sábado, 24 de agosto de 2024

ABRAHAM BOLDEN Y EL SERVICIO SECRETO USA

 

Hoy voy a narrar la historia de una persona que me ha llamado poderosamente la atención, pero, antes de nada, voy a aclarar ciertas ideas sobre lo que es el famoso Servicio Secreto de USA.

Como todos sabemos, USA es un país que se creó durante el siglo XVIII y, desde entonces, ha ido creando sus instituciones.

Al final de la guerra civil USA, se detectó que se estaban multiplicando las redes de falsificación de billetes y monedas. No sé si esto sería un invento del servicio de Inteligencia confederado o de otros gobiernos extranjeros.

Lo cierto es que, en 1865, se creó el Servicio Secreto, cuya misión principal fue combatir estas redes de falsificación de billetes y monedas en circulación y, por ello, hasta 2003, siempre dependió del Departamento del Tesoro, lo que aquí llamamos Hacienda, y no del Departamento de Seguridad Nacional, que es de quien depende desde esa fecha.

Más o menos, como, en España, el actual Servicio de Aduanas o como el antiguo cuerpo de Carabineros, ambos dependientes de Hacienda.

Casualmente, el presidente Lincoln firmó la ley para crear el Servicio Secreto el mismo día en que fue asesinado.

El Servicio Secreto tampoco tenía la misión de proteger ni al presidente, ni a ningún otro político USA o extranjero, que fuera de visita a ese país.

Así que los presidentes USA tenían que contratar su propia seguridad personal. Por ejemplo, el famoso Abraham Lincoln, contrató a la conocida agencia de detectives Pinkerton, fundada en 1850 por el escocés Allan Pinkerton. De hecho, se puede ver a éste en varias fotografías junto al presidente. Curiosamente, esa agencia se fundó en un local de la Masonería.

A lo largo de la historia, esa agencia no se ha conformado con realizar actividades propias de los detectives o de guardaespaldas, sino que también fueron contratados por algunos empresarios a fin de que enviaran matones para reventar las huelgas.

Sin embargo, esa agencia empezó a ser conocida cuando descubrieron un complot, que estaba teniendo lugar en Baltimore para asesinar al presidente Lincoln.

Esta agencia prestó múltiples servicios al Gobierno USA hasta que en 1908 se creó el famoso FBI. Desde entonces comenzó su decadencia.

Curiosamente, uno de los agentes de Pinkerton fue el famoso escritor Dashiell Hammet.

Parece ser que muchas de las ideas para sus novelas las tomó de su experiencia en esa agencia.

Volviendo al Servicio Secreto, como, en aquella época, no había en USA una policía con competencia nacional, fue, en muchas ocasiones, utilizado para investigar crímenes de todo tipo. Incluso tuvo competencias en Inteligencia y contrainteligencia. Aspectos de los que ahora se ocupan, respectivamente, la CIA y el FBI.

Sin embargo, en 1901, se tomó la decisión de que, aparte de seguir luchando contra las falsificaciones monetarias, a partir de entonces se dedicarían también a escoltar al presidente y vicepresidente USA, su familia, los candidatos a la presidencia en las siguientes elecciones y los gobernantes extranjeros, que visitaran USA. También protegen a los expresidentes de USA.

Supongo que tomarían esa decisión, porque, ese mismo año, fue asesinado el presidente USA William McKinley.

Actualmente, también investigan otros delitos como los fraudes bancarios, los delitos cibernéticos, usurpación de identidad y en tarjetas de crédito y delitos contra la propiedad intelectual.

En 1950, cuando se estaba restaurando a fondo la Casa Blanca y el presidente Truman residía temporalmente en la Blair House, unos independistas puertorriqueños quisieron asaltar ese edificio para asesinarlo.

Sin embargo, el agente Leslie Coffelt, que se hallaba de guardia en la puerta, respondió al tiroteo y, aunque resultó herido de gravedad, consiguió matar a uno de los atacantes y herir al otro. Coffelt moriría pocas horas más tarde a causa de sus graves heridas. Es el único agente de esa agencia muerto en acto de servicio. Pertenecía a la Policía uniformada del Servicio Secreto, cuya misión es proteger los edificios oficiales y las embajadas en Washington DC.

Llegados a este punto, voy a referirme a Abraham Bolden. Nació en 1935 en una localidad del Estado de Illinois (USA). Estudió en Saint Louis y en la Lincoln University, en Missouri, donde se graduó con las máximas notas en sus estudios de composición musical.

Supongo que no encontraría trabajo y se le ocurrió empezar a trabajar en la mencionada agencia de detectives Pinkerton. De hecho, fue el primer afroamericano que trabajó en esa empresa.

Poco después, consiguió un trabajo como patrullero de carreteras en la Policía del Estado de Illinois. Ese trabajo le permitió casarse y formar una familia con 3 hijos.

En 1960, consiguió ingresar como agente en el Servicio Secreto de USA. Hay que decir que es muy complicado ingresar en esa institución. Sólo un 10% de los aspirantes lo consiguen.

Fue destinado a la oficina de Chicago, pero, durante un mes, fue trasladado a la unidad que se dedica a proteger al presidente en la Casa Blanca.

Parece ser que se lo presentaron al presidente Kennedy y éste lo comparó con una de las grandes estrellas de beisbol del momento.

Por lo visto, Bolden era un tipo que se tomaba muy en serio su trabajo y no le gustaba nada la dejadez con la que sus compañeros decían proteger al presidente. Así que, tras su mes de prueba, solicitó regresar a su destino en Chicago.

Parece ser que tuvo mucho éxito en su labor de localizar y detener a los integrantes de varias redes de falsificadores de moneda.

Casualmente, en 1964, fue acusado de intentar vender unos documentos secretos del Gobierno al jefe de una banda de falsificadores.

Evidentemente, lo negó. Alegó que esta denuncia podía venir, porque había comentado a unos compañeros que pensaba informar a la infame Comisión Warren, la que se dedicaba a investigar el asesinato del presidente Kennedy, sobre la laxitud de algunos de sus compañeros en la tarea encomendada de proteger al presidente.

No olvidemos que, según apareció en la prensa, muchos de los agentes, que deberían de haber protegido, en Dallas, al presidente Kennedy, no estaban en buenas condiciones, ya que llevaban unos cuantos días de juergas y borracheras.

Curiosamente, él ya se había dirigido, por escrito, al propio jefe del Servicio secreto, James J. Rowley, para comentar lo que estaba pasando. Sin embargo, cuando Rowley fue citado ante la Comisión Warren dijo no saber nada del asunto y que se había enterado del tema por la prensa. Seguro que esa frase os suena de algo.

Por si acaso, nunca citaron a Bolden ante la Comisión Warren. Algo que a éste le dolió mucho.

En julio de 1964 tuvo lugar el juicio contra Bolden. Un mes antes del juicio, estuvo dando conciertos de piano en varios locales de Chicago y lo que recaudó lo invirtió en conseguir un buen abogado.

Curiosamente, los principales testigos de la acusación eran dos jefes de redes de falsificación de billetes y un agente del Servicio Secreto.

Parece ser que el propio juez reconoció que pensaba que Bolden era culpable. Sin embargo, el jurado no se puso de acuerdo. Así que anuló el juicio y lo volvió a fijar para el mes siguiente.

Esta vez ya no tuvo tanta suerte y el mismo juez del anterior juicio, lo condenó a 6 años de prisión. También fue expulsado del Servicio Secreto.

Así que se tuvo que buscar otros trabajos para poder subsistir, ya que todavía no habían decretado su ingreso en prisión, porque su abogado había recurrido esa sentencia.

Unos meses más tarde, uno de los testigos de la acusación fue condenado a 15 años de prisión. Tras la sentencia, reconoció haber mentido varias veces en el juicio contra Bolden. Así que éste recurrió a instancias superiores para que se repitiera su juicio, alegando falta de imparcial en el juez que lo condenó.

En diciembre de 1965, tuvo lugar un nuevo juicio. Sin embargo, para su sorpresa, fue condenado de nuevo, ya que este tribunal consideró correcto el anterior fallo.

Así que, en junio de 1966, se decretó su ingreso en prisión, pero Bolden sólo cumplió dos años y medio, ya que le otorgaron la libertad condicional.

Hay que decir que, hasta el mes de abril de 2022 no fue perdonado por el presidente Biden.

Por lo visto, en 1967, Bolden recibió en la cárcel la visita de su abogado, el cual iba acompañado por un colega y también por un ayudante del famoso fiscal del distrito de Nueva Orleans. Aquel que se hizo célebre gracias a la película JFK.

Bolden les contó, durante aquella visita, que el Servicio Secreto había sabido, tres semanas antes, que había un complot para asesinar a Kennedy en Chicago y que su departamento trabajó para que no se produjera.

Parece ser que esto le dio mucha popularidad, porque se publicó en la prensa. Sin embargo, esto no hizo que lo pusieran en libertad. Todo lo contrario, fue sancionado y recluido en una celda de aislamiento.

Por lo visto, el presidente Kennedy había sido invitado a asistir a un partido de fútbol americano, a celebrar en Chicago, entre los equipos del Ejército y de las Fuerzas Aéreas.

Parece ser que el FBI se enteró de que iban a atentar contra el presidente e informó al Servicio Secreto.

Según contó, lo que pensaban hacer los asesinos era colocar 4 francotiradores en puntos estratégicos, por donde iba a circular la comitiva en un coche descubierto, desde el aeropuerto hasta el estadio.

Incluso, un antiguo marine, llamado Thomas Arthur Vallee, que tenía algún problema mental, había conseguido un trabajo en un edificio alto, junto al lugar por donde iba a pasar la comitiva. Seguro que todo esto os suena mucho a lo que luego ocurrió en Dallas.


El caso es que el FBI y el Servicio Secreto sólo consiguieron arrestar a dos de los implicados. Por eso mismo, la seguridad del presidente decidió que no acudiera a ese evento.

Hay algunos autores, que afirman que existe una relación entre Vallee y Lee H. Oswald. Sin embargo, se ordenó que esos documentos se archivaran y no vieran la luz hasta dentro de 75 años.

En 1976, se formó el Comité Selecto sobre asesinatos de la Cámara de representantes USA (HSCA). Este comité se dedicó a evaluar las actuaciones de los diferentes servicios en varios asesinatos, como los de JFK y Luther King. Llegó a la conclusión de que, en el primer caso, el Servicio Secreto no había actuado correctamente, porque no había avisado a tiempo a su oficina de Dallas de que se iba a atentar contra el presidente. A pesar de que un agente había grabado una conversación, en la que un tipo, llamado Joseph A. Milteer, daba varios detalles sobre cómo se iba a realizar ese atentado.


En 1978, Bolden fue citado ante el HSCA. Allí contó todo lo que sabía sobre ese tema, aunque él no participó ni en las investigaciones, ni en el arresto de los implicados en el complot de Chicago.

Casualmente, en 1995, el Servicio Secreto, destruyó todos sus archivos sobre el complot de Chicago, poco antes de que le llegase un requerimiento del HSCA para que se los entregase.

Tras su puesta en libertad, Bolden estuvo trabajando varios años como supervisor de control de calidad en una fábrica de automóviles, hasta que se jubiló en 2001.

A partir de esa fecha, ha concedido multitud de entrevistas en las que se reafirmó sobre el complot existente para asesinar en Chicago al presidente Kennedy y que los implicados lo aplazaron 3 semanas hasta conseguir asesinarlo en Dallas.

 

TODAS LAS IMÁGENES PROCEDEN DE WWW.GOOGLE.ES

2 comentarios:

  1. Muy buen trabajo Juan, la muerte de JFK, fué un complot ,que estoy casi seguro que finalmente se dará a conocer los.verdaderos responsables, los higos ya están maduros.

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    1. Bueno, una de las promesas electorales, que han hecho Trump y Robert F Kennedy es que van a desclasificar todos los documentos relativos al asesinato de JFK. Esperemos que no los destruyan antes de hacer eso.
      Muchas gracias por tu comentario y saludos.

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