lunes, 12 de febrero de 2018

EL TRATADO DE RAPALLO DE 1922


Los que han venido  siguiendo mis artículos, habrán visto que, desde hace tiempo, en más de una ocasión, me he referido a este tratado.
Lo cierto es que, en su momento, los firmantes no le quisieron dar mucha importancia, porque les interesaba más que no lo conocieran demasiado los aliados, vencedores de la I Guerra Mundial.
Es curioso que, de una forma tan apresurada, se pusieran de acuerdo dos países que acababan de terminar de combatir, uno contra otro, en la Gran Guerra y que todavía estaban contando sus pérdidas en la misma.
No hay que confundirlo con otro tratado del mismo nombre, firmado dos años  antes, entre el reino de Italia y el de Yugoslavia, al objeto de delimitar claramente la frontera entre esos dos países.
Curiosamente, aunque el Imperio Ruso, que luego pasó a llamarse URSS, fue una de las potencias que luchó contra Alemania, al final de la guerra no se la reconoció como uno de los vencedores de ese conflicto.
Todo fue porque, tras el ascenso de los comunistas al poder en Rusia, estos se negaron a continuar la guerra y firmaron, por su cuenta, con Alemania el famoso Tratado de Brest-Litovsk. Por medio del cual, los rusos,  pudieron salir de la guerra, aunque perdieron una parte importante de su territorio.
Así que, de esa forma, dejaron tirados al resto de sus aliados y les hicieron un gran favor a los alemanes, eliminando el frente oriental y permitiéndoles que evacuaran sus tropas hacia el frente occidental. Eso no se lo perdonaron nunca el resto de los aliados a los rusos. 
Curiosamente, los dirigentes alemanes, que acababan de fundar la llamada República de Weimar, no tuvieron ningún escrúpulo por firmar este tratado con la URSS. A pesar de que habían estado luchando, en su territorio, contra los comunistas alemanes.
También es verdad que, tras la I Guerra Mundial, muchos países enviaron tropas a la URSS, para proteger sus intereses en ese país. Sin embargo, en esa ocasión, Alemania no aportó sus tropas a ese conflicto.
Supongo que muchos de esos países intentarían que no cayera el régimen zarista, para proteger sus inversiones en los llamados “Bonos rusos”. Estos eran unos títulos, que habían sido emitidos por el Gobierno zarista, antes de la Revolución Rusa, al objeto de modernizar su país y que, tras la llegada de los revolucionarios, nunca se ha devuelto ese dinero a los inversores. Parece ser que la mayoría de esos inversores procedían de Francia.

Así que era lógico que los soviéticos no quisieran saber nada de sus antiguos aliados occidentales, que tenían tropas combatiendo en suelo ruso y se fijaron en Alemania como en un posible amigo.
A mediados de mayo de 1922, se reunieron en Génova, los representantes de todos los países que intervinieron en la I Guerra Mundial.
Como ni a Alemania, ni a la URSS les permitieron participar en esos debates, los delegados de ambos países se desplazaron hasta el cercano balneario de Rapallo, al objeto de acercar sus posturas.
Inmediatamente, ambos países renunciaron a cualquier reclamación de guerra sobre derechos de sus ciudadanos o sobre las  propiedades de los mismos. Incluso, Alemania, desistió de recuperar el importe de los créditos que había dado en el pasado al régimen zarista.
Sin embargo, Alemania, se aseguró el monopolio de los suministros tecnológicos que iba a necesitar la industria soviética. O sea, los soviéticos, se comprometieron a comprar toda su maquinaria a los alemanes.
Esto echaba por tierra la descabellada estrategia urdida entre Francia y el Reino Unido, para congelar sus relaciones con los alemanes y los rusos.

Aparte de que, por medio de una cláusula secreta, se permitió que el nuevo Ejército alemán pudiera entrenarse y probar su armamento en una gran zona de la URSS. Lejos de las miradas curiosas de los aliados. No olvidemos que éstos habían aprovechado el famoso Tratado de Versalles para reducir al máximo las fuerzas armadas de Alemania.
De esa manera, las relaciones entre los militares de ambos países siempre fueron más cercanas de lo que podría pensarse a primera vista.
Incluso, algunos autores afirman que la famosa “guerra relámpago”, con la que los militares alemanes sorprendieron al mundo, no fue un invento alemán, sino que estos lo aprendieron de los soviéticos.
Es más, las relaciones entre esos dos países fueron tan afectivas, que los rusos hasta les dejaron tener una base aérea en su territorio, donde, los alemanes,  pudieron probar sus nuevos prototipos de aviones y, aparte de ello, avituallar a sus tropas y entrenar a sus pilotos.
Es preciso aclarar que, según el Tratado de Versalles, Alemania, no podía disponer de fuerzas aéreas de ningún tipo.
Por otra parte, los alemanes se comprometieron a formar a los miembros del Ejército Rojo a fin de actualizar sus conocimientos en el uso de los medios modernos para hacer la guerra.
Aparte de que los alemanes tuvieron acceso directo a la explotación de las materias primas existentes en el inmenso territorio de la URSS. Eso le vino muy bien a Alemania, porque tuvo acceso al petróleo ruso, que era mucho más barato que el que comercializaban los británicos y USA. Cosa que no les hizo ninguna gracia a los anglosajones.
De esa manera, dos países que habían quedado apartados por los vencedores de la contienda, buscaron una forma muy original de cooperación entre ambos.

El 16/04/1922, firmaron, por parte de Alemania, el ministro de Relaciones Exteriores, Walther Rathenau, y, por parte de la URSS, su colega, Georgi Tschitscherin.
Evidentemente, este tratado no contentó a todos en Alemania. Sobre todo, a los partidos de extrema derecha, que seguro que no les hizo ninguna gracia eso de que su país hubiera firmado un tratado con un gobierno comunista. 
Curiosamente,  el posteriormente, famoso Goebbels, en aquella época, estuvo a favor de la firma de ese Tratado con la URSS, que llevaba implícito el primer reconocimiento diplomático de la URSS, por parte de un país occidental.
Precisamente, el propio ministro Rathenau, del que ya escribí hace tiempo un artículo, fue asesinado en el mes de junio del mismo año. Concretamente, el día de San Juan.
Parece ser que sus asesinos pertenecían a uno de esos muchos grupos de extrema derecha, que abundaban por entonces en toda Alemania.
Por otro lado, las potencias aliadas y, especialmente, Francia, protestaron por la firma de este convenio, pero no pudieron hacer ya nada. Evidentemente, nunca supieron que el Ejército alemán se entrenaba, en secreto, en el territorio de la URSS.
También sospecharon que los alemanes y los soviéticos podrían estar pensando  repartirse el territorio de Polonia, cosa que, como todo el mundo sabe,  ocurrió nada más empezar la II Guerra Mundial.
Parece ser que, incluso, hoy en día, se sigue utilizando el término del “complejo Rapallo”, entre las cancillerías internacionales, cada vez que el Gobierno alemán quiere firmar algún acuerdo con el de Rusia. Tal y como ocurrió durante los mandatos de Adenauer y de Willy Brandt.
Como anécdota, algunos cuentan que, la noche anterior a la firma del Tratado, las dos partes se reunieron en lo que se denominó como una “conferencia de pijamas” a fin de reconciliarse, antes de firmar el documento.
Posteriormente, en 1925, se firmó el llamado Tratado de Moscú, que no fue otra cosa que un intento de perfeccionar el anterior firmado en Rapallo.
Incluso, en 1926, se firmó un nuevo Tratado en Berlín, en el cual se habían fijado unas cláusulas de tipo comercial y otras de tipo militar. Concretamente, en estas últimas, el Gobierno de la URSS, buscaba su neutralidad ante un posible nuevo conflicto bélico entre la URSS y Polonia. Una especie de segunda fase de lo que fue la guerra ruso-polaca, que se había librado entre 1919 y 1921.
Curiosamente, contra todo pronóstico, el vencedor de esa guerra fue Polonia. Algo que sentó muy mal al Gobierno soviético.
Resumiendo, el Tratado de Rapallo fue un instrumento muy útil, para los dos firmantes, en una época en que ambos habían sido tratados como unos apestados, por parte de los países aliados.
Gracias a este Tratado, Alemania, pudo recuperar en poco tiempo su nivel económico, aunque tuviera que instalar algunas de sus fábricas en territorio soviético. Cosa que no les perdonaron los nazis.
No obstante, pudieron explotar las inmensas riquezas de Rusia a un precio muy inferior al que les habrían cobrado los aliados.
También pudieron probar su nuevo armamento y realizar continuas maniobras, lejos de la vista de los países aliados y contraviniendo el Tratado de Versalles.
Por otra parte,  también fue ventajoso para la URSS, pues así pudo modernizar su país y encontrar a un comprador para sus exportaciones de materias primas. Dado que los países aliados le habían hecho una especie de boicot económico.
La postura de Alemania fue un tanto equívoca, pues, no se sabe si se vio obligada a hacerlo, por parte de los aliados, lo cierto es que en 1925, firmó el Tratado de Locarno, por el que se delimitaban las fronteras entre los países de Europa y se arbitraba un sistema para apaciguar los conflictos entre los países que forman este continente.
Por otra parte, este tratado servía, de facto, para hacer una especie de alianza occidental, que intentara frenar el avance de la revolución comunista fuera de la URSS.
Evidentemente, cuando Hitler llegó al poder, una de las primeras decisiones que tomó fue la de retirar a su país del Tratado de Rapallo y, unos años después, también del de Locarno.
Parece ser que una de las razones por las que la URSS firmó en 1939 el célebre Pacto Ribbentrop-Molotov, fue porque sospechaba que los aliados estaban intentando impedir los deseos de Hitler por anexionarse cualquier país europeo. Sin embargo, no harían nada, en el caso de que se le ocurriera atacar la URSS.

No se equivocaban. Precisamente, eso fue lo que hicieron cuando a mediados de junio de 1941, el Ejército alemán invadió la URSS. Curiosamente, en enero de ese mismo año, Alemania y la URSS acababan de firmar otro acuerdo económico. Quizás, por eso mismo, en las primeras horas de esa invasión, Stalin, se negó a aceptar que su país estuviera siendo invadido por las tropas de su “amiga” Alemania.

Precisamente, en uno de mis artículos, que trataba sobre el papel del general polaco Josef Beck, éste se aventuró a hacer lo mismo, o sea, firmar un acuerdo de no agresión con Alemania y otro con la URSS.
Desde luego, se dio cuenta muy pronto de que, en caso de guerra, los aliados no iban a mover un dedo en la defensa de Polonia. Tal y cómo ocurrió al comienzo de la II Guerra Mundial. Lo que pasa es que los alemanes, en un principio, temieron a los soviéticos, pero no a los polacos y por alguna razón sabían que los aliados no iban a mover un dedo para defender a estos dos países.

6 comentarios:

  1. Son contados los artículos donde se señala 3 grandes verdades que indicas en tu articulo y las resumiré en tus propias palabras:
    1. Tratado de Rapallo, tratado entre dos países tratados como apestados (Alemania post IGM y la incipiente URSS).
    2. Pacto Ribbentrop-Molotov. La URSS no tenia garantía de ayuda occidental en caso de que Alemania la atacase.
    3. Hitler estaba seguro que los aliados no moverían ni un dedo en ayuda a Polonia cuanda la invada.
    Buen articulo Aliado, reúnes varios temas que se encuentran estrechamente ligados.
    Un Abrazo.

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    1. El gran problema de Alemania, tras la I Guerra Mundial, fue que los aliados le echaron la culpa de haber provocado ese conflicto. Lo cual es radicalmente falso, porque todo el mundo sabe que todo empezó con un conflicto muy localizado entre Serbia y el Imperio Austro-Húngaro, al que se fueron uniendo una serie de países a causa de los pactos o de las ambiciones de cada uno de sus dirigentes.
      De todas formas, yo siempre he sospechado que Serbia actuó de esa manera, movida desde lejos por Rusia, que era a quien, realmente, le interesaba meterse en guerra con el Imperio Austro-Húngaro y poder gozar de una buena parte de las orillas del Mar Negro. Tal y cómo habían intentado en anteriores ocasiones.
      La URSS tuvo dos problemas. Uno de ellos fue el salirse de la I Guerra Mundial antes de tiempo y eso nunca se lo perdonaron los demás aliados. La verdad es que fue lo más positivo que pudo hacer ese país. Seguramente, también influyó mucho el regreso de Lenin, al que llevaron los alemanes en tren desde su exilio en Suiza.
      Otro de sus problemas es que era un país donde había triunfado el comunismo y hacia dónde miraban todos los partidos de izquierdas de todo el mundo. Así que la mayoría de los países no reconocieron a la URSS y todos tomaron medidas para que no se contagiara la revolución fuera de los límites de ese enorme país. De hecho, España, no reconoció a la URSS hasta 1933 y el primer embajador soviético llegó a Madrid en plena Guerra Civil.
      Con respecto al segundo punto, siempre me ha llamado mucho la atención que, siendo invadido el territorio de Polonia por fuerzas de Alemania y de la URSS, los aliados sólo declararon la guerra a los primeros, pero no a los soviéticos. También hay quien dice que ese pacto con los alemanes fue algo pasajero, porque Moscú estaba haciendo, a la vez, gestiones diplomáticas con los aliados.
      Por lo que se refiere al tercer punto, aunque hay muchos que dicen que los aliados no podrían haber ayudado a Polonia, yo creo que podrían haber atacado a Alemania, tanto por tierra, como por vía marítima, y eso hubiera quitado bastante presión sobre los polacos. Me parece que no lo hicieron, porque les interesaba más llevarse bien con Hitler que con Polonia o la URSS.
      Los soviéticos tampoco se equivocaron. Cuando sufrieron la invasión alemana, nadie les ayudó a pesar de que Stalin pidió, una y otra vez, en todas las conferencias de los dirigentes aliados, la apertura urgente de un frente occidental. Sin embargo, a los aliados, les vino muy bien que los alemanes perdieran sus mejores unidades en el frente oriental. Así, cuando llegó el Desembarco de Normandía, los alemanes, no pudieron resistir el empuje aliado y en menos de un año se acabó la guerra en Europa.
      Muchas gracias por tu comentario y saludos.

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  2. Muy cierto la tercera parte. La invasión a la URSS era un hecho y todos incluido Stalin lo sabia, solo que, cuando iba ser?, cuanto mas lo dilataría? Esta invasión era deseado y que había quedado pendiente (recordemos la invasión de 14 países en 1918), y occidente lo buscaba y no encontró mejor operador que la Alemania Nazi. Cuando esta se produce, Truman comento ..dejemos que se se desgasten ente los dos, para que al final tengamos a dos derrotados. La Unión Soviética, a pesar de su triunfo sobre la Alemania Nazi, cambio de rumbo en su transformación, no pudiendo competir en toda la guerra fría contra el formidable potencial de occidente encabezado por USA, cayendo finalmente el 90. Disculpa que me extienda, pero tus replicas si merecen una duplica. Un Abrazo

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    1. Por lo que se refiere a la tercera parte, sigo pensando que los aliados deberían de haber ayudado a Polonia. Más que otra cosa, porque era el país que lideraba la resistencia de los países de esa zona contra el poderío de la URSS y eso beneficiaba a los países occidentales.
      Por otra parte, tengo entendido que ya sabían que iban a ser atacados, aunque no cuándo. Creo que esto lo supieron por medio de unos espías infiltrados en círculos muy cercanos al Estado Mayor de Alemania. Parece ser que los polacos llegaron a construir dos réplicas de la máquina Enigma, pero no sé hasta qué punto llegaron a descifrar sus mensajes.
      Curiosamente, parece ser que, antes de producirse el ataque, el Gobierno polaco dio una orden para que los barcos de su flota se dirigieran hacia las costas del Reino Unido. De hecho, se sabe que se cruzaron con los barcos alemanes, pero no lucharon, porque aún no había comenzado la guerra.
      Desde hacía varios años, el Ejército polaco, estaba muy bien asesorado por los franceses. Creo que hasta el mismo futuro general De Gaulle, fue uno de los asesores que estuvieron en Polonia.
      Hoy día se sabe que, si Francia hubiera atacado el territorio alemán, cuando se estaba produciendo la invasión de Polonia, es muy probable que el Ejército alemán se hubiera visto obligado a retirarse de ese país, pues no tenía fuerzas suficientes para combatir en dos frentes a la vez. Algo a lo que siempre se negaron en el Estado Mayor alemán.
      Por lo que respecta a la invasión de la URSS, yo no tengo tan claro que Stalin lo viera tan inminente. De hecho, según dicen, se encerró, durante mucho tiempo en su despacho sin saber qué hacer.
      Sin embargo, otros autores dicen que Stalin se estaba preparando para atacar a Hitler, pero éste se adelantó y podría ser esa la razón por la que los alemanes se encontraron tantas tropas soviéticas estacionadas en su frontera.
      También hay quien dice que, como afirmaba Rudolf Hess, la idea de Hitler era aliarse con los pueblos anglosajones para hacer frente al poderío soviético. De hecho, en las naciones capitalistas se le tuvo siempre más miedo al apogeo del comunismo, que al del fascismo y el nazismo.
      Por cierto, cuando se produjo la invasión de la URSS, el presidente de USA era Franklin Delano Roosevelt y no Truman.
      Siempre se vio que la llegada de la URSS al bando de los aliados era una alianza de circunstancias, porque todos eran imperialistas y tenían intereses comunes.
      De todas formas, hay quien dice que el verdadero vencedor de la II Guerra Mundial no fue USA, sino la URSS, que fue la que sacó más tajada de su victoria.
      Efectivamente, la Guerra Fría se acabó a causa de una carrera armamentística que no tenía fin. Afortunadamente, surgió un líder como Gorbachov, que igual ya estaba harto de ver sufrir a su pueblo a causa de que la mayoría del presupuesto de su país se destinaba a armamentos y decidió que ya era hora de vivir pacíficamente.
      Desgraciadamente, ahora tenemos a Putin en Rusia y me parece que éste es más partidario de volver a la Guerra Fría. Esperemos que cambie pronto de idea.
      Muchas gracias y saludos.

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  3. Estimado Aliado, podemos seguir intercambiando ideas? creo que si.
    - La tragedia de Polonia, es su ubicación, todo estado pequeño entre dos potencias funciona como un tapón entre ambas y la historia de Polonia en los últimos 200 años lo confirma por la serie de invasiones que sufrió.
    - Porque no ayudaron los aliados a Polonia? insisto, Francia e Inglaterra esperaban que Alemania siguiera a continuación con la Unión Soviética.
    - La invasión de URSS, mas allá de las anécdotas de mensajes cifrados, espías, etc. era cuestión de tiempo, estaba en la ideología Nazi, en la política exterior desde un inicio la llamada expansión al este. Stalin o sea la Unión Soviética no estaba preparada para una guerra con la Alemania Nazi, Stalin necesitaba ganar tiempo, por eso el pacto con Alemania, por eso la repartición de Polonia para no tener tan cerca a los ejércitos nazis, ataque a Finlandia para cubrir su planco norte, por eso la teoría de un ataque preventivo tiempo no tiene sentido.
    - Cuando me refiero a Truman, no he dicho que era presidente cuando cito sus palabras, para precisar, lo dijo cuando era senador.
    - Y para finalizar, la guerra contra la Unión Soviética fue desde el inicio de su creación. Solo repasar las invasiones inmediatamente después de la IGM, la invasión durante la IIGM y todo el periodo de la guerra fría, logrando finalmente su caída. La lucha contra el comunismo nunca descanso.
    Un abrazo

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    1. Bueno, yo creo que tenemos una visión errónea de Polonia y todos pensamos que, por entonces, eran como unas hermanitas de la Caridad y nunca fue así.
      No está de más decir que Polonia, tras la I GM, se atribuyó a sí misma el papel de gendarme de esa zona de Europa. Para ello, organizó uno de los ejércitos más potentes de este continente. Con él, se permitió amenazar a sus países vecinos y quitarles todos los territorios que le dio la gana.
      Incluso, tras el pacto de no agresión, firmado con Alemania, ésta le dejó que se quedara con una porción de terreno de la desaparecida Checoslovaquia.
      También, cuando Hitler llegó al poder, amenazó en más de una ocasión a Alemania y hasta a la URSS. No olvidemos que había vencido a ésta unos años antes.
      Por otra parte, el régimen que tenía Polonia pasó de ser lo que llamaban “la democracia vigilada” a una simple dictadura.
      En cuanto a por qué no ayudaron los aliados a Polonia, se me ocurren algunas preguntas. Siguiendo tu razonamiento de que lo que quería Hitler era invadir la URSS, creo que lo suyo hubiera sido aliarse con Polonia para atacar ese enorme país. Seguro que a los polacos les hubiera gustado mucho esa idea, porque los odiaban tanto o más que ellos.
      Por otro lado, me da la impresión de que toda esta idea de invadir territorios ajenos vino porque Alemania llegó tarde al reparto de las colonias y sólo pudo coger las migajas. Encima, tras la I Guerra Mundial, le quitaron las pocas que tenía. Con ello, no voy a justificar la invasión de ningún país, pero me parece que la idea de ellos iba en ese sentido.
      No sé si Stalin estaría preparado para la guerra, aunque yo creo que no lo estaban ninguno de los países beligerantes. Incluso, dicen que Hitler no se esperaba que le declararan tan pronto la guerra. Él había pensado iniciarla dos años después. Tal y como hizo Japón.
      Sobre el tema de Rusia, te aconsejo que leas mi artículo sobre “El gran juego”. Rusia siempre ha sido un país enorme con un gran problema: su salida al mar. Cuando eran un Imperio coincidieron con el Imperio Británico y éste le fue rodeando por todas partes a base de estados-tapón, como fue la creación de Afganistán, para que los rusos no pudieran alcanzar la India y apoderarse de sus riquezas. También lo bloquearon con el Imperio Turco, que podría bloquearle su salida por el Mar Negro. Ese papel, que consiste en bloquear el territorio de Rusia, ya no lo tiene el Reino Unido, sino USA.Lo del comunismo fue un pretexto, iban contra Rusia.
      Es posible que, al proteger a Serbia, intentaran que ese Estado les apoyara para que los rusos se asentaran en los Balcanes. De hecho, hoy en día, lo primero que han hecho ha sido montar una base naval en Siria, para tener barcos a ambos lados del Bósforo.
      Saludos.

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