Hoy voy a narrar la vida de este
político austriaco, del que pocos se acuerdan ahora, pero al que Hitler
consideraba un gran obstáculo para la anexión de su país a Alemania.
Engelbert Dolfuss nació en 1892 en una pequeña localidad de la Baja
Austria. Su madre fue Josepha Dolfuss, hija de un granjero, mientras que su padre se cree que fue Josef Wenniger, ayudante de un molinero. Sus padres nunca llegaron a casarse, aunque también hay quien dice que los padres de Josepha se negaron a que se casara con él, porque era un joven de una familia muy humilde.Sin embargo, un año más tarde,
Josepha se casó con otro aldeano, llamado Leopold Schmutz, el cual adoptó al
niño, aunque siempre lo trató con mucha frialdad. No obstante, el matrimonio
tuvo otros 4 hijos.
Engelbert siempre fue un hombre
muy bajito. Sólo llegó a medir 1,51m. Dicen que esa característica la heredó de
su madre, que también lo era.
Como solía ocurrir en la España
de la posguerra, supongo que el párroco de aquella zona lo vería como un chico
listo y habló con su obispo a fin de que se le permitiera estudiar en el
seminario.
En 1904, empezó sus estudios de secundaria en ese seminario.
Parece ser que no fue un estudiante brillante, pero sí muy trabajador. Lo que conocemos por un empollón. De esa manera, consiguió acabar sus estudios.En 1913, fue destinado al
seminario de Viena, para iniciar su formación como sacerdote. Sin embargo,
supongo que eso no le gustaría mucho. Así que se salió para matricularse en
Derecho en la Universidad de Viena. Evidentemente, perdió la beca de la Iglesia.
En 1914, con el comienzo de la I
Guerra Mundial, se ofreció como voluntario para luchar en el frente. Sin
embargo, fue rechazado debido a su baja estatura.
No obstante, lo intentó de nuevo en su región de origen y
allí sí fue admitido. Al tratarse de un universitario, lo enviaron a la Academia de oficiales, de la cual salió a finales de ese año con el empleo de alférez.Parece ser que, estando al frente
de una unidad de ametralladoras, luchó con mucho valor en el frente italiano y
fue condecorado en 8 ocasiones.
El final de la guerra le pilló
estando de permiso en Viena y, por ello, no fue capturado por las tropas
italianas. Tal y como le ocurrió al resto de su unidad.
Continuó con sus estudios durante
la posguerra. Trabajando también en la Comisión de compensación por invalidez y
en un sindicato de agricultores.
Terminó sus estudios en Berlín, donde se hizo miembro de un
importante sindicato de estudiantes católicos.También allí se casó con Alwine
Glienke, una alemana procedente de un territorio, que, actualmente, pertenece a
Polonia. El matrimonio tuvo lugar en 1921 y tuvieron dos hijas y un hijo.
Por fin, en 1922, Engelbert,
recibió su doctorado en Derecho por la Universidad de Viena.
Parece ser que, durante sus años
en Berlín, fue miembro de la llamada Comunidad Alemana. Se trataba de una
asociación católica, antisocialista y antisemita. Sin embargo, sus miembros se
dividieron cuando se produjo el debate sobre la anexión de Austria a Alemania.
En 1927 se convirtió en el director del sindicato de agricultores. Como siempre había vivido en el mundo rural, conocía a fondo los problemas del campesinado.
Así que se puso manos a la obra y se dedicó a fomentar la creación de cooperativas. Muchas de ellas todavía perduran.
También logró que todos los
campesinos estuvieran cubiertos por la Seguridad Social y los subsidios de
desempleo.
En 1930, fue nombrado presidente
de la empresa estatal Ferrocarriles federales de Austria. Ya entonces militaba
en el Partido social cristiano, igual que el presidente del Gobierno austriaco.
En 1931 fue elegido ministro de
Agricultura. Su labor comenzó por aumentar los aranceles a la importación de
productos alimenticios y apoyo a las exportaciones agrarias.
En las elecciones de abril de 1932, el Partido Nacionalsocialista de Austria había obtenido una gran cantidad de votos, aunque seguía por detrás del Social cristiano y
del Socialdemócrata.Sorprendentemente, en mayo de
1932, Dolfuss fue nombrado nuevo canciller federal, o sea, presidente del
Gobierno de Austria, por el presidente de esa República, Wilhelm Miklas. Un
dirigente de su mismo partido.
Parece ser que se tomó toda la
noche para pensar si aceptaba ese ofrecimiento. Por lo visto, estuvo varias
horas rezando en su iglesia, ya que era un católico muy devoto.
El territorio de Austria había
quedado muy reducido, tras la I Guerra Mundial. Aparte de que las pocas
industrias que tenía el Imperio Austro-Húngaro ahora estaban en los territorios
de Checoslovaquia y de Yugoslavia. Así que le afectó muy de lleno la Crisis de
1929.
Su forma de gobernar me recuerda
mucho a la de Sánchez. Formó un gobierno, aliándose con los conservadores
agrarios y hasta con los fascistas. Lo cual le daba mayoría de un escaño en el
Consejo Nacional o parlamento austriaco.
Sin embargo, en marzo de 1933, disolvió la cámara y empezó a gobernar a base de decretos. Supongo que tomaría esa decisión a causa de la presión que le estarían
haciendo desde el Partido Nazi austriaco, financiado por Alemania.Parece ser que también se vio
abocado a ello, porque dimitieron tanto el presidente como los dos
vicepresidentes de esa cámara. Con lo cual, ya no podía funcionar y luego
impidió que siguiera funcionando.
Por otro lado, también eliminó al
tribunal Constitucional. Así que, de un plumazo, se cargó los poderes
legislativo y judicial.
Ya que apenas disponía de
industrias, optó por gobernar fomentando la agricultura. Sustituyó la economía liberal
por otra en la que las organizaciones campesinas dictarían los precios de sus
productos. Era una forma indirecta de intervención del Estado en la economía.
No hay que olvidar que las zonas
de donde procedían los productos agrícolas, que siempre se habían consumido en
Austria, al disolverse el imperio Austro-Húngaro, ya formaban parte de otros
países.
Por lo visto, estuvo muy influido por las ideas del filósofo
austriaco Othmar Spann y por una encíclica papal publicada por Pío XI en 1891. Esas ideas se basaban en que el fin de la economía era el bienestar de la población y no la obtención del máximo beneficio posible.Dado que ya se notaban las
influencias de Alemania y de la URSS en la política austriaca, entre mayo y
junio de 1933, ilegalizó los partidos nazi y comunista de su país. Eso dio
lugar a muchas protestas y atentados, por parte de los nazis. Así que muchos de
esos nazis tuvieron que exiliarse en Alemania. Eso dio lugar a que Hitler
decretase sanciones económicas contra Austria.
Dollfuss solía decir que “el
nacionalsocialismo era un sistema político criminal basado en una ideología
criminal”. Desde luego, se ve que tenía unas ideas muy claras.
Del mismo modo, fundó una
organización llamada Frente de la Patria, con la que pretendió unir todos los
sectores conservadores en una especie de régimen de partido único y
corporativista, similar al Partido Fascista, que gobernaba en Italia.
Al mismo tiempo, en agosto de ese mismo año, firmó un tratado con Italia, por el que ese país garantizaba la independencia de Austria. De hecho, Mussolini
amenazó a Hitler con declararle la guerra, en el caso de que se atreviera a invadir Austria.A Mussolini le interesaba apoyar
a Austria, porque así tendría una especie de muro, que obstaculizaría los
planes de expansión de Hitler. Obviamente, entonces no eran tan amigos como lo
fueron después.
Incluso, Dolfuss decía que eran
muy similares los regímenes de Alemania y la URSS. Así que la alianza con
Italia podría servir para contrarrestar la influencia de esos países en
Austria.
Además, Dollfuss no podía apoyar
la anexión de Austria por Alemania, pues, en 1932, había recibido un préstamo de
la Sociedad de Naciones, en una de cuyas cláusulas se exigía que Austria no
podría unirse con Alemania, durante un mínimo de 20 años.
En octubre de 1933, Dollfuss sufrió un atentado en el que solamente fue herido por un joven nazi austriaco. Este joven fue condenado a 5 años de cárcel,
ya que los jueces le apreciaron problemas mentales. No obstante, esto le sirvió Dollfuss para declarar la Ley marcial y el restablecimiento de la pena de muerte.El Partido Socialdemócrata tenía
un brazo armado. Así que enviaron a la Policía para registrar sus sedes e
incautar todo el armamento y las municiones que allí hallasen.
Esto dio lugar a una dura
resistencia, por parte de esas milicias socialdemócratas. Esa rebelión duró
sólo 3 días, pero murieron unas 350 personas en los combates callejeros.
Por ello, Dollfuss también
ilegalizó el Partido Socialdemócrata y mandó encarcelar a los líderes que no
consiguieron exiliarse.
En abril de 1934 convocó una sesión en el parlamento a
donde sólo permitieron asistir a los representantes de su partido, el Frente de la Patria. En el curso de la misma se presentó la nueva constitución, que tenía un marcado carácter corporativista. O sea, nada democrática, porque había sido casi una copia de las ideas del fascismo. Este texto entró en vigor en mayo de 1934.No era la primera constitución de
carácter fascista que se aprobaba en Europa. Unos años antes, se había aprobado
otra parecida en Portugal.
El 25 de julio de ese mismo año
tuvo lugar un golpe de Estado. El objetivo era derrocar a Dollfuss y anexionar
por la fuerza Austria con Alemania.
El golpe falló, porque no recibieron el apoyo de la Policía, ni
del Ejército. Sin embargo, un grupo de nazis austriacos, junto a unos soldados alemanes de la SS, consiguieron penetrar en el edificio de la Cancillería y asesinaron a Dollfuss. Parece ser que lo hirieron y murió desangrado, porque se negaron a llevarlo a un hospital. Esta imagen es del primer atentado.Los ministros se salvaron, porque,
aunque habían estado allí reunidos con Dollfuss, al terminar esa reunión, cada
uno se marchó a su Ministerio.
Tampoco le ocurrió nada a la
familia de Dollfuss, porque, cuando ocurrieron esos hechos, se hallaban de
visita en Italia.
Se registraron algunos combates
entre los días 25 y 30 de julio con el resultado de unos 200 muertos en ambos
bandos.
Parece ser que a Mussolini no le
gustó nada que asesinaran a Dollfuss, así que movilizó tropas hacia la frontera
y volvió a amenazar a Hitler. Éste aseguró que no tenía nada que ver y que no
apoyaba el golpe.
El entierro de Dollfuss fue
multitudinario. Dicen las crónicas de la prensa del momento, que asistieron
casi medio millón de personas para acompañar su féretro hasta el cementerio.
Tras el golpe, comenzó una dura represión. Los consejos de guerra dictaron varias decenas de condenas a muerte. De ellas, se ejecutaron 13.
Incluso, llegaron a ejecutar a
varios policías y un soldado austriacos, que habían colaborado con los que
entraron en la Cancillería. Otros agentes policiales, que también colaboraron
con los nazis fueron condenados a cadena perpetua.
Posteriormente, fueron arrestados
muchos policías, ya que figuraban en una lista de nazis, encontrada durante un
registro efectuado en la casa de un líder de ese partido. No obstante, muchos
nazis austriacos lograron huir a Yugoslavia o a Alemania.
En resumen, los nazis no
consiguieron su objetivo y el presidente de la República de Austria nombró como
nuevo canciller al político Kurt von Schuschnigg, también miembro del Partido
Social cristiano, que había sido ministro de Justicia, el cual gobernó hasta
1938. Año en que se produjo la anexión por parte de Alemania.
También gobernó a base de decretos, aunque su política fue más
suave que la de Dollfuss. Intentó preservar la independencia de Austria, aliándose con Italia y Hungría. Se basó en un acuerdo firmado por Dollfuss con esos dos países en marzo de 1934.Sin embargo, fue abandonado por
Mussolini, cuando Italia invadió Etiopía y fue expulsada de la Sociedad de
Naciones. A partir de ese momento, el líder italiano buscó el apoyo de Hitler.
Así que Schuschnigg no tuvo más
remedio que hacer concesiones a Hitler. En julio de 1936 firmaron un tratado
austro-alemán por el que liberaron a muchos de los condenados por el golpe e,
incluso, admitieron a dos nazis en el Gobierno austriaco.
Parece ser que también apoyó a la
familia von Trapp, cuyas vidas se narran en la famosa película Sonrisas y
lágrimas, para que se hicieran muy famosos.
En febrero de 1938, Schuschnigg visitó a Hitler en su
residencia privada de Berghof. Éste le dio una especie de ultimátum, en el que le mostró sus exigencias.Entre ellas, estaban la amnistía
para los golpistas y su reingreso en la Policía; el nombramiento de varios
nazis como ministros de su gobierno a pesar de que seguía prohibido el Partido
Nacionalsocialista austriaco, etc.
A cambio de ello, Hitler se
comprometía a respetar la independencia y la soberanía nacional de Austria.
No sé si sería cierto, pero,
según dijo el canciller austriaco, le obligaron a firmar ese documento, antes
de salir de Berghof.
A su regreso a Viena, el
presidente Miklas se mostró en contra de ratificar ese tratado. No obstante,
después de discutirlo con los miembros del gobierno, optaron por ratificarlo.
Para defender su postura, no se
le ocurrió otra cosa que convocar al pueblo austriaco a votar en un plebiscito,
donde se les preguntaría sobre si querían seguir siendo independientes. Estaba convocado
para el 13 de marzo.
Evidentemente, eso no gustó nada
a los nazis y mucho menos que no se permitiera votar a los menores de 24 años,
que era la edad a partir de la cual se permitía votar en ese país, porque la
mayoría de los nazis eran muy jóvenes y no podrían votar.
Así que Hitler exigió la dimisión de Schuschnigg y éste
la presentó el 11 de marzo. Siguiendo los deseos de Hitler, el presidente nombró como nuevo canciller austriaco al nazi Seyss-Inquart. Al día siguiente, las tropas alemanas invadieron Austria para impedir la celebración de ese plebiscito.Schuschnigg fue detenido por la
Gestapo y después pasó toda la guerra encerrado en Sachsenhausen y después en
Dachau. Consiguió sobrevivir y, tras ser liberado por los aliados, se trasladó
a USA.
Allí vivió bastante años, trabajando
como profesor en la Universidad de San Louis, pues el Gobierno austriaco no
aceptaba que regresara a Austria, ya que, siendo ministro, había encarcelado a
muchos socialdemócratas.
Al final de su vida, le permitieron
regresar para morir en su país.
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