jueves, 13 de septiembre de 2012

VÍCTIMAS POCO CONOCIDAS DE LA GUERRA CIVIL (8) SADI DE BUEN


Nuestro nuevo personaje tiene un nombre un poco extraño, pero fue su nombre real y nació un día 18 de julio de 1893, en Barcelona.

             Era hijo de un científico muy conocido en su época, Odón de Buen y del Cos, fundador del Instituto Español de Oceanografía y catedrático de Historia Natural de la Universidad de Barcelona. Su madre era Rafaela Lozano, hermana de un conocido catedrático, Luis Lozano rey.

            Sus hermanos fueron gente de gran valía: un magistrado, dos oceanógrafos, un ingeniero y un médico.

            Casó con Berta López de Heredia, hija de un bodeguero riojano, el creador de Viña Tondonia, y tuvieron 4 hijos, dos de ellos fueron luego profesionales muy importantes y reconocidos en México.

            Sadí estudió Medicina y se especializó desde 1920 en el estudio de los parásitos, bajo la dirección del Dr. Pittaluga, en la Universidad de Madrid. También fue profesor de Parasitología en la Facultad de Medicina de Madrid y miembro del Sindicato de Médicos de la UGT.

            En el campo práctico, colaboró con el doctor en algunos trabajos de investigación en Cataluña y en Cáceres.

            Pasó por el Instituto de Higiene Alfonso XIII como miembro de la Comisión Antipalúdica central.

            Desde 1920 dirigió varios dispensarios y en 1924 fundó el Instituto Antipalúdico de Navalmoral de la Mata.

            Con ayuda de su hermano Fernando, que era especialista en la fauna acuática, importaron un pez propio del Golfo de México para que se comiera las larvas de los mosquitos que transmitían estas enfermedades.

            Consiguieron aclimatarlo en un arroyo de Talayuela (Cáceres) y de ahí salieron todos los ejemplares que se utilizaron para erradicar el paludismo en España, luego en el resto de Europa y en el N. de África.

            Hizo estudios sobre la lepra y la leishmaniasis, que es una enfermedad que suele atacar a los perros y es endémica en la zona central de la Península.

            Descubrió también la causas y la forma de propagarse de otras enfermedades propias de la Península.

            En 1931 fue nombrado director general de instituciones sanitarias, siendo el hombre de confianza de Marcelino Pascua, director general de Sanidad, a quien sustituía en caso de ausencia.

            El golpe le pilló en Córdoba, realizando actividades profesionales. Fue apresado el 23/07 y fusilado el 02/09 en las tapias del cementerio de San Rafael.

            Al ser conocida en el extranjero su muerte se montó un gran escándalo y, quizás, por eso, luego canjearon a su padre, que estaba preso en Mallorca.

            Como la estructura que montó fue eliminada, en 1942 el problema de la malaria fue el problema sanitario más grave de España. Así que tuvieron que empezar desde cero.

            Al haberlo asesinado, también se intentó ocultar el valor de su obra científica, la cual se está empezando a conocer en los últimos años.

            Parece ser que fue detenido en un hotel de Córdoba por el jefe de Orden Público. Algunos autores dicen que, entre las causas de su detención, figuraban las envidias profesionales. Además, era un representante del Gobierno republicano.

            Por lo que se ve, nadie quiso avalarle para que no lo fusilaran y una de las acusaciones era de que “actuaba de enlace entre las milicias marxistas”.

            Fue asesinado el 02/09/1936. Según un testigo lo llevaron atado a un gitano, que no hacía más que llorar y él lo animaba para que muriera como un hombre.

            Rechazó la confesión, porque todo lo pareció una farsa creada para asesinarle.

            Cuando dispararon cayó al suelo, gritando que le mataran, porque todas las balas le habían dado al gitano.   

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