domingo, 21 de diciembre de 2014

LA NAVIDAD, UNA ÉPOCA DE ESPERANZA

Para muchos, la Navidad es una época de esperanza. Es un momento donde todos recuerdan su vida, pero, sobre todo, buscan que el año próximo sea mucho mejor que el anterior.
No hay más que ver la cantidad de buenos deseos que se piden cuando va a cambiar el año. Luego, lo más normal es que no se cumpla casi ninguno, por falta de voluntad, claro. Ya sabemos que los más típicos son aprender inglés de una vez o dejar de fumar o cosas por el estilo.
Como este es un blog dedicado a, la Historia, esta vez voy a hablar sobre el intento de los nazis de apropiarse del espíritu navideño, cosa que, como se ha demostrado, nunca consiguieron, ni aún en los años en que pretendieron dominar el mundo.

Como a ellos, todo lo que oliera a judío les echaba para atrás, pues lo primero que hicieron fue eliminar de la fiesta la figura de Jesús, algo que ni siquiera habían intentado anteriormente los protestantes.
Tampoco se quedaron atrás en el tema de las tradiciones y se dedicaron a componer nuevos villancicos, para sustituir a los tradicionales, elogiando en ellos a su ideología, por supuesto. Para eso, tenían buenos maestros en sus filas y, además, contrataron a unos cuantos filósofos para que les crearan una potente base ideológica al nazismo.
Sustituyeron los adornos tradicionales del árbol de Navidad por otros donde abundaban las esvásticas y, por supuesto, en el papel que envolvían los regalos no se olvidaron de imprimir cruces gamadas por todas partes.
En busca de la divinización de su líder, se inventaron oraciones para agradecer a Hitler los favores recibidos, desde que éste llegó al poder. Se le consideraba una especie de salvador de su pueblo.
Hasta se afirmaba, en una guía para dirigentes del partido, descubierta reciente en Dresde, que los Reyes Magos eran, nada más y nada menos, que unos obreros alemanes que acudían a visitar a Hitler.
Los de la SS tampoco se quedaron atrás en su paranoia y suplantaron las ceremonias habituales, como bodas y bautizos,  por otras con claro contenido pagano. Ya lo decía Himmler: “el que aún crea que el nazismo es sólo un partido político es que no se ha enterado de nada”.
También crearon una serie de festividades paganas y políticas, para sustituir el tradicional calendario cristiano. Más o menos, lo mismo que pretendieron hacer los revolucionarios franceses en el XVIII.
Según un manual nazi: “El profundo misterio de la Navidad alemana, sólo puede ser entendido por aquellos que sienten su originalidad y su autenticidad”.
Así, la Navidad alemana se pasó a llamar “Fiesta del solsticio de invierno”, donde los jerarcas nazis celebraban banquetes alumbrados con fogatas, al estilo de los antiguos germanos.
Los jerarcas del partido nazi también reclutaron a un grupo de compositores y letristas que se dedicaron a modificar radicalmente los villancicos alemanes tradicionales. En las letras de los nuevos no se mencionaba para nada a la Virgen o al Niño Jesús y sí los paseos por el campo y la nieve.
Se inventaron el llamado “candelabro de Yule”, el cual estaba fabricado en arcilla y tenía grabados en su superficie ciertos símbolos germánicos. Además, se gastaron muy poco en hacerlos, pues los producían los presos de ciertos campos de concentración.
La tradicional corona de adviento, que suele representar los 4 domingos de adviento, pasó a simbolizar las 4 estaciones. En lugar de construir la corona con ramas de abeto, se pasó a hacerla con otra con forma de cruz  gamada.
Lo del árbol de Navidad les costó más esfuerzo, así que, como no pudieron eliminarlo, se decidieron por modificar su significado.
La verdad es que lo del árbol de Navidad es un adorno que ha cobrado mucha fuerza. Mucha gente piensa al día de hoy que es un adorno anglosajón y eso no es cierto. La verdad es que se impuso en el Reino Unido, tras la llegada del príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria, el cual era alemán.
Por tanto, como estaba tan arraigado entre la población, se decidieron por dejar el árbol, pero le cambiaron los adornos al mismo. Las estrellas, bolas y ángeles se cambiaron por bolas con cruces gamadas, ruedas con un sol muy parecido a la esvástica.
 Es curioso, porque, a pesar de no querer tener nada que ver con Oriente, la esvástica siempre ha sido un símbolo oriental y los arios o indoeuropeos procedían de Oriente.
El tema de los puntas de la estrella que culmina el árbol fue más problemático. Si ponían una de 6 puntas, recordaría a los judíos y a más de uno, le saldrían sarpullidos al verla. Mientras que si era de 5, recordaría a los comunistas de la URSS, que no sé qué sería peor.
Hasta se metieron con las galletas de Navidad y quisieron convencer a las madres alemanas para que las hornearan con forma de esvástica.
Incluso,  se atrevieron con la figura de San Nicolás. No sé si porque era cristiano o porque había nacido en lo que hoy es Turquía, pero intentaron cambiarlo por uno de esos dioses de la mitología nórdica.
Bueno, más o menos, esto también lo intentaron los comunistas, en los países donde se hicieron con el poder, pero a la vista está que fracasaron estrepitosamente.
Supongo que el querer controlar las tradiciones religiosas de un pueblo entraría dentro del intento del Gobierno nazi de controlar a su población por todas las formas posibles.
De todas maneras, hay autores que afirman que, tras la guerra, el próximo objetivo de Hitler era eliminar la Iglesia católica de todos sus dominios.
En este artículo, me gustaría dirigirme a todos aquellos que hayan perdido la esperanza. Toda esa gente que se ha quedado sin trabajo, por culpa de la crisis o de los políticos que no han sabido o no han querido lidiarla. Para ellos, va este mensaje de esperanza.
 Si los nazis no fueron capaces de imponer estas nuevas tradiciones, ni en su propio país, nadie podrá triunfar sobre las esperanzas de los hombres y fracasarán, como fracasaron ellos.
Me permito tomar parte del discurso de Charles Chaplin, al final de la película “El gran dictador”, rodada en plena II GM.
“En este momento mi voz llega a miles de seres esparcidos por el mundo. A aquellos que puedan comprenderle les digo: no desesperéis, la desgracia que ha caído sobre nosotros no es más que el resultado de un apetito feroz, de la amargura de unos hombres que temen el camino del progreso humano. El odio de los hombres pasará y los dictadores perecerán, y el poder que han usurpado al pueblo volverá al pueblo. ¡Y mientras existan hombres que sepan morir, la libertad no podrá perecer! Soldados, no os entreguéis a esos brutos…hombres que os desprecian y os tratan como esclavos, hombres que regimientan vuestras vidas, imponen vuestros actos, vuestros pensamientos y vuestros sentimientos; que os amaestran, os hacen ayunar, os tratan como ganado y ¡os utilizan como carne de cañón!.No os pongáis en manos de esos hombres contra natura, de esos hombres-máquina con corazones de máquina. ¡Vosotros no sois máquinas!¡Vosotros no sois ganado!¡Vosotros sois hombres!¡Vosotros lleváis el amor de la humanidad en vuestros corazones! No odiéis. Sólo los que no son amados odian. Los que no son amados y los anormales….Soldados, ¡no combatáis por la esclavitud! Combatid por la libertad. En el capítulo 17 del evangelio según San Lucas está escrito: “El reino de Dios está en el hombre mismo”. No en un solo hombre, ni en un grupo de hombres, ¡en todos los hombres! Y ¡vosotros! Vosotros, el pueblo tenéis el poder para crear máquinas. El poder para crear la felicidad.

Vosotros el pueblo tenéis el poder para crear esa vida libre y espléndida…para hacer de esa vida una radiante aventura. Entonces, en nombre de la democracia, utilicemos ese poder…¡unámonos todos! Luchemos por un nuevo mundo, un mundo limpio que ofrezca a todos la posibilidad de trabajar, que de a la juventud un porvenir y resguarde a los ancianos de la necesidad, prometiendo estas cosas gente ambiciosa se ha hecho con el poder, pero ¡han mentido! No han mantenido sus promesas, ¡ni las mantendrán jamás! Los dictadores se han liberado pero han domesticado al pueblo. Combatamos ahora para que se cumpla esa promesa. Combatamos por un mundo equilibrado…un mundo de ciencia en el que el Progreso lleve a todos a la felicidad. ¡Soldados! en nombre de la democracia, ¡unámonos!”
(Charlie Chaplin, El Gran Dictador, 1940)
Este es mi mensaje de esperanza para todos aquellos que viven agobiados, bien sea por motivos económicos o políticos e, incluso, para los que sufren persecuciones religiosas, y recordarles que siempre, tras la tempestad viene la calma y que ya llegarán tiempos mejores, como siempre ha ocurrido. La cuestión es no perder la esperanza.
Deseo a todos que paséis una

 ¡¡MUY FELIZ NAVIDAD Y UN PRÓSPERO AÑO 2015!!


2 comentarios:

  1. La foto mas curiosa es una donde se ve a Hitler con muchos de los jerarcas nazis en una cena navideña...como decía el comentario...nazis celebrando el nacimiento de un judío.

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    1. Seguramente, corresponderá a la época cuando el régimen nazi quería llevarse bien con los líderes religiosos de Alemania.

      El caso es que, en un principio, tuvieron bastante éxito, porque consiguieron que convencieran a muchos de sus feligreses para que les votaran.

      Supongo que, más tarde, se arrepintieron de ello.

      Muchas por tu comentario y saludos.

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