lunes, 30 de marzo de 2015

JOSEPHINE BAKER, BAILARINA Y ESPÍA



Cuando yo era un crío, recuerdo a esta mujer como una cantante ya mayor, que solía salir en muchas revistas,  y que siempre iba rodeada de un montón de niños, los cuales había adoptado por todo el mundo. La verdad es que siempre me pareció un personaje muy curioso.
Recientemente, me he encontrado con la sorpresa de que también fue una agente que trabajó durante la II GM para la Inteligencia aliada y eso es lo que voy a contar ahora.
Aunque mucha gente, como yo, había pensado que era francesa, porque vivió allí durante muchos años, realmente nació en USA. Concretamente, un día de 1906, en Saint Louis, Missouri.
Desgraciadamente, era hija de unos músicos callejeros y parte de su infancia la pasó recorriendo esas calles de la mano de sus padres y con grandes problemas de salud y alimentación.
Con 8 años, la llevaron a trabajar para una familia blanca. Allí la trataron muy mal, recibiendo muchos castigos físicos. Así que se fue de la casa y malvivió durante un tiempo por las calles.
A los 15 años, unos miembros de un coro local la vieron actuar en la calle y la ficharon para su agrupación. Así empezó a tener éxito y a vivir un poco mejor.
Luego, se fue a Nueva York, donde actuó en algunas revistas de Broadway, en las cuales bailaba y cantaba. En un principio, la colocaron al final de todos y luego fue haciéndose cada vez un poco más famosa.
En 1925, se fue a actuar a París y allí le echó mucho valor, bailando casi desnuda por lo que tuvo un éxito arrollador.
Después de una gira europea, regresó a París, actuando ya en el famoso Folies Bergère, con su famosa “Danza salvaje”.
También tuvo su éxito una mayor repercusión internacional, porque coincidió con la Exposición de Artes Decorativas de París y había allí gente de todos los países.
Además, solía llevarse al escenario a un guepardo, el cual, de vez en cuando, se metía en el foso, asustando a los músicos que tocaban allí y eso le hacía mucha gracia al público.
Incluso, llegó a actuar en varias películas y también fue muy admirada por varios escritores, que alabaron sus actuaciones.
Como nadie es profeta en su tierra y, como además, era de raza negra,  a su regreso a USA no fue tan bien recibida como en Europa.
En 1937, tras casarse con un ciudadano francés, renunció a su nacionalidad USA y ya sólo fue francesa. En total, se casó 4 veces.
Al iniciarse la II GM fue fichada por la Inteligencia francesa. Su misió  asistiendo a todo tipo de fiestas, galas y banquetes y procurar enterarse de todo lo posible, para contárselo a sus jefes. Nadie sospechó nunca de ella.
n era continuar haciendo su vida habitual,
Con la llegada de los alemanes a Francia, se trasladó por primera vez al Château des Milandes, una especie de castillo que había alquilado en el campo, donde se reunió con muchos franceses que querían unirse a la Francia Libre.
Como ella era una artista muy conocida, que se movía mucho por el mundo, a partir de entonces, su misión fue trasladar mensajes entre la Resistencia y los Aliados, los cuales iban escritos con tinta invisible en sus partituras.
A finales de 1941 se trasladó al norte de África, donde contactó con las tropas aliadas y las de la Francia Libre, para las que actuó en muchas ocasiones.
También hizo algunas giras por España, llevando los mensajes metidos dentro de su ropa interior, por si acaso la registraban.
En la posguerra, el mismo De Gaulle, le impuso la Cruz de Guerra y el Rosetón de la Resistencia, por sus méritos durante el período bélico.
En los años 50 regresó a USA. Esta vez tuvo mucho más éxito, siendo, además, elegida la mujer del año por el barrio de Harlem.
Esta vez, como tuvo el “atrevimiento” de meterse con uno de esos monstruos sagrados del periodismo americano, un tal Walter Winchel, acusándole de no denunciar la política racista de ciertas instituciones de Nueva York, éste la acusó de comunista, que es lo que se llevaba por entonces,  y eso le costó la cancelación de su contrato y su salida del país, sin poder regresar durante varios años. No olvidemos que ya era una extranjera al renunciar a su ciudadanía USA.
Por lo visto, a este famoso periodista le encantaba acusar a sus enemigos de comunistas u homosexuales, para quitárselos del medio. Amparándose en la moda de ese momento y en su gran fama como comunicador. Amenazaba a sus víctimas con frases como “nada se aleja tan rápidamente como el éxito” o “por lo general, la gente que me cuenta las cosas ya habían prometido a otra que las mantendrían en secreto”.
En los años 60 siguió realizando giras por varios países, incluso por Cuba y por la antigua Yugoslavia.
Siempre fue una gran activista en pro de la ampliación de los Derechos Civiles a todas las razas. Incluso, se negó en varias ocasiones a actuar sólo para blancos. Se dice que, por ello, fue amenazada en varias ocasiones por el tristemente famoso Ku Klux Klan.
En 1956 se hizo muy amiga de la princesa Gracia de Mónaco. Parece ser que una noche no quisieron atenderla, en un restaurante de Manhattan, ni a ella ni a su marido, a causa del color de su piel. Ella montó un buen jaleo y la princesa, que estaba allí con su marido, se interesó por el hecho, yéndose ambas parejas del reciento y jurando no volver más por allí.
Supongo que ese incidente le costaría una publicidad bastante negativa tanto al restaurante como a sus administradores, porque los príncipes de Mónaco iban a todas partes acompañados por un montón de periodistas, con sus cámaras correspondientes.
Trabajó tanto a favor de los Derechos Humanos que la organización USA NAACP la propuso para el Premio Nobel de la Paz. No obstante, el año 50 ganó este premio otro ciudadano USA de raza negra, Ralph Bunche. El primer premiado que no era blanco.
En 1963, acompañó a Martin Luther King en su famoso
discurso en Washington, donde ella también pronunció unas palabras.
Tras el asesinato de este famoso líder, se le propuso ocupar la presidencia de ese movimiento, pero no aceptó por no dejar solos a los chicos que iba adoptando en cada país.
Una de las razones por las que adoptó tantos niños fue para demostrar que la gente de diferentes etnias puede llevarse muy bien y organizaba visitas a su castillo para que los vieran.
El problema es que los años no pasan en balde y el vivir en un castillo le ocasionaba muchos gastos. Eso unido a que cada vez tenía menos actuaciones, le hizo caer en la quiebra.
En cuanto se enteró su amiga, la princesa de Mónaco, la ayudó cediéndole una casa en el Principado de Mónaco.
En los años 70 realizó ya sus últimas actuaciones. Como se había corrido la voz de que estaba arruinada, la afluencia de público fue enorme, teniendo que colocar sillas plegables
 en las salas.
En 1975, tras una de esas actuaciones, fue encontrada en su cama en estado de coma. Fue llevada a un hospital de París, pero, desgraciadamente, murió a causa de una hemorragia cerebral.
Francia le agradeció su actuación durante la II GM con un funeral con honores militares de alto rango, con cañonazos y todo, siendo, más tarde,  enterrada en un cementerio de Mónaco.
Actualmente, en el castillo donde vivió ella junto a sus 12 hijos, existe un museo, donde se pueden contemplar los trajes de sus actuaciones, junto con muchas fotos y las condecoraciones que le fueron otorgadas durante toda su vida
.

3 comentarios:

  1. En casa se recuerda una anécdota, y es que las hermanas de mi abuela tuvieron ocasión de ver en París a Josephine Baker bailando con una faldita de plátanos o algo así.

    Yo no tengo recuerdos tan simpáticos. Tengo en la memoria un documental en el que Josephine debía estar en su castillo, a juzgar por la foto que has puesto, y debía estar a punto de ser desahuciada porque estaba en una especie de puente asomada con sus hijos, y los periodistas lanzándole comida al aire, mientras le gritaban ¡Josephine, aguanta!

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  2. Si no me equivoco, la mujer de la penúltima foto es Rosa Parks. Por lo demás, entrada muy interesante :)

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    1. Efectivamente, se trata de Rosa Parks, a la que dediqué otro de mis artículos.

      Muchas gracias por tu comentario, celebro que te haya gustado y saludos.

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