3 oleadas. Los especialistas suelen decir que las primeras oleadas de las gripes son las peores y luego, las siguientes, son menos preocupantes.

Sin embargo, en este caso, la primera oleada, que se produjo entre marzo y mayo de 1918, no fue demasiado importante. Se parecía mucho al comportamiento de la gripe común. Así que no le dieron mucha importancia.

Sin embargo, entre septiembre y noviembre de 1918, tuvo lugar la segunda oleada, que fue la más peligrosa. El virus había mutado para ser más letal. Coincidió con el final de la guerra, que terminó el 11/11/1918 y eso hizo que se propagara aún más.

La tercera oleada tuvo lugar entre finales de 1918 y la primavera de 1919. Esta vez, el virus no fue tan letal. Sin embargo, también mató a mucha gente, que ya estaba debilitada por la guerra, el hambre y las oleadas anteriores.

No hay que menospreciar esta gripe. Si la comparamos con el COVID-19, se calcula que éste mató a unos 15.000.000 de personas, mientras que la gripe de 1918 mató a unos 40.000.000, en un planeta menos poblado que ahora. En 1918, se calcula que sólo vivían 1.800.000.000 de personas en el planeta.

Curiosamente, el virus fue siempre cada vez menos peligroso y, a partir del verano de 1920, se transformó en lo que conocemos como las gripes estacionales, que solemos padecer cada invierno.

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viernes, 28 de noviembre de 2025

UNA FOTÓGRAFA LLAMADA TINA MODOTTI

 

Hoy voy a dedicar este artículo a la vida de una mujer llamada Tina Modotti, que tuvo muchas facetas, pero seguro que ella quería que la recordaran como la gran fotógrafa que fue a lo largo de toda su vida. De hecho, ella dijo de sí misma: “Me considero una fotógrafa y nada más y si mis fotografías se diferencian de lo generalmente producido en este campo, es que yo precisamente trato de producir no arte, sino fotografías honradas...".

En otra ocasión dijo: "No puedo resolver el problema de la vida perdiéndome en el problema del arte."

Tina Modotti nació en 1896 en la ciudad italiana de Udine, situada muy cerca de la frontera con Eslovenia.

Su familia era muy modesta. Su padre era albañil y su madre, costurera. Así que, antes de la I Guerra Mundial, la familia emigró a Austria, pero no sé si regresaron a Udine porque les fue mal o porque ya se olía en el ambiente la llegada de la guerra.

Posteriormente, parece ser que su padre y una de sus hermanas habían emigrado y se habían establecido en San Francisco (USA). Así que le enviaron algo de dinero y Tina, con sólo 16 años, viajó sola en un barco desde Génova hasta Nueva York. Después siguió su viaje hasta San Francisco, donde le estaban esperando sus familiares.

Por lo visto, en un principio, le atrajo mucho el mundo de la interpretación. Por ello, actuó en algunas de aquellas películas de cine mudo, también en obras de teatro y hasta fue modelo de algunos artistas.

Todo ello le sirvió para conocer a muchos artistas e intelectuales del momento. De hecho, en Los Ángeles conoció a Edward Weston, que ya era un famoso fotógrafo, y a su socia, Margrethe Mather.

Tina empezó siendo modelo en algunas fotografías de Weston y después pasó a ser su ayudante.

A Tina no le era extraño el mundo de la fotografía, porque un tío suyo ya tuvo un estudio fotográfico en Italia y ella solía ir mucho por allí para aprender esas técnicas.

Así que Tina le propuso administrar su estudio fotográfico a cambio de que él le enseñara esa profesión.

En 1921 se hicieron amantes a pesar de que Weston ya estaba casado y tenía varios hijos.

Posteriormente, se fueron a México, donde abrieron un estudio en la capital y donde conocieron a muchos de los artistas e intelectuales mexicanos de aquella época. Entre ellos, la archifamosa Frida Kahlo y su marido, el pintor Diego Rivera o su colega David Alfaro Siqueiros.

En México, Weston decidió realizar obras de tipo abstracto, inspiradas en el folklore de ese país, mientras que Tina optó por captar con su cámara la realidad social y la miseria en la que vivían los mexicanos.

En 1926, les encargaron hacer un viaje por todo México, donde hicieron miles de fotos y muchas de ellas aparecieron en su libro “Ídolos tras los altares”.

Aunque tuvieron mucho éxito con la publicación de ese libro, parece que no se llevaban muy bien. No sé si sería, porque Modotti había conocido a varios comunistas y se había afiliado al Socorro Rojo Internacional. Lo cierto fue que Weston regresó a USA, mientras que ella permaneció en México.

Fue entonces cuando conoció a dos personajes, que influyeron mucho en su vida. Uno de ellos fue el cubano Julio Antonio Mella, fundador del Partido comunista de Cuba, y el otro fue un comunista italiano, llamado Vittorio Vidali.

Eso dio lugar a que ella se afiliara al Partido Comunista de México y a que sus fotografías tuvieran un tono más reivindicativo y fueran publicadas en periódicos de varios países. Unos medios, que estaban controlados por los comunistas, como el periódico El Machete, considerado el órgano oficial del PC de México.

Incluso, participó en varias manifestaciones, como una para exigir que USA se fuera de Nicaragua y otra para pedir la libertad de los anarquistas Saco y Vanzetti.

De hecho, en 1929, realizó una exposición en México DF a la que tituló “La primera exposición fotográfica revolucionaria en México”.

Ese mismo año, una noche del mes de enero, mientras Mella, que ahora era amante de Tina, paseaba junto a ella por las calles de la capital, fue asesinado por dos disparos de un revólver.

Tina fue arrestada como cómplice de ese asesinato. Parece ser que dos testigos vieron de lejos a 3 personas, que discutían acaloradamente y, de pronto, una de ellas, sacó un revólver y disparó sobre Mella. Se cree que el asesino era Vidali. Sin embargo, Tina nunca quiso reconocerlo. Por ello, fue puesta en libertad por falta de pruebas.

Sin embargo, algunos dijeron que esa arma era la preferida por Vidali, al que muchos calificaban, simplemente, como un matón a las órdenes de los dirigentes de su partido.

No obstante, supongo que ya seguiría vigilada por la Policía. Unos meses más tarde, un tipo disparó contra Pascual Ortiz Rubio, presidente de México. Éste resultó herido, pero el agresor fue detenido.

Así que eso dio lugar a una campaña anticomunista, que consiguió expulsar a todos los afiliados a ese partido que no fueran mexicanos. Uno de los expulsados fue Tina Modotti.

En un principio, Vidali y ella llegaron a Rotterdam, para luego viajar hasta Berlín, ciudad en la que residieron durante algunos meses. Posteriormente, continuaron su viaje hasta Moscú. Evidentemente, para ello, obtuvieron la ayuda del Socorro Rojo Internacional.

Estuvo tentada para regresar a Italia, pero le dijeron que era muy peligroso, porque allí ya estaba gobernando Mussolini y se dedicaba a perseguir a los comunistas.

Al comienzo de la guerra civil española, Tina y Vittorio Vidali viajaron a España. Ambos se alistaron en el famoso Quinto Regimiento de milicias.

Sin embargo, ella fue destinada en una unidad sanitara canadiense, como enfermera y cuidadora de los niños, que habían quedado huérfanos. Mientras que él participó en algunos combates. Al igual que su colega, David Alfaro Siqueiros, que alcanzó el grado de coronel.

Aparte de esto, ella tuvo otras actividades como ayudar en la organización del Congreso Internacional de Intelectuales contra el fascismo, que se celebró en Valencia.

También colaboró con el poeta Miguel Hernández en la publicación de su libro “Viento de pueblo”.

Al mismo tiempo, aprovechó para hacer muchas amistades como Robert Capa, Gerda Taro, Hemingway, Antonio Machado, la Pasionaria, Alberti, Malraux, etc.

Afortunadamente, al final de la guerra, tuvo más suerte que otros, porque consiguió llegar hasta Francia.

Pudo regresar a México, gracias a que le dieron un pasaporte español con el nombre falso de María del Carmen Ruiz Sánchez. Allí se ganó la vida realizando traducciones.

También conoció a otras exiliadas como la escritora alemana Anna Seghers o la española Constancia de la Mora, esposa del jefe de la Aviación republicana española, el general Ignacio Hidalgo Cisneros.

Desgraciadamente, Tina Modotti murió en 1942, cuando regresaba a su casa en un taxi, después de haber cenado en la casa de unos amigos. La versión oficial fue que la causa de su muerte fue debida a un ataque al corazón.


Lo cierto es que los resultados de la autopsia no fueron concluyentes. Así que muy pronto surgieron opiniones de todo tipo. La mayoría de ellas afirmaban que había sido envenenada.

Incluso, su amigo, el pintor Diego Rivera, llegó a decir que podría haber sido envenenada, porque “sabía demasiado de la vida de Vidali”.

De hecho, en cierta ocasión, Tina llegó a decir sobre Vidali: “Lo odio con toda mi alma, pero tengo que seguirlo hasta la muerte… No es más que un asesino y me ha arrastrado a un crimen monstruoso”.

Es posible que Tina se hubiera dado cuenta de que el partido en el que ella militaba, en lugar de liberar a las masas, utilizaba unos métodos violentos semejantes a los de los gobiernos contra los que siempre habían luchado.

Sin embargo, el famoso Pablo Neruda, que también era comunista, defendió la inocencia de su amigo Vidali.

Realmente, Vidali siempre fue un agente del Komintern. Parece ser que, cuando estuvo en la guerra civil española, donde utilizó los seudónimos de comandante Carlos o también Carlos Contreras, se encargó de varias checas y se cree que mató a unas 400 personas. Incluso, hay quien dice que estuvo involucrado en el asesinato de Andreu Nin.

No obstante, tras la II Guerra Mundial, Vidali regresó a Italia, donde llegó a ser senador por el PCI y murió en 1983.

 

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domingo, 16 de noviembre de 2025

EL INCREÍBLE CASO DE HEDWIG POTTHAST

 

 

Hoy traigo al blog a uno de esos personajes de los que apenas han sido mencionados, pero que han tenido mucha importancia. Parece ser que ha habido mucha gente interesada en que esta persona pasara totalmente desapercibida.

Hedwig Potthast nació en 1912 en la ciudad de Colonia. Su padre fue un exitoso hombre de negocios, por lo que supongo que la familia sería acomodada.

Al término del bachillerato, Hedwig estudió para secretaria y allí aprendió varios idiomas. Algo que le sería de mucha utilidad.

Empezó trabajando en Coblenza, pero, ya a mediados de los años 30, fue fichada para trabajar en la central de la Gestapo en Berlín.

Al poco de llegar, en enero de 1936, fue destinada como secretaria particular de Heinrich Himmler el gran jefe de las SS.

En aquella época, Himmler estaba casado desde 1928 con Margarete Boden. Una enfermera 7 años mayor que él. Tenían una única hija, llamada Gudrun, nacida en 1929 y también adoptaron a un huérfano, llamado Gerhard, hijo de un oficial de las SS, que había muerto antes de la guerra.

Curiosamente, Himmler, que era ingeniero agrónomo, siempre había sido uno de esos católicos de misa diaria, hasta que entró en el Partido Nazi.

Volviendo a nuestro personaje de hoy, Hedwig era una joven rubia con los ojos azules, que coincidía con el modelo racial que admiraban los nazis.

Lo cierto es que la secretaria y su jefe empezaron a intimar y se enamoraron. Así que, en 1941, dejó de trabajar para Himmler, pero no terminó ahí su relación con él, ya que éste le compró una vivienda.

Parece ser que también fue en ese mismo año en el que Margarete se enteró del romance de su marido con su secretaria. Por lo visto, las relaciones entre Himmler y su esposa ya eran muy frías, porque éste estaba muy absorbido por su trabajo y apenas pasaba por su casa. Por el contrario, siempre se preocupó mucho por Gudrun, la hija de ambos, a la que solía llamar casi todos los días.

Margarete, que era una de las dueñas de una clínica, vendió sus acciones y se aprovechó de su matrimonio para que la nombraran alto cargo de la Cruz Roja de Alemania.

En 1942 nació el primer hijo de Hedwig y Himmler, llamado Helge. El problema es que el chico parecía tener cierta discapacidad. No obstante, lo criaron, aunque eso estuviera en contra de la doctrina oficial nazi, que solía deshacerse de esos niños.

A partir de entonces, Margarete se quedó viviendo en su casa con Gudrun. Himmler dejó de vivir allí, aunque solía ir a ver a su hija Gudrun.

En 1944, Himmler compró otra casa para Hedwig. Se trataba de una vivienda enorme, que había sido la casa de vacaciones de Sigmund Freud. Realmente, la casa era propiedad de la hermana de Freud y le fue expropiada por las autoridades nazis.

Ciertamente, para las obras de reforma no contrató a trabajadores normales, sino que dio la orden de que las hicieran un grupo de prisioneros de los campos de concentración.

En julio de ese año, Hedwig, tuvo a su segundo hijo con Himmler.
Esta vez fue una niña a la que llamaron Nanette Dorothea. Por supuesto, ambos niños nacieron en hospitales de las SS.

Curiosamente, la niña nació el mismo día en el que se produjo el atentado de la famosa Operación Valkiria contra Hitler.

Parece ser que, ya en los años 80, en la única entrevista concedida por ella, dijo que había influido sobre Himmler para que aceptara reunirse con los Aliados a fin de dar término, cuanto antes, a la guerra, de una forma que no supusiera la rendición incondicional de Alemania. Esas reuniones tuvieron lugar en Suiza y empezaron en 1943.

Casualmente, no dijo nada de que conociera el tema de los campos de concentración y las masacres realizadas por los nazis. Sin embargo, parece muy extraño que una persona, que estaba al tanto de muchos secretos, no conociera esas actividades.

Al final de la guerra, Hedwig se mudó con sus hijos a Berchtesgaden, en la misma zona donde vivían otros dirigentes nazis.

Por lo visto, Himmler, a pesar de estar muy ocupado con la guerra, solía llamar diariamente a Hedwig. La última vez fue el 19/04/1945.

No obstante, ese mismo día, llamó a su puerta un oficial de las SS para entregarle una carta del mismo Himmler. Supongo que no sería una carta de amor, porque eso se lo podría haber dicho por teléfono.

Al día siguiente, Himmler estuvo presente en la última fiesta de cumpleaños de Hitler. Posteriormente, se trasladó al norte, cerca de la frontera con Dinamarca, donde estableció su cuartel general, que estaba cerca del puesto de mando del gran almirante Doenitz.

Parece ser que, como Hitler había nombrado su sucesor a Doenitz, Himmler intentó formar parte de su nuevo gobierno, pero no tuvo éxito.

Posteriormente, Himmler tenía la intención de trasladarse al sur. Pretendía llegar a un pueblo, en una zona montañosa, donde había almacenado dinero y supongo que también metales nobles producto de su rapiña, a fin de pasar unos días hasta que pudiera huir a Italia y de allí, posiblemente, como tantos otros nazis, a Argentina.

Sin embargo, las tropas USA, llegaron a Berchtesgaden el 04/05/1945. No detuvieron a Hedwig y a sus hijos, porque ya habían huido, pero sí que los capturaron una semana más tarde.

Por otro lado, Himmler fue detenido en un puesto de control del Ejército británico, situado al norte de Alemania, el 22/05/1945. No le pudieron interrogar durante mucho tiempo, porque, al día siguiente, vieron que, aparentemente, se había suicidado con una cápsula de cianuro. Parece un poco raro que no lo hubieran registrado a fondo, cuando fue detenido. Precisamente, el informe de su muerte sigue siendo material clasificado y además se dieron mucha prisa en incinerarlo.

Por tanto, parece muy posible que Hedwig les hubiera dicho a sus interrogadores USA dónde se hallaba Himmler. Estos se hubieran puesto en contacto con los británicos, que estaban al cargo de esa zona, y lo capturaran.

Aunque también es cierto que los británicos no tenían ningún interés en que Himmler confesara que había estado en contacto con ellos, a espaldas de los soviéticos, para acabar cuanto antes con la guerra en el frente occidental, a fin de continuar en el frente oriental.

Curiosamente, cuando fue detenido, una de las cosas que se le intervinieron fue una carta, firmada por él, dirigida nada menos que al general Eisenhower. Nunca más se ha sabido nada de esa carta. Incluso, los servicios de Inteligencia USA se pusieron muy furiosos, cuando se enteraron del suicidio de Himmler.

Parece ser que a Hedwig la trasladaron a un centro de interrogatorios USA, situado en Munich. Allí hicieron un trato con ella para sacarle toda la información que pudieran. Por lo visto, les daría esa información a ellos y a nadie más y, a cambio, la protegerían a ella y a sus hijos.

Por eso mismo, gozó siempre de la protección de la CIA. Así que, cada vez que un investigador o un periodista la había localizado, la CIA le buscaba otra vivienda en otro lugar. También, estos agentes, solían presentarse, muy a menudo, en su casa, para ver si le hacía falta algo.


Para que no la pudieran localizar por su apellido, la CIA organizó su matrimonio con un hombre, que era un enfermo terminal. Ya sabemos que, en algunos países, las mujeres pierden su apellido tras su matrimonio y toman el de su marido.

Precisamente, todavía hay muchas riquezas y obras de arte, robadas por los nazis, que nunca se han encontrado. Así que no me extrañaría que Himmler le contara en aquella carta a Hedwig dónde podría encontrar esas riquezas, para que pudiera criar, durante a la posguerra, a sus dos hijos. Supongo que negociaría con sus interrogadores USA y hasta es posible que se lo repartieran. Por no hablar de los muchos secretos, que ella conocía y que a los USA y a los británicos no les interesaba que conocieran los soviéticos.

Precisamente, el primer director de la CIA, sucesora de la OSS, fue Allen Dulles. Éste, durante su etapa como agente de la OSS, había participado en esas reuniones, celebradas en Suiza, con dirigentes nazis.

Al final de la guerra, también Himmler quiso mantener conversaciones con Eisenhower para una rendición honrosa de Alemania. Lo hizo a través del conde Folke Bernadotte, al que ya dediqué otro de mis artículos, que entonces era el presidente de la Cruz Roja de Suecia. Sin embargo, los Aliados no lo aceptaron. Incluso, como la BBC aireó estos intentos de negociación, Hitler se enteró de ello y le cesó de todos sus cargos.

También es posible que ella les hablara de las operaciones y de las redes secretas de información creadas por los nazis.

Curiosamente, a Hedwig y a sus hijos los pusieron muy pronto en libertad, mientras que Margarete y Gudrun estuvieron casi dos años encarceladas.

Parece ser que, durante la posguerra, ella también mantuvo contactos con organizaciones de veteranos nazis y sus familias, como Stille Hilfe (ayuda silenciosa), la cual estaba encabezada por una aristócrata y dos altos miembros del clero alemán.

También mantuvo contacto con la familia de Himmler. Concretamente, con Gebhard, hermano mayor de Heinrich, que también había sido miembro del Partido Nazi.

Volviendo a la famosa carta, que le llevó un oficial de las SS, es posible que allí le dijera dónde podría sacar dinero para vivir. Alguna contraseña o quizás algún sitio donde hubieran escondido aquel famoso oro, que atesoraban los nazis y que todavía no ha sido hallado.

Parece ser que Himmler, como muchos otros dirigentes nazis, tenía mucho dinero depositado en el Dresdner Bank. No sólo en Alemania, sino también en otros países, como Suecia.

Evidentemente, son sólo suposiciones. Sin embargo, no he visto que Hedwig quisiera buscar otro trabajo en la posguerra. Lo cual quiere decir que tenía fondos para vivir. Podrían venir de Himmler o de la CIA.

Para terminar, como ya dije, Himmler, en su juventud, había sido un católico de misa diaria. Luego se enemistó con la Iglesia católica como institución.

Aunque los nazis fomentaban una especie de religión pagana, permitieron que los soldados del Ejército alemán siguieran llevando en sus hebillas una leyenda que decía: “Dios está con nosotros”. Era una tradición, que se remontaba al siglo XVIII.

Sin embargo, los miembros de la SS, no llevaban ese lema, sino este otro: “Mi honor es la lealtad”.

Por último, Hedwig murió en 1994 en la localidad de Baden-Baden a causa del Alzheimer.

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