Hoy voy a hablar de un plan, que
me atrevería a calificar como diabólico, ideado por un político USA contra
Alemania. Empezaremos por ver quién fue el tipo al que se le ocurrió este
disparate.
Estudió Arquitectura y Agricultura
en la famosa Universidad de Cornell. Una de las más prestigiosas de USA.
Curiosamente, compró unan granja
para explotación frutícola y tuvo como vecinos al futuro presidente Franklin D.
Roosevelt y su esposa. Así que ahí fue cuando comenzaron a ser amigos.
Me parece que, si hubieran sido
españoles no se hubieran hecho amigos, porque los españoles no suelen ser muy
amigos de sus vecinos. Más bien, es al contrario.
Así que, en 1929, cuando
Roosevelt fue elegido gobernador de Nueva York, fichó a nuestro personaje como
presidente del Comité Asesor Agrícola de ese Estado.
Posteriormente, en 1934, cuando
el secretario del Tesoro dimitió, debido a problemas de salud, Roosevelt se
acordó de nuestro personaje para adjudicarle ese importante Ministerio.
Como el país intentaba salir de
la dura Crisis de 1929, el Gobierno mantuvo muy bajas las tasas de interés a
fin de reactivar la economía. También, como ya veían en el horizonte la
posibilidad de una nueva guerra, empezaron a rearmarse.
También se dedicó a investigar la
corrupción y el crimen organizado. Para ello, aprovechó las 5 agencias de
investigación que había en el Tesoro. Evidentemente, eso no le gustó
absolutamente nada al FBI.
Durante varios años, Roosevelt y
Morgenthau, discutieron sobre temas presupuestarios. El primero quería, como
fuera, aumentar el presupuesto, mientras que el segundo siempre fue partidario
de no endeudarse demasiado.
Algunos le culpan de una nueva
recesión, que tuvo lugar en 1937, por querer recortar excesivamente el gasto
público.
En 1943, apoyó los acuerdos
tomados por el Congreso Judío Mundial, relativos a la evacuación de los judíos
de Alemania y otros países. Por ello, el Gobierno USA creó la Junta de
Refugiados de guerra, que también apoyó las iniciativas del famoso Raoul
Wallenberg y, de esa manera, se calcula que consiguieron salvar la vida de unos
200.000 judíos.
Evidentemente, Morgenthau,
también propuso que mataran a todos los nazis criminales de guerra que fueran
capturados. Posteriormente, parece ser que se lo pensó más y ya fue partidario
de hacerles un juicio previo, antes de ahorcarlos.
En 1944, propuso el Plan
Morgenthau, al que me voy a referir, posteriormente, en este artículo. De
momento, voy a terminar con su biografía para que tengamos una idea mejor de
este personaje.
En 1945, comenzó a dejar de
brillar su estrella. Tras el fallecimiento, en plena II Guerra Mundial, de su
amigo, el presidente Franklin Delano Roosevelt, Harry S. Truman, que era su
vicepresidente, pasó a ser el nuevo presidente de USA.
Parece que a éste no le debía
caer nada bien, porque le obligó a renunciar. Así que pasó el resto de su vida
ayudando a organizaciones judías y también como asesor financiero del nuevo
Estado de Israel.
Volviendo al tema de este
artículo, en 1944, Morgenthau, presentó un informe denominado “Programa de
post-entrega sugerido para Alemania”.
A grandes rasgos, lo que sugería
era eliminar casi todas las fábricas de Alemania. Sobre todo, las que pudieran
tener un aprovechamiento bélico y hacer de ese país un Estado agropecuario. Más
o menos, hacerle regresar al siglo XVIII.
Como es lógico, un plan tan descabellado para Alemania le hizo granjearse muchas enemistades, no sólo entre los alemanes, sino también entre sus propios conciudadanos.
No hay que olvidar que en USA hay muchos ciudadanos, cuyos ancestros eran alemanes.Por otro lado, también es preciso
decir que la primera intención de los militares USA fue lanzar la primera bomba
atómica sobre Alemania y no sobre Japón. Sin embargo, no lo llegaron a hacer,
porque Alemania se rindió antes de que la tuvieran preparada.
Dado que este plan se presentó antes del final de la II Guerra Mundial, el Gobierno alemán tuvo conocimiento de ello, y lo publicó en la prensa.
Eso le sirvió al ministro nazi Goebbels para azuzar al pueblo alemán con el objetivo organizar una resistencia mucho mayor contra los Aliados. Una de sus frases fue: “El judío Morgenthau quiere convertir Alemania en una parcela gigante de patatas”. Otra de ellas fue: “¡Roosevelt y Churchill están de acuerdo con el plan de asesinato judío!”Incluso, el propio Herbert
Hoover, fundador del FBI, se la tenía guardada desde que le quitó el
protagonismo, cuando Morgenthau utilizó las agencias del Tesoro para investigar
el crimen organizado, sin contar con su agencia federal. Así que afirmó que ese
plan llevaría a Alemania a la miseria y podría provocar una hambruna que
mataría a unos 25.000.000 de alemanes.
Supongo que esa afirmación le
haría meditar mucho a Roosevelt. Evidentemente, no pudo saltar del susto,
porque el pobre hombre llevaba muchos años en una silla de ruedas.
Otra de las propuestas era la
partición de Alemania, cediendo Silesia y Prusia Oriental a Polonia. El Sarre y
sus zonas anexas a Francia. El resto se dividiría en dos países. Uno al sur,
que lo formarían Baviera, Baden-Württemberg y otros Estados menos relevantes.
El otro estaría al norte y lo formarían Prusia, Sajonia y otros Estados de
menor importancia.
Curiosamente, esta vez, los vencedores
no pretendían pedir indemnizaciones en ese informe. Por el contrario, las
naciones que hubieran salido muy perjudicadas en ese conflicto, serían
compensadas con el traspaso de toda esa maquinaria desmantelada en Alemania.
Incluso, les compensarían cobrando patentes alemanas y también con la
confiscación de activos alemanes en el extranjero.
Por el contrario, los planes del
Departamento de Estado USA consistían en hacer que Alemania se recuperase
cuanto antes a fin de pagar indemnizaciones de guerra. Ante ello, Morgenthau,
argumentó que era una invitación para que se rearmara y organizase pronto su
revancha.
Así que nuestro personaje siguió
presionando a fin de intentar conseguir que su propuesta fuera la aceptada por
el presidente.
Uno de sus logros fue conseguir
que se crease una comisión, formada por los secretarios del Tesoro, Estado y Guerra,
con el fin de acordar cómo iba a ser el futuro de Alemania.
Paradójicamente, las mayores objeciones para el Plan Morgenthau vinieron de los empresarios USA. Es preciso decir que estos habían hecho fuertes inversiones en Alemania, desde antes de la llegada al poder de los nazis.
Como la compra de Opel por General Motors, realizada en 1928. Así que estos estaban muy interesados en que, cuanto antes, volviera a ponerse en marcha la industria alemana.Así que la comisión no pudo
lograr ningún acuerdo, ya que Morgenthau, secretario del Tesoro, y Corder Hull,
secretario de Estado, tenían intereses contrapuestos.
Este último argumentó que, como
ya he dicho, el Plan Morgenthau, aumentaría la resistencia de los alemanes
contra las tropas aliadas y eso costaría muchas bajas. Esas duras discusiones
llevaron a Hull a dimitir por razones de salud.
Parece ser que esa dimisión fue
la que aprovechó Roosevelt para invitar a Morgenthau a la Conferencia de Quebec
a fin de presentar su proyecto ante los grandes líderes mundiales.
Así que los consejos de lord
Cherwell a Churchill y la necesidad del Reino Unido de obtener pronto unos
préstamos procedentes de USA, hicieron cambiar de opinión al premier británico.
No obstante, el Gobierno USA, le presionó al británico para que firmara el
acuerdo sobre el Plan Morgenthau, antes de recibir esos préstamos.
Parece ser que Anthony Eden,
ministro británico de Asuntos Exteriores, fue el primero que se opuso a ese
plan y se movió mucho en el Parlamento para que no fuera aprobado.
El famoso general Marshall le
dijo a Morgenthau que sus tropas habían notado que los alemanes combatían más
ferozmente, desde que se había publicado el contenido de su plan. Incluso, el
yerno del presidente Roosevelt, que era el teniente coronel Boettiger, le dijo
que el efecto de la publicación de su plan es como si les hubieran dado 30 nuevas
divisiones a los alemanes.
Incluso, uno de los jefes de la
OSS, el antecesor de la CIA, le comunicó a su Gobierno que, incluso, muchos
destacados miembros de la oposición al nazismo, están luchando ahora contra las
tropas aliadas, después de conocer las intenciones que tenían los Aliados para
el futuro de Alemania.
No obstante, en mayo de 1945 el
nuevo presidente Truman, firmó una directiva, la denominada JCS 1067, por la
que sus fuerzas armadas de ocupación no tomarían ninguna iniciativa para
reactivar la economía alemana. Incluso, enviaron a varios funcionarios del
Departamento del Tesoro a fin de controlar, con ayuda de los militares, que la
economía alemana no se estaba desarrollando por encima de lo ordenado por el
Gobierno USA.
En 1946, el Consejo de Control
Aliado, puso un límite a la producción de acero en Alemania, que se cifraba en
el 25% de la misma, en los años anteriores a la II Guerra Mundial.
No obstante, todos esos planes
fracasaron, porque Alemania había sido, durante muchos años, el principal
proveedor de productos industriales al resto de Europa.
Como dijo el general Clay, jefe
de las tropas de ocupación en Alemania: “No hay elección entre ser un comunista
con 1.500 calorías al día o un creyente en la democracia, sólo con 1.000”. Posteriormente, este general se haría famoso por ordenar el Puente Aéreo sobre Berlín.
Lewis Douglas, uno de los
asesores del general Clay, dijo: “Esta cosa fue montada por economistas
idiotas. No tiene sentido prohibir a los trabajadores más calificados de
Europa, producir tanto como puedan en un continente que está escaso de todo”.
Así que el Plan Marshall,
aprobado en 1948, fue ampliado para que también favoreciera la recuperación de
Alemania, que siempre había sido el motor económico de Europa.
Parece ser que no todos los
funcionarios del Gobierno USA estuvieron de acuerdo en ayudar a Alemania. Antes
de regresar a su país, los funcionarios del Tesoro, impusieron una serie de
normas para limitar las operaciones entre Bancos alemanes. Así que, hasta
finales de 1948, no se pudo empezar a recuperar la economía alemana.
No obstante, unos 4 millones de
prisioneros de guerra alemanes fueron destinados a trabajos forzados en países
aliados. Obviamente, la mayoría, unos 3 millones, fueron a la antigua URSS.
Incluso, las autoridades aliadas,
obligaron a talar una gran cantidad de árboles de los bosques de Alemania a fin
de que luego, la repoblación forestal, les diera mucho trabajo a los alemanes y
no se dedicasen a la industria.
A partir de 1950, le permitieron
a Alemania reconstruir algunas instalaciones, como astilleros a fin de poder
disponer de una marina mercante para exportar sus productos.
De hecho, poco antes, el canciller
Adenauer, había pedido que cesaran esas medidas contra Alemania, porque eran
contradictorias. Mientras que unas daban ayudas al desarrollo, en cambio, otras
seguían destruyendo o desmantelando instalaciones industriales.
Para finalizar, hay algunos que
opinan que en el Plan Morgenthau tuvo mucha influencia un consejero de nuestro
personaje, llamado Harry Dexter White, al que luego se ha acusado de que podría
ser un espía soviético. O sea, que podría haber sido una idea diseñada en Moscú
para intentar que los alemanes se rebelasen contra las fuerzas USA de ocupación
y le dejasen toda Alemania a la URSS. Nunca lo sabremos, porque, en 1948, White
fue llamado a declarar ante el Comité de Actividades Antiamericanas. A la
salida, le dio un infarto, que le provocó, dos días después, la muerte.
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¡Hola! Recien descubrí tu blog, por recomendación de un querido amigo, quien sabe lo mucho que me gustan los temas históricos y me paso el enlace de este articulo, y debo decir que estoy gratamente sorprendido. Tu forma de hablar y narrar los hechos no es tediosa (como suele pasar, al hablar de estos temas), ni mucho menos. Más bien, es didáctica y fluida. Y se nota tu esfuerzo.
ResponderEliminarMás que todo, me encanta la Edad Moderna, sin quitar por ello merito a las Edades Antigua, Media y Contemporánea. Y revisando los títulos de tus otros artículos, hubo muchos, por no decir todos, que me llamaron la atención.
Asi que, empezare a leer varios de ellos.
Muchas gracias por tu amable comentario y saludos.
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