domingo, 23 de abril de 2017

JOSEPH BOLOGNE, CHEVALIER DE SAINT GEORGES, TODO UN GRAN MÚSICO.



Esta vez voy a relatar la vida de un personaje, que ya se mencionaba en otro de mis anteriores artículos.
Se trata de un personaje un tanto extraño. Casi se podría decir que tenía una mentalidad renacentista, porque se dedicó a varias cosas y en todas ellas triunfó.
La verdad es que, si lo pensamos, tampoco es de extrañar que un artista se dedicara también a la esgrima. Dicen que Quevedo, a pesar de ser un tullido, le dio una lección con su sable a más de uno.
En otro de mis anteriores artículos, ya comenté que Vicente Blasco Ibáñez era muy dado a batirse en duelo con quien se le pusiera a tiro.
Joseph Bologne, más conocido como Chevalier Saint Georges nació el día de Navidad de 1745 en la localidad de Basse Terre, en el interior de la isla de Guadalupe, fruto de las relaciones entre George Bologne de Saint Georges, un terrateniente francés, y su esclava negra Nanon, que, según se cree, procedía de Senegal.
Parece ser que su padre era de origen holandés y, en su juventud, había sido mosquetero del rey de Francia.
En 1755 su padre se lo llevó a Francia para darle una educación más propia de un caballero de esa época. Primero vivieron en Burdeos y luego en París. Hay que decir que su padre también estaba casado y tenía una hija, fruto de ese matrimonio. Así que se fue a París, acompañado por su esposa, su amante, su hija y nuestro personaje.
Algunos dicen que su padre regresó a Francia, huyendo de la persecución judicial, por haber dado muerte a un hombre durante un duelo. Parece ser que, gracias a la amistad de una hermana de su padre con Luis XV, éste le perdonó y dejó de ser perseguido por la Justicia.
Desgraciadamente, nuestro personaje, nunca fue admitido dentro de la nobleza francesa a causa de ser hijo ilegítimo y por el color de su piel. Sin embargo, su padre le dio una formación propia de un noble de su época. Incluso, llegó a comprar para él nada menos que el título de gentilhombre de cámara del rey.
Allí aprendió, entre otras cosas, equitación y esgrima. En esta última llegó a ser todo un especialista. Parece ser que tuvo como maestro al famoso la Boëssière.
A los 15 años ya prestaba servicio dentro de una unidad de caballería de los Gendarmes de la Guardia Real, bajo el mando del general Rohan-Rohan, príncipe de Soubise.
Con 17 años llegó a derrotar en la ciudad de Rouen a Picard, un reconocido maestro, que se había burlado de él a causa del  color de su piel. Parece ser que su padre le regaló un carruaje, por haber obtenido la victoria en este combate.
Sin embargo, poco tiempo después, fue derrotado por el conocido maestro, Giuseppe Gianfaldoni, que elogió mucho su estilo y auguró que pronto sería uno de los mejores espadachines de Francia. Como así fue.
En 1764, al acabar la guerra de los siete años, su padre regresó a Guadalupe para reorganizar su plantación, dejando en París al chico y a su madre, dotados con una buena pensión para poder vivir allí cómodamente.
Poco se conoce acerca de su formación musical, pero sí se sabe que en 1764, el músico Antonio Lolli ya compuso dos obras para él y, de paso, le dio algunas lecciones para perfeccionar su técnica con el violín.
Previamente, había sido alumno aventajado del violinista Jean-Marie Leclair, que lo convirtió en un virtuoso de este instrumento y del clavicordio.
François-Joseph Gossec le enseñó composición y le hizo debutar, en 1772, como violinista en el Concert des amateurs. Obteniendo ya un gran éxito.
Así que se aficionó a componer obras musicales. Entre ellas, varias óperas inspiradas en el mundo de los niños.
Posteriormente, compuso obras para 6 cuartetos de cuerda, una auténtica novedad en su época, inspirados en las obras de Haydn. Se le considera un gran especialista en las obras de este compositor.
En 1775, era casi seguro que podría haber sido nombrado director de la prestigiosa orquesta de la Ópera de París, pero hubo muchas presiones en su contra. Concretamente, dos sopranos escribieron a María Antonieta declarando que: “Su honor y la delicadeza de su conciencia hicieron imposible que fueran sometidos a las órdenes de un mulato”.
En 1777, su fama era tan grande, que alguien pensó en nombrarlo director de la Academia de la Música. Sin embargo, muchos de los artistas se negaron a ello por ser una persona de color.
De hecho,  en 1787, a nuestro personaje apodado ya “el Mozart negro”, le concedieron el honor de dirigir, en su estreno, las “Sinfonías de París”, de Haydn, con su orquesta “Le concert de la loge Olimpique”, precisamente, fundada por él.
Aparte de su vertiente musical, también se dedicó a luchar contra la esclavitud. Por ello, fue miembro de la Sociedad de los amigos de los negros (Société des amis des noirs), que buscaba la igualdad entre todos los hombres. Como propugnaban los ideales que defendían los revolucionarios franceses. Se le considera uno de los fundadores de esta sociedad francesa, que fue creada a imitación de otra, con el mismo nombre, que ya existía en el Reino Unido.
Precisamente, durante la Revolución Francesa, fue capitán de la Guardia Nacional en Lille. Posteriormente, cuando ascendió a coronel,  comandó, en la guerra contra Austria,  un regimiento compuesto exclusivamente por soldados negros, que lucharon a favor del bando revolucionario. Era la primera vez que luchaba una unidad de ese tipo en Europa. De hecho, la llamaron la “Legión de Saint Georges”.
Por otra parte, muy pronto se dio cuenta del intento de traición del general Dumouriez. Desbarató sus planes, por lo que el traidor tuvo que huir a Austria y él fue considerado como un héroe, por el gobierno revolucionario.
También, en su época, destacó como un gran atleta. Se decía de él que podía atravesar el Sena, nadando con un solo brazo. Incluso, que podía disparar y acertar a una moneda lanzada al aire. Algo bastante difícil con las armas que había en ese momento.
Desgraciadamente, a causa de pertenecer a una familia noble de Francia, en 1793, fue detenido y encarcelado durante dos años. Parece ser que su padre había formado parte de la corte de Luis XV y él mismo había tenido una gran  amistad con la reina María Antonieta. Afortunadamente, pudo salvarse de la guillotina.
Precisamente, por ello,  tuvo que sufrir varios atentados. En 1779, cuando paseaba por las calles de París, acompañado por un amigo, fue asaltado por varios hombres, pero se defendió adecuadamente, gracias a su maestría en el manejo de la espada.
Se rumoreó que esos hombres eran policías enviados por Luis XVI a causa de la amistad de nuestro personaje con María Antonieta, con la que solía tocar música. De hecho, compuso uan sinfonía para ella. No hay que olvidar que siempre se le consideró como un gran seductor.
Según parece, también sufrió otro atentado durante su estancia en Londres. Varios hombres le dispararon con sus pistolas, pero él consiguió defenderse golpeándoles con su bastón. A pesar de que llevaba varios años con una lesión en el tendón de Aquiles.
En su momento, se dijo que  esos hombres  habían sido contratados por los esclavistas, porque nuestro personaje les estaba estropeando su lucrativo e inhumano negocio.
Precisamente, en la capital británica, se hizo famoso por un combate de esgrima que realizó contra el llamado Caballero d'Eon, un espía francés disfrazado de mujer.
Curiosamente, se dice que fue detenido y encarcelado a causa de una denuncia de otro miembro de su célebre regimiento, Alejandro Dumas. Padre y abuelo de los célebres autores. Parece ser que fue procesado a causa de corrupción y mala administración de las finanzas de su unidad.
También, como muchos otros personajes de su época, fue miembro de la Masonería. Incluso, llegó a su máximo grado, siendo el primer hombre de color que ascendía tan alto en esa sociedad.
Ya en libertad, decidió continuar con su carrera artística, aunque la Revolución le había dejado absolutamente arruinado.
Parece ser que volvió al Caribe, donde se encontró con una guerra civil en Haití. Curiosamente, el gobierno francés, envió a su antigua unidad militar para aplastar la rebelión.
A su regreso a Francia, fue nombrado director de una orquesta llamada “Le Cercle de l’Harmonie”, que actuaba en el  Palais Royale, antigua residencia del duque de Orleans, para el que nuestro personaje había trabajado durante unos años como secretario.
Desafortunadamente, murió en 1799, con sólo 53 años, a causa de los problemas de salud, que había contraído durante su estancia en la cárcel, de donde había salido en libertad 5 años antes.
En cuanto a su apellido, unos lo escriben Saint-George y otros con la s al final. Parece ser que existe una calle en París, dedicada a este personaje, donde, en su letrero, no figura la s al final.
Desgraciadamente, no tuvo mucho éxito en su lucha contra de la esclavitud. Esta práctica fue abolida en 1794, por el gobierno revolucionario. Sin embargo, volvió a estar vigente, tras la llegada al poder de Napoleón Bonaparte y eso produjo varias rebeliones de esclavos en las colonias francesas de ultramar.
Por lo que respecta a su música, siguiendo esta política racista, fue eliminada de todos los conciertos y hasta de los libros de texto. No fue redescubierta hasta pasados 200 años de su muerte.

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