A veces se habla de que hay
autores de los que no tenemos muchos detalles, porque vivieron hace varios
siglos y no había tantas fuentes de información como ahora.
Sin embargo, hoy traigo al blog a
un personaje del que, ni siquiera estoy seguro de que se llamara así. Es
increíble lo que puede hacer la gente si se empeña en vivir de incógnito, a
pesar de que vivió en pleno siglo XX.
Es posible que, a primera vista,
parezca que no os pueda interesar nada de este autor,
Pero igual la cosa cambia
cuando os diga que fue el autor de la novela “El tesoro de Sierra Madre”,
publicada en 1927 y convertida por los famosos John Huston y Humphrey Bogart en
una película de gran éxito. La cual se llevó en 1948 nada menos que 3 Óscar de
la Academia de Hollywood. Esto ya son palabras mayores.
Bueno, pues voy a intentar
resumir lo poco que se sabe de cierto sobre este autor. Digo de cierto, porque
a todo el mundo le gusta fantasear sobre las personas de las que se conocen pocos
datos. Al final, tenemos mucha “literatura”, pero pocos datos contrastables.
Parece ser que nació en una
localidad llamada Schwiebus, que antes estaba en la zona de Brandeburgo, dentro
del Imperio alemán, pero, tras la II Guerra Mundial y la modificación de
fronteras que se produjo, tras ese acontecimiento, hoy se llama Swiebodzin y pertenece
a la República de Polonia.
Tampoco está muy claro el año de
su nacimiento. Unos dicen que fue en 1882 y otros sostienen que fue en 1890.
El autor siempre se negó a dar
fotos propias o material de su biografía a sus editores. Por ello, se ha
especulado tanto con esos datos.
En 1990, 21 años después de su
muerte, acaecida en Ciudad de México en 1969, su esposa, Rosa Elena Luján, dijo
que se trataba de un antiguo actor alemán llamado Ret Marut.
Parece ser que, como había sido
un anarquista y había fracasado una revolución, donde él intervino, concretamente
en Munich, tuvo que exiliarse en 1919.
No obstante, sólo se pueden
encontrar datos de Ret Marut hasta 1907. Antes de ese año, no se le encuentra
por ninguna parte. Así que tampoco ese dato es muy fiable.
No obstante, también tuvo otras
identidades, como es el caso de Hal Croves. Con esta identidad fue contratado
por Huston para asesorarle en la filmación del “Tesoro de Sierra Madre”, en
1947.
Sin embargo, en 1950, tuvo un
pasaporte mexicano a nombre de Traven Torsvan. Nacido en 1899, en Chicago, y de
padres noruegos.
También, en algún momento,
presumió de ser un hijo ilegítimo del
último káiser, Guillermo II, el que tuvo que exiliarse en Holanda tras la I GM.
En 1925, nos encontramos con este
escritor, publicando un cuento en el Vorwärts, diario del SPD alemán. Poco más tarde
publicó, también en una editorial relacionada con este periódico, su primera
novela, conocida como “Los recolectores de algodón”. En ella, ya podemos ver a
un personaje que se repite en otras de sus obras posteriores, Gerald Gales. A
través de las peripecias de ese marinero USA, podemos ver lo difícil que era
encontrar por entonces un trabajo, las mafias que operaban por entonces y la
excesiva explotación capitalista.
En 1926 publicó una de sus
novelas más conocidas, si se puede decir eso sobre un personaje tan anónimo
como éste. Se trata de “El barco de la muerte”.
En ella, nos encontramos al mismo
personaje principal, Gerald Gale, el cual ha tenido la desgracia de perder sus documentos
y ahora ha tenido que aceptar trabajar como ayudante de fogonero en un barco
que realiza viajes muy sospechosos, alrededor de las costas de Europa y África.
El autor denuncia en esta obra la
codicia de los capitalistas y el abuso de los funcionarios contra una persona
que ha perdido su identidad y, por tanto, sus derechos ciudadanos.
Algunos autores piensan que este
relato podría ser autobiográfico, pues es posible que este personaje llegara a México
a bordo de un barco de este tipo.
Su siguiente novela fue “El
tesoro de Sierra Madre”, publicada en 1927. Como ya he dicho antes, ganó 3
precios Oscar. Uno fue para John Huston, por la dirección de la película.
También se llevó él mismo, otro por el mejor guión adaptado al cine. El tercero
se lo llevó Walter Huston, padre del director, por su labor como mejor actor
secundario.
No ganó el Óscar a la mejor
película, porque ese año se lo llevó la película Hamlet, protagonizada por el
conocido actor británico sir Laurence Olivier.
Incluso, en 1990, el Gobierno
USA, seleccionó a esta obra de Huston como una de las 100 mejores películas que
figurarían en el Registro Nacional del Cine, por ser “cultural, histórica o
estéticamente significativa”.
Algunos actores, que se hicieron
famosos posteriormente, se vanagloriaban de haber participado realizando un
cameo en esa película.
En 1929, publicó “El puente en la
selva”, la cual trataba sobre la vida de los indios en USA y otros países de
América y su relación con el resto de las culturas.
También, ese mismo año, publicó
“La rosa blanca”, donde se narraba el caso de una empresa petrolera de USA, la
cual robaba una serie de territorios que el Gobierno de ese país había cedido a
los indios.
Algunos autores dicen que es
posible que el título de esta novela hubiera servido de inspiración a una
organización clandestina alemana, que tomó el mismo nombre, y que luchó contra
el nazismo durante la II Guerra Mundial. Desafortunadamente, la mayoría de sus
líderes fueron capturados y ejecutados por el sangriento régimen nazi.
Recientemente, se ha realizado una película sobre ese tema.
En los años 30 publicó media
docena de novelas, la cuales se desarrollan en el mismo contexto.
En ellas habla de la vida de los
indios en el Estado mexicano de Chiapas. Su trabajo en condiciones de
explotación infrahumana. Todo ello, da lugar
a una rebelión, que coincidió con
la Revolución en México.
En los años 40 y 50, su labor
literaria se limita a escribir cuentos y relatos cortos, los cuales son
publicados normalmente en periódicos. Por uno de ellos, llamado “El sanador”,
recibió en 1953 un premio del New York Times, al mejor relato corto del año.
En los años 60 publicó su última
novela, llamada “Aslan Norval”, la cual no tuvo buena acogida entre los
editores, pues, al salirse del estilo habitual del escritor, dudaban de su
autoría. Por ello, tardó bastante en ser publicada.
Las obras de Traven se
caracterizan por presentar el mundo desde el punto de vista de la gente oprimida
y explotada.
Sus personajes no se puede decir
que sean héroes, sino todo lo contrario. Los toma de los más bajos estratos
sociales y acentúa en ellos su fuerza vital.
Realmente, la trama de casi todas
ellas se basa en que el protagonista
toma conciencia de que vive en unas condiciones de vida aberrantes y que tiene
que luchar por salir de ese “pozo”, como sea.
Se puede decir que sus obras son
de tipo político, aunque a veces se aprecie bien que no le interesa la
política, como buen anarquista.
Lo que está muy claro es que
responsabiliza en ellas al Capitalismo del sufrimiento, las privaciones, la
pobreza y la muerte de millones de personas en el mundo.
El tema de las persecuciones
contra los indios fue novedoso en su época, pues, ni siquiera los autores más
de izquierdas, se habían atrevido en ese aspecto de la crítica al sistema.
Hay que recordar que, en los años
30, que fue cuando se publicaron, no existían aún ni los movimientos anticolonialistas,
ni los movimientos por la igualdad de derechos de los ciudadanos de raza negra
en USA.
Es posible que, debido a los
temas que trataba, nunca quiso darse a conocer, quizás para proteger su
seguridad. Normalmente, solía ofrecer como domicilio postal a sus editores y
representantes un apartado de correos a nombre de B. Traven, en Tamaulipas,
México.
Estas raras ideas las compilaba
en su frase “las personas creativas no deben ofrecer ninguna biografía en sus
obras”.
Algunos autores dicen que su
obsesión por tener varias identidades le delatan como algo propio de un actor.
Algunos investigadores se han aproximado
al personaje de Ret Marut. Han encontrado que fue un actor de teatro, más o
menos conocido, y que también dirigió algunas obras y escribió críticas
teatrales en los periódicos.
Es posible que alegara ser
ciudadano USA, para no ser movilizado en 1915, durante la I GM. No me extraña
que la gente se inventara lo que fuera para no participar en esa gran “carnicería”.
En 1917 publicó una revista, cuyo
título podríamos traducir como “el ladrillo ardiente”. Lógicamente, era de tipo
anarquista.
En 1919, tras la proclamación de una
república de tipo soviético en Baviera, fue nombrado director de la oficina de la
prensa y del comité de propaganda.
Más tarde, al comparar el estilo
de sus novelas con el de los artículos del periódico mencionado, algunos
sostienen que se trata de la misma persona.
En 1919, tras el fracaso de esa
república, fue arrestado y, cuando estaba
esperando ser ejecutado, tuvo la oportunidad de escapar, la cual, por supuesto,
no desaprovechó.
Por ello, es posible que siempre
alegara ser ciudadano USA, para no correr el peligro de ser extraditado a
Alemania.
En los años 70, dos periodistas
de la BBC decidieron investigar a nuestro personaje. Descubrieron que, en 1923,
pretendió viajar desde el Reino Unido a Canadá, pero fue devuelto y encarcelado
en la prisión de Brixton.
Cuando fue interrogado por la
policía británica, lógicamente, se inventó otro de sus
seudónimos. Esta vez les
dijo que era alemán y que se llamaba Hermann Otto Albert Maximilian Feige y que
había nacido en 1882 en Schwiebus, como ya mencioné al principio.
Estos investigadores estuvieron buscando
en los archivos polacos y encontraron que coincidían esos datos con los de una
persona nacida allí en esa época y que Otto Feige era el hijo de un alfarero.
Es posible que, por ello, hubiera
elegido para su periódico el título de “el ladrillo ardiente”.
También vieron que, tras su educación,
había realizado su servicio militar en el ejército alemán, entre los años
1904-1905.
Parece ser que estuvo trabajando,
en 1906, como mecánico en la ciudad de
Magdeburgo y que se convirtió en uno de los líderes locales del sindicato del metal.
Tras de esto, ya no hay nada más sobre Feige.
Incluso, enseñaron algunas fotos
de Marut a un hermano y una hermana de Feige y dijeron que podría tratarse de
su hermano, al que no veían desde hacía muchos años.
En 1924, tras su puesta en
libertad, se dirigió desde la cárcel de Brixton hasta el consulado de USA en
Londres. Allí pidió un pasaporte USA, aduciendo que había naci
do en San
Francisco en 1882 y que había estado viajando en barco por medio mundo, pero
había perdido toda su documentación. También decía que no podía presentar
ningún certificado de nacimiento, porque los archivos se quemaron durante el
famoso terremoto que asoló esa ciudad en 1906.
También hay mucha discusión, a
nivel literario, sobre su identidad, pues
se ven en sus obras muchas frases denominadas “americanismos”, las cuales son
propias de gentes de allí o que han vivido muchos años en USA. Lo cual no es
explicable en el caso de un ciudadano alemán.
Según su viuda, al salir de la
prisión, su marido tuvo que enrolarse en uno de esos “barcos de la muerte”. Se llaman
así, habitualmente, a los barcos que eran demasiado viejos y a los que los armadores
sólo los aseguraban para que se hundieran cuanto antes y así cobrar la
indemnización por esa pérdida.
Parece ser que, tras la I GM,
hubo muchos marinos que perdieron su nacionalidad y no les querían en ningún
puerto. Así que los iban echando de unos sitios a otros, sin molestarse en
hacer ninguna investigación al respecto.
Continuando con el relato de su
esposa, nos explica que estuvo navegando hacia Noruega, en uno de esos barcos.
Luego tomó otro que le llevó a África y, al final, tomó uno holandés, con el
que pudo desembarcar, en 1924, en Tampico, México.
Efectivamente, aparece el nombre
de un tal Marut en la lista de la tripulación del barco noruego Hegre, el cual
navegó en 1924, desde Londres a las islas Canarias.
También es posible que hubiera tomado
el nombre de Gale, el personaje central de sus novelas, de un tal Lin A. Gale, ciudadano
USA que se exilió en México para no ir a la I GM y que fue uno de los miembros fundadores
del PC en México.
Es posible que nuestro personaje
se decidiera por ir a México, pues Gale invitaba a todos los revolucionarios a exiliarse
en ese país para no tener que ir a las
trincheras.
También podría ser que Traven, a
su llegada a México, tuviera que haberse visto obligado a trabajar en las plantaciones
y en los campos de petróleo, como retrata en sus novelas.
Incluso, un autor suizo, se ha
aventurado a teorizar que, al llegar Marut a México, se encontró con un
vagabundo USA, que había escrito sus vivencias. Le engañó, para quitarle sus
manuscritos, y luego los publicó a su nombre con algunas rectificaciones.
Como ya dije en un principio, cuando
no hay datos de un personaje, siempre hay gente que se los inventa.
Hay otros que defienden la
identificación de B. Traven con Berick Traven Torsvan, del que se sabe que
vivió en México, por lo menos, desde 1924.
Se sabe que, con ese nombre, alguien
alquiló una casa al norte de Tampico y trabajó y vivió en ella hasta 1931.
A partir de esa fecha, se
trasladó a una casa situada en las afueras de Acapulco, desde donde realizó
viajes por todo México.
En 1926 se sabe que participó
como fotógrafo en una expedición arqueológica por el Estado de Chiapas,
liderada por Enrique Juan Palacios.
Existe una foto de esa época,
donde se le puede ver fumando y con un sombrero tipo salacot en la cabeza. Sin
embargo, no parece la misma persona que aparece en las fotos de la policía
británica.
También se sabe que, durante los
años 1927 y 1928 estuvo haciendo unos cursos sobre la Historia y la cultura de
México en la UNAM.
En 1930 recibió una tarjeta de identidad
como extranjero, en la que figuraba el nombre de Traven Torsvan, ingeniero con nacionalidad
USA.
En 1933 hubo otra discrepancia.
Parece ser que envió los manuscritos de 3 de sus novelas a la editora USA
Knopf, para reeditarlos. Indicó que los que se habían publicado unos antes en
Alemania sólo eran copias traducidas, pero no los originales.
Sin embargo, algunos
investigadores afirman que las versiones son diferentes. Los textos en inglés
son más largos y además hay algunos fragmentos que faltan en cada una de las
versiones.
También es muy extraño que en la
versión en inglés se aprecien muchos germanismos, mientras que en la versión en
alemán hay muchos anglicismos. A lo mejor, lo hizo para dar a entender que era un
autor extranjero.
La traducción de sus obras al
español la realizó Esperanza López Mateos, hermana del que luego fuera
presidente de México.
En 1941, la Warner Bros. compró
los derechos para poder filmar “El tesoro de Sierra Madre”, pero no pudieron
realizarla, de momento, a causa de la entrada
de USA en la II GM.
En 1946, John Huston se citó en un hotel de Ciudad de
México con B. Traven, para discutir los detalles de la película. En su lugar,
se presentó ante él un tal Hal Croves, que, por lo visto, era un traductor. Le
mostró un poder notarial, donde se decía que el escritor le había dado su autorización
para realizar las negociaciones en su nombre.
Este Croves, acudió al resto de
las reuniones antes de realizar la película e, incluso, más tarde, estuvo en
todas las sesiones de rodaje.
Muchos miembros del equipo de
rodaje sospecharon que Croves y Traven eran la misma persona. Es más, tras el
éxito de la película, mucha gente quiso saber del autor y la productora aireó
aún más su carácter anónimo, para aumentar la popularidad de la película.
Croves desapareció en cuanto acabó
el rodaje. Parece ser que esto coincidió con el hecho de que una revista
mexicana ofreciera una recompensa a quién descubriera quién era B. Traven.
Un periodista mexicano, llamado
Luis Spota, encontró en Acapulco a un individuo llamado Traven Torsvan.
Investigó sobre él y descubrió que el Gobierno de México le había dado una
tarjeta de identidad como extranjero, para residir en ese país, fechada en
1930, y otra de identificación nacional de México en 1942.
Cuando le preguntó directamente
si B. Traven y Hal Croves eran la misma persona que él mismo, lo negó
rotundamente, aunque, indirectamente, pareció afirmar lo contrario.
Spota publicó sus investigaciones
en su periódico y Traven le contestó negándolo todo en otro periódico, a la
semana siguiente. Tras ese episodio, desapareció y sólo se sabe que obtuvo la
nacionalidad mexicana en 1951.
En 1952, los representantes de
Traven publicaron en una especie de boletín, realizado para promover sus obras,
una biografía un tanto rebuscada.
En ella se decía que el autor
había nacido en el centro de USA, en el seno de una familia de inmigrantes de
origen escandinavo y que nunca había ido a una escuela, pues tuvo que ganarse
la vida desde los 7 años. Luego, se embarcó como grumete en un barco holandés y
así llegó a México, con apenas 10 años.
También continuaron diciendo que
los originales de sus obras fueron escritos en inglés y que las ediciones en
alemán eran sólo traducciones de las anteriores.
Hal Croves volvió a salir a la
palestra en 1952. Rosa Elena Luján se convirtió en su secretaria y, un poco más
tarde, se casaron en San Antonio, Texas. Quedando ella como la única titular de
los derechos de autor de las obras de su esposo.
En 1959, visitaron ambos Alemania
para asistir al estreno de la película “El barco de la muerte”, basado en una
de sus obras. Ante los periodistas, negaron en multitud de ocasiones que
también fuera Traven.
A partir de entonces, dado que el
autor se había quedado casi ciego y sordo, todas las entrevistas habían de ser,
previamente, autorizadas por su esposa.
Hal Croves murió en Ciudad de
México en 1969. Ese mismo día, su esposa, dio una rueda de prensa, en la cual
comunicó que el verdadero nombre de su difunto esposo era Traven Torsvan
Croves, nacido en Chicago el 03/05/1890.
Su padre fue Burton Torsvan, un emigrante
noruego, y su madre, Dorothy Croves, de origen anglosajón. También dijo que había
utilizado durante toda su vida los seudónimos de B. Traven y Hal Croves. Parece
ser que dio a conocer estos datos por voluntad de su esposo.
El certificado de defunción se
hizo a nombre de Traven Torsvan Croves y su cadáver fue incinerado, lanzando
luego sus cenizas, desde un avión, que sobrevolaba el territorio del estado
mexicano de Chiapas.
Unos años después, la viuda dio otra
rueda de prensa, donde afirmó que su marido también había sido el
revolucionario alemán llamado Ret Marut. También dijo que su familia había
emigrado desde USA a Alemania. Luego visitó México por vez primera, para volver
a Alemania. Fue detenido y condenado, pero logró escapar y volvió de nuevo a México.
Su viuda también ha permitido que
algunos investigadores pudieran consultar el archivo de su marido. Allí han encontrado
muchos restos de su paso por Alemania.
Aparte de estos estudios, han
surgido otras teorías, como la de que B. Traven eran dos o más personas que
trabajaban juntas.
También se conserva una grabación
familiar, donde el autor canta una canción procedente del norte de Alemania, utilizando
un dialecto que sólo se da en esa zona y no donde dijo haber nacido.
En fin, como veréis, esta
historia es poco menos que un galimatías y yo creo que, a pesar de las
aclaraciones de su viuda, que murió en 2009, todavía tiene muchos puntos
oscuros. Esperemos que se aclare pronto.
También siento que me haya
quedado un artículo muy largo, pero no he podido acortarlo más. Espero que os
haya gustado.
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