martes, 10 de agosto de 2021

EL AVENTURERO CARL GUSTAF VON ROSEN

 

Hoy voy a narrar la vida de un aventurero, tal y como ya se menciona en el título. Pero no sólo era eso, sino todo un luchador a favor de causas perdidas.

La verdad es que la biografía de este hombre me recuerda una conocida película, “Caballero sin espada” (1939). Dirigida por Frank Capra y protagonizada por James Stewart.

Esa película recibió nada menos que 11 nominaciones a los premios Óscar de 1940. Sin embargo, sólo ganó uno, al mejor guion.

No es de extrañar, pues en esa ocasión le tocó competir con 3 pesos pesados: “Lo que el viento se llevó”, “La diligencia” y “El mago de Oz”. Bueno, no quiero enrollarme mucho. Así que iré al grano.

Nuestro personaje de hoy se llamó Carl Gustaf von Rosen y nació en 1909 en una localidad al sur de Suecia.

Nació en el seno de una familia de la aristocracia sueca originaria de Bohemia, con la que, según parece, nunca se llevó muy bien a causa de sus opiniones políticas.

Me voy a detener a definir su familia para que sea más fácil comprender la biografía de nuestro personaje.

Su padre fue el conde y terrateniente sueco Eric von Rosen. El padre de éste fue el conde Carl Gustav von Rosen y la madre fue Ella Carlton Moore, una ciudadana de USA, hija de un importante industrial del sector de la papelería.

Por tanto, los padres de Eric, que ya poseían una buena fortuna, la ampliaron cuando Ella heredó los bienes de su padre.

Eso le dio mucha libertad a Eric, el cual dedicó su vida a los viajes de exploración por todo el mundo y a financiar algunos asuntos.

Por ejemplo, el general finlandés, Mannerheim, le pidió que les ayudara donándoles un avión para poder luchar contra los invasores soviéticos en la guerra civil rusa.

Curiosamente, Eric von Rosen, era muy aficionado a las antiguas tradiciones nórdicas. Por ello, adoptó el símbolo de la esvástica, que aparece en algunos grabados antiguos. Ese símbolo lo utilizaba para marcar muchas de sus pertenencias. Así que el avión que les regaló llevaba pintada una esvástica azul sobre fondo blanco.

Parece ser que así comenzó a funcionar la Fuerza Aérea Finlandesa y esa es la razón por la que, aún, hoy en día, los miembros de esas unidades, siguen desfilando con esvásticas en su bandera.

Eric contrajo matrimonio con la baronesa sueca Mary Fock y de ese matrimonio nacieron 6 hijos. Siendo el tercero de ellos nuestro personaje de hoy.

Es preciso decir que Eric siempre tuvo amistad con los líderes nazis. De hecho, se le considera como uno de los fundadores del Bloque Nacionalsocialista sueco.


Clarence, uno de los hermanos de Eric, siempre fue un buen deportista y luego pasó a ser miembro del Comité Olímpico sueco.

Así que en uno de los viajes del futuro mariscal Goering a Suecia, éste conoció a una de las cuñadas de Eric. Se trataba de Carin, hermana menor de Mary Fock, la cual, en ese momento, estaba casada con un oficial sueco.

La historia es muy curiosa. Parece ser que Eric von Rosen regresaba de uno de sus viajes, que realizaba por todo el mundo. Llegó a Alemania y tenía prisa por volver a Suecia. Por lo visto, ningún piloto lo quiso llevar a causa de las pésimas condiciones meteorológicas, que había ese día. Sólo uno se atrevió a hacerlo: el propio Goering. Un piloto que había pertenecido a la célebre escuadrilla del Barón Rojo, pero que ahora se hallaba sin trabajo.

Así que lo llevó, en un viaje muy arriesgado, hasta Suecia y, cuando llegaron a su palacio, Eric, le presentó a su familia. Carin era una de las allí presentes.

En 1922, ella consiguió el divorcio y, al año siguiente, se casó con el famoso líder nazi Hermann Goering. Fue la primera esposa de éste. Es posible que lo hayáis visto escrito como Göring, pero también se puede escribir Goering. Se pronuncia igual de ambas formas.

Desgraciadamente, Carin, murió en 1931 a causa de la tuberculosis. No obstante, Goering, siguió acudiendo varios años después, a visitar a su familia política en Suecia.

Algunos autores dicen que, del contacto con su tío, le surgió a nuestro personaje de hoy su afición por la aviación. De hecho, le montó algunas veces en su avión.

Así que, en 1929, tras acabar sus estudios, se matriculó en la escuela de vuelo AB Aeromateriel, en Suecia, obteniendo, 5 años después, el título de piloto comercial.

Empezó trabajando en espectáculos aéreos, pero parece que eso no le atraía mucho. No me extraña. Debe de ser muy frustrante para un piloto hacer algo parecido a un número de circo.

En 1935, se enteró de que pedían voluntarios para trabajar en la Cruz Roja a fin de auxiliar a las víctimas en la guerra de Abisinia o, lo que es lo mismo, la invasión de Etiopía por parte de los italianos.

Allí le entregaron un avión para que ejerciera la labor de ambulancia aérea a fin de evacuar a los heridos al hospital más cercano. La aeronave era propiedad de la Cruz Roja y la Sociedad de Naciones, antecesora de la ONU.


A pesar de que Italia fue derrotada en su primer intento de invadir Etiopía, a finales del siglo XIX, esta vez consiguió la victoria a base de utilizar armas químicas,
prohibidas por varios tratados internacionales.

De hecho, nuestro personaje, resultó herido, en una de esas operaciones de evacuación de heridos a causa del gas mostaza, que lanzaban las tropas italianas.

Posteriormente, aceptó un trabajo como piloto comercial en la compañía holandesa KLM. Lógicamente, no era el trabajo más adecuado para una persona tan inquieta. Así que, en cuanto empezó la II Guerra Mundial y la URSS atacó Finlandia, se puso a las órdenes de las autoridades militares finlandesas para bombardear la URSS con un avión de transporte DC-2, que compró a KLM.

Por lo visto, fracasó en su primera misión de bombardeo sobre el territorio soviético, porque se congeló el mecanismo, que debía soltar las bombas y no pudieron lanzarlas.

En 1940, cuando Alemania invadió Holanda, se fue al Reino Unido, llevando documentos oficiales del Gobierno holandés, y se puso a disposición de la RAF. Sin embargo, no fue aceptado por los británicos, debido a que no se fiaron de él, ya que en su familia había varios filonazis y hasta uno de sus tíos era el mismísimo mariscal Goering.

Por otra parte, también es verdad que Suecia estuvo durante toda la guerra abasteciendo de metales a la Alemania de Hitler.

Así que no tuvo más remedio que seguir trabajando para la KLM. Concretamente, solía hacer el peligroso vuelo entre Londres y Lisboa.

Precisamente, en otro de estos vuelos, entre Lisboa y Bristol, falleció el famoso actor Leslie Howard, que hacía uno de los principales personajes de la ya mencionada película, “Lo que el viento se llevó”.

Hace tiempo, le dediqué otro de mis artículos, donde expliqué que el avión en el que volaba había sido derribado por varios cazas alemanes con base en Francia.

En la posguerra, Carl Gustaf, también fue investigado por ser un familiar de Goering. Concretamente, se le acusó de haber participado en el pase de contrabando de bienes incautados por Goering a Suecia. Luego se demostró que todo era falso.

En la posguerra, volvió a Etiopía para entrenar a los pilotos que iban a formar las Fuerzas Aéreas de ese país.

En 1956, volvió a Suecia, donde encontró trabajo como piloto comercial en la compañía aérea Transair Sweden AB, que se había fundado pocos años antes.

En 1960, su compañía fue contratada por la ONU para el traslado de su personal, durante la crisis del Congo. De hecho, fue designado piloto personal del secretario general. En ese momento, ostentaba ese cargo el político

sueco Dag Hammarskjöld, al que, en su momento, dediqué otro de mis artículos.

Lo cierto es que, en septiembre de 1961, nuestro personaje se hallaba enfermo, por lo que no pudo llevar al secretario general a su destino. No obstante, un colega suyo, tomó los mandos.

Poco después, el aparato se estrelló contra el suelo, en una localidad de la actual Zambia. Murieron todos. Los 5 tripulantes y los 11 pasajeros. Todavía se siguen nombrando comisiones en la ONU, para investigar las causas de ese suceso. Parece ser que hay muchos indicios de que fuera derribado por un misil, lanzado desde tierra.

En 1967 estalló la cruel guerra de Biafra. Se trataba de un territorio, que quiso independizarse de Nigeria y donde murieron miles de personas de hambre, más que de la propia guerra.

En un principio, utilizó su avión para llevar ayuda humanitaria a la población. Por lo visto, llevaban la ayuda, en forma de alimentos y medicinas, desde la isla portuguesa de Santo Tomé y la española de Fernando Poo. Territorio de la antigua Guinea española.

Sin embargo, cuando, poco después, España le dio la independencia a Guinea Ecuatorial, el presidente Macías, tomó partido por Nigeria y bloqueó esos envíos de material humanitario.

Más tarde, al ver cómo la aviación nigeriana bombardeaba salvajemente a la población civil de Biafra, se le ocurrió una brillante idea. Parece ser que llevaba tiempo haciéndose la misma pregunta: “¿De qué sirve alimentar a los niños para que luego los maten?”

Reclutó a unos cuantos amigos y compraron 5 avionetas civiles MFI-9B de fabricación sueca. Las armaron con lanzacohetes y cohetes franceses. Así que utilizaron estas avionetas para atacar las bases nigerianas y destruir los cazas Mig-17, que había comprado Nigeria en la URSS y lo consiguieron.

A su escuadrilla la llamaron los “Biafran babies”. Toda una aventura para una persona que ya tenía más de 60 años.

Parece ser que recibió cierta ayuda de Francia y Portugal, que apoyaban a Biafra. En cambio, la URSS y el Reino Unido apoyaron a Nigeria, ya que habían descubierto muchos yacimientos petrolíferos en esa zona. Llama poderosamente la atención que, en plena Guerra Fría, se unieran rusos y británicos por una causa en común.

No sé si la ONU se decidió a tomar cartas en el asunto de Biafra, cuando, posteriormente, la Fuerza Aérea de Nigeria derribó un avión de esa Organización Internacional.

Desafortunadamente, en 1970, Nigeria ganó esa guerra y von Rosen y sus amigos tuvieron que salir huyendo del país.

Parece ser que al Gobierno sueco no le hizo mucha gracia la intervención de von Rosen en esa guerra, ya que recibió presiones tanto de Londres como de Moscú. Sin embargo, él se defendió diciendo que, durante su tiempo libre, podía hacer lo que le diera la gana y le dejaron en paz.

Entre 1975 y 1977, regresó a Etiopía para participar en labores humanitarias. En este caso, se trataba de lanzar víveres a la población, pues este país se hallaba en guerra con Somalia y la gente se estaba muriendo de hambre.

Desgraciadamente, Carl Gustaf von Rosen, murió en 1977, mientras se hallaba descansando en una casa, que fue alcanzada por fuego de morteros.

Su cadáver fue enterrado en un cementerio de Addis Abeba, la capital de Etiopía. Un triste final para un hombre que decía que “no podía soportar la injusticia”.

Para terminar, he de decir que se casó en 3 ocasiones y tuvo 6 hijos, en total. En el caso de su segunda mujer, se trataba de una azafata holandesa, que luchó en la Resistencia. Fue apresada por la Gestapo y enviada a Dachau. Sobrevivió al mismo, pero no a la tortura psicológica recibida. Por lo que se suicidó en 1949.

 

TODAS LAS IMÁGENES PROCEDEN DE WWW.GOOGLE.ES

2 comentarios:

  1. Perdona, su segunda mujer fué asesinada por su novio de entonces, haciendo un simulacro de suicidio. La madre de ella se dió cuenta de ésto. La hija de ella se dió cuenta también, haciendo memoria, 50 años más tarde.

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    1. No sé dónde habrá leído eso. Yo no lo he visto por ninguna parte.

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