miércoles, 29 de julio de 2015

SUBHAS CHANDRA BOSE Y SU ENIGMÁTICA MUERTE



Habitualmente, cuando se narra  la II Guerra Mundial, los historiadores,  se centran en los acontecimientos bélicos que ocurrieron en Europa. Debe de ser porque todavía tienen un poso de mentalidad colonialista, aunque ya haga 50 años que se independizaron, en su mayoría,  las colonias de África.
Evidentemente, también se habla de la guerra en el Pacífico entre Japón y los aliados, preferentemente los USA, porque de los combates contra los
británicos, los holandeses o los franceses, tampoco se habla mucho.
Realmente, en la II GM se suscitaron otras muchas cosas, que habían estado hasta entonces casi escondidas, como los movimientos independentistas o los revolucionarios.
Sólo hay que ver algunas fotos de los distintos miembros de las SS, que participaron en la invasión de la URSS, para ver que, para bien o para mal, los alemanes no estuvieron solos en esa empresa.
No hará falta decir que la India, por aquel entonces, era la perla de las colonias británicas y su pérdida hubiera sido irreparable para ese imperio.
A estas alturas, casi todo el mundo debería de conocer, más o menos, la vida de Mohandas K. Gandhi, el hombre al que se le atribuye la consecución de la independencia de la India. Él utilizó el camino de la no violencia y parece que le dio resultado, aunque fracasó en el empeño de unir Pakistán y la India.
Hoy voy a hablar de un contemporáneo suyo, llamado Subhas Chandra Bose, que optó por el camino de la violencia, para intentar conseguir el mismo fin.
Nuestro personaje nació un día de enero de 1897, en la provincia de Bengala, hijo de un famoso abogado. Fue nada menos que el 9º de una familia de 14 hijos. Algo desconocido en la actualidad. Al menos, en España.
Fue reconocido como un alumno brillante, en su paso por varios colegios, todos ellos de estilo europeo y protestante.
En uno de ellos ya se atisbó su espíritu nacionalista, cuando golpeó a un profesor, tras hacer éste varios comentarios insultantes hacia los hindúes. Por supuesto,  expulsaron de allí a Bose.
En 1918, se licenció en Filosofía en la Universidad de Calcuta. Luego fue al Reino Unido, concretamente, a Cambridge, a donde su padre lo mandó a fin de preparar el examen para servir en la Administración pública británica. Lo que allí se llama el Servicio Civil.

Parece ser que sus padres intentaron por todos los modos alejarlo de los movimientos nacionalistas y, por ello, lo enviaron al Reino Unido. No obstante, Bose, ya había sido influenciado por Swami Vivekananda y nunca dejaría de ser un nacionalista hindú.
El caso es que aprobó, pero no tenía muy claro eso de servir a un Gobierno ajeno a la India. Así que en 1921 renunció a su puesto y regresó a la India.
Parece ser que el motivo de su renuncia estuvo en la fuerte represión del general Dwyer contra un grupo de manifestantes pacíficos en la India, disparando contra cientos de personas.
Empezó a trabajar para el Congreso Nacional de la India, un movimiento independentista. Organizó un periódico y se dedicó a dar publicidad al Congreso Provincial de Bengala. En aquella época estuvo trabajando con Desbandhu Chittaranjan Das, al cual consideró siempre su guía y su mentor en la política.
En 1923 ya fue elegido  presidente del  Congreso de la Juventud para todo el país y secretario del Congreso de su estado, Bengala.
En 1925, el Gobierno colonial británico organizó una operación a escala nacional contra los nacionalistas y nuestro personaje acabó encerrado en la prisión de Mandalay, donde enfermó de tuberculosis. Esta fue una de las 11 veces que fue encarcelado.
En 1927, ya salió de la cárcel y se convirtió en el secretario general del Partido del Congreso. Trabajando codo a codo con el famoso Nehru, padre de la futura presidenta Indira Gandhi.
En 1928 organizó la reunión anual de la Asamblea popular Nacional de la india, celebrada en Calcuta. Allí se pudieron ver los jóvenes que formaban el llamado Cuerpo de Voluntarios, los cuales ya iban debidamente uniformados.
Dentro del Congreso había dos posturas. Una era la de Gandhi
y otros, que preferían ir paulatinamente a la independencia, siendo primero un estado tutelado por el Reino Unido.
En cambio, el ala liderada por Bose quería una independencia completa, sin períodos de transición.
El gobierno británico había creado la Comisión Simon, para hacer un informe sobre la situación del país. Esta comisión fue boicoteada por los partidos nacionalistas hindúes.
En una visita de esa Comisión a Lahore se produjo una manifestación nacionalista, encabezada por Lala Lajpat Rai, uno de los líderes nacionales más importantes. La policía cargó duramente contra los manifestantes y eso provocó, unos días después, la muerte de Rai.
Un activista llamado Bhaghat Singh, junto con otros, decidieron matar al superintendente de la policía, que había ordenado la carga.
Parece ser que, por un error, mataron a su ayudante, Saunders. Lo que siempre se ha puesto en duda es si Singh disparó contra Saunders, porque varios testigos dijeron que no.
Las actuaciones del gobierno colonial, en ese caso, están llenas de irregularidades, como las de alimentar a la fuerza a los presos, que estaban en huelga de hambre. También les exigieron asistir esposados al juicio, pero  se negaron a ello. Así que siguieron con el juicio, sin la asistencia de los acusados. Algo, actualmente,  imposible en España.
También fue una irregularidad la creación de un tribunal especial para este caso y la prisa que se dieron por acabar cuanto antes. Lo único que tenían contra ellos era el testimonio de 3 miembros de la banda, que se consideraban arrepentidos.
Al final, de los 18 acusados, sólo condenaron a 15. Singh y 2 compañeros más fueron condenados a muerte. Los demás lo fueron a cadena perpetua.
También la ejecución se realizó de forma irregular y sin la asistencia de un juez, como indicaba la Ley vigente por entonces.
Tampoco se respetaron los plazos para presentar recursos. Incluso, el mismo Gandhi escribió al virrey pidiendo clemencia, pero no le hicieron caso.
Así que Bose no se lo pensó más y se distanció de la línea oficial de su partido, encabezada por Gandhi. Por ello, fue expulsado de la India, pero volvió ilegalmente.
En 1930, fue encerrado de nuevo, esta vez brevemente, acusado de desobediencia al Gobierno colonial. Ese mismo año fue elegido alcalde de Calcuta.
También, en ese mismo año, realizó una gira por Europa, donde pudo ver directamente algunos países gobernados por líderes comunistas o fascistas.
Se cree que también fue en ese año cuando empezó a escribir su famoso libro “La lucha india”, donde narra la historia de la lucha por la independencia de la India, entre los años 1920-34. Lógicamente, las autoridades coloniales de su país prohibieron la publicación de esta obra por miedo a que ganase muchos nuevos fieles a su causa.
Se había convertido en todo un líder y, por eso,  fue elegido presidente de su partido en 1937. Ahí ya aparecieron rencillas entre él y Gandhi.
En 1939 fue reelegido, pero, dado que los partidarios de Gandhi tenían mucha fuerza, renunció a la presidencia y organizó una nueva facción dentro del partido, con una clara tendencia izquierdista.
Parece ser que el motivo de su dimisión fue que quiso dar un
ultimátum a los británicos para que abandonaran la India en un plazo de 6 meses, tras el cual se levantarían en armas contra ellos. Esta postura tan radical no fue compartida por muchos miembros del Congreso y tuvo que dimitir de su cargo.
Aunque, por un lado, detestaba a los británicos, por tener sometido a su país, por otro, los admiraba, por su organización tan metódica.
Durante otra estancia en Europa, se reunió con representantes del Partido Laborista británico, como Clement Attlee, futuro primer ministro, para conocer los puntos de vista de cada uno. Sin embargo, los políticos del Partido Conservador no quisieron recibirle.
Por aquella época, pensaba que la India, tras la independencia, necesitaría un gobierno autoritario, como el de la Turquía de Ataturk, por un período mínimo de unos 20 años.
No sé si lo tendrían ya acordado o sería una casualidad, pero fue, precisamente,  durante el Gobierno del parido laborista, entre 1945-51, cuando la India  consiguió su independencia.
Con la llegada de la II GM, Bose,  se opuso a que la India entrara en ella, porque el virrey ni siquiera consultó a la dirección del Congreso. Así que propuso una desobediencia civil masiva a escala nacional.
Fue a parar de nuevo a la cárcel, pero lo soltaron, tras una huelga de hambre, al cabo de sólo una semana. Por lo visto, los británicos no querían cabrear a los hindúes, porque necesitaban a su gente para la guerra. De hecho, los británicos, consiguieron reclutar unos 2.500.000 de soldados en la India.
A pesar de que su casa estaba bajo la continua vigilancia de los agentes británicos, consiguió huir de ella y escapar hacia Alemania, a través de Afganistán y la actual Rusia. Para esta fuga contó con la valiosa ayuda del espionaje alemán.
Durante su estancia en la antigua URSS, aprovechó para pedir la ayuda de las autoridades soviéticas a fin de liquidar el colonialismo británico en su país, pero, increíblemente, no recibió ningún apoyo.
Ya en Alemania tuvo una mejor acogida por parte del ministro de Relaciones Exteriores, von Ribbentrop. Así, selló alianzas con Alemania y con Japón, cuyo objetivo fue expulsar a los británicos de su país.
Trabajó en la Oficina Especial para la India, la cual realizaba diariamente programas de propaganda para que los hindúes se rebelaran contra el dominio británico.
Junto con otros exiliados, decidieron que el nuevo saludo para la India libre sería “Victoria para la India” y declaró que una canción del famoso R. Tagore
sería el nuevo himno de la India libre. Asimismo, el idioma oficial sería el indostaní.
Como en la BBC no se cansaban de repetir que estaba muerto, un día se dirigió por radio a sus compatriotas, indicando que seguía vivo y a partir de ahí le llamaron “guía”. El mismo título de “Führer” que le dieron a Hitler
También creó la Legión India, formada, en un principio, por unos 4.500 hindúes, prisioneros de guerra, que habían combatido en el norte de África, dentro del Ejército Británico. También se les unieron unos cuantos estudiantes hindúes que residían en Alemania.
Esta unidad, en un principio, estuvo dentro del Ejército alemán, pero luego pasó a depender de las Waffen SS, jurando lealtad a Hitler y a Bose. Es curioso que los aristócratas del ejército alemán los hubieran enviado con los SS, que era unos racistas muy radicales.
La idea original fue crear una gran unidad que, junto a las tropas nazis, realizaran una invasión de la India, a través del territorio de la URSS y Afganistán, pero esto nunca fue posible, porque los alemanes nunca se acercaron mínimamente, desde la URSS a la India. Aparte de que empezaban a retroceder en Stalingrado.
Sin embargo, realizaron contadas misiones a base de lanzarlos en paracaídas sobre territorio indio y realizar sabotajes con gran éxito, aunque no contaron demasiado en la marcha de la guerra.
Los alemanes acabaron enviando a la mayoría de los mandos al llamado Ejército Nacional Indio, para combatir contra los aliados en Indochina.
Al resto de las tropas las dejaron en Francia e Italia, haciendo una labor de represión contra los partisanos de la Resistencia.
Mientras tanto, Bose, siguió en Alemania viendo cómo Hitler atacaba a su admirada URSS, hasta que se dio cuenta que los alemanes no tomaban muy en serio a los hindúes como una fuerza militar.
En su anterior visita a Alemania, Bose, conoció a Emilie Schenkl, hija de un veterinario austriaco, con la que se casó y tuvieron una hija.
No se sabe cómo, pero convenció a los alemanes para que lo llevaran a Japón. Estos lo llevaron en un submarino hasta Madagascar, que era una colonia de la Francia de Vichy, y allí tomó otro submarino japonés que lo llevó a Japón.
En 1941 ya fue puesto en marcha, por los japoneses, el llamado Ejército
Nacional de la India (INA), pero se canceló por falta de entendimiento entre el Alto Mando japonés y militar hindú que lo estaba organizando.
En 1943, tras la llegada de Bose a Japón, se relanzó la idea de este Ejército y tuvo muy buena acogida, pues, entre los exiliados,  se alistó mucha gente y otros aportaron gran cantidad de  fondos. Incluso, se organizó también una unidad femenina. La primera en Asia.
Al margen de estas tropas, los exiliados hindúes, organizaron todo un  Gobierno, que llegó a acuñar moneda, emitir sellos y tener su propio Código Civil y sus tribunales, siendo reconocido por los demás Estados que estaban dentro del Eje.
Incluso, en 1943, este Gobierno llegó a participar en calidad de observador en la Conferencia de la Gran Asia Oriental, celebrada en Tokio.
 Las fuerzas del INA, junto con las del llamado Ejército Nacional de Birmania, participaron en diversas operaciones de sabotaje, tras las líneas enemigas, para facilitar la llegada de las tropas japonesas hacia las fronteras de la India.
En 1942, tras la toma de las islas volcánicas de Andamán y Nicobar, por parte de los japoneses, éstos les dejaron estas islas a los hindúes, por ser territorio de la India, y allí llevaron a su Gobierno en el exilio.
Al estar muy alejadas, estas islas,  del continente indio, los británicos solían enviar allí a los presos políticos y por eso eran comparadas con Siberia.
Como Birmania estaba ocupada por los japoneses, el
Alto Mando nipón pensó que deberían de ocupar pequeñas porciones estratégicas de territorio indio, antes de decidirse a invadir la India. Incluso, podrían ser importantes en el caso de que fuera al contrario.
La operación, llamada U-GO,  parecía muy simple, pero es posible que los aliados estuvieran al corriente de este hecho, pues habían descifrado las comunicaciones niponas. Así que las tropas de Bose y los japoneses se dieron de frente con varias divisiones hindúes, bajo mando británico y miles de blindados.
Los japoneses y sus aliados llegaron a entrar en territorio de la India y allí lo estuvieron defendiendo durante varios meses, pero no pudieron hacer nada por falta de suministros y por el control aéreo, que mantenían los británicos. Todo ello, aparte de los monzones y la aparición de enfermedades.
Se tuvieron que retirar hasta Birmania y, cuando cayó Rangún, el Gobierno de la India en el exilio dejó de ser una entidad respetada.
La mayoría de las tropas del INA se rindieron y luego fueron maltratadas en los campos de concentración británicos. Otros se fueron con Bose hacia Malasia o Tailandia.
Tras la rendición de Japón, las tropas del INA fueron devueltas a la India y muchos de ellos fueron juzgados por traición.
Según las investigaciones oficiales, el 18/08/1945, Bose, embarcó en Taiwán en un avión japonés de transporte con destino a Tokio.
Como estaba muy sobrecargado, al despegar, el avión se ladeó y chocó contra la pista. Los pilotos murieron enseguida, pero no así el pasaje. Estos habían quedado encerrados en el avión e intentaron escapar a la mayor rapidez posible.
Bose también estaba herido, pero su gran problema fue que sus ropas se empaparon de queroseno. Así, cuando intentaron escapar del avión, que ya estaba ardiendo, Bose, salió  de allí como si fuera una antorcha.
A pesar de haberle llevado inmediatamente a un hospital cercano y de los esfuerzos de los médicos japoneses, Bose falleció esa misma noche.
Fue incinerado unos días más tarde y luego, sus cenizas, fueron llevadas por un oficial japonés a Tokio y entregadas a la presidenta de la Liga India.
Tras su muerte, dijo de él Gandhi: “Subhas Bose ha muerto también. Él fue, sin duda, un patriota, aunque estuviera equivocado”.
En la posguerra, como en  el INA combatieron unos 70.000 hindúes, sólo fueron juzgados los miembros del Alto Mando. Ninguno de ellos fue ejecutado y algunos, a raíz de la presión popular, fueron puestos en libertad inmediatamente. Incluso, se amotinaron los hindúes que prestaban servicio en el Ejército y la Armada colonial.
No obstante, algunos periódicos presentaron pruebas de que algunos soldados del INA habían sido ejecutados ilegalmente.
Parece ser que los factores que dieron lugar a la independencia de la India   fueron los continuos motines militares, las revueltas y el malestar de la población., aparte de la labor del Congreso y de Gandhi.
Lord Mountbatten y Nehru acordaron, entre otras cosas, que los soldados del INA no pudieran pertenecer al nuevo ejército de la India.
Incluso, los británicos se propusieron eliminar todos los rastros del INA, como en el caso de un monumento en su memoria que existía en Singapur.
Es más, le prohibieron a la BBC hacer un documental sobre el tema, pues temían que otras colonias aprendieran de ellos.
Siguiendo con nuestro personaje, en 1999, debido a las fuertes presiones populares, un juzgado hindú ordenó abrir una investigación sobre su muerte.
En 2005, tras 6 años de investigaciones de todo tipo, la comisión dictaminó que la explicación de su muerte era falsa y que así se facilitó su huida a la URSS. Algo que el Gobierno de la India nunca ha querido aceptar.
Realmente, nunca se ha sabido cuál fue el final de nuestro personaje, Subhas Chandra Bose.

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