domingo, 6 de mayo de 2018

VASILY ZARUBIN, UN GRAN AGENTE DEL KGB


El verdadero nombre de nuestro personaje de hoy fue Vasily Mihailobich Zarubin y nació en Moscú en 1894, en el seno de una familia de ferroviarios.
Luchó en la I Guerra Mundial y, como ya era un revolucionario, estuvo en el frente haciendo propaganda contra la guerra. Supongo que por ese motivo acabó en un batallón penal. En 1917, tras ser puesto en libertad, fue herido en el frente.

También luchó en primera línea durante la guerra civil rusa, que se desató tras el destronamiento de los zares y acabó en 1920 con la victoria del Ejército Rojo, que, lógicamente, era donde luchaba Vasily.
En 1920, se unió a la Policía y tres años más tarde lo ficharon en la GPU o GRU, el servicio de Inteligencia militar. Fue destinado a Vladivostok, una ciudad costera al este de Siberia, donde se dedicó a perseguir el contrabando de armas y drogas hacia China.
A partir de 1925 fue destinado en el extranjero, trabajando de manera legal o ilegal en varios países. En ese argot se llama trabajar como “legal” a los que están destinados como personal de una embajada o consulado e “ilegal” a los agentes que se infiltran y no son conocidos por los servicios del otro país.
Precisamente, uno de sus destinos como ilegal fue la Alemania de Hitler, donde se camufló tras la identidad falsa de un ciudadano checoslovaco, que iba a organizar una fábrica textil.
Aparte de espiar en todos esos países, también se dedicó a organizar grupos antifascistas, por supuesto, con carácter clandestino. Así que a su vuelta a la URSS fue condecorado por ello.
También estuvo destinado en Francia. De hecho, durante su estancia como ilegal en París, llegó a obtener no sólo documentos secretos franceses, sino también otros procedentes de la embajada de Alemania en París.

Al comenzar la II Guerra Mundial, fue destinado a un campo de concentración para prisioneros de guerra polacos. Su labor era sacarles toda la información posible. Allí estuvo hasta que en Moscú decidieron que había que matar a esos prisioneros polacos en las infames Fosas de Katyn.
Este hombre no debía de tener muchos amigos en la NKVD, porque en más de una ocasión le acusaron de espiar para otros países. La primera fue en 1940, cuando le acusaron de ser un agente de la Gestapo. No sé cómo les convenció de lo contrario, pero lo cierto es que salió vivo, que ya tiene su mérito. No hará falta recordar que, en esa época, asesinaron a miles de personas por mucho menos.
Curiosamente, se dice que, en una reunión del jefe del KGB, Lavrenti Beria, con varios agentes, entre los que estaba nuestro personaje, les dijo que tendrían que colaborar con la Gestapo. No olvidemos que Alemania y la URSS fueron aliados hasta que el primero invadió al segundo.

En 1941, fue destinado a China, donde se cree que obtuvo la información sobre los planes de Hitler de invadir la URSS. Parece ser que se la dio uno de los asesores alemanes de Chiang-Kai-Shek.
Ese mismo año, tras la invasión alemana de la antigua URSS, participó en las conversaciones con los servicios británicos para coordinar la colaboración entre ambas agencias.
Al final de ese año fue destinado, junto a su esposa, Elizaveta, que también era agente soviética, a la embajada de su país en USA. Allí utilizaron el apellido Zubilin y el nombre clave de Vasily era Maksim. De ella hablaré en otro artículo, para no alargar demasiado éste.
Parece ser que su principal misión, que le había encargado personalmente Stalin, era enterarse si USA pensaba firmar, por separado, un acuerdo de paz con la Alemania nazi. Eso era muy importante saberlo, ya que, en ese momento, las tropas alemanas se estaban aproximando peligrosamente a Moscú.
Junto con otros comunistas de USA, fundó una compañía discográfica para servir como tapadera a otros agentes “ilegales” a fin de que se pudieran mover por el territorio de ese país, sin causar demasiadas sospechas.
No obstante, el FBI siempre le vigiló muy de cerca y detectó que, en 1943, Vasily se reunió un par de veces con un alto dirigente del PC de USA con el objetivo de convencerle para que colocara a algunos de sus afiliados en las industrias de guerra de ese país a fin de que les pasaran sus secretos a la URSS.
Según parece, ese dirigente comunista también estaba siendo vigilado por el FBI, el cual había puesto micrófonos en su casa y así pudieron escuchar las conversaciones entre ambos.
Sin embargo, no sé si como prueba de buena voluntad, pues en ese momento los dos países eran aliados en la lucha contra el Eje, un consejero del presidente Roosevelt se puso en contacto con el embajador soviético en USA para advertirle que habían detectado que un miembro de su embajada había pagado una gran cantidad de dinero a un dirigente del PC de USA.
No obstante, tanto él como su mujer obtuvieron unos impresionantes resultados, llegando a infiltrar espías comunistas hasta en los laboratorios donde se estaban construyendo las bombas atómicas.
A pesar de esos triunfos, fue llamado de nuevo, en 1944, para regresar a su país a fin de que respondiera a unas nuevas acusaciones de trabajar para los alemanes. Increíblemente, volvió a salir airoso de este nuevo asunto.
Es más, gracias a sus excelentes resultados, fue condecorado de nuevo y ascendido al grado de general de división de la KGB.
Sin embargo, a causa de esos múltiples contactos que llegó a tener en USA, en 1944, fue declarado persona non grata y expulsado de ese país.
Así que, regresó de nuevo a su país y, tras la II Guerra Mundial, fue nombrado subdirector general de la KGB para la Inteligencia en el extranjero.
En esa labor estuvo hasta 1948, cuando tuvo que ser dado de baja, debido a su delicado estado de salud.
Curiosamente, mientras estuvo trabajando en USA, apareció un documento anónimo, donde se afirmaba que Vasily estaba trabajando para el FBI y antes había cometido crímenes de guerra, durante los asesinatos de los prisioneros polacos. Algo que se desconocía en aquel momento en Occidente.
Además, daba una lista de agentes soviéticos destinados en USA y Canadá. Incluso, ese documento decía que habían introducido agentes dentro de la propia Casa Blanca. Uno de los acusados podría ser Lauchlin Currie, asesor personal del presidente para temas económicos. Como éste era de nacionalidad canadiense, aunque se había nacionalizado como ciudadano USA, al no presentarse a declarar ante una Comisión del Senado, le fue retirada su nacionalidad y tuvo que abandonar USA para siempre.
Lógicamente, llamaron a Vasily a Moscú para que diera sus explicaciones, pero no pudieron demostrar que trabajara para el FBI. 
En su lugar, detuvieron y acusaron a su ayudante, Vasily Mironov, cuyo apodo era Markov, el cual se comprobó que padecía esquizofrenia, como autor de esa carta. Por lo visto, fue encerrado en un campo del Gulag hasta su muerte.
Parece ser que, en la actualidad, un autor ha estado investigando sobre nuestro personaje y no ha visto que Zarubin tuviera ninguna responsabilidad en las matanzas de las Fosas de Katyn.
Incluso, en las declaraciones de los que sobrevivieron a esos campos, de forma unánime, se habla muy bien de él, sobre su relación con los prisioneros de guerra.
Parece ser que falleció en 1972, aunque no hay más datos. Ya sabemos que, hasta 1989, año en que cayó el Muro de Berlín, existió el llamado “Telón de acero”, por lo que se tienen muy pocas noticias de lo que ocurría en los países del Bloque Socialista.

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