Nuestro nuevo
personaje tiene un nombre un poco extraño, pero fue su nombre real y nació un día
18 de julio de 1893, en Barcelona.
Era hijo de un científico muy conocido en su época,
Odón de Buen y del Cos, fundador del Instituto Español de Oceanografía y catedrático
de Historia Natural de la Universidad de Barcelona. Su madre era Rafaela
Lozano, hermana de un conocido catedrático, Luis Lozano rey.
Sus
hermanos fueron gente de gran valía: un magistrado, dos oceanógrafos, un ingeniero
y un médico.
Casó
con Berta López de Heredia, hija de un bodeguero riojano, el creador de Viña
Tondonia, y tuvieron 4 hijos, dos de ellos fueron luego profesionales muy
importantes y reconocidos en México.
Sadí
estudió Medicina y se especializó desde 1920 en el estudio de los parásitos,
bajo la dirección del Dr. Pittaluga, en la Universidad de Madrid. También fue
profesor de Parasitología en la Facultad de Medicina de Madrid y miembro del
Sindicato de Médicos de la UGT.
En
el campo práctico, colaboró con el doctor en algunos trabajos de investigación
en Cataluña y en Cáceres.
Pasó
por el Instituto de Higiene Alfonso XIII como miembro de la Comisión Antipalúdica
central.
Desde
1920 dirigió varios dispensarios y en 1924 fundó el Instituto Antipalúdico de
Navalmoral de la Mata.
Con
ayuda de su hermano Fernando, que era especialista en la fauna acuática, importaron
un pez propio del Golfo de México para que se comiera las larvas de los
mosquitos que transmitían estas enfermedades.
Consiguieron
aclimatarlo en un arroyo de Talayuela (Cáceres) y de ahí salieron todos los
ejemplares que se utilizaron para erradicar el paludismo en España, luego en el
resto de Europa y en el N. de África.
Hizo
estudios sobre la lepra y la leishmaniasis, que es una enfermedad que suele
atacar a los perros y es endémica en la zona central de la Península.
Descubrió
también la causas y la forma de propagarse de otras enfermedades propias de la
Península.
En
1931 fue nombrado director general de instituciones sanitarias, siendo el
hombre de confianza de Marcelino Pascua, director general de Sanidad, a quien
sustituía en caso de ausencia.
El
golpe le pilló en Córdoba, realizando actividades profesionales. Fue apresado
el 23/07 y fusilado el 02/09 en las tapias del cementerio de San Rafael.
Al
ser conocida en el extranjero su muerte se montó un gran escándalo y, quizás,
por eso, luego canjearon a su padre, que estaba preso en Mallorca.
Como
la estructura que montó fue eliminada, en 1942 el problema de la malaria fue el
problema sanitario más grave de España. Así que tuvieron que empezar desde
cero.
Al
haberlo asesinado, también se intentó ocultar el valor de su obra científica,
la cual se está empezando a conocer en los últimos años.
Parece
ser que fue detenido en un hotel de Córdoba por el jefe de Orden Público. Algunos
autores dicen que, entre las causas de su detención, figuraban las envidias
profesionales. Además, era un representante del Gobierno republicano.
Por
lo que se ve, nadie quiso avalarle para que no lo fusilaran y una de las acusaciones
era de que “actuaba de enlace entre las milicias marxistas”.
Fue
asesinado el 02/09/1936. Según un testigo lo llevaron atado a un gitano, que no
hacía más que llorar y él lo animaba para que muriera como un hombre.
Rechazó
la confesión, porque todo lo pareció una farsa creada para asesinarle.
Cuando
dispararon cayó al suelo, gritando que le mataran, porque todas las balas le
habían dado al gitano.
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