Estoy seguro de que todos habréis visto en las noticias, que unos investigadores han asegurado haber recuperado, mediante ingeniería genética, unos ejemplares del llamado lobo terrible. Un animal que se cree que se extinguió hace unos 13.000 años y, cuya altura, si se
apoyaba sobre las dos patas traseras, podría ser superior a la de un humano, que midiera 1,80 m.Así que, como se comprenderá,
estoy preocupado, porque, como se suele decir, yo soy partidario de “hacer los
experimentos con gaseosa” para no poner en peligro las vidas de los demás.
Por eso mismo, yo hubiera
sugerido a estos “aprendices de brujo”, que hubieran optado por recuperar otras
especies menos peligrosas, como ciervos y otros animales por el estilo.
Esta noticia me ha recordado el
caso del llamado Monstruo de Gevaudan. Consistente en una serie de incidentes,
ocurridos, durante el siglo XVIII, en el sur de Francia.
Gevaudan se llamaba así por el
antiguo obispado de ese mismo nombre. Así que los revolucionarios se lo
cambiaron y ahora se llama Lozère. Se trata de un departamento situado al sur
de Francia y dentro de la región de Occitania.
Esta historia comienza en junio
de 1764, cuando una joven pastora declaró haber sido atacada por un gran animal,
que le desgarró sus ropas. Se salvó gracias a que tenía un rebaño bovino y sus
bueyes la defendieron.
Sin embargo, unos días después,
en una zona no muy lejos de ese primer ataque, se encontró el cadáver de otra
joven pastora, de sólo 14 años, que había fallecido a causa del ataque de algún
animal.
En los meses posteriores también
se produjeron varios ataques con el resultado de varios jóvenes pastores
muertos. Así que los habitantes de esa zona organizaron partidas de caza, pero
no localizaron al animal culpable de esas muertes. Tampoco tuvieron éxito
algunos cazadores de localidades cercanas, que fueron, voluntariamente, a
intentar darle caza.
Como ya había mucha inquietud
entre los lugareños, el gobernador de esa provincia, ordenó que una unidad
militar se trasladase a la zona para matar a ese animal.
También hay quien dice que Luis
XV se vio obligado a intervenir, porque Francia acababa de ser derrotada por el
Reino Unido en la guerra de los 7 años y quería que los franceses siguieran
confiando en él.
Curiosamente, hoy podríamos pensar
que sería algún tipo de lobo. Sin embargo, no debemos olvidar que los pocos
testigos, que salieron con vida, tras esos ataques, no lo llamaron lobo, porque
era gente acostumbrada a ver esos animales.
Por otra parte, no debemos
olvidar que los lobos no suelen atacar a las personas y suelen huir en cuanto
alguien les hace frente.
Sin embargo, la descripción que
aportaron los testigos no coincidía ni con lobos, ni con perros. Incluso,
algunos hablaron de hienas.
Decían que era una especie de
lobo muy grande. El color del pelo era como el del café tostado, con una raya
negra a lo largo de la espalda, mientras que el pelo de la barriga era blanco. La
cabeza era mucho más grande que la de un perro o un lobo, la cual estaba
adornada por una especie pelusa rizada en la frente. También tenía una cola
mucho más larga que la de los perros y los lobos. Tal y como se puede ver en
esta imagen.
Lo cierto es que esos militares
nunca encontraron a ese animal. No obstante, es posible que, viendo que lo
buscaba tanta gente, se trasladase a otra zona. Lo digo, porque en octubre del
mismo año, se produjo otro ataque similar, en una localidad situada al NW de la
zona anterior.
Sin embargo, poco después, se
atrevió a atacar a otro joven pastor. Éste tuvo más suerte, porque se refugió
entre su ganado vacuno, que lo protegió.
Incluso, tuvo más suerte, porque
se presentaron unos cazadores. Estos dispararon contra el animal y lo hirieron.
Sin embargo, consiguió huir para esconderse en el bosque, donde ya no fue
hallado.
En enero de 1765, un grupo de
niños, entre 8 y 13 años, salieron, como de costumbre, al campo para pastorear
su ganado. De pronto, se encontraron con aquella bestia. No obstante, estos
niños iban armados con unos palos a los que habían atado unos cuchillos y se
defendieron con ellos.
Luis XV quedó conmovido, al conocer
esa historia. Por ello, pagó los estudios del mayor de ellos, que había sido el
que había convencido a los demás para atacarle todos a la vez, y luego ingresó
en la Academia de Artillería.
También este mismo monarca, tomó la decisión de relevar al Ejército y sustituirlo en la labor de caza de ese animal por el mejor cazador de Francia, Jean Charles Vaumesle.
En marzo de 1765 subió el nivel
de los ataques de ese animal. Ocurrió que una mujer se encontraba en su pueblo,
junto a tres de sus hijos y, de pronto, fue atacada por éste.
La mujer fue muy valiente, porque
el animal había atrapado a su hijo de 9 años. Así que dejó al pequeño y salió
corriendo tras la bestia hasta conseguir que soltara a su hijo.
Sin embargo, el animal se dio la
vuelta e intentó atrapar al hijo pequeño, que era un bebé de año y medio, pero
la madre se interpuso y el animal no logró su objetivo.
No obstante, el animal tuvo los reflejos para atrapar y llevarse al mediano, que tenía 6 años. La madre luchó con él y sufrió varios zarpazos y dentelladas. Cuando el animal ya iba a huir con el niño, aparecieron sus hijos mayores, que lograron ahuyentar al animal y que soltara a su hermano.
Desgraciadamente, este chico murió, unos días después, ya que se le infectaron sus heridas.El comportamiento heroico de esta
mujer fue premiado por el rey, dándole un buen premio en metálico.
Parece ser que no fue el único
ataque que se produjo en el interior de una población francesa.
Por lo visto, tres hermanos se
toparon con este animal en un lugar cercano a su pueblo. Así que fueron
corriendo a su casa para recoger sus escopetas de caza. Dicen que le acertaron
dos veces. Sin embargo, el animal huyó y lo perdieron de vista.
Hay quien dice que el rey tomó
esta decisión, porque se lo pidió su ministro, el duque de Choiseul, cuyo primo
era el conde-obispo de Gevaudan.
En agosto de ese año, la fiera
atacó a una joven de unos 20 años, que era la criada de un cura. La chica tuvo
mucho valor, porque llevaba una especie de lanza corta con la que se defendió
del ataque del animal y logró que huyera.
Un mes después, este equipo de
cazadores recibió el aviso de que un lobo muy grande había sido visto en una
localidad más al norte. Enseguida, se desplazaron allí.
Esta vez, tuvieron más suerte. El
arcabucero real, que se había situado al borde un desfiladero, consiguió ver al
animal y dispararle. No obstante, no consiguió matarle. Sin embargo, como un
primo suyo estaba muy cerca, logró rematarle y lo mató, antes de que el animal matara
al arcabucero.
El animal fue disecado y llevado
al Palacio de Versalles, donde pudo ser visto por el rey y sus cortesanos. Incluso,
algunos de los que habían sido víctimas de sus ataques reconocieron que se
trataba del mismo animal.
No obstante, ahora ocurrió un fenómeno muy curioso. En enero de 1766, se produjeron nuevos ataques con nuevas víctimas. Sin embargo, tanto el rey como los periodistas ya no le prestaron atención, porque habían dado por finiquitado este asunto.
Por ello, en el verano de 1767, durante una batida de caza, organizada por un noble de esa zona, uno de los cazadores, llamado Jean Chastel, logró abatir a la fiera.El rey volvió a tomar cartas en
este asunto y encargó que el científico Buffon fuera a revisar este animal. Como
este personaje se hallaba muy lejos de esa zona, tardó bastante tiempo en
llegar y, eso unido a que estaban en pleno verano, dio lugar a que tuviera que
revisar un cadáver en avanzado estado de descomposición.
No obstante, en su informe al
rey, indicó que era un lobo de gran tamaño y, tras haberlo estudiado, ordenó
que fuera enterrado, para evitar problemas sanitarios.
Afortunadamente, ya no se volvieron
a producir nuevos ataques de ese tipo. Lo cual fue celebrado por los lugareños,
ya que se calcula que había matado a unas 80 personas. Otros dicen que las víctimas
fueron casi el doble de esa cifra.
Llegados a este punto, supongo
que muchos se estarán preguntando qué tipo de animal podría ser el de nuestra
historia.
Aparte de ello, los lobos suelen
ir siempre en manada. Sin embargo, estos iban solos.
Por otra parte, también se dice
que, en muchas ocasiones, no mataban para comer, sino por el instinto de matar.
Como suelen hacer los lobos.
Incluso, se ha dicho que podría
tratarse de algún cruce entre lobos y perros muy grandes. Hasta se ha dicho que
podría tratarse de un lobo grande y afectado por la rabia.
A mí se me ocurren otras cosas
más. Por ejemplo, casi nadie sabe que también hubo leones en Europa. Sobre todo,
en el sur del continente. Parece ser que los últimos vivieron en la zona de los
Balcanes y en el Cáucaso, hasta el siglo X de nuestra era.
Por ejemplo, Heródoto y Aristóteles
mencionan en sus escritos, que existían leones en la actual Grecia.
Por otro lado, siempre ha habido gente que ha tenido zoológicos privados. Dado que en el siglo XVIII ya se conocían todos los continentes, menos la Antártida, es posible que alguien se hubiera traído alguna especie exótica y ésta hubiera conseguido escapar y refugiarse en los bosques.
En cuanto al animal disecado, que
se ve en los dibujos, fue llevado a la corte de Versalles y expuesto en los
jardines de este famoso palacio.
Parece ser que no fue disecado
correctamente. Por ello, poco tiempo después, se fue estropeando y, según
dicen, fue enterrado en esos jardines.
Así que, salvo que lo encuentren,
no veo que haya ninguna posibilidad de estudiar más a fondo el tipo de animal
que era. Tampoco sé si lo estarán buscando.
Lo único cierto es que nunca se
ha sabido qué tipo de animal era, aunque se han escrito muchos libros y hasta
se han realizado películas para narrar estos hechos.
Tampoco se sabe con certeza
cuántas víctimas hubo, porque el obispo de Gevaudan declaró que esta bestia
estaba atacando a la gente pecadora, como un castigo divino. Por eso, mucha
gente no declaró que sus familiares hubieran muerto a causa de los ataques de
la bestia, para no ser mal vistos por el resto de su comunidad.
TODAS LAS IMÁGENES PROCEDEN
DE WWW.GOOGLE.ES
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